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City of Witches capítulo 350

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City of Witches novela pdf
City of Witches - Diana Yesod

 La Novela Erótica de la Bruja III


Parte 1

La Condesa Lucy Yesod era alguien que había sido elogiada por alcanzar los logros más sobresalientes en comparación con todas sus predecesoras tanto en la magia como en negocios.

Sin embargo, últimamente le rondaban muchas cosas por la cabeza.

¿Cuál podía ser su preocupación cuando todo en su vida había ido perfectamente, te preguntarás?

No era otra que la enfermedad crónica de su hija, Diana Yesod — su pereza.

Aunque, últimamente, ese problema parecía estar arreglándose bastante bien.

Después de que Lucy echara a la niña de casa con lágrimas en los ojos...

La chica no sólo obedeció fielmente sus órdenes durante más de una semana, sino que también se desvivió por estudiar por su cuenta durante su tiempo libre.

Pero...

“Cariño...” 

“No quiero cenar esta noche...” 

“¿Hay algo que te preocupa estos días? ¿Te sientes mal?” 

“No... Lo siento, mamá, hoy quiero dormir temprano.”

Acostada en su cama, Diana respondió así con voz débil antes de girar su cuerpo, negándose siquiera a mirar a Lucy.

Lucy pensó en acariciarle el hombro para consolarla, pero al final decidió que lo mejor sería marcharse en silencio.

En cualquier caso, ésta era la nueva fuente de su preocupación.

La reclusión de Diana, que había ido mejorando últimamente, empeoró de repente.

Antes, ella sólo se negaba a salir de casa, pero ahora, incluso se saltaba sus comidas y se negaba a mostrar su cara durante la hora del té.

Sin embargo, era obvio que había estado evitando a Lucy, lo que hizo pensar a la pobre Condesa que, efectivamente, se trataba de su segunda fase rebelde.

“Haa...”

Quizás obligarla a salir fue una mala idea…

Reprochándose a sí misma, la Condesa dejó escapar un suspiro.

Obligar a Diana a salir era por su propio bien, incluso Diana debería saberlo.

Después de todo, la vida de una bruja era larga.

Habían suficientes baches en el camino a los que se enfrentarían.

Una bruja tenía que dedicar su vida a sus avances mágicos, incluso cuando les parecía imposible lograrlo en toda su vida.

Luchar para superar el grueso muro de la frustración y el fracaso, esa era la esencia de la vida de una bruja.

La intuición y el talento no serían suficientes para superar eso.

Lo que uno necesitaba era tener experiencia en varios campos y un amplio descanso para poder lidiar más fácilmente con todo el estrés inevitable.

Para que pudieran disfrutar de todas las bellezas que este mundo tenía para ofrecer.

Si una bruja no pudiera hacer eso, entonces no importa cuán talentosa fuera, no tendría sentido.

En ese caso, empezarían a buscar una aprendiz para transmitirle todo en pocos años, esto era lo que Lucy intentaba evitar, para que Diana no terminara así.

“Si solo...”

Con el corazón apesadumbrado, la Condesa Lucy se dirigió hacia su biblioteca privada.

En ese momento, recordó algo.

“Ahora que lo pienso, cuando ella todavía se reunía con ese brujo, estaba más animada que nunca…”

Ella era una persona completamente diferente en aquel entonces…

¿Qué estaba haciendo con él otra vez? Cierto, el Tablero Bruja, ¡estaban compitiendo en eso!

Ella incluso dijo que él era lo suficientemente hábil como para igualarla, incluso sus puntuaciones estaban muy cerca...

Desde que se enteró de que Diana había estado visitando al brujo, la Condesa había estado prestando mucha atención a ese hombre.

Aunque no creía que su hija se enamorara tontamente de él, pensó que no estaría de más dejar una contramedida, por si acaso. 

“¿Huh? Espera un momento...”

Ahora que lo pienso, ese brujo dejó su trabajo de anfitrión hace poco, ¿no?

El momento coincide bastante bien también, en el momento en que renunció, el estado de ánimo de Diana comenzó a empeorar...

No sé si hay una conexión entre ambos, pero…

Si esto va a mejorar su estado de ánimo, tal vez no estaría mal traerlo aquí como un regalo para ella... 

“... Dejemos ese asunto de lado por un momento...”

Después de todo, hoy es un día raro en el que mi trabajo termina antes.

A continuación, la Condesa manipuló hábilmente la estatua dentro de su biblioteca privada, abriendo una habitación completamente nueva en su interior.

Su pequeña sala de estudio, llena del cosquilleante aroma de tinta, el lugar donde podía entregarse a su afición secreta. 

Jojojo… ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que vine aquí, hm?”

Sentándose en la silla, la Condesa cogió su pluma.

Su rostro era brillante y alegre, como si ya hubiera olvidado todas sus preocupaciones, mostrando lo feliz que se sentía en ese momento.

Habían pasado diez años desde que empezó a escribir novelas eróticas como afición.

La serie actual, “El Servicio de Entrega del Diablo”, no era la única novela que había escrito. Madame Butterfly”, “Juegos Peligrosos”, “Paraíso Perdido” y docenas de novelas de un solo volumen eran algunas de las que había escrito.

Aunque algunas de ellas recibieron duras críticas, ya que tenían el mismo tema de “una bruja sometida a un hombre”, eran esas brujas quisquillosas las que acudían en masa para hacerse con las nuevas entregas de la novela en cuanto salían.

Incluso los civiles de Gehenna alababan esos libros y causaban un gran revuelo cada vez que salía un nuevo volumen.

Por supuesto, desde la escritura hasta el proceso de publicación, todo se hacía en secreto, así que nadie sabía que Lucy era la autora de los libros.

Que era exactamente lo que ella quería para empezar.

La Condesa movió su pluma, llenando el papel en blanco con palabras sobre palabras sin ninguna vacilación. 

“Por hoy... Vamos con esta escena~”

Pero, ¿por qué iba a hacer esto? Después de todo, seguía siendo una bruja noble, una Condesa, era antiestético por su parte entregarse a un pasatiempo tan vulgar.

Fue porque en el pasado, ella solía tener un amante.

Un amante que no pudo olvidar, aunque hubieran pasado tantas décadas.

El hombre que consiguió descongelar su corazón helado con su ardiente amor, algo por lo que ella estaría dispuesta a cambiarlo todo.

Sus noches calientes y apasionadas, los momentos inolvidables…

“Hm... Sería más lascivo... Aquí... Así...”

Pero el tiempo era un amante cruel. Antes de que se diera cuenta, el tiempo ya se lo había arrebatado.

Después de introducir a la Condesa en un mundo totalmente nuevo, él desapareció sin dejar rastro, dejándola durante años lidiando con su propia soledad.

Por supuesto, ella siempre pudo intentar ligar con otros hombres, pero sintió que sería una traición hacia él.

Por eso prefirió escribir esas novelas eróticas, como una forma de desahogar su deseo reprimido.

Después de escribir un rato, la Condesa se metió la mano en la ropa.

Durante toda la noche, sació su hambre de afecto, ella sola.


Parte 2

A la mañana siguiente.

Siwoo, que acababa de terminar su entrenamiento con Eloa, regresó a su laboratorio.

La Condesa Gemini tenía más de veinte laboratorios mágicos, así que Albireo no tuvo ningún reparo en prestarle uno a Siwoo.

Gracias a esto, cambió por completo su plan original de quedarse en Gehenna sólo una semana y en su lugar, puso toda su concentración y esfuerzo en su investigación de la Rama Roja ya que ahora tenía todas las facilidades que podía conseguir aquí. 

“Haaa... Carajo, hace tanto calor...”

El invierno se acercaba rápidamente a Gehenna.

Esta fue la estación en la que Siwoo empezó a aprender a leer la escritura de Gehenna cuando era esclavo.

Sin embargo, aunque se suponía que el aire era frío, él acababa de regresar de su entrenamiento, por lo que la parte superior de su ropa estaba completamente empapada de sudor.

Pensó que era demasiado engorroso ducharse, así que se quitó la camiseta y se secó el sudor con una toalla.

Luego, vertió un poco de agua caliente sobre su sudorosa piel, de la que salió vapor, como si acabara de abrir la Formación de la Puerta Interior del Ocho[1].

Después de beber un poco de agua para hidratarse, se dirigió a la Rama Roja, que estaba atada al accesorio dentro del laboratorio.

Aunque estaba atada con cintas negras, cubiertas con varios hechizos de supresión, la lanza roja flotaba un poco en el aire.

Si no hubiera colocado allí todos esos hechizos de supresión, definitivamente surgirían todo tipo de problemas debido a que la lanza emitía su campo de distorsión las 24 horas del día y los 7 días de la semana.

Ahora bien, si el campo de distorsión fuera normal, no causaría ningún problema, pero esa cosa era lo bastante fuerte como para hacer que una forma espiritual se derrumbara desde dentro y dañar hasta el artefacto más resistente.

Incluso él mismo confirmó esto último, ya que la caja mágica que había recibido de las gemelas resultó dañada[2].

Como el campo de distorsión funcionaba de forma muy parecida a la de un campo eléctrico, supuso que el artefacto se había dañado en algún momento de la batalla con el Caballero Rojo. 

“De todos modos, echemos un vistazo a las muestras de hoy...”

Siwoo sacó uno de los talismanes que colocó bajo la Rama Roja, comprobando el patrón acumulado del campo de distorsión para el día.

Por supuesto, no era un talismán ordinario, era un talismán grabado con magia alquímica. Podía grabar hasta la más fina onda mágica en él.

“Hmm...”

Pudo ver rastros del campo de distorsión extenderse alrededor del talismán, llenándolo por completo.

Eso estuvo bien y todo, pero el problema aquí era que este era exactamente el mismo patrón que había visto desde que empezó a hacer esto. Lo que significaba que no podía avanzar ni medio paso más en su investigación. 

“No hay nada…”

Esto también significó que no pudo obtener ninguna información para resolver este problema.

En realidad, este era un resultado normal. Para empezar, la magia de barrera no era su especialidad, así que no era de extrañar que le costara tanto, a pesar de ser extremadamente talentoso con la magia.

Especialmente considerando que lo que estaba investigando era un “código místico”.

“Disculpe.”

Mientras Siwoo se devanaba los sesos, con una toalla alrededor del cuello...

Una voz desconocida se escuchó desde atrás.

En realidad, este lugar no estaba aislado ni nada por el estilo, así que Eloa, Sharon, las gemelas animadas, e incluso Albireo y Deneb a veces, se pasaban por allí para charlar con él.

Aunque lo llamaban laboratorio, parecía más bien su segunda sala de estar o algo así.

Cuando Siwoo se giró para ver de quién se trataba, una bruja de porte muy noble estaba de pie frente a él.

Gracias a su experiencia trabajando en el club de anfitriones, se dio cuenta rápidamente de la identidad de la bruja.

Ella dio la impresión de ser “blanca”.

Un vestido de encaje blanco que dejaba ver poco de su piel y un corsé hecho de cartílago de ballena.

Medias y liguero blancos, impecables y de aspecto limpio, visibles a través de la fina tela.

Con un abanico de plumas de cisne en la mano, parecía una novia cuya boda estaba prevista para hoy. Cada prenda que llevaba era blanca. 

“Saludos, Madame Bruja.”

Incluso en Gehenna, la ciudad que estaba llena de brujas anticuadas, sólo las brujas conservadoras usarían esa ropa.

A juzgar por el material de las telas y los accesorios de sus atuendos, pudo deducir que era una noble, al menos una baronesa.

Su cabello color ceniza, recogido en lo alto por una flor blanca pura que parecía muy fresca, como si estuviera viva, brillaba maravillosamente.

A Siwoo le resultaba familiar, pero sólo cuando vio el brillo de sus ojos rojos pudo saber de quién se trataba.

Ya que ese brillo era similar al de cierta aprendiz de bruja que últimamente le había estado retando a partidas del Tablero Bruja.

—Condesa Lucy Yesod—

“¿Qué le trae por aquí a la excelsa Condesa Lucy Yesod?”

El corazón de Siwoo empezó a latir con fuerza.

¿Está aquí para llamarme la atención por andar con su aprendiz?

Aunque estaría bien que viniera a ayudarme con mi investigación...

No pude encontrar a nadie con un mejor conocimiento sobre magia de barrera comparado con Yesod...

Con eso en mente, se encontró con la mirada de la Condesa. 

“¿Me conoces?”

“Por supuesto. Su trabajo sobre la Primera Ley del Campo Mágico Yesod me asombró profundamente. De hecho, siempre me refiero a él de vez en cuando en mis investigaciones.”

¿Cómo fue eso? ¡Esa fue la habilidad de besar traseros que obtuve a través de mi tiempo como anfitrión!

Mezclar verdades con tus halagos siempre funciona para que la otra persona no se dé cuenta de que le estás besando el culo.

Tal y como esperaba, la Condesa acepto bien sus halagos y las palabras que salieron de su boca fluyeron en un tono de satisfacción. 

“¿Oho? Es sorprendente. Hoy en día, muchas brujas han empezado a ignorar la magia pura y se han obsesionado con la magia práctica. Parece que perteneces a las raras, pero honradas brujas. Aunque seas un hombre.” 

“Por favor, me estás halagando.”

Hasta ahora no había mencionado nada sobre Diana, así que Siwoo supuso que no había venido aquí por eso. 

“Por cierto... ¿Ese look es... normal en ti?” 

“¿Huh? Ah, lo siento, acabo de terminar de entrenar...”

La mirada algo tímida de la Condesa le hizo darse cuenta de que en ese momento seguía sin camiseta.

En otras palabras, su cuerpo, que era mejor que el de la gente que iba al gimnasio regularmente, era completamente visible para la Condesa.

Después de empezar su entrenamiento con Eloa, su volumen muscular empezó a aumentar, hasta el punto de que incluso él mismo se paraba a mirar para admirar su cuerpo.

Aún así, eso no significó que no se sintiera incómodo al mostrarlo a alguien que conocía por primera vez, así que se puso rápidamente la camisa que ella tiró cerca.

Fue entonces cuando la Condesa Yesod dejó de mirar furtivamente a su alrededor y se acercó a él con pasos seguros.

“Hmm...”

Luego, se quedó mirando fijamente a la Rama Roja atada sin decir nada. 

“¿Puedo preguntar qué asuntos tienes conmigo?”

“…”

La Condesa ni siquiera se molestó en contestarle, en su lugar se giró para mirarle a la cara.

Ella era bastante alta para ser mujer.

Si se quitara los tacones, probablemente mediría 168 cm, una estatura similar a la de Diana.

Como ese era el caso, corría el riesgo de oler su aroma por accidente, así que dio un paso atrás.

Pero la Condesa le detuvo, agarrándole del cuello de la camisa con decisión.

Sobresaltado por esto, Siwoo la miró con una mirada estupefacta.

Mientras tanto, la Condesa esbozaba una sonrisa de satisfacción y su voz sonaba dulce como el chocolate.

Lamiéndose los labios de un rojo brillante, que contrastaban con su piel y su vestido de un blanco puro, ella…

“Te has abrochado mal la camisa.”

Entonces, ella comenzó a desabrochársela, una por una.

Como si fueran recién casados, como si ella fuera una esposa a punto de ver a su marido fuera del trabajo por primera vez. Siwoo se quedó boquiabierto.

Antes de que él se diera cuenta, la Condesa deslizó un dedo entre su camisa abierta. 

“Este laboratorio... ¿Alguien lo visita a menudo?”

Ella le lanzó una descarada mirada seductora mientras le rozaba el pecho con las yemas de sus bien cuidados dedos. 

'Si la gente apenas viene aquí, ¿por qué no nos divertimos un poco...?'

Eso era lo que le sugerían sus gestos.

A estas alturas, Siwoo ya estaba acostumbrado a ese tipo de cosas.

Cuando trabajaba como anfitrión, al menos diez brujas intentaban arrastrarlo a la cama cada día.

Aunque todas esas ofertas eran tentadoras, se había propuesto no recibirlas nunca, así que siempre las había rechazado de plano y esta vez no iba a ser diferente.

Fue que no esperaba que una Condesa le hiciera esto.

Por eso estaba un poco estupefacto, pero al mismo tiempo se sentía extremadamente inquieto.

Porque…

Ella exudaba la misma atmósfera que la Condesa Albireo hace un rato.

No sólo eso, las circunstancias que rodearon ambos casos también eran similares.

En aquel entonces, Albireo intentó seducir a Siwoo para ver si se acostaba con cualquiera a pesar de tener una relación tan íntima con las gemelas.

Esta vez, había una gran posibilidad de que la Condesa Yesod estuviera haciendo lo mismo debido a su relación con Diana. 

“La Condesa Gemini de vez en cuando me hace una visita. Además, perdóneme, Condesa, aún no me ha dicho por qué ha venido aquí...” 

“¿Es así? Perdóneme, entonces.”

Por la forma en que la Condesa Yesod retrocedió y enderezó su postura, como si nunca hubiera hecho una pregunta tan arriesgada, la suposición de Siwoo era correcta.

La atmósfera que le recordó a una viuda desesperada que había echado de menos el abrazo de su hombre de paso también había desaparecido de ella.

Ejem.

Después de aclararse la garganta…

La Condesa Yesod finalmente expresó la verdadera razón por la que estaba allí.

“Estoy aquí porque tengo una oferta para usted.”



Referencias

  1. Una referencia a Naruto, la técnica definitiva de Might Guy.
  2. Esta es la razón por la que Eloa fue capaz de escuchar su relación sexual con Sharon hace decenas de capítulos, a pesar de que encendió la Caja de Música.



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