City of Witches capítulo 362

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City of Witches - Diana Yesod

 Actividades al Aire Libre IV

Parte 1

El tiempo que Siwoo pasó con Diana no fue su primera experiencia como profesor particular.

Porque su primera vez fue durante las vacaciones de invierno, justo antes de su graduación prematura de la escuela secundaria.

Dio clases particulares de matemáticas a un amigo de secundaria de su misma edad.

Pero esa tutoría —lo hizo por algo de dinero— terminó muy rápido, incluso más rápido de lo que esperaba.

La razón fue que su amigo no logró entender el cálculo, y el propio Siwoo no logró entender por qué su amigo no podía entenderlo.

No sólo eso, sino que tampoco tenía ninguna confianza para hacerle entender a su amigo.

Era algo que había ocurrido hacía mucho tiempo, así que no era de extrañar que lo hubiera olvidado de ello.

La única razón por la que este recuerdo volvió de alguna manera a su mente fue porque se acordó de que la madre de su amigo lo trató con extrema amabilidad, al igual que lo que la Condesa estaba haciendo en este momento.

Pero, no sé si la Condesa me está tratando amablemente por la misma razón que esa tía...

Además...

Esa tía sólo me daba unos bocadillos como mucho, nunca me pidió que fuera a pescar con ella en plena noche.

Siwoo y la Condesa tomaron una puerta hacia el Río Conejo.

Pasaron por una colina donde había árboles de arce esparcidos aquí y allá; su colorido le recordó a Siwoo una fiesta de fuegos artificiales.

La brillante luz de las estrellas iluminaba el lugar, sustituyendo la necesidad de cualquier luz artificial. Parecían diamantes esparcidos por el cielo. 

“Woah...”

“¡Cuidado!”

De pronto, la Condesa Yesod echó a correr ladera abajo, dejando escapar un suspiro de asombro, igual que una niña.

Él estuvo a punto de detenerla, pero cuando la vio correr por el áspero terreno con facilidad, el hecho de que fuera una bruja de alto rango hizo clic en su mente.

En cierto modo, puedo ver el parecido entre ella y su hija…

Sin embargo, podía entender por qué ella reaccionaba de esa manera.

Incluso Siwoo, que ya había visitado este lugar dos veces, seguía asombrado por su grandeza. 

“Este lugar es lindo. Es realmente bonito.”

“¿Verdad?” 

Dado que la reacción de Diana hacia este lugar que había buscado con dificultades era más bien tibia, no tenía muchas esperanzas de que a la Condesa le gustara. 

Por eso, cuando vio que la Condesa corría entusiasmada mientras pisaba las rocas, se sintió un poco orgulloso de sí mismo. 

“Voy a prepararlo todo, haré todo lo posible para que sea rápido, así que por favor espere un momento.” 

Tras decir esto, él recogió rocas de los alrededores y las amontonó. Luego, hizo fuego con las ramitas que recogió mientras atravesaban el bosque. Una vez hecho esto, colocó una jarra de agua. 

Ya sólo le faltaba una silla de camping portátil para convertir este lugar en un sitio perfecto para la pesca del salmón. 

Mientras hacía todo eso, la Condesa Lucy le observaba de reojo con cara de asombro. 

“Sin duda es usted increíble, Sr. Siwoo. Usted mismo descubrió este lugar, e incluso preparó todo para la ocasión en tan poco tiempo.” 

“Gracias por su cumplido. Terminaré la preparación y deberíamos poder empezar a pescar después.” 

En realidad, simplemente imité lo que solían hacer mis amigos…

Pero bueno, es una Condesa, dudo que tuviera la oportunidad de hacer algo así a menudo, si es que no, en absoluto. 

Cuando terminó de prepararlo todo, preparó las cañas de pescar para ambos. 

En cuanto al señuelo, si era demasiado pesado, se hundiría rápidamente y era muy probable que se atascara fácilmente entre las rocas. Pero si el señuelo era demasiado ligero, para empezar, no se podría pescar. 

Esto fue algo que aprendió cuando fue a pescar con Diana antes. 

“¿Todos esos son peces?”, preguntó la Condesa Yesod mientras miraba disimuladamente el agua desde la distancia. 

Cuando Siwoo echó un vistazo, pudo ver innumerables sombras negras moviéndose sin cesar contra la oscura corriente del agua. 

Como los salmones eran nocturnos por naturaleza, ahora había muchos más que cuando él vino durante el día. 

“Sí, creo que sí.”

De repente la condesa se giró y lo miró.

Sus ojos brillaban con picardía, recordándole a los de Diana. 

“He notado algo en su forma de hablar, Sr. Siwoo.” 

¿Ella... notó algo...? ¿Qué es...? 

“¿Um?” 

“Cuando te piden tu opinión, nunca dices directamente 'Sí' ni expones claramente lo que piensas. En cambio, das tu opinión como si estuvieras adivinando.” 

“¿Realmente hago eso...?” 

“Mhm. Siempre haces eso, tanto si estamos en clase como cuando me informas sobre Diana.” 

Al oír sus palabras, Siwoo se quedó callado, sin saber qué responder. 

“Sólo estoy adivinando, así que perdóname si me equivoco, pero, por la forma en que lo haces, es como si tuvieras miedo de estar cometiendo un error.” 

Cuando él escuchó su siguiente frase, finalmente hizo clic en su mente.

Durante los cinco años que había vivido como esclavo, sólo había tratado con brujas cuyo estatus estaba muy por encima de él. No era de extrañar que acabara desarrollando ese hábito. 

“Creo que inconscientemente lo hago porque su estatus -tanto social como de bruja— es superior al mío, Condesa...” 

“Oh cielos. ¿Intentas decir que me ofendería si te viera haciendo algo malo?” 

“No, no lo quise decir de esa manera…”

“Escúchame. Creo que cualquiera puede estar equivocado y que está bien que lo esté.”

“U-Um...” 

“¿O es que en el fondo de tu corazón crees que soy una bruja tan arrogante y testaruda? Hmph, ya veo cómo es.” 

La Condesa entonces cruzó sus brazos frente a su pecho, pretendiendo estar enojada. 

Sin embargo, Siwoo se dio cuenta de que estaba fingiendo. Se notaba en las comisuras temblorosas de sus labios, que hacían todo lo posible por no curvarse hacia arriba. 

Se dio cuenta de que ella simplemente le estaba molestando de nuevo con una broma educada. 

Antes de darse cuenta, realmente pensó que estaba enfadada con él por razones inexplicables. 

Al ver esto, se alegró de que no fuera así en absoluto. 

“Lo corregiré.” 

“Corregirlo. Significa que vas a arreglar algo que está mal para hacerlo bien. Sin embargo, en este contexto es diferente. Muestra tu servilismo en una relación jerárquica, estás admitiendo que has cometido un error y mostrando tu intención de mejorar ese error.” 

Aunque persistía el problema: él seguía sin poder entender cuándo ella estaba bromeando y cuándo estaba hablando en serio.

Aunque ella parecía sentirse bastante cómoda con él —con la forma en que no paraba de bromear con él—, lo contrario no era cierto. 

Todavía no se sentía lo suficientemente cómodo tratando con la Condesa Gemini, a pesar de que se conocían desde hacía mucho tiempo, por lo que no había manera de que de repente se sintiera cómodo tratando con la Condesa Yesod, con quien sólo había interactuado durante cuatro días. 

“Si sigues hablando de esa manera, me hará pensar que soy una noble rígida y estirada, ¿sabes?” 

“Um, entonces... ¿Qué debo hacer...?” 

“Imagina que alguien muy cercano a ti te dice las palabras que acabo de decirte. ¿Qué le dirías?” 

“... Um, ¿está segura de que quiere oír eso?” 

“Por supuesto.” 

Siwoo pensó por un momento.

“Um... le preguntaría: '¿Estás borracha?'“ 

Él encontró esa respuesta un poco grosera.

Pero, para su sorpresa, a la Condesa pareció gustarle.

Lucy se rió hasta que su rostro blanco y puro se puso rojo. Al cabo de un rato, volvió a levantar la cabeza para mirarlo. 

“Ha sido mucho mejor de lo que esperaba. Tienes la lengua muy afilada, ¿verdad?” 

“Lo siento si mis palabras de hace un momento le han parecido groseras...” 

“No lo sientas. Me gusta más eso en lugar de que te pongas rígido conmigo.” 

Luego se rió otra vez durante un tiempo considerable antes de parar.

Cuando terminó, ella le hizo la pregunta que Siwoo le había preguntado. 

“¿Hm? ¿Quieres saber por qué te trato tan bien?” 

“Sí.” 

Lo único que Siwoo sabía de la Condesa Yesod era que era una bruja conservadora, así que ella no tenía ninguna razón para tratarlo así de bien. 

Además, era una bruja de alto rango, y esas brujas tendían a menospreciar. 

Teniendo esto en cuenta, no entendía por qué ella era tan amable con él después de haber sido su tutor durante sólo unos días. 

Cuando escuchó por primera vez esta pregunta, la Condesa pensó en varias maneras de burlarse de él desde este ángulo. 

Pero pronto cambió de opinión.

“El salmón que Diana ha pescado hoy... En realidad, fue usted quien lo pescó, ¿no?” 

“¿Huh?” 

“¿Te preguntas cómo lo supe? Bueno, cada vez que Diana intenta que la elogie, siempre me ruega que le dé algo de aperitivos.” 

“Ya veo...” 

Esta noche durante la cena, Diana estaba extrañamente callada.

Así fue como la Condesa se dio cuenta de la verdad. 

Con eso en mente, ella podría tomar la intención de Siwoo de una manera equivocada, como que él sólo lo estaba haciendo para prolongar su contrato y así sucesivamente. 

Bueno, esto es incómodo... 

“Por favor, perdóname. Pero, realmente no tengo intención de engañarla, Condesa.” 

“Lo sé. Si realmente lo haces, mi niña no se quedaría quieta así. Es muy lista, ¿sabes?” 

Después de lanzar un cumplido a Diana suavemente de esa manera, inesperadamente ella lanzó otro cumplido, excepto que esta vez, era para él.

“Aun así, nunca he visto a Diana escuchar obedientemente a nadie más que a mí. Usted es realmente algo más, Sr. Siwoo.” 

“... Aunque tampoco creo que ella me escuche tan bien...” 

Parecía que después de que la Condesa le diera permiso para estar más a gusto con ella, su boca se aflojó considerablemente. 

Él expresó sus verdaderos sentimientos antes de darse cuenta.

“El hecho de que hayas logrado traerla aquí significa que ella te escucha bien.”

“Ya veo...” 

Fue sólo después de recordar lo testaruda que podía ser Diana cuando Siwoo estuvo de acuerdo con las palabras de la Condesa. 

Después de terminar la conversación, finalmente llegó el momento de pescar.

Siwoo explicó brevemente a la Condesa cómo pescar y le hizo una demostración. 

No añadió ningún truco especial desde la última vez.

Incluso las cañas de pescar y los señuelos eran los mismos que Diana y él habían usado antes. 

“Eso es todo.” 

“Realmente suena divertido.” 

La Condesa se quitó los zapatos sin vacilar y se adentró en el río poco profundo sin preocuparse de que su vestido se mojara. 

Ella siguió atentamente las instrucciones de Siwoo, lanzando su sedal al agua, ni muy lejos, ni muy cerca. 

Sin embargo, a pesar de que había un montón de salmones, no pudo pescar ni uno, igual que Diana. 

Incluso después de haber tirado y lanzado el sedal repetidamente diez veces. 

“Esto es más difícil de lo que pensaba, Sr. Siwoo.” 

“Ah, por favor espere un momento. Intercambiemos nuestras cañas.” 

Cuando Siwoo estaba a punto de bajar, la Condesa tiró de su cuello. 

“No, creo que aunque intercambiemos nuestras cañas, el resultado acabará siendo el mismo.” 

Con ojos brillantes, que rivalizaban con la luz de las estrellas, ella preguntó... 

“En lugar de eso, ¿por qué no me enseñas más?”

¿Qué era lo que la Condesa le pedía a Siwoo que le enseñara? 

“Sé que es un poco presuntuoso por mi parte preguntar esto, pero... ¿Realmente necesitamos llegar tan lejos?” 

“Por supuesto. No es como si fuera la primera vez que le doy mi espalda, ¿verdad, Sr. Siwoo?” 

“Eso no es... No importa...” 

Actualmente, estaban de pie juntos en una pose bastante cómica. 

La Condesa estaba de pie frente a Siwoo, sosteniendo firmemente la caña en sus manos. 

Mientras tanto, Siwoo estaba de pie detrás de ella, sosteniendo la caña junto a ella como si la abrazara 

Y…

“¿Hay algún problema?” 

En realidad, decir que estaba sujetando la caña no era del todo correcto. Era más como si estuviera sujetando las manos de la condesa. 

Esta fue la parte que hizo que Siwoo se sintiera más incómodo de todas. 

Aunque logró acostumbrarse bastante rápido.

Dadas las circunstancias, cabía la posibilidad de que estuviera intentando coquetear con él, pero había dos razones por las que dudaba de que fuera así. 

Primero, era una bruja noble, una Condesa. Teniendo en cuenta que también era conocida como una bruja extremadamente conservadora incluso entre las brujas conservadoras, le resultaba difícil imaginarla intentando coquetear de verdad con alguien a quien ni siquiera conocía desde hace una semana. 

Segundo, la razón más importante de las dos. 

La primera vez que se conocieron, ella trató de poner a prueba su autocontrol, al igual que Albireo. 

Todo lo que pasó…

Desde ella desabrochándole la camisa antes de pasarle el dedo por el pecho, ella ofreciéndole su espalda desnuda mientras compartía su visión con él, ella llevando un vestido escotado para mostrar sus atributos, todo su esfuerzo para hacer que él la mirara embobado, todo podía ser parte de su prueba. 

Que lo despidieran de su puesto como tutor de Diana sólo porque no podía mantener su lujuria bajo control sería un resultado extremadamente indeseable para él. 

Pero, si ella realmente está aquí para probarme, cuando le hice... eso... a sus nalgas... ¿No sería eso suficiente para hacerme fallar en su prueba...? 

Además, sólo la conozco desde hace poco tiempo, pero no parece el tipo de persona que me haría una prueba tras otra sin motivo alguno. 

Incluso la Condesa Albireo dijo que su personalidad es admirable, y que no es esa clase de persona mezquina... 

No sé... no logro entenderla en absoluto... 

“Vamos~” 

La Condesa —quién sabe si fingía no saber o si realmente no sabía lo que pasaba por su mente— le animó a seguir con voz inocente. 

Siwoo dejó escapar un suspiro y la abrazó por detrás nuevamente.

Esta vez, colocó cuidadosamente su mano sobre la de ella, prestando atención a la posición de su cintura para que no volviera a ocurrir ningún incidente desafortunado. 

Sus manos eran tan pequeñas en comparación con la majestuosidad habitual que desprendía. 

Eran cálidos y suaves, como la vez anterior que tocó su piel.

“Así que esta pose realmente funciona. Pensé que como soy bastante alta acabaríamos en una posición bastante incómoda pero no es el caso en absoluto~” 

Lanzaron el sedal con un *swoosh*. 

Con una mano en el sedal y la otra en la caña, dejaron que el anzuelo se alejara lentamente.

Esa noche, consiguieron pescar más de diez salmones.