City of Witches capítulo 372

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City of Witches - Siwoo Brujo

 Héroe III

Parte 1

Después de comenzar su trabajo como tutor de Diana y tomar lecciones privadas de la Condesa Yesod…

Siwoo simplemente dejó de dormir por completo.

Simplemente tenía demasiadas cosas que hacer, ya que debía hacer malabarismos entre estudiar el método de control del campo de distorsión, que progresaba rápidamente, y entrenar con su maestro.

Ya era tarde en la noche.

Se encerró en su laboratorio, organizando y recopilando todo lo que había aprendido hasta ahora.

Bajo la lámpara del escritorio, con un cigarrillo en una mano y un bolígrafo en la otra, trabajaba en perfeccionar sus nuevas teorías.

Las inspiraciones y las ideas podían ir y venir en un segundo. Si no las escribía en el momento en que le venían a la mente, acababan enterradas y olvidadas en el subconsciente.

Ahora que tenía un cuerpo espiritual, ya no necesitaba preocuparse por el cáncer de pulmón.

Además, tenía dinero más que suficiente.

Así que, aunque su cenicero estaba rebosante de colillas, casi apiladas como un cóctel de langostinos —había consumido todos esos cigarrillos en seis horas, que era lo que solía durar su investigación—, no le causaría ningún problema.

Actualmente, disfrutaba del silencio de la noche, inhalando el aire que estaba mezclado con el rocío de la mañana.

De repente, sintió que alguien venía hacia él.

A esa hora las gemelas ya estaban dormidas.

Su maestra bebía a veces con él, pero últimamente evitaba beber demasiado.

Ella intentaba ocultarlo, pero incluso él podía darse cuenta de que algo le pasaba. Después de todo, ocultar sus sentimientos no era algo que se le diera especialmente bien.

Sin embargo, Siwoo no se entrometió. Simplemente actuó con normalidad, como siempre.

Sólo quedaba una persona, la única que lo visitaría a estas horas.

—Toc, toc

Era una mujer con el cabello de un verde intenso, tan intenso que casi parecía negro bajo la tenue luz.

Sus misteriosos ojos verdes desprendían una vibración refrescante.

Aunque su cintura era delgada y su figura parecía delicada, sus caderas eran curvilíneas, mientras que su pecho era regordete.

Ella no era otra que Sharon Evergreen, que estaba de pie en la puerta, ligeramente inclinada con las manos a la espalda.

Siwoo acababa de verla el otro día, pero tenía la sensación de no haberla visto desde hacía mucho más tiempo. Quizás era porque hoy habían pasado muchas cosas ese día.

“¿Qué pasa?” 

“Sólo quería verte.”

Tal vez por la primera vez que se encontraron, siempre que miraba a Sharon le venía a la mente la imagen de un gato callejero domesticado.

La forma en que ella a menudo deambulaba por el laboratorio solo para pasar el rato sin ningún motivo solo fortaleció esta imagen.

Él extendió la mano para saludarla y ella inmediatamente frotó su mejilla contra su palma, como si hubiera estado esperando ese momento.

Su expresión suave habitual se suavizó cuando cerró los ojos juguetonamente.

Sólo mírala…

Es difícil no pensar en ella como una gata pegajosa. 

“*Sniff…* ¿Cigarrillos?”

Ella olió su palma antes de subir lentamente por su brazo y enterró la nariz en el cuello de su camisa. Allí, aspiró profundamente su aroma.

“Sabes, nunca me ha gustado el olor de los cigarrillos, pero... cuando se mezcla con tu aroma... me gusta un poco.” 

“Ahí vas, diciendo cosas embarazosas como esa otra vez.” 

“Sólo estaba diciendo la verdad.”

Él dejó que ella oliera su aroma por un rato, abriendo bien los brazos.

Según ella, se trataba de un pequeño ritual para “recargar su energía de Siwoo” o lo que fuera. 

“Ahhh… ¡Estoy con energía para el día!”

Tras decir eso, se dejó caer sobre el escritorio con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro. 

“¿Qué tal la clase? ¿La Srta. Diana sigue negándose a escucharte?”

Siwoo estaba ocupado, pero Sharon también.

Desde que había superado los problemas con su herencia incompleta, había estado trabajando para dominar su magia de autoesencia heredada, lo que requería mucho ajuste por su parte.

El hecho de tener la misma marca que su predecesora no significaba que pudiera utilizarla inmediatamente. Tenía que adaptarla a algunos factores, como el tamaño de su cuerpo y su imagen mental.

En pocas palabras, fue como acostumbrarse a un conjunto de ropa que había heredado.

Esta era la razón por la que las aprendices de brujas pasaban al menos cinco a diez años en entrenamiento a puerta cerrada en el momento en que heredaban sus marcas.

Sharon ya estaba bastante ocupada con eso, sumado a su deber de ser tutora de las gemelas en Magia Elemental, no era de extrañar que estuviera más ocupada que nunca.

Por esa razón, aún no había oído hablar del incidente en Ciudad Fronteriza.

De hecho, si el incidente hubiera sido realmente peligroso, Siwoo no se lo habría dicho en absoluto.

“¡¿Qué?! ¡¿Un Homúnculo?! ¡¿Tenía diecisiete ojos?!” 

“No te preocupes, no fue nada. Sólo lo golpeé como a un perro y se rindió bastante rápido.”

“No saliste herido, ¿verdad?”

“Claro que no.”

Siwoo no quería que ella se preocupara innecesariamente por él. Como todo el asunto había terminado de forma bastante anticlimática, pensó que estaría bien contárselo.

Y así, con una pizca de orgullo, le contó la aventura de hoy. 

“Así que sí, sólo blandí mi lanza y lo golpeé como a un perro.”

“Woah, ¿en serio? ¿Qué pasó después?”

Su reacción a su historia fue tan entusiasta como siempre.

Ella abrió mucho sus ojos brillantes mientras escuchaba su historia.

Como una niña escuchando una historia de hadas que le cuenta su abuela.

En cuanto a Siwoo... Bueno, todo el mundo sabía que a los hombres les gustaba que las mujeres los elogiaran.

Incluso él, que no pensaba mucho en este incidente, se encontró hinchando un poco el pecho al oír esas reacciones provenientes de ella. 

“En fin, así fue como sucedió.”

“Hiciste un buen trabajo, pero… ¡de todas formas te voy a regañar!”

Sharon fingió estar enfadada mientras entrecerraba los ojos y ponía las manos en las caderas.

“Claro, estuviste impresionante, pero ¿por qué estabas luchando temerariamente de esa manera, hm? ¿Y si te hacías daño?”

“Vamos, estábamos en Ciudad Fronteriza. Aunque estuviera luchando, otras brujas habrían venido a ayudar.”

“¿Me está contestando, señor?”

Ella extendió la mano y le pellizcó la mejilla.

Como el ambiente no era muy serio, inmediatamente estallaron risas entre los dos.

Cuando la risa se calmó, Sharon se acercó y preguntó...

“Entonces, ¿conseguiste algo bueno?” 

“Ah, tengo esta cosa. ¿Quieres verlo?”

El botín que obtuvo del Homúnculo no fue nada especial.

No había ninguna gota notable excepto el cristal del Homúnculo que estaba incrustado en el brazo de Jack.

Aparte de eso, también recuperó uno de los ítems que Jack había usado.

Una diadema decorada con volantes. 

Según Diana, en el momento en que se la puso, se volvió incapaz de canalizar su magia, y se vio obligada a escuchar las órdenes de una persona específica (presumiblemente el propietario del artefacto). 

“¿Un artefacto? ¿Para qué sirve?” 

“Al parecer, cuando lo llevas no puedes desobedecer las órdenes del propietario. Además, no podrías usar ningún tipo de magia.” 

“¿Huh, en serio?”

A juzgar por su bonito diseño, el artefacto parecía estar hecho para que lo usaran las mujeres.

Probablemente por eso Sharon examinó atentamente la diadema, girándola mientras la miraba con una mirada interesada.

“¿Me la pruebo? ¿Crees que me quedará bien?” 

“¿Qué dices? Todo te quedará bien.” 

Los artefactos venían en diferentes niveles. 

Cosas como la Flauta de Dagon o la Rama Roja estaban obviamente entre los más peligrosos y complejos. 

Pero en el caso de esta diadema, Siwoo podía decir que era algo que podía fabricarse en masa con tiempo y dinero suficientes, igual que la Caja de Música. 

“Está intentando romper mi defensa autónoma”.

“¿Crees que lo logrará?” 

“No.” 

“Lo sabía.” 

El hecho de que no iba a pasar era la razón por la Sharon habló en un tono tan tranquilo. 

En pocas palabras, para una bruja por encima del rango 15, esta diadema era tan peligrosa como unas esposas sadomasoquista. 

El tipo de esposas que estaban cubiertas de piel suave para que las muñecas no se magullaran. 

De hecho, Siwoo lo había probado en sí mismo. A pesar de no tener un sistema de defensa autónomo, pudo librarse fácilmente de los efectos de la diadema. 

Sharon se quedó callada un momento antes de hablar de repente, como si acabara de recordar algo. 

“Bien, Siwoo, ¿sabías que el Festival de la Cosecha se acerca pronto?” 

“¿La Fiesta de la Cosecha? Huh, ¿ya es esa época del año?” 

Festival de la Cosecha. 

Era un gran festival anual que duraba tres días a partir del tercer lunes de diciembre. Básicamente, era la versión de Acción de Gracias de Gehenna. 

En el mundo moderno, celebrarían Acción de Gracias alrededor de octubre o noviembre, pero en Gehenna, lo celebraban un poco más tarde. Para ser exactos, después de que terminaran de plantar la cebada de invierno. 

En cuanto a por qué lo hicieron de esta manera…

Las brujas habían estado en conflicto con varios grupos religiosos desde la antigüedad, aunque no eran rivales para las brujas en términos de poder. Su conflicto con los cristianos en particular, era extremadamente profundo. 

Por eso, cuando se fundó Gehenna, las brujas prohibieron a los ciudadanos todo tipo de actos religiosos. 

Pero, los primeros pobladores de Gehenna eran gente medieval que creía profundamente en creencias supersticiosas como la de relacionar las enfermedades con castigos divinos. 

La religión estaba arraigada en su forma de vida, y su visión del mundo estaba estrechamente relacionada con su fe. 

Al poco tiempo, la frustración empezó a aflorar y las brujas se dieron cuenta de que no podían controlar a esa gente sólo con la opresión. A partir de entonces, les prometieron libertad religiosa. 

Aun así, sin iglesias ni instituciones religiosas formales, no había forma de que su fe perdurara. 

Además, se relacionaban regularmente con un grupo de personas que poseían un poder místico y estaban abiertamente en contra de su fe. En todo caso, sería extraño que su fe permaneciera intacta. 

Al cabo de un siglo, la mayoría de los religiosos desaparecieron. La Navidad pasó a llamarse Fiesta de la Cosecha y se borraron todos sus aspectos religiosos, conservando sólo el ambiente festivo. 

Siwoo había experimentado cinco Festivales de la Cosecha en Gehenna.

Todos los años colocaban un enorme abeto junto a la torre del reloj, en la plaza principal de Ciudad Fronteriza. 

Los ciudadanos de Gehenna no sabían nada de Árboles de Navidad, pero llevaban candelabros y adornos para adornar el enorme abeto. También encendían una gran hoguera en las cercanías y bailaban al son de música alegre abrazados. 

Las mujeres de Gehenna preparaban grandes cantidades de comida en casa y las sacaban fuera, llenando las calles con el rico aroma de las comidas calientes. No importaba a qué parte de la ciudad uno fuera, sería recibido por el delicioso aroma de la comida. Por supuesto, cuando se trataba de festivales, uno no podía olvidarse de las cervezas. Durante la Fiesta de la Cosecha, el Ayuntamiento ofrecía a los ciudadanos un sinfín de cervezas a los ciudadanos.

Además, algo que Siwoo sólo había oído, pero, aparentemente, se celebraban grandes bailes en Ciudad Lenomond y Ciudad Ars Magna para celebrar el festival. Incluso las brujas que normalmente permanecían encerradas en sus laboratorios salían para unirse a la diversión. 

Cuando Siwoo todavía era esclavo, el festival era uno de los pocos eventos que realmente disfrutaba.

“¡Mhm! Faltan menos de tres semanas. ¿Quieres que vayamos juntos?” 

Eso fue básicamente como una invitación para pasar la Navidad juntos.

Siwoo no tenía ninguna razón para rechazarla.

“Claro, vamos.”

“Además, ¿pueden venir las gemelas también?” 

En realidad Siwoo estaba planeando preguntarle eso, pero ella sacó el tema antes de que él pudiera, lo que le sorprendió un poco. 

“¿Estás segura?” 

A ella le gustaba, y a las gemelas también. 

Él se encontraba en un dilema entre las tres y al final decidió salir con las tres. Aunque más o menos había conseguido la aprobación de las tres... 

Sería una mentira si dijera que no temía que las tres se pusieran celosas entre sí mientras mantuvieran este tipo de relación. Sorprendentemente, Sharon sugirió incluir a las gemelas en su cita navideña. 

“¡Claro que sí! Será divertido si todos nos llevamos bien, ¿no?” 

Si hubiera sido más directo, ¿podría haber manejado este asunto mejor de lo que lo hice? 

Siwoo envió silenciosamente su gratitud a Sharon por haber intervenido para suavizar las cosas con las gemelas; algo que a él mismo le habría costado mucho hacer.

Y lo hizo tan suavemente, como si no fuera gran cosa. Tampoco actuaba como si le estuviera haciendo un favor. 

“Ah, creo que está atascado.”

Siwoo estaba a punto de darle las gracias por eso, pero ella ya había cambiado de tema. 

Ella dio un golpecito a la diadema que tenía sobre la cabeza.

Parecía que intentaba quitárselo, pero estaba claro que solo lo estaba fingiendo, como si estuviera representando una especie de pantomima.

“Apagué mi defensa autónoma.” 

“¿Huh?” 

Sharon dejó escapar una sonrisa pícara y se acercó a Siwoo. 

“Es una sensación muy extraña... Es como si hubiera vuelto a cuando era niña. No puedo mover mi maná en absoluto.”

“...” 

Para una bruja, su sistema de defensa autónomo era como su último salvavidas.

Y aún así, Sharon lo apagó fácilmente delante de Siwoo.

Eso era lo mucho que confiaba en él. 

“Ahora supongo que ya no puedo luchar contra lo que intentas decirme que haga...” 

Si había una diferencia entre la Sharon actual y la Sharon que conoció por primera vez...

Es que la Sharon actual había desarrollado ese lado juguetón y provocador.

La forma en que ella le entregó el “control” tan casualmente... 

Le hizo imposible resistirse.

Siwoo levantó a Sharon con sus brazos y la llevó hacia el sofá.