Hazure Waku capítulo 423

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Hazure Waku no "Joutai Ijou Skill" de Saikyou ni Natta Ore ga Subete wo Juurin Suru Made

POV de la Yasu Tomohiro

Una vez que la Primera Muralla Guardián fue derribada, el campo de batalla principal cambió de inmediato.

Las batallas se trasladaron a la defensa de la Segunda Muralla Guardián — y a los combates fuera de ella.

Como era de esperar, los choques más feroces estallaron en el este y el sur, donde estaban las puertas.

Pero el enjambre de Sacramentos ya estaba trepando por las murallas.

Al principio, pensé que las puertas ya no importarían—

Pero resultó que los Sacramentos de tamaño medio o mayor tenían problemas para superar las murallas.

Al parecer, los Sacramentos también se dieron cuenta de ello.

Sus fuerzas intensificaron el asalto contra las puertas de la Segunda Muralla Guardián.

Aun así, en la Puerta Este, donde yo luchaba, de alguna manera logramos mantener la línea defensiva.

El ejército de Magnar y tanto el viejo como el nuevo Grupo Espada Borracha, estaban allí luchando junto a nosotros.

Mientras tanto, la Puerta Sur, defendida por el ejército de Mira y el ejército del País Lejano, estaba bajo una fuerte presión.

Para ayudarlos, el Grupo Espada Borracha se movió para reforzar el sur.

La batalla allí se volvió aún más feroz.

En el ejército de Mira, Hauzen Diaz, el anciano de los Tres Linajes Imperiales Electores, fue asesinado.

El Grupo Espada Borracha perdió a uno de sus guerreros más veteranos, Bigg.

Incluso su subcapitán, Foss, sufrió heridas graves.

Otros también resultaron heridos.

Para cubrir la retirada de esos camaradas heridos, su Capitana, Lili, intervino para asistirlos.

Fue entonces cuando Lili desató la habilidad de Stormcalibur, “Campo Nulo - Agujas Infinitas de Locura”.

Era un poder que corría el riesgo de golpear a los aliados si había alguno cerca.

Por lo tanto, eligió actuar sola, tomando la posición de retaguardia.

Sin embargo, en el proceso, los efectos secundarios de la habilidad casi la llevaron a la locura.

Estaba a punto de lanzarse sola contra el corazón del enjambre enemigo.

En ese momento, Wright del ejército de Mira lideró a sus tropas para rescatarla.

De alguna manera, lograron retirarse de nuevo al interior de la Segunda Muralla Guardián.

Pero—

La Puerta Sur fue destruida bajo el asalto implacable del ejército de Sacramentos.

Y quien se interpuso en su camino fue—

Una de las Cuatro Luces de Guerra del País Lejano: la Dragonkin, Kokoroniko Doran.

Kokoroniko había bebido la “Sangre de Dragonización Antigua”.

Era uno de los tesoros guardados en la bóveda sellada del País Lejano.

La sangre antigua causaba una transformación irreversible en un dragón colosal.

A cambio de perder para siempre la capacidad de hablar la lengua humana, ella obtuvo el inmenso poder de un Dragón Antiguo.

Con ataques de aliento ígneo, reducía a cenizas a los Sacramentos, los pisoteaba, los masacraba.

Sin embargo, con la Puerta Sur destruida, Sacramentos de clase poderosa y de gran tamaño comenzaron a entrar uno tras otro.

Incluso con un dragón colosal de nuestro lado, ¿cuánto tiempo podríamos resistir—?

Ese pensamiento empezó a filtrarse en la mente de algunos.

En cualquier caso — así fue como Sacramentos medianos y grandes comenzaron a inundar la Puerta Sur de la Segunda Muralla Guardián.

Eventualmente, la Fuerza de Defensa del Ojo Sagrado se vio obligada a retirarse hacia la Muralla Guardián Final.

◇◆◇

Me recosté contra la pared de un edificio.

Mi MP… está bajando… Eso es bastante preocupante…

Ahora mismo estoy dentro de la Muralla Guardián Final.

Es un espacio como una plaza justo frente al castillo, con otros descansando aquí también.

Hay también muchos heridos que no pudieron entrar en el castillo, tirados donde hubiera espacio.

Cuando miré hacia abajo por casualidad, noté el cadáver de un insecto a mis pies, boca arriba, con el vientre expuesto.

“……”

Dejé escapar un largo suspiro, como si liberara el cansancio de mi cuerpo.

Desde que comenzó la batalla defensiva, he estado luchando casi sin descanso.

Incluso con los aumentos de estado, supongo que era obvio que cualquiera que me mirara que estaba agotado.

Por eso Rinji me “ordenó” tomar un descanso.

Nunca tuve tanta resistencia para empezar… Debería agradecer los aumentos de estado de Héroe…

Fuera de la muralla, los sonidos y voces de la batalla continúan.

Escuché que nuestros aliados todavía de alguna manera resisten más allá de la muralla.

Si recuerdo bien… la gente de Magnar está liderando la lucha allá afuera…

El Rey Lobo Blanco y Sicily Artlight también deberían estar en el campo.

Espero que ambos estén a salvo…

Mientras tanto, en el área de la Puerta Sur, el dragón gigante apenas logra mantener su posición.

Puedo oír sus rugidos de vez en cuando.

Además de eso, batallas desesperadas continúan en lo alto de la muralla misma para detener al enemigo de abrirse paso.

Aquí en esta plaza, aquellos capaces de volver a pelear han empezado a reunirse en preparación para la próxima batalla.

Vi a Diaris Artlight de Magnar en la plaza, dando órdenes.

En ese momento…

“¿Cómo lo llevas, Tomohiro?”

Rinji se acercó.

Un vendaje le cubría la cabeza, tapando su ojo izquierdo.

La sangre se había filtrado en la tela.

Tenía vendas también en los brazos y hombros, aunque no parecía afectarle en sus movimientos por ahora.

Es más, todavía se veía sorprendentemente animado… al menos en apariencia.

“Mi MP — el combustible para usar mis Habilidades se está agotando, lo cual es un poco preocupante.”

“No se puede evitar. Has estado luchando sin parar. Sinceramente, lo has hecho increíblemente bien para llegar hasta aquí, Tomohiro.”

Tal vez sea gracias a las subidas de nivel que conseguí antes de venir a Azziz.

Mi consumo de MP ha bajado en comparación con antes.

Si esto fuera en los tiempos en que recién había sido invocado, probablemente ya me habría quedado seco.

“¿Todos están a salvo?”

“… No todos… pero estamos mejor que la mayoría.”

La expresión de dolor en el rostro de Rinji era evidente.

Cambié ligeramente de tema.

“… La situación… ¿cómo está?”

Él miró hacia afuera de la muralla con una expresión nada optimista.

“… Creo que el ímpetu del enemigo se ha ralentizado un poco… pero ni de lejos lo suficiente como para ser optimistas.”

“Ya veo…”

“Lo complicado de esto es… que la única razón por la que podemos amontonar a los heridos y a los que descansan dentro de la Muralla Final es porque ya hemos sido diezmados bastante.”

“Sí… no me da la impresión de que los Sacramentos sientan cansancio en absoluto.”

Ellos ni siquiera necesitan dormir.

Eso fue lo que me dijo Lili, quien una vez los lideró.

Lo cual significa que, cuanto más se alargue esto, peor será para nosotros.

En ese momento— mis ojos captaron algo.

Un poco más allá estaba la Santa, Curia Gilstein, de pie frente a la Caballería Sagrada que, según había oído, estaba siendo reparada, junto con varios de sus subordinados alrededor.

La mirada de Rinji siguió la mía.

“Ahh… parece que van a intentar mover esa cosa, medio destrozada desde la última invasión, aunque nadie sabe si funcionará. El problema es que, con el cuerpo de la Santa en ese estado, no estoy seguro de que siquiera pueda operarla…”

Tras la caída de la Primera Muralla Guardián, la Santa había abandonado el castillo.

Se unió a las líneas del frente, usando herramientas mágicas para apoyar a nuestros aliados.

Escuché que dejó todo lo que había dentro del castillo completamente a la Reina de Jonato.

Dirigí una mirada hacia la puerta sur.

“Y, ¿por allá…?”

“El Rey del País Lejano reunió a las fuerzas del sur y ahora está luchando junto al dragón gigante. En cuanto a ese apuesto general, Wright, se ha retirado por ahora… Al parecer, la Santa le pidió que asumiera el mando aquí si ocurre lo peor y la Muralla Final es quebrada para la última batalla.”

Sin razón en particular— alcé la vista hacia el cielo.

Esta batalla había comenzado al amanecer, y ya había pasado bastante del mediodía.

Quizás atraídas por el olor de la carne muerta, grandes aves circulaban en el cielo azul despejado.

No parece que vaya a tener el lujo de dormir…

Consideré tomar, aunque fuera una siesta para recuperar algo de MP, pero mis nervios estaban demasiado tensos para eso.

El enemigo ya estaba allí mismo, más allá de la muralla.

Lamentablemente, no tenía la piel tan gruesa como para poder dormir en esta situación.

Y aun si pudiera, dudo que me dieran mucho tiempo para descansar de todos modos—

“¿?”

Noté un ligero cambio en el comportamiento de los soldados en una parte de la plaza.

Rinji también pareció notarlo.

Mientras ambos nos preguntábamos a qué se debía…

“Aquí estás, Héroe de Otro Mundo.”

El mencionado apuesto general, Wright Mira, se acercó.

Su bello rostro y su cabello dorado estaban manchados de barro seco.

“Wright-san— sama.”

“Ya te dije antes, solo ‘san’ está bien. ¿Todavía no te acostumbras a eso?”

“… Perdón.”

“Heh, está bien. Llámame como te resulte más fácil.”

Wright dijo eso con una sonrisa elegante y amable.

Antes de la batalla, se había tomado el tiempo de preguntarme por mi situación — sobre cómo me encontraba.

Durante aquella charla, hice algo de conversación trivial e incluso le consulté algunas cosas.

Eso lo hizo un poco más fácil de tratar.

Entonces, su expresión cambió.

Y…

“Es solo algo pequeño… pero podría haber la más mínima chispa de esperanza.”

Rinji, con los brazos cruzados, preguntó:

“¿Qué quieres decir?”

“Antes de la batalla, escuché de Diaris Artlight— que dejaron algunas tropas atrás en varios puntos mientras se retiraban de su tierra natal.”

“¿Oh?”

“Llamaron a voluntarios. Bueno… claro, algunos probablemente lo hicieron por el bien de su país, pero puede que hubiera quienes pensaron que tendrían más probabilidades de sobrevivir quedándose atrás. No— quizá sea de mal gusto especular de esa manera aquí.”

Su rol era usar palomas mensajeras militares para reportar los movimientos del enemigo que los perseguía.

Pero hasta ahora, no había llegado ninguna paloma de ellas.

Eso podría haber sido por la distancia.

Aun así, se creía que la mayoría habían sido derribadas en su ruta hacia Azziz.

En especial los nobles de Alion que servían como comandantes, ellos conocían sobre las palomas y seguramente ordenaron que fueran abatidas en cuanto se vieran.

Una falla común de la mayoría de las palomas mágicas mensajeras era que tomaban la ruta más corta, lo que las hacía fáciles de detectar.

Había algunas raras que podían escoger trayectorias evitando a las fuerzas enemigas, pero aparentemente eran muy pocas.

Rinji entrecerró los ojos.

“¿Así que una de esas palomas mensajeras militares de esas tropas realmente logró llegar aquí?”

“Sí. Es solo una conclusión temporal, pero parece que han confirmado una ‘ruptura’ en las fuerzas enemigas.”

“¿Una ruptura… o sea…?”

“En otras palabras, podría ser que no haya más refuerzos aparte del Ejército de Sacramento que ya hemos visto.”

Esa ola interminable de enemigos—

Pero más allá de cierto punto de observación, ya no se habían vuelto a ver.

“Han estado llegando reportes como ese desde varios puestos de avanzada, cada uno con un desfase de tiempo.”

Sin comandantes humanos, y con sus números reducidos en batalla, parecía que más palomas mensajeras podían atravesar de manera segura.

Esa era la conjetura de Wright.

Pude ver aparecer un débil destello de esperanza en el rostro de Rinji.

“Entonces… si logramos resistir así— ¿esta batalla podría estar acercándose a su fin?”

Wright asintió con firmeza.

“Por supuesto, no podemos descartar la posibilidad de que lleguen más refuerzos más tarde. Pero, juzgando por los reportes, en términos de distancia, deberíamos tener al menos un par de días de margen.”

Rinji se llevó la mano al mentón.

“… Ya veo.”

Para mí también tenía sentido.

El cambio en el ánimo de nuestros aliados en la plaza antes debía de deberse a esta noticia.

Pero el rostro de Wright aún cargaba un peso inquebrantable de preocupación.

“Sin embargo— el problema son las fuerzas enemigas que siguen ahí afuera.”

El Ejército de Sacramentos que se había confirmado que marchaba hacia Azziz——

Todavía era demasiado grande como para ser llamado “pequeño”, bajo cualquier medida.

Y venían directo hacia aquí.

“La cuestión es si podremos lidiar con ellos con las fuerzas que nos quedan…”

A juzgar por la mirada de Rinji, compartía esa misma preocupación.

“Cuánto tiempo más podrá resistir el dragón gigante afuera de la Puerta Sur… cuánto podrá pelear esa Sagrada Caballería incompleta… si hablamos de nuestras mayores fuerzas, esas son las principales.”

“Si la Capitana del Grupo Espada Borracha logra usar a plenitud la Espada Mágica Divina, debería ser un buen añadido… pero en cuanto a escala, sí, las dos que mencionaste son en las que debemos confiar.”

Entonces Wright me miró.

“¿Y tú? ¿Cómo estás ahora? Odio preguntarte esto cuando estás agotado de pelear desde la mañana, pero…”

Cerré la ventana de estado frente a mí.

“Tengo la intención de pelear tanto como pueda. No— por favor, déjenme pelear.”

Además…

“No soy el único agotado. Usted también, Wright-san— todos lo estamos.”

Rinji cruzó mi mirada y soltó una pequeña sonrisa, ladeada.

Luego dio una palmada con ambas manos en su trasero y dijo, con un tono para cambiar el aire—

“¡Muy bien… entonces vamos a trabajar una vez más!”

En ese momento, Wright, con la cabeza inclinada apenas hacia abajo, volvió a hablar.

Con un tono como si estuviera a punto de disculparse.

“Por supuesto, si llega el momento… yo mismo saldré allá afuera.”

Podía notar que se sentía incómodo quedándose en la retaguardia mientras el resto peleábamos.

Al ver esa reacción, no pude evitar pensar——

Wright-san de verdad es alguien en quien se puede confiar.

Mientras pasábamos junto a él, Rinji le dio una palmada en el hombro.

“Tú eres básicamente la pieza clave de nuestra última línea defensiva. Saber que estás aquí atrás nos permite pelear sin contenernos. Así que, bueno— mantén este lugar bajo control por nosotros, ¿sí?”

Parecía que los preparativos estaban casi listos para enviar una pequeña fuerza de refuerzo fuera de las puertas.

Rinji y yo nos dirigimos hacia la Puerta Este.

Los antiguos miembros del Grupo Espada Borracha, que habían estado descansando de las batallas consecutivas como nosotros, también se reunieron allí.

“Perdón por no poder darte más descanso, Tomohiro.” Dijo Rinji, seguido por Oru.

“Pero sabes, cuando estás cerca, de alguna manera la moral de todos en ese lado del campo de batalla se dispara.”

Oru estaba herido, pero aún en condiciones de pelear.

Aun así… por mucho que tratara de mostrarse animado, su cansancio era evidente.

Lo mismo pasaba con el resto del Grupo Espada Borracha.

Aun así— el informe de que la ola de Sacramentos se había “detenido”…

Eso por sí solo bastaba para reavivar una moral que casi había quedado sepultada bajo el agotamiento.

Cerca de la puerta, una bandera ondeó.

—La señal de abrir las puertas.

“<Laevateinn>.”

La puerta comenzó a abrirse.

Igual que al inicio de la batalla, ese instante generó una tensión única que recorrió el aire.

Nuestros aliados— han comenzado a moverse desde la línea del frente.

Más allá de esta última muralla protectora se extendía un distrito lleno de residencias nobles—

Muchas construcciones, y calles mucho más angostas que las que había fuera de la segunda muralla.

Por lo tanto, el combate montado sería mucho menos efectivo aquí.

Por eso íbamos a lanzarnos al campo de batalla adelante, a pie.

Casi de inmediato, los Sacramentos intentaron abrirse paso por la puerta.

Al frente, lancé un torbellino de llamas negras hacia adelante.

Amplié el arco de las llamas mientras avanzaba, despejando un camino para los que venían detrás de mí.

Justo detrás de mí, Rinji miró por encima de su hombro.

Alzando su espada bien alto, rugió:

“¡Vamos! ¡¡¡Sigan al Héroe!!!”

◇◆◇

Otra batalla decisiva.

La batalla por defender el Ojo Sagrado, librada aquí en la Capital Real Azziz— finalmente estaba a punto de entrar en su etapa final.

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Notas del Autor

Desde la última actualización, he recibido una nueva reseña. Muchas gracias.

Parece que aquí también estamos entrando en la etapa final.

En cuanto al próximo capítulo, creo que podré publicarlo muy pronto.