City of Witches capítulo 1
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City of Witches capítulo 1 en español
Esclavo de la Ciudad de Brujas I
Parte 1
En medio de la fría
lluvia otoñal.
Por mucho tiempo
que pasara, la sensación de tener la piel fría y húmeda rozando constantemente
el cuero áspero del overol azul, en pleno otoño, era algo a lo que era
imposible acostumbrarse.
"Mierda, es
asqueroso y pesado."
Shin Siwoo no
pudo evitar murmurar maldiciones mientras seguía recogiendo con su pala
montones de barro de las tuberías de desagüe obstruidas.
Como alguien que
no es lo suficientemente valiente ni fuerte para ir contra sus superiores, este
acto no visible es la única forma que tenía de desahogarse como forma de
rebelión.
Un hedor a moho
persistía en el impermeable, que le pesaba sobre la espalda. Era un hedor con
el que ya estaba familiarizado por los ponchos que había llevado en su servicio
militar.
La visión del
agua estancada drenándose por fin tras eliminar el último terrón de barro que
obstruía la tubería, dio a Shin Siwoo una pequeña sensación de
satisfacción.
La Biblioteca de
Magia de la Academia Trinity utilizaba un sofisticado sistema de drenaje que
recogía toda el agua de lluvia, que luego convergía directamente a un enorme
canal de desagüe, aunque nadie sabía adónde iría a parar desde allí el desagüe
—además, tenía más de 20 metros de largo con un recorrido recto. Sin embargo,
mientras fuera eficaz, a nadie le importaba dónde terminaban eliminándose los
residuos.
Al final del día,
el resultado acabó siendo un Siwoo cubierto de mugre y barro.
Tras dejar la
pala, enderezó la espalda, produciendo un sonoro crujido que daba fe de su
largo y arduo trabajo.
Afortunadamente,
ésa fue la última tarea que tuvo que hacer esta mañana.
Una vez
concluidas sus tareas matutinas, Siwoo podía descansar en su habitación hasta
las dos de la tarde, intentando masticar unos trozos de pan seco, para luego
quedarse dormido durante unas dos horas. Para un hombre como él, que tenía que
trabajar más de 12 horas diarias, tener la capacidad de echarse una siesta
energética era una habilidad extremadamente útil y necesaria.
Shin Siwoo
deseaba desesperadamente salir de este agujero de mierda lo más rápido
posible.
Cuando miró por
encima de él, lo primero que vio fue un par de pequeños y bonitos pies.
"Oye,
Conserje, ¿no puedes limpiar mejor que esto?"
Conserje.
Ya fueran los
Asistentes de la Academia, los Profesores o los Investigadores, todos se
referían a Shin Siwoo con el título de "Conserje". A pesar de que
sólo se referían a él por su título, en lugar de por su apellido o nombre, en
realidad era un trato sorprendentemente humano, aunque a primera vista
pareciera lo contrario.
Cuando se trataba
de esclavos afiliados al Ayuntamiento Central, tener un título real era poco
menos que una bendición.
Normalmente,
dependiendo del lugar al que estuvieran asignados, los esclavos sólo tenían
títulos del tipo "tú", "oye", "tú de ahí" o "esclavo".
"Sí, sí...
lo siento por eso."
Concentrado más
en salir del desagüe que le llegaba a la cintura que en disculparse a medias,
una vez que Siwoo terminó de subir, se apartó inmediatamente del lado de la
mujer.
Este tipo de
trato no era nada especial aquí.
"¿Qué
desea?"
"Hoy,
tendremos una lección sobre los fluidos corporales de los varones humanos y su
relación con la magia. Cámbiate de ropa antes de las 12:00 y espera en la
entrada del segundo edificio de la academia."
Tras más de cinco
años de esclavitud, la mayoría de las personas empezarían a darse cuenta de
ciertas cosas.
En realidad,
Siwoo ya había empezado a sentirse incómodo cuando notó que alguien como ella,
una Profesora Asociada, había venido personalmente a un lugar tan sucio como
éste.
Su ominosa
premonición se había hecho realidad una vez más, como siempre.
"Sobre
eso... para cuando termine de lavarme y cambiarme de ropa, ya será pasado el
mediodía..."
"¿Hay algún
problema...?"
Siwoo podía ver
claramente que la Profesora Asociada estaba molesta, a juzgar por la expresión
de su hermoso rostro. Había un contraste entre su cabello rubio pulcramente
recogido y sus atractivos labios fruncidos en una mueca de decepción.
A simple vista,
era evidente que estaba disgustada, pero Siwoo sabía que tras el brillo de sus
místicos ojos de zafiro se escondía una expresión muy distinta de la que estaba
dispuesta a mostrar...
"No tienes
ninguna queja, ¿verdad?"
Tan pronto como
terminaba el duro trabajo del día, esta Profesora Asociada, Amelia Marigold,
abandonaba inmediatamente su fachada y revelaba su verdadera naturaleza de ser
una bruja obsesionada con el hombre conocido como Shin Siwoo.
Sin embargo, hay
algo que no debe malinterpretarse.
La razón por la
que Amelia era llamada "Bruja" no era por una personalidad cruel o
tendencias sociópatas.
Más bien, esta
hermosa joven, que parece tener no más de 20 años, era literalmente una
"Bruja". En otras palabras, una auténtica hechicera que ya había
heredado de su predecesora la Marca de Bruja perteneciente a la linea de Brujas
— 'Marigold', y que ya llevaba viva incontables décadas.
"¡No, no, me
prepararé lo antes posible!"
Una vez más,
Siwoo se disculpó profusamente y se apresuró a inclinar repetidamente la
cabeza. En esta ciudad, las brujas se consideraban por encima de los
demás.
Nadie pestañearía
incluso si un humilde esclavo como Siwoo fuera asesinado por el simple hecho de
que a una bruja no le gustaran su elección de palabras.
"Detente
ahí."
Las largas
pestañas de Amelia se agitaron mientras llamaba a Siwoo.
Su aura
seductora, proporciones perfectas y belleza suprema parecían haber sido creadas
meticulosamente por Dios. Si sólo se basara en su apariencia de muñeca, nadie
pensaría que era una bruja despiadada. Tras una breve pausa, Amelia empezó a
hablar...
"¿Por fin
estás dispuesto a cambiar tu respuesta? Creo que 5 años es tiempo suficiente
para pensar en mi propuesta."
Aunque su voz
tenía el mismo tono profesional que antes, ahora había un sutil matiz de
seducción oculto bajo ella.
Por un momento,
la mente de Siwoo se quedó en blanco ante las implicaciones de sus
palabras.
De repente, Siwoo
empezó a sentir un pequeño fragmento de una emoción que creía haber perdido
hacía años.
No importaba qué
tipo de indecencias o humillaciones se viera obligado a experimentar, Siwoo
nunca perdería su orgullo.
"No cambiaré
mi respuesta, no importa cuántas veces pregunte. De todos modos, ya es hora que
empiece a prepararme, así que me iré primero."
Entonces, Siwoo
procedió a darse la vuelta después de sacar su pala del montón de barro en el
que estaba atascada y se dirigió de vuelta a su "hogar".
Mientras estaba
de pie sola en medio de la lluvia torrencial, los ojos de Amelia comenzaron a
entrecerrarse con un brillo peligroso.
Parte 2
"Esa puta de
mierda."
Siwoo no se había enfadado tanto desde hacía mucho tiempo. La mayor parte del tiempo, sólo estaba en el punto en el que su corazón latía con rencor cada vez que se quejaba consigo mismo. Por alguna razón, Amelia siempre encontraba la forma de meterse en su piel[1] cada vez que abría la boca.
Era un hecho
conocido que todas las brujas eran un grupo de personas extremadamente
privilegiadas.
No sólo eran
inmortales, sino que tenían la capacidad de controlar el misterioso poder de la
magia y a menudo buscaban venganza sin descanso, incluso por el más trivial de
los insultos a su orgullo.
Por supuesto,
Siwoo despreciaba a las brujas. Y odiaba especialmente a Amelia Marigold.
Mientras se
sentía frustrado por no poder decir tantas palabrotas como quisiera por la
posibilidad de que alguien lo oyera, se sobresaltó al sentir una mano áspera
que de repente le agarró del hombro.
Desde atrás, pudo
oír la voz engreída del culpable.
"*¡slup!* Hermano, ¿por qué la cara larga?"
"¡¿A quién
carajo llamas hermano, bastardo?!"
"Whoa,
parece que alguien está hablador hoy. ¿Pasó algo malo? Vamos, puedes
contármelo."
En toda esta
Academia, sólo había una persona que no dudaría en sujetarse a los hombros
embarrados de Siwoo. Esa persona era Takasho Mimaya, un japonés de
Hokkaido.
"¿Dónde
diablos has estado?"
"La
majestuosa pagoda de Hokkaido no distingue entre el día y la noche."
Takasho le
dirigió una expresión astuta y movió el meñique. Así que, básicamente, mientras
Siwoo se había pasado toda la mañana trabajando bajo la fría lluvia, Takasho se
divertía revolcándose en la cama de alguna investigadora o profesora.
A pesar de las
apariencias, Siwoo y Takasho compartían bastantes similitudes.
Ambos tenían 28
años, fueron secuestrados de la Tierra a la desdichada ciudad de brujas,
'Gehenna', y se vieron obligados a convertirse en esclavos del
Ayuntamiento.
Sin embargo, a
pesar de sus circunstancias similares, había una gran diferencia entre
ellos.
Mientras Siwoo
había tomado el camino honesto del trabajo duro y miserable, Takasho se había
prostituido a las Brujas a cambio de numerosas comodidades.
Ese pensamiento,
nuevamente hizo hervir la sangre de Siwoo. Toda la rabia que sentía hacia
Amelia hacía un rato había empeorado de repente en cuanto vio la cara engreída
de Takasho.
"¡¿De verdad
eres jodidamente desvergonzado?! Para empezar, ¡esas imbéciles son la razón por
la que estamos atrapados en este montón de basura! Después de todo el
sufrimiento que nos han hecho pasar, ¡¿ahora vas a seguir adelante y dormir en
la misma cama que esas malditas monstruosidades?!"
"Mi sueño
siempre ha sido ser un proxeneta, en comparación con la época donde tenía que
atender a las viejas tías del pasado, ¡las mujeres de aquí son incluso más hermosas
que las chicas más guapas de Tokio! Si pudieras dejar de ser testarudo y
desechar tu orgullo, este lugar se convertiría en un paraíso para
ti."
Tras terminar de
pronunciar su pequeño discurso, Takasho le dedicó a Siwoo una gran sonrisa
entre dientes.
Sin falta, todas
las personas de la Tierra que fueron traídas a Gehenna, la Ciudad de Brujas,
acababan siempre como esclavos.
En Gehenna sólo
existían dos tipos de esclavos. Uno se convertía en "esclavo común",
que pertenecía colectivamente al Ayuntamiento, o en "esclavo
privado", que era propiedad de un individuo.
Según este
sistema, los esclavos comunes tenían que demostrar su valía para recibir
cualquier tipo de trato humano.
En otras
palabras, tenían que ser guapos, como Takasho, o tener capacidad para trabajar
en asuntos públicos, como Siwoo.
Bueno, aunque eso
es lo que cree la mayoría, ni Siwoo ni Takasho conocían los criterios exactos
para ser elegidos.
Sin embargo, una
cosa estaba clara, y era el hecho de que Takasho estaba aprovechando al máximo
su experiencia pasada de trabajo en un club de alterne para llevar un estilo de
vida cómodo en esta ciudad extranjera.
"Esa
Profesora Asociada Amelia está interesada en ti, ¿verdad? Esta podría ser tu
oportunidad. Si quieres, puedo darte un par de consejos. Mientras me sigas la
corriente, incluso alguien tan testaruda como ella terminaría derritiéndose en
tus manos."
Apartando a
Takasho de su hombro, Siwoo escupió: "¡Al carajo con esa
mierda!"
"Siwoo,
definitivamente puedo decir que viviste una vida honesta allá en Corea. Sin
embargo; aunque tu actitud se considere honesta de donde vienes, en Japón se
consideraría extremadamente arrogante."
"¡Ya dije
que no seguiré con esto! ¿Por qué estás siendo tan malditamente persistente
hoy?"
"Oh, vamos,
bro, sólo estaba tratando de aligerar el estado de ánimo."
Con su
experiencia como antiguo anfitrión, Takasho pudo darse cuenta fácilmente que
Amelia se había interesado especialmente por Siwoo.
En su primer día
de trabajo en la Academia, Siwoo se había negado a atender a Amelia aquella
noche.
Por aquel
entonces, Siwoo era todavía un joven ingenuo que no sabía mucho sobre la
cultura de las brujas y se avergonzó, así que terminó rechazando su
invitación... Nunca se habría imaginado que Amelia seguiría guardándole rencor
cinco años después de aquello. Sin embargo, incluso después de aprender más
sobre la cultura de las brujas, decidió no cambiar su respuesta.
Se podría decir
que era una cuestión de orgullo. Había convicción en no tirar por la borda el
orgullo de uno, incluso sabiendo que el resultado final sería el mismo, a pesar
de todo.
"De todos
modos, ahora estoy ocupado. Apártate de mi camino."
"¿Otra vez?
¡Pero si acabas de regresar! Sheesh,
debe ser duro ser un erudito."
A pesar de su
molesto sentido del humor, Takasho seguía siendo un buen amigo. Takasho había
ayudado mucho a Siwoo a lo largo de los años contrabandeándole algunas cosas
que podía conseguir en su entorno más acomodado. Además, también era la única
persona con la que Siwoo podía hablar abiertamente.
Si cumplir el
servicio militar durante dos años con alguien era suficiente para convertirse
en mejores amigos, ser forzados juntos a la esclavitud debía ser suficiente
para convertirse prácticamente en hermanos. Cualquiera se convertiría en amigo
íntimo después de eso.
"¿El próximo
trabajo es volver a ser Asistente?"
"Sí, y es
ser el Asistente de esa perra también. Maldita sea."
Mientras Siwoo
seguía echando humo, Takasho tenía una mirada interesante en su rostro.
"Entonces
sería... esa clase, ¿huh?"
"Sí, esa clase."
Takasho se quedó
confuso al ver la expresión abatida de Siwoo.
"Si es así,
¿por qué estás tan deprimido? ¿No deberías alegrarte por algo así?"
Conociendo el
contenido de la clase, a cualquier otro chico le encantaría estar en su
lugar.
"Parece que
la reconfortante visión de las novatas aprendices de bruja es algo que un tipo
como tú nunca podría entender."
"Whoa, mira
a este viejo pervertido. Sabes lo que le sucede a cualquiera que toque a una
aprendiz de bruja, ¿verdad?"
Si alguien
intentara hacer algo así, su cabeza volaría instantáneamente. Es mejor no tocar
un tema tan tabú, a menos que quieras acabar enterrado a dos metros bajo
tierra.
Al ver la
expresión solemne de Siwoo, Takasho respondió con una gran sonrisa.
"¿Nunca has
sentido que, a veces, incluso el simple hecho de mirar las flores puede hacerte
feliz? De todas formas, si realmente no quieres ir... ¿Qué tal si yo ocupo tu
lugar?"
"Créeme, me
encantaría, pero eso es imposible. La profesora asociada Amelia me llamó
personalmente."
"Tch, en qué difícil situación te
metiste, ¿huh?"
Takasho chasqueó
la lengua con pesar.
Desde el punto de
vista de un tipo que ama a las mujeres, esto era como entregarle un regalo
envuelto que no podía abrir.
Sin embargo, para
alguien como Siwoo, que tenía una libido promedio, un trabajo como este era más
duro que cualquier otra labor.
"En ese
caso, yo también seguiré mi camino. Yo también tengo trabajo que hacer ahora,
así que te veré luego."
Takasho le dio
unas palmaditas en la espalda a Siwoo en un intento de animarle, y luego
desapareció al final del pasillo. A juzgar por esa respuesta, probablemente
tenía otra "cliente" esperándole.
Como Takasho le
había retrasado, Siwoo tuvo que lavarse rápidamente y cambiarse para llegar a
tiempo. Un sinfín de quejas le esperarían si no llegaba a la hora acordada con
la Profesora Asociada Amelia.
Una vez que Siwoo
terminara de ponerse la bata de laboratorio, tendría que esperar 5 minutos
antes en el lugar de la reunión
Lanzó un profundo
suspiro.
"Esta desgraciada ciudad."
Eso fue lo único que Siwoo pudo pronunciar. No tenía nada más que decir.
Referencias
- RKB7: Irritar o hacer enojar a alguien. ↩
Aquí subiremos la traducción de CoW
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