City of Witches capítulo 105
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El Precio de una Pérdida IV
Parte 1
Siwoo permanecía inmóvil en su habitación, mirando el árbol que había
dibujado.
El árbol era su propia interpretación de la magia de barrera de Gehenna,
la misma barrera que usaban para interferir con la dimensión y los
límites.
“...”
Estaba inmerso en sus pensamientos, calculando sin cesar sobre la
magia.
No, esa expresión no le quedaba bien.
Después de todo, siempre había estado pensando en la magia y nunca se
entretenía con otra cosa cuando estaba consciente.
Puso la mano sobre el tronco del árbol.
El maná se manifestó en su palma y empezó a filtrarse en el tallo del
árbol.
Generalmente, los hombres no podían conservar maná, Siwoo no era
diferente. Pero, para el Siwoo actual, eso no era un problema.
Sólo necesitaba un poco de maná.
Ese poco de maná que era retenido a la fuerza por su circuito mágico,
luego era amplificado por él.
Entonces, lo hizo de nuevo.
Y otra vez.
Esta técnica se llamaba “amplificación recurrente de maná”.
Era uno de los métodos conocidos para maximizar la eficiencia del maná
al dibujar círculos mágicos.
Pero, si este método fuera perfecto, el agua de maná de alto grado no se
pondría a la venta a un precio tan exorbitante.
Este método tenía dos limitaciones.
En primer lugar, cuando se amplificaba el maná, aunque aumentaba su
cantidad, a cambio disminuía su pureza.
En segundo lugar, ese maná impuro podía volverse muy volátil y
desaparecer antes de poder afectar a los circuitos.
Normalmente, sólo dos rondas de amplificaciones ya reducían enormemente
la efectividad del maná, esta técnica se utilizaba raramente excepto en
situaciones específicas.
Sin embargo, éste no era el caso de Siwoo.
Su capacidad para “absorber” maná del exterior y “refinarlo” para
hacerlo suyo siempre le había distinguido de las otras brujas.
Ahora que el 99% de sus funciones cerebrales habían sido rediseñadas
exclusivamente para la magia, los resultados estaban más allá de las
palabras.
El maná amplificado que producía mantenía una pureza casi
constante.
Ahora, el mismo maná se filtraba en el árbol, tratando continuamente de
buscar algo.
Este dibujo del árbol estaba conectado a la barrera de ocultación de la
Duquesa Keter que rodeaba toda Gehenna.
Lo que Siwoo intentaba buscar era un agujero que había atravesado la
barrera.
Un pequeño agujero que le había estado molestando durante bastante
tiempo.
No tenía ninguna razón especial para hacerlo.
Cuando observaba la barrera para mejorar sus habilidades, ese pequeño
agujero le producía una sensación de incomodidad.
Mientras ese agujero permaneciera, la barrera de la Duquesa no podría
ser considerada como 'perfecta'.
Y tal 'imperfección' le resultaba intolerable.
Para una barrera que debería haber sido perfecta, de alguna manera
albergaba un defecto.
Y así, la razón por la que había estado buscando persistentemente ese
agujero no era más que una aversión fisiológica, al igual que un ser humano
común y corriente no se iría a dormir con los zapatos puestos.
Entonces, sucedió.
Logró identificar la ubicación de la falla en la barrera.
Después de eso, no dudó en hacer su movimiento.
Recuperó todo el maná amplificado y se abrió un “Portal”.
Un círculo dorado comenzó a formarse lentamente bajo sus pies.
En las ondulantes y crecientes olas de maná, recorrió rápidamente una
gran distancia en un instante.
Y allí, encontró la falla que había estado buscando tan
desesperadamente.
Algo estaba rompiendo la barrera con fuerza.
Como era la primera vez que veía este tipo de magia, se quedó quieto
para observarla durante un rato.
¿Puedo interpretarla?
¿Puedo replicarla?
¿Será una ayuda para mi avance?
“Justo cuando sentía que me estaba volviendo loca de rabia, llegaste tú.”
Entonces, de repente, detectó fluctuaciones de maná que interrumpieron
su concentración.
Por primera vez, Siwoo registró la presencia de una figura frente a
él.
Una mujer, desnuda.
Esta mujer estaba lanzando una magia hostil contra él.
Sólo entonces se fijó en su rostro.
No pudo identificar con precisión quién era ella.
Desde su globo ocular hasta los nervios ópticos que lo conectaban,
pasando por el cerebro que procesaba toda la información procedente de esos
nervios, todos estos habían sido reutilizados únicamente para la magia.
Con su ojo, podía leer el flujo de maná, ver a través de sus leyes,
interpretarlo todo mágicamente con sólo una mirada. Pero, como precio por esa
habilidad, su capacidad para percibir otros objetos había disminuido.
A sus ojos, el rostro de Ea parecía retorcido y distorsionado como
arcilla amasada, e incluso eso estaba borroso por los restos de numerosas
fórmulas y patrones geométricos.
Mientras contemplaba profundamente, se dio cuenta de algo.
El patrón mágico de la otra persona, que era un patrón único parecido a
una huella dactilar, le resultaba increíblemente familiar.
Su ojo izquierdo, cubierto por un parche, palpitó.
Una llama carmesí estalló en su pecho.
Malestar, ira, irritación.
Todo tipo de emociones negativas, que no tenían nada que ver con la
magia, llenaron su corazón.
Entonces, se dio cuenta.
Su prioridad por encima de todo era eliminar a la entidad que tenía
delante.
Parte 2
Ea no perdió el tiempo.
La situación actual era diferente de cuando jugó con las traviesas
gemelas y el esclavo que manejaba magia.
Esta vez, estaba enfadada y tenía ante sus ojos un blanco adecuado para
descargar su ira.
“[Floración].”
Mientras Siwoo recitaba su hechizo, las sombras cubrieron su
cuerpo.
En ese momento, Ea frunció el ceño.
Durante su último enfrentamiento, Siwoo tuvo que consumir agua de maná
muy cara, lo que le obligó a utilizar métodos ineficaces para luchar.
Dada su naturaleza, alguien sin marca, era más o menos una situación
inevitable, pero verlo haciendo eso era bastante cómico.
Pero esta vez, confió únicamente en su maná.
Las sombras se enroscaron alrededor de su cuerpo como serpientes.
Formando una armadura con una tonalidad oscura.
A diferencia de antes, carecía de brillo.
Pero, Ea todavía podía discernir las diferencias.
Comparada con la anterior, esta armadura tenía una elegancia
refinada.
Si la armadura anterior era una simple imitación burda, esta era la
auténtica.
La sombra formaba una armadura chapada de un modo tan perfecto que,
aunque uno la mirara de cerca, no se daría cuenta de que había sido creada por
sombras.
Al ver esto, Ea dejó de dudar.
Ella no sabía dónde había aprendido tales habilidades, pero al fin y al
cabo, seguía siendo sólo un hombre.
Ea confiaba en que podría dominarlo con facilidad, como antes.
“Fuego rápido.”
—¡Clang, clang!
Ella decidió ignorar cualquier movimiento que hiciera Siwoo y apuntó a
arrancarle los miembros primero.
Primero lo torturaré, hasta que se arrepienta
de haber nacido, durante treinta minutos.
Diez cintas torcieron sus cuerpos en el aire antes de salir disparadas
hacia Siwoo simultáneamente.
—¡Twack!
En un abrir y cerrar de ojos, las cintas se precipitaron hacia él y
enviaron su cuerpo a volar muy lejos.
Se elevó como un proyectil y se estrelló contra la grieta rocosa,
marcando el final de su inesperado vuelo, terminando con un estruendoso choque.
“¡¿Qué?!”
Pero, Ea fue la que se sorprendió por este resultado.
Al ver su armadura mejorada, ella había respondido inmediatamente
desatando toda sus fuerzas sobre él.
Por supuesto, en comparación con su punto máximo, el poder que acababa
de desatar no podía llegar ni a la punta del dedo de su pie. Pero aun así,
quería ver cómo intentaría bloquear y contraatacar. En lugar de eso, él recibió
el golpe de frente con su cuerpo.
Ella no quería dejarlo fuera de combate de un solo golpe como este, ya
que quería verlo luchar.
Mientras daba pisotones con expresión preocupada, Siwoo —que había
salido volando y se había estrellado contra las rocas— miraba aturdido su
cuerpo.
“...”
Su ataque fue demasiado rápido para que él pudiera identificarlo.
Él podía sentir como su cuerpo temblaba debido al impacto
recibido.
La sangre goteaba por la comisura de sus labios.
Sin embargo, la armadura que llevaba permanecía intacta incluso después
de recibir aquel fuerte golpe.
Intentó mover sus extremidades, todas se movían sin problemas.
Sus huesos, tendones, músculos y circuitos mágicos; todos estaban en
perfecto estado.
Entonces, se puso en pie.
La pila de escombros, junto con el polvo pegado encima de su armadura se
deslizaron hacia abajo, revelando la armadura que parecía como si fuera una
nueva.
Su mirada se fijó en Ea, que estaba de pie a cien metros de él.
—¡Woosh!
Alas de sombras se extendieron y él se abalanzó sobre Ea a una velocidad
más rápida que su ataque anterior.
“¡Bien! No mueras tan fácilmente, ¿okay?”
Ea murmuró palabras incomprensibles a Siwoo mientras ella desplegaba su
cinta.
Mientras las cintas se retorcían y enrollaban, intentando acumular
elasticidad, indicando que estaba preparando otro ataque igual que el
anterior.
Un escudo apareció en la mano de Siwoo.
Con el escudo levantado para cubrir la mitad de su cuerpo, hizo una
embestida decidida hacia delante.
Las cintas volaron hacia él.
“¿Qué...?”
Al ver cómo bloqueaba diez cintas a la vez, Ea abrió los ojos de
sorpresa.
Justo antes de la colisión, una radiante luz fractal dorada brilló en su
escudo.
Si sólo se tratara de algún tipo de magia poderosa que había preparado
para vengarse de ella, Ea no estaría tan sorprendida.
—¡Clang!
—¡Boom!
Un ruido atronador, parecido al de una explosión, asaltó sus
oídos.
Todas sus cintas no alcanzaron a Siwoo. En su
lugar, golpearon árboles al azar, rocas y algunas incluso se clavaron en el
suelo.
Fue entonces cuando se dió cuenta de que no se había equivocado con lo
que había presenciado.
En el momento en que sus cintas tocaron su escudo, ella perdió el
control sobre ellas.
Se suponía que esas cintas atravesarían su escudo, pero rebotaron sin
asestar un solo golpe efectivo.
“¿Interferencia...?”
Lo que la asombró fue que no se debía a que el escudo desviara su golpe
físicamente.
En el breve momento en que las cintas volaron a velocidad supersónica y
chocaron con su escudo. Hubo una interferencia de su hechizo, que la hizo
perder el control sobre su magia. Este era un fenómeno llamado
interferencia.
Mirando la acometida de Siwoo, Ea dejó a un lado su asombro.
No podía tener una reacción tan exagerada en medio del combate.
La ejecución de su interferencia fue asombrosamente rápida. Fue a una
velocidad más allá de las capacidades humanas.
Pero, eso podría explicarse si él analizó con éxito la estructura de su “Telar
de la Doncella” durante su enfrentamiento anterior y preparó un hechizo de
contramedida antes de esta pelea.
“¿Viniste hasta aquí creyendo sólo en eso?”
Ridículo. E ingenuo.
El 'Telar de la Doncella' de Ea era un artefacto especializado en
ataques físicos y era relativamente fácil de contrarrestar.
Sin embargo, ¿realmente pensó que no me había
encontrado con algo así a lo largo de las innumerables y sangrientas batallas
en las que luché?
Ea volvió a hacer girar sus cintas.
Entrelazó sus hilos de maná para crear una estructura y una forma mágica
completamente diferentes.
Aunque físicamente parecían iguales, mágicamente eran completamente
diferentes.
Era como el piedra, papel o tijera. Como Ea sabía que Siwoo estaba
preparando un 'papel' contra su 'piedra', sólo tenía que lanzar 'tijera'.
Ella confiaba en sus habilidades para interpretar la magia y la
compatibilidad de la lucha en medio de la batalla.
“¡Esos trucos no funcionarán conmigo!”
La distancia entre ellos era de sólo treinta metros.
Sus cintas recién tejidas se fijaron en Siwoo.
Incluso si intentaba escapar, las cintas le seguirían mientras no
recorriera más de un kilómetro en un abrir y cerrar de ojos.
“Me dejaste un poco sorprendida, pero eso es todo. ¡Te mostraré la
diferencia entre nuestras experiencias!”
Siwoo miró la cinta y tiró a un lado su escudo, que era prácticamente su
único medio de defensa, sin dudarlo.
Luego, bajó la cabeza y se agachó.
Un casco se manifestó detrás de la parte del cuello de su armadura,
cubriéndole la cabeza.
Con los brazos cubiertos de guanteletes, los levantó y cambió su postura
a una de boxeo antes de cargar hacia delante.
No optó por huir.
Tampoco buscó la forma de esquivar su ataque y exponer su espalda.
El aire caliente rozó sus dos mejillas.
En la armadura negra surgió un círculo mágico dorado que pareció devorar
todas las luces que lo rodeaban.
—¡Clang!
Volvió a producirse el mismo fenómeno.
Ea esperaba que volviera a intentar lo mismo.
Y así, moldeó la tijera en
forma sus cintas, sellando su ruta de escape.
—¡Bang!
Y al igual que antes, Siwoo logró desviar sus ataques una vez más. Ea
sólo pudo mirar desconcertada las cintas que habían perdido el rumbo y habían
ido en la dirección equivocada.
“¿Acaso tú...? ¿Lo predijiste...?”
¿Predijo que cambiaría mi patrón de tejido y
mi método de ataque? ¿Y luego preparó una nueva contramedida para ello? ¿En ese
corto período de tiempo?
Teóricamente, no era imposible.
Aunque cambiara su patrón de tejido, en esencia, era el mismo 'Telar de
la Doncella'.
Además, si tenía un perfecto conocimiento de su Magia de Autosencia, no
le sería imposible hacerlo.
Pero, aun así, incluso si fuera teóricamente posible, no significaba que
Ea simplemente aceptaría ese resultado.
“¡¿Estás bromeando?! ¡Esto es una mierda!”
A pesar de todo, ella todavía tomó el curso de acción equivocado.
En primer lugar, lo que ella debería haber hecho no era buscar la razón
por la que su ataque no prosperó, sino distanciarse de Siwoo y dejar de confiar
en las capacidades protectoras de su defensa autónoma.
Sin embargo, los acontecimientos que se desarrollaban frente a ella eran
tan increíbles que, a pesar de ser una experta en revertir situaciones en
batalla, seguía sin poder aceptar este tipo de resultado. Incluso sabiendo que
había tomado la decisión equivocada, no podía evitarlo.
El guantelete de Siwoo golpeó su blando abdomen con un sonoro impacto
mientras ella dejaba escapar un grito de sorpresa ante la desconcertante
visión.
El golpe atravesó su defensa autónoma y mandó su cuerpo a volar por los
aires.
“¡Kyaa!”
Con un grito, su cuerpo desnudo rodó varias veces por el suelo cubierto de musgo antes de detenerse.