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City of Witches capítulo 179

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 City of Witches capítulo 179 en español


Esperaaa...!!
City of Witches - Siwoo y Sharon

 Vida Cotidiana Agradable I


Parte 1

Hoy es un buen día. 

En cierto callejón, alejado del bullicioso centro, un estudiante borracho reía con un cigarrillo en la boca. 

“¿Cómo carajo te la has ligado? ¡Era una loca increíblemente despampanante!” 

Apoyado en la pared de piedra, su amigo encendió despreocupadamente un cigarrillo y negó con la cabeza. 

Su estado de embriaguez les llevó a reírse mientras se contaban chistes privados. 

“¡Te lo dije, este gran Taehyun es suave con las damas!” 

“Había tres chicas ahí detrás, es sorprendente lo bien que fue.” 

“Entonces, ¿quién te llamó más la atención?” 

“La de cabello corto de la derecha. ¿Cómo se llamaba? ¿Soyeon? De todos modos, ella se destaca. ¡Es una locura pensar cómo una chica de aspecto tranquilo como ella se vuelve salvaje en la cama!” 

Era un viernes por la noche durante las vacaciones de verano. 

Cuando el estudiante, Taehyun, estaba holgazaneando en su habitación, recibió una llamada de su amigo y corrió a un club nocturno. 

Antes, pasó media hora arreglándose el cabello y poniéndose el traje que había comprado en una tienda departamental. 

Y todo el esfuerzo valió la pena. 

La calidad de chicas que él atrajo, aunque afirmaba que no era fumador (para atraer a más de ellas), era sobresaliente. 

A pesar de que cada una de las chicas tenía gustos diferentes, el emparejamiento fue como anillo al dedo. A medida que avanzaba la noche con sus juegos de bebida, el contacto físico les resultaba menos incómodo. 

“Todo porque preparé bien el ambiente.” 

“¿Qué carajo? Hice todo lo que pude para ser tu compinche. No actúes como si lo hubieras hecho todo tú solo.” 

“Bueno, supongo que tienes razón en eso.” 

Utilizando bromas divertidas, conversaciones fluidas y risas, se metió sin esfuerzo en el papel de un amigo travieso. 

Para continuar, planeó pasar una segunda ronda en un bar de cócteles, crear un ambiente sutilmente seductor y pasar a la parte final de su plan — llevar a las chicas a casa. 

Su logro de seducir a más de cuarenta chicas así como así se convirtió en algo de lo que presumía a menudo entre sus amigos. 

“De acuerdo, entremos y divirtámonos más. Si las hacemos esperar más, puede que empiecen a quejarse y se vayan a casa.” 

“Claro, déjame terminar este cigarro primero.” 

Mientras su amigo fumaba, él jugueteaba con su teléfono. De repente, sintió ganas de orinar. 

“Mierda, tengo que mear. ¿Dónde está el baño?” 

“Hazlo aquí. De todas formas no hay nadie, yo te cubro.” 

“Avísame si viene alguien.” 

Se aflojó el cinturón y caminó por el estrecho callejón, sintiéndose ligeramente inestable. 

Estar borracho mejoraba considerablemente su humor, pero hacía que su cuerpo se sintiera pesado. 

En cualquier caso, decidió hacerlo en un lugar apartado en lugar de buscar un retrete. 

Cuando entró en el callejón, le recibió una brisa helada. 

“Aún no he meado, qué fastidio.” 

Apuntando vagamente hacia el desagüe, empezó a vaciar la vejiga que tenía llena de tanto beber cerveza. 

“Pero, ¿dónde vamos para la segunda ronda?” 

Apoyado en la pared, llamó a su amigo que estaba fuera del callejón. 

Pero no obtuvo respuesta. 

“Oi, te hice una pregunta.” 

No se había alejado demasiado de él, así que debería poder oír su voz. 

La situación se volvió tensa, e intentó aligerarla con una risita y una broma. 

“¿Te has desmayado o algo? Si duermes aquí, te despertarás con la cara paralizada, imbécil.” 

Sin embargo, la única respuesta que obtuvo fue un silencio inquietante. 

En medio del flujo de su orina, sintió que algo no iba bien. 

Actualmente, era alrededor de la una de la madrugada. Aunque fuera viernes, la noche debería estar llena de actividad. 

Aunque estuviera un poco alejado del animado centro de la ciudad, debería haber algunos ruidos procedentes de los pequeños bloques de apartamentos de habitación cercanos. 

Mujeres borrachas llorando, hombres causando escándalo, estudiantes haciendo ruido... Debería poder oír todos esos sonidos. 

Pero, en lugar de eso, lo que se encontraba era un silencio total, como si estuviera en una biblioteca. 

Ni siquiera llegaban a sus oídos los sonidos habituales de los automóviles o las motos de delivery. 

Y lo que era más importante, el extraño ambiente era tan perceptible que hasta un borracho como él podía notarlo. 

“Está pasando algunas cosas jodidas, ¿huh?” 

La inquietud empezó a invadirlo. La sensación le abrumaba, incluso más que el hedor nauseabundo que llegaba del callejón, pero se forzó a reír mientras intentaba tranquilizarse. 

Sintió que un escalofrío le recorría la espalda, pero lo atribuyó a que su cuerpo, cargado de alcohol, estaba actuando mal. 

¿Qué? ¡Sólo he hecho cosas normales hasta ahora! 

Alcohol, vida nocturna, mujeres, amigos. 

Era el mejor momento de su vida, en el que vivía intensamente como una estrella fugaz. 

Lo que había estado haciendo era sólo saborear ese momento. 

“¡¿Por qué no me contestas, pedazo de mierda?!” 

Las calles nocturnas, normalmente bulliciosas, estaban envueltas en el silencio, un fenómeno extraño e inexplicable. 

Cuando estaba a punto de regresar y dio un paso atrás hacia el callejón en el que se encontraba... ocurrió aquello

Se quedó allí, estupefacto, incapaz de moverse ni un centímetro. 

“... Aaa...” 

Imagina este escenario. Tienes un amigo, te metiste con él hace unos minutos mientras navegaba por una aplicación de reserva de hoteles mientras fumaba. Entonces, de repente, cuando no estabas mirando, se convirtió en algo salido de una casa encantada. 

Una situación ridícula, ¿no? 

El cuerpo de su amigo colgaba en el aire, a cincuenta centímetros del suelo, atravesado por una lanza de color rojo carmesí que parecía atravesarle las costillas, los pulmones y puede que incluso el corazón. 

Cualquiera se reiría ante una situación tan ridícula, ¿no? 

“¡¿Q-Qué mierda es esto—?!” 

La mirada de Taehyun se desvió hacia los ojos de su amigo, abiertos como agujeros. 

Su amigo tenía la boca entreabierta y la lengua roja hacia afuera. 

Manchas rojas que parecían sangre fluían de su pecho perforado, manchando su ropa con su vivo color. 

La misma persona que había estado riendo y charlando hacía un momento se quedó paralizada, contorsionada en una grotesca máscara de horror. 

Ahora, era claramente imposible que su amigo aprendiera a levitar en tan poco tiempo. 

Lo que significaba que debía haber algo que estuviera sosteniendo su cuerpo. 

Taehyun ladeó la cabeza y por fin vio qué era exactamente lo que había hecho que su amigo acabara así. 

¿Eso es... un cosplay? ¿De un MMO? ¿Del Señor de los Anillos? ¿Gundam? Parece un caballero... 

Esas fueron las palabras que le vinieron a la cabeza cuando echó un vistazo a la imponente armadura de dos metros de altura. 

Dicha armadura estaba excesivamente decorada y pintada en un llamativo tono rojo. 

Innumerables ojos rojos parpadeaban en el oscuro interior del casco, clavando sus miradas en él. 

Una mirada inquietante y arácnida se reflejaba en la superficie metálica. 

Era una mirada carente de emoción que lo trataba como a una presa. 

En ese momento se dio cuenta de la urgencia de la situación. 

Todo esto era real. 

No podía ignorar esto con una risa vacía. 

No había cámaras ocultas cerca. 

“Sa... Sa...” 

Intentó pedir ayuda, pero de su garganta sólo escapaba un silbido, como si le hubieran soldado la tráquea con plomo. 

A pesar de que miraba desesperadamente a su alrededor, no había nadie a la vista que pudiera ayudarle. 

Corre. Simplemente, ¡huye! 

Aferrándose a tan vana esperanza, intentó huir. 

Pero entonces, un dolor punzante se filtró en su pecho. 

Ni siquiera llegó a ver cómo se desarrolló. 

Antes de darse cuenta, una lanza roja le había atravesado el pecho. 

Su amigo, que había sido empalado como un pincho, se retorcía ahora en el suelo, con la mitad de la parte superior del cuerpo destrozada, sin parecer más que basura desechada. 

Ése fue el último recuerdo que tuvo antes de que Taehyun encontrara la muerte.

 

Parte 2

Tras matar rápidamente a su presa, el Homúnculo retiró su lanza. 

No quedó rastro de la caza, como si nunca hubiera ocurrido. 

Los cuerpos sin vida, despojados de su existencia y de sus vínculos con el mundo, se convirtieron en cenizas, dejando sólo manchas de sangre sobre el asfalto. 

Y el caballero permaneció desprovisto de cualquier emoción o apego a la escena. 

Desde su creación, “eso” nunca fue diseñado para albergar emociones. 

Sólo tiene un propósito para existir — exterminar a los que buscan su legado. 

Para mantener su propia existencia, cazaba y masacraba brujas para devorar su maná. 

Cuando eso resultaba insuficiente, recurría a tender emboscadas a los humanos, consumiendo sus “lazos” para convertirlos en maná y así reponer su poder. 

Llevaba siglos repitiendo estas actividades mundanas, siguiendo algoritmos mecánicos. 

Si había algo diferente en sus actividades mundanas, era que con el tiempo conseguía adquirir algunos trucos de tanto probar y equivocarse cuando ejecutaba una serie de acciones. 

Tras terminar su sencilla comida, el Caballero Rojo contempló su situación. 

Porque no estaba satisfecho. 

Todavía tenía hambre. 

A este ritmo, no podría reparar por completo todo el daño que recibió de todas las batallas consecutivas a las que sufrió. 

Contra su adversaria más formidable entre las innumerables brujas a las que se había enfrentado a lo largo del siglo, la bruja de cabello rosa. 

Con un solo golpe, ella podía hender montañas, con un toque podía desatar terremotos y podía soportar las distorsiones causadas por el poder de la Rama Roja con facilidad. 

Por mucho que el Caballero Rojo intentara ocultarse usando la Rama Roja, la bruja rosa aparecería inevitablemente ante él. 

Basándose en sus experiencias y circuitos lógicos, si se enfrentara a la bruja rosa, el enfrentamiento acabaría llevándole a la derrota. 

Sin embargo, siempre había permanecido desprovisto de cualquier emoción. 

Abordaba todos sus problemas mecánicamente, considerando varios métodos para encontrar soluciones. 

Pero, ante todo, necesitaba más maná. Más humanos que devorar. 

Actualmente, sólo tenía una fracción del maná que necesitaba. 

Si se encontrara con la bruja rosa en este estado, sería incapaz de luchar adecuadamente o escapar ileso. 

De hecho, su estado era bastante calamitoso ya que, si intentara cazar a otras brujas en este estado, no podría asegurar su victoria en absoluto. 

Los únicos objetivos viables si iba a cazar algo eran las aprendices de bruja, las que aún no se habían convertido del todo en brujas. 

Y por eso... 

Eligió el último recurso que le vino a la mente. 

Devorar más... Humanos... 

Calculó la cantidad de maná que podría obtener acabando con una sola vida humana. 

Y llegó a la conclusión de que necesitaba devorar alrededor de 4.000 personas. 

Sólo entonces recuperaría suficiente poder para cazar brujas. 

—Tap, tap 

De repente, el sonido de algo pisando un charco pegajoso de sangre resonó en el aire. 

Se parecía al de las pisadas de un reptil. 

Al oírlo, el Caballero Rojo giró la cabeza. 

Bajo la tenue luz de la calle... 

Había una bruja, de pie sobre la sangre que aún no se había secado. 

Llevaba un elegante vestido negro, como si estuviera de luto. 

Con su cabello negro como el cuervo y sus ojos verde esmeralda... 

Su apariencia se alineaba con los estándares que una bruja normalmente tenía. En pocas palabras, era “hermosa”. 

Sin embargo, su belleza tenía un defecto. 

El hecho de que un lado de su cara se contorsionó grotescamente, dividido por una línea trazada en el centro. 

Parecía una quemadura o una masa de carne derretida por productos químicos. 

Sin embargo, eso no era importante para el Homúnculo. 

El hecho de que se había infiltrado en esta barrera sin ser detectada y había logrado alcanzarlo importaba más. 

Y también estaba el hecho de que se dio cuenta de lo poderosa que era. Ella no era alguien que pudiera manejar en su estado actual. 

Ni siquiera pensó en escapar mientras le apuntaba con su Rama Roja. 

Después de todo, sabía que aprovechar las oportunidades durante un enfrentamiento antes de escapar tenía más probabilidades de éxito que intentar escapar torpemente. 

“¿Tienes hambre?” 

Pero la bruja ignoró su agresividad y habló en tono tranquilo. 

Su repentina amabilidad hizo que los movimientos del Caballero Rojo se detuvieran bruscamente, ya que no podía descifrar sus intenciones. 

Era la primera vez que se encontraba en una situación así, por lo que no podía tomar una decisión rápidamente. 

“Parece que tienes mucha hambre.” 

Mientras tanto, la bruja dio un paso más cerca del Caballero Rojo. 

Ella se puso a una distancia en la que él podía dar libremente un golpe decisivo con su lanza. 

Dado lo descuidado de los movimientos de la bruja, como si nunca hubiera previsto que la atacaría... 

El Caballero Rojo vio una posibilidad de ganar. 

Y así lo intentó. Apuntando instintivamente su lanza al corazón, intentó derribarla... Sólo para que todo su cuerpo se detuviera bruscamente como una máquina oxidada. 

Su cuerpo quedó fijo en su lugar, como si estuviera fuertemente atado por una fuerza invisible. 

A pesar de todos sus esfuerzos, utilizando todo su poder físico, mágico y el de la Rama Roja, seguía sin poder moverse ni un centímetro. 

Mientras tanto, la bruja se le acercaba sin inmutarse, ofreciéndole algo en sus manos. 

Un corazón. Palpitaba y se retorcía, como si estuviera recién extraído de un ser vivo. 

“¿Quieres probar esto?” 


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