City of Witches capítulo 190
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Acometida Gemela IV
Parte 1
Siwoo tenía dos
formas de distinguir a las gemelas.
Mirándolas a los
ojos y escuchando su forma de hablar.
Técnicamente,
también podía distinguirlas por lo que sentía al penetrarlas en su agujero
real, pero eso no era precisamente práctico para situaciones cotidianas, así
que sería mejor dejar esa opción de lado por ahora...
Con Odile, sus ojos
siempre estaban llenos de determinación.
En sus ojos había
voluntad, coraje y orgullo, y daba la impresión de ser alguien que nunca se
rendiría, fuera cual fuera la situación.
Por el contrario,
Odette era más bien una joven reservada y pasiva.
Aunque su habilidad
para reconocerlas por los ojos pudiera parecer extraña, en este caso funcionaba
de maravilla.
Pero no siempre
necesitaba entrar en tantos detalles para distinguirlas.
Ambas se referían a
él con “Asistente”, pero Odile utilizaba contracciones mientras que Odette
empleaba honoríficos.
Aunque en
situaciones cotidianas podía distinguirlas con facilidad, en esta situación
concreta, en la que Odette hacía todo lo posible por imitar a Odile, en una
habitación oscura en la que no podía ver sus ojos con claridad, era inevitable
que tropezara.
Tardó un buen rato
en darse cuenta de que la chica que creía que era Odile era en realidad
Odette.
“Ella me hace
bullying todos los días... es tan injusto...”
Odette empezó a
llorar y a quejarse, su tono reflejaba su tristeza.
“Ni siquiera pude
pasar nuestro último día juntos, Sr. Asistente… a diferencia de
Hermana...”
“En aquel entonces
estabas dormida, no podía llevarte conmigo...”
“¡Pero podrías
haberme despertado! ¡Yo también quería dar un paseo nocturno contigo! Y nadar
juntos en la fuente... y visitar el molino de viento...”
Oh, caramba...
Siwoo suspiró para
sus adentros.
En realidad, esa noche
fue prácticamente la última que pasó con las gemelas.
Después de
recuperarse de su mala resaca, se levantó y pasó el tiempo con Odile.
Para empeorar las
cosas, cuando volvieron la Condesa dictó una orden de restricción contra Siwoo,
y este hecho debió rondar por la mente de Odette desde hacía tiempo.
“Sr. Asistente, si
cree que soy linda, ¿por qué sólo saliste con Hermana? ¿Por qué me dejaste
fuera? ¿No le parezco simpática?”
“Bueno, hay una
razón para eso, Srta. Odette...”
Siwoo trató de
explicarle, dándole una reconfortante palmada en el hombro.
Pero eso no pudo
aliviar del todo la tristeza contenida de Odette.
“¡Mentira! ¡Eres
tan malo! ¡Siempre te ha gustado más Hermana que yo! ¡De hacer cosas con ella
primero, luego sólo quedarte con ella!”
“Ah...”
“¡Ella siempre se
burla de mí por todo! ¿Quizás pensaste que sólo la estaba copiando ciegamente?
Sr. Asistente, ¡hice todo porque era usted! ¡No lo haría por nadie más!”
“Srta. Odette, por
favor cálmese primero...”
“¡Todo el mundo me
dice siempre que me calme! ¡Incluso Hermana! ¡Es molesto! ¡Injusto! ¡Waaah!
¡Es injusto!”
Desahogó su
frustración golpeando el pecho de Siwoo.
Por supuesto, él no
sintió nada cuando sus pequeñas manos le golpearon.
Pero podía sentir
la frustración y el sentimiento de aislamiento que ella sufría.
¿Exactamente cuánto
dolor había sufrido hasta el punto de imitar a su hermana sólo para acercarse a
él? No tenía ni idea.
Sin embargo, la
idea le dejó un mal sabor de boca.
“Srta,
Odette...”
“¡No quiero oírlo!
¡No he terminado de enfadarme!”
Se tapó los oídos y
se acurrucó.
Siwoo pudo darse
cuenta de que sus emociones no eran de posesividad hacia el amante, sino de
decepción en plan de: “¡¿Por qué me dejas fuera?!”
O al menos, ella no
parecía tener ningún deseo de monopolizarlo.
“Lo siento, debería
haberte prestado más atención. ¿Qué tal si damos un paseo nocturno juntos más
tarde?”
“Sí. Mañana te
sentirás un poco más cansada, pero da igual, te enseñaré los alrededores. La
noche tiene su encanto.”
“¿De verdad? ¿En
serio, en serio?”
Los ojos de Odette,
que hacía un momento habían estado a punto de derramar lágrimas, se iluminaron
de emoción.
“¡Entonces vámonos!
¡Ahora mismo!”
Su alegría era tan
palpable que Siwoo podía verla temblar de felicidad.
Se veía tan linda,
pero al mismo tiempo parecía bastante lamentable.
En cualquier caso,
como hacía tiempo que no se veían, tenían muchas cosas de las que ponerse al
día.
“Claro, me vestiré
y me prepararé. Además, buscaré algo para que se ponga, Srta. Odette.”
Salir sin cuidado
sería arriesgado, así que Siwoo siempre estaba bien preparado para cualquier
posible peligro.
Llevó consigo la
Caja de Música para eliminar cualquier rastro de la presencia de Odette.
Dejar que vistiera
ropa normal equivaldría a que anunciaran al mundo que era una bruja, así que
Siwoo la vistió con su sudadera con capucha y los pantalones cortos de Sharon.
De esta forma, nadie la reconocería como bruja aunque la vieran.
“¿Qué te parece?
¡Ahora llevo ropa del mundo moderno!”
“Estás
genial.”
Ahogó una carcajada
al ver cómo Odette se ponía la sudadera con capucha sobre los pantalones cortos
y el vestido interior.
La sudadera era tan
grande que, incluso después de doblar las mangas tres veces, seguía colgando
holgadamente. Si se pusiera la capucha, le taparía la cara hasta los
labios.
Incluso los
pantalones cortos de Sharon se convirtieron en pantalones demasiado grandes
cuando se los puso, así que tuvo que abrochárselos con un cinturón para que le
quedaran bien.
En pocas palabras,
todo le quedaba grande.
A pesar de ello,
esos pantalones tan grandes sólo hacían que su aspecto, ya de por sí adorable,
pareciera aún más linda.
“¡Es tan
emocionante, Sr. Asistente! ¿Qué debo hacer? ¡Oh, no puedo esperar...!”
Odette no podía
contener su emoción mientras daba saltitos de alegría adelante del
ascensor.
Mientras tanto,
Siwoo estaba a su lado, con un paraguas en la mano.
Apenas había pasado
por delante de la entrada, pero ella ya estaba escaneando a su alrededor,
claramente curiosa por todo lo que le rodeaba.
“Me lo he estado
preguntando desde que llegamos aquí, pero ¿es esto una luz decorativa? Se
enciende automáticamente cuando alguien se acerca...”
“Es una luz con
sensor de movimiento. A diferencia de Gehenna, no usamos luces decorativas ni
lámparas de aceite. En su lugar, utilizamos electricidad para alimentar estas
bombillas. Aquí, usamos electricidad en vez de maná para muchas cosas.”
“¿Electricidad…?”
“Um... es un poco
difícil de explicar...”
Si empezara a
explicar el concepto del flujo de electricidad, tendría que explicar cosas como
los electrones y demás. Eso despertaría aún más su curiosidad, y como no era
precisamente una asignatura en la que se especializara, le costaría responder a
sus preguntas.
“¡Está bien, Sr.
Asistente! ¡Sé que no siempre se puede saber todo!”
“Gracias por la comprensión.”
Por suerte, Odette
parecía estar de buen humor, ya que no parecía molestarle no saber la
respuesta.
Después de su
optimista reafirmación, llegó el ascensor que estaban esperando y se abrió la
puerta.
Odette centró su
atención en la puerta automática, como si fuera algo especial.
Luego, entró en el
ascensor con cautela, intentando que cada paso que daba tuviera sentido, igual
que Armstrong cuando aterrizó por primera vez en tal estado de ánimo.
Siwoo respetó sus
acciones, sintiendo que tal vez debería contener la respiración mientras ella
hacía eso.
“Sr.
Asistente.”
“¿Hm?”
“Debo pulsar el
botón con el número 1 en él, ¿verdad?”
“Sí, tienes razón.”
“¡Yay! ¡Cuando
subimos, la Maestra también pulsó estos botones!”
“¿Es así?”
Odette pulsó con
cautela el botón del ascensor.
Cuando el LED rojo
se iluminó en el botón cuadrado con el número 1, miró a Siwoo, como diciendo: '¿Qué
tal lo hice? ¡Alábame!'
“¡Ha sido
increíble, Srta. Odette!”
“¡No fue nada!
¡Cualquiera podría hacer eso!
Él aplaudió
fingiendo alabanza, mientras Odette no podía evitar sonreír, fingiendo su
modestia.
Pero ella no pudo
ocultar la expresión de suficiencia de su rostro.
Cuando el ascensor
empezó a moverse, agarró ansiosamente la mano de Siwoo.
“Siento como si mi
cuerpo flotara hacia arriba...”
“Está bien, en
realidad es más seguro de lo que piensas.”
“Si me pasa algo,
usted me protegerá, ¿verdad, Sr. Asistente...?”
“Por supuesto.”
“¿Vamos a bajar
ahora mismo?”
“Sí, vamos.”
Después de un
descenso bastante largo, el ascensor finalmente llegó al primer piso, y al
abrirse la puerta, se encontraron con una escena de caos.
—¡¡¡Kugugugugugung!!!
La calle parecía
haber sido azotada por una tormenta.
Aunque la
“tormenta” normalmente se refería a las enormes olas en el agua causadas por el
viento, en este caso la metáfora era bastante adecuada.
La calle ya estaba
inundada hasta los tobillos, con pequeñas olas bailando en su superficie.
Siwoo lo había
visto en las noticias — era el primer tifón en una década.
Al principio pensó
que era solo la táctica de miedo habitual que usaban en los pronósticos del
tiempo, pero ahora que lo estaba experimentando de primera mano…
“...”
“¡Wow, esto es
increíble! ¡Parece que llueve aún más fuerte que antes!”
El viento soplaba tan
fuerte que las gotas de lluvia salpicaban el vestíbulo.
Siwoo miró el
paraguas con expresión dubitativa, preguntándose si sería suficiente para
protegerles de la lluvia torrencial. Por otro lado, Odette parecía divertirse.
Tenía un brillo en los ojos.
En Gehenna, un
tiempo tan dramático era algo poco frecuente. Después de todo, el lugar estaba
protegido por barreras interdimensionales.
“Um, perdón por
sugerir que vayamos a dar un paseo, Srta. Odette, pero...”
“¡Dese prisa y
venga, Sr. Asistente!”
Antes de que
pudiera terminar de decirle que debían entrar y pensarlo, Odette salió
corriendo sin pensarlo dos veces.
No tardó ni tres
segundos en que su sudadera gris se volviera completamente negra por la lluvia
torrencial.
“¡¿Mmh—?!”
Fue tomada desprevenida
cuando la lluvia cayó sobre su cara más fuerte de lo que esperaba.
Siwoo salió
corriendo con el paraguas y la cubrió rápidamente.
Pero tan pronto
como abrió el paraguas, inmediatamente se rompió — una de sus varillas se
rompió.
Sí, no creo que sea buena
idea andar por ahí en un día como este...
“¿Qué haces? Te vas
a resfriar”
“¡No lo haré! ¡De
hecho, me siento renovada y fresca!”
Los dos tuvieron
que gritar para poder dominar el aullido del viento.
Siwoo estaba a
punto de decirle a Odette que regresara, pero no se atrevió a hacerlo cuando
vio su rostro sonriente.
No quería
arruinarle la diversión.
“¡Bien, sígame
Srta. Odette! ¡Le enseñaré los alrededores!”
“¡Okay! ¡Después de
usted, Sr. Asistente!”
Ambos corrieron por
el callejón. El agua salpicaba con cada uno de sus pasos.
Parte 2
“¡Woah, woah! ¡Qué
divertido!”
La pareja llevaba
un rato corriendo por el callejón, salpicándose de lluvia, antes de entrar en
cierto centro comercial.
La lluvia caía
sobre ellos, como si se hubiera abierto un agujero en el cielo.
Aunque ahora
estaban dentro de un edificio, aún podían oler la lluvia.
Corrieron todo lo
que pudieron en medio de la densa niebla que impedía ver nada delante o a los
costados, y acabaron entrando en la Estación de Ferrocarril Shinchon.
Todo el complejo
comercial estaba cerrado y abandonado.
Como el viento les
estropeó el paraguas, acabaron tirándolo. Gracias a ello, estaban empapados
hasta los huesos, por lo que tuvieron que buscar refugio.
En cuanto entraron,
dejaron escapar un suspiro de alivio. Por fin estaban a salvo tanto del viento
como de la lluvia.
Todo su cuerpo
estaba tan empapado que podían inhalar agua cada vez que respiraban.
Tener un cuerpo
espiritual significaba que uno no se cansaría tan fácilmente, pero por alguna
razón, Siwoo se sentía tan agotado. Mientras tanto, Odette estaba llena de
energía, como un brote al que le acabaran de dar agua.
“¡Que te golpee la
lluvia se siente genial! ¡La Maestra nunca me dejaría hacer algo así!”
Su voz aguda resonó
en la tienda vacía y cerrada.
“Shh, Srta.
Odette, baje la voz...”
“¡D-De acuerdo! Shh,
Sr. Asistente... El eco hace que este lugar parezca un salón de baile”,
dijo Odette, doblando ligeramente las rodillas, como si fuera una noble
invitada a un vals.
Siwoo siempre la
había considerado una chica tímida.
Pero esta aventura
nocturna parecía haberle inyectado una nueva vitalidad.
Ella se quitó
despreocupadamente la capucha, como si el peso de la ropa mojada fuera
demasiado para su cabeza.
Sin la capucha, su
cabello estaba tan mojado que se le pegaba a la cabeza, haciendo que su ya
pequeña cabeza pareciera aún más pequeña.
Sus misteriosos
ojos violetas, que brillaban como los de un hada de cuento, estaban llenos de
emoción y expectación.
“¿Te sientes mejor
ahora?”
“¡Sí! ¡Ha sido una
experiencia que nunca olvidaré! ¡Cuántas cosas increíbles que ver! Los
semáforos, los edificios altos, las historias, los autos, incluso este
edificio, ¡todo es tan increíble!”
“Ya que te has
divertido, volvamos rápido. Aunque antes haremos un pequeño descanso.”
Siwoo bajó la
cabeza y se escurrió el agua del cabello.
Luego el agua goteó
al suelo.
Al ver esto, Odette
se recogió el cabello y lo escurrió como si fuera una toalla.
“¿Podemos echar un
vistazo un rato más? Este lugar parece increíble...”
Ella hizo un
puchero, pareciendo claramente decepcionada.
En opinión de
Siwoo, ya habían visto suficientes cosas por esa noche, pero...
“¡Por favor, Sr.
Asistente...! Sería una pena que volviéramos así...”
Una cosa era que
estuvieran fuera, pero como en ese momento estaban dentro de un edificio,
supuso que no debería ser demasiado problema.
Así que asintió con
la cabeza, accediendo a su petición.
“Bien.”
“¡Yay!”
Al recibir por fin
su permiso, Odette se levantó de un salto y empezó a correr hacia la escalera
mecánica inmóvil.
“¡Tenga cuidado de
no tropezar, Srta. Odette!”
“¡Está bien!
¡Sígame, Sr. Asistente! ¡Deprisa, deprisa!”
Este era el estado más animoso que había visto de ella hasta el momento, así que no pudo evitar dejarla ser.
Así que la siguió obedientemente.