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City of Witches capítulo 194

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 City of Witches capítulo 194 en español


Esperaaa...!!
City of Witches - Odile & Odette

 Caballero Blanco II


Parte 1

El tifón que había estado azotando Seúl durante toda la noche finalmente había terminado.

Aunque todavía se oían débiles truenos a lo lejos y caía una ligera lluvia del cielo, nada se comparaba con el torrencial aguacero de ayer. 

“Woah... el mundo moderno seguro que es algo...” 

“Tan grande... y alto...” 

Odile y Odette bajaron del taxi y contemplaron asombradas los altísimos rascacielos 

“Que sea alto no significa que sea grande. Desde la antigüedad, la arquitectura siempre ha sido una forma de arte. No se puede medir su valor sólo por su altura.” 

Odile empezó a criticar el edificio, adoptando una expresión seria como si fuera una verdadera y propia crítica. 

“Sí, eso es cierto. Bueno, para mí este ed...ed... alto…” 

“Edificio.” 

“Cierto, gracias, Sr. Asistente. Para mí este edificio no es más que un montón de estructuras apiladas unas sobre otras sin ningún miramiento por la belleza. Siete sobre diez.” 

Odette también siguió el ejemplo de su hermana, cruzándose de brazos mientras expresaba sus pensamientos sobre el imponente edificio. 

Ella y Siwoo habían decidido mantener en secreto su paseo nocturno, por lo que la primera había vuelto a llamar al segundo por su antiguo título, “Sr. Asistente”. 

Todos los edificios de Gehenna, especialmente los de Ciudad Lenomond o Ciudad Ars Magna, eran hermosos. 

Comparados con ellos, los rascacielos, construidos pensando en la funcionalidad y la eficiencia, tal y como había dicho Odette, palidecían. Por otra parte, no se suponía que debían ser juzgados estéticamente, para empezar. 

“Ustedes dos hicieron buenos argumentos, pero es hora de entrar.” 

“¡Okay! ¡No puedo esperar a ver lo que ha planeado para nosotros, Sr. Asistente!” 

“¡Yo también!” 

Las gemelas iban muy bien vestidas. 

Llevaban sudaderas holgadas con estampados de conejos, faldas de tenis y zapatillas blancas. 

En realidad, Deneb les había preparado atuendos modernos adecuados, borrando las preocupaciones de Siwoo en ese sentido. 

Estarían bonitas con cualquier atuendo, pero verlas con ropa tan informal le pareció refrescante a Siwoo. 

Las gemelas parecían modelos con las que estaba muy familiarizado. 

Con ese nivel de belleza, podrían convertirse fácilmente en influencers con sólo colgar unas cuantas fotos suyas en las redes sociales. 

“Pero, Sr. Asistente, ¿de verdad está bien salir a la calle con este atuendo? La falda me parece demasiado corta...”

“Llevas shorts debajo, ¿no? No pasa nada.” 

“Aun así, mis rodillas son completamente visibles...” 

Sin embargo, Odette llevaba tiempo muy preocupada por su atuendo. 

Después de todo, las gemelas siempre habían llevado elegantes vestidos de tirantes. Llevar algo como una falda de tenis, algo que revelaba sus piernas en gran medida, era poco convencional para ellas. 

“Está bien, confía en mí. Vámonos.” 

Llevaban ya unos diez minutos deambulando frente al edificio. 

Aunque Siwoo quería entrar, las gemelas siempre se distraían cada pocos segundos y seguían tirando de sus brazos. 

Como esta vez. 

“¡Sr. Asistente, escúcheme!” 

“Sí, sí...” 

“¡Mira allí!” 

Odile señaló con los ojos, mirando rápidamente a una mujer que pasaba junto a ellos. 

Iba vestida con unos leggings ajustados y una camiseta de tirantes. 

“¿Ves a esa dama alardeando así de su cuerpo?” 

“Sí.” 

“¿Trabaja en un burdel o algo así?” 

“Uh, ¿no?” 

“Entonces, ¿por qué va vestida así?” 

Odette intervino, añadiendo sus pensamientos. 

“En el mundo moderno, si las mujeres estuvieran seguras de sus cuerpos, los mostrarían con orgullo para que el mundo los viera. Por lo visto, ese nivel de exposición es socialmente aceptable.” 

“Pero, ¿no es como llevar ropa interior? Se le ve el escote y todo...” 

“Te lo explicaré más tarde, Echaremos un vistazo a nuestro alrededor.” 

Siwoo les tomó de la mano, medio arrastrándoles. 

Esperaba que las gemelas sintieran curiosidad por todo, pero no tanto

A cada paso que daban, le susurraban una pregunta. Gracias a eso, tardaron más de tres horas en llegar a su destino. 

El acuario. 

Siwoo se planteó si llevarlas a un parque de atracciones o aquí. Aunque estaba seguro de que disfrutarían en cualquiera de los dos, al final decidió que preferirían este último, dado el tiempo lluvioso. 

Con horarios y aforos limitados, Siwoo compró las entradas y se instaló en una cafetería a esperar. Al sentarse, dejó escapar un profundo suspiro. 

“Haa...” 

Todo resultó ser más agotador de lo que esperaba. 

¿Cómo se las arregló la Condesa para cuidarlas todo este tiempo...? 

Su admiración hacia la Condesa aumentó. 

Si no fuera por la Caja de Música, su paseo habría sido cien veces más difícil. 

Sin ella, la belleza de las gemelas llamaría mucho la atención. 

Aún no habían empezado, pero Siwoo ya se sentía agotado. 

Mientras descansaba, las gemelas sostenían campanas vibratorias, examinándolas con expresión seria. 

Odile se dio cuenta de su cansancio y se acercó a él. 

“¿Por qué parece tan cansado, Sr. Asistente?”

“... No lo sé.” 

“¿Quiere que le dé una palmadita?” 

Tras decir esas palabras, Odile comenzó a acariciarle la cabeza. 

Su gesto reconfortante le hizo sonreír. Se sintió rejuvenecido, como si recuperara toda su energía. 

“Ustedes dos son realmente increíbles. Incluso en un entorno nuevo como éste, aún son capaces de actuar como siempre.” 

“¡Porque está a nuestro lado, Sr. Asistente!” 

“¡Sí, y de hecho disfruto del mundo moderno! Puede que el aire no sea el mejor, pero como el Sr. Asistente está aquí, ¡puedo pasármelo bien!” 

“¿Verdad? ¡Quiero heredar la marca más rápido ahora!” 

Y estar antes con el Sr. Asistente... 

Por el momento, no podían venir al mundo moderno libremente. 

Sólo después de heredar oficialmente la marca Gemini podrían hacerlo. 

Sin embargo, heredar la marca significa que la Condesa Albireo y Deneb desaparecerían. 

¿Simplemente se encogieron de hombros ante este asunto? 

Se supone que las Condesas son sus maestras— no, madres... 

“Uh, no estoy seguro de si está bien hacer este tipo de pregunta, pero...” 

“¿De qué se trata?” 

“Cuando hereden sus marcas, la Condesa... desaparecería... ¿verdad...?” 

Siwoo formuló su pregunta con cautela. 

Sorprendentemente, las reacciones de las gemelas fueron bastante indiferentes. 

“Sí. Será triste, pero tenemos que aceptarlo.” 

“Estás manejando esto con más calma de lo que esperaba...” 

“Perder a nuestras maestras será triste, pero al heredar sus marcas, nos hemos ganado el derecho a continuar su legado. Eso es algo de lo que estar orgullosas, y estoy segura de que las Maestras también querrían que nos sintiéramos así.” 

“Odette tiene razón. Esa es la razón por la que las brujas existimos en primer lugar.” 

Incluso con la explicación adicional que recibió, Siwoo todavía no podía entender este concepto. 

  En primer lugar, ambos tenían perspectivas diferentes. Siwoo lo enfocaba desde su perspectiva de humano moderno, mientras que a las gemelas les habían enseñado esto desde que eran niñas como residentes de Gehenna. 

Era similar a cómo ellas eran incapaces de entender por qué las mujeres modernas caminaban por las calles con su ropa de gimnasia. 

“Ya veo, entiendo.” 

Siendo así, Siwoo decidió no darle más vueltas al asunto. 

Porque no era como si fueran a heredar sus marcas pronto. 

En ese momento, cierta persona se deslizó en su mente. 

De hecho, había estado dudando en preguntar por ella desde ayer. 

Decidió sacar el tema sutilmente, sin hacerlo demasiado obvio. 

“Ah, por cierto, ¿cómo le va a la Profesora Asociada Amelia?” 

Había una razón por la que siempre se abstenía de pensar en ella. 

Porque en cuanto mencionaba su nombre, le quedaba un sabor amargo en la boca. 

“¿No lo sabe, Sr. Asistente? Desde que usted se recuperó, la Srta. Profesora cambió.” 

“¿Huh?”

“Por circunstancias personales, la Profesora Senior Avenega se hizo cargo de la asignatura que antes impartía la Profesora Asociada.” 

“¿Pero por qué?” 

“No lo sé.” 

“Yo tampoco.” 

Siwoo se quedó en silencio. 

Como ha pasado tanto tiempo, ya debe haber leído la carta que le dejé, ¿no...? 

“¡Eek!” 

En ese momento, el corto grito de las gemelas rompió el hilo de pensamiento de Siwoo. 

Las campanas vibraron, indicando que sus bebidas estaban listas. 

Al ver la escena, las gemelas abrieron mucho los ojos mientras observaban ansiosas las campanas. 

“¿E-esto es un artefacto o algo así?” 

“No. De todas formas, es la hora, así que vamos.” 

Al ver su adorable reacción, Siwoo dejó escapar una sonrisa mientras las guiaba a las dos hacia el acuario. 

 

Parte 2

““Wow...””

Las gemelas se quedaron boquiabiertas, como si hubieran entrado en un mundo distinto. Miraron a su alrededor con entusiasmo. 

Sus grandes ojos se abrieron de par en par y ambas se quedaron con la boca abierta. 

Lo que había robado su atención era un gran tanque con enjambres de medusas nadando graciosamente en su interior. 

Unas suaves luces de neón iluminaban el tanque y le daban un aire misterioso. 

Se inclinaron más cerca, sus mejillas casi rozándose, absortas en la observación de aquellas medusas. 

“¡Míralas, esas chicas son tan lindas!” 

“¿Son modelos? ¿Les preguntamos si podemos tomarles fotos?” 

“El chico que está a su lado también es guapo...” 

Incluso con la Caja de Música, no era suficiente para enmascarar completamente sus presencias. 

Siwoo se sintió un poco avergonzado porque la gente pensaba que él era su guardián, pero al menos no había tanta gente en este lugar porque actualmente era un día de laborable. 

“¿Qu-Qué son esos...?” 

“Son medusas.” 

“Parece como si llevaran un vestido... Me pregunto qué se sentiría al tocarlas...” 

“¡Deben ser blanditas!” 

Ambas hablaron con un toque de fascinación en sus voces. 

Teniendo en cuenta que este acuario era el más grande de Seúl, contenía varias especies marinas e incluso insectos raros, por lo que su fascinación era comprensible. 

Este era el lugar perfecto para que Siwoo mostrara a las gemelas las maravillas del mundo moderno, ya que estas cosas eran imposibles de ver en Gehenna. 

Lo que el acuario tenía para ofrecer definitivamente satisfaría la curiosidad de las gemelas. 

“Vamos a la siguiente zona. Hay una sección donde exhiben peces raros del Amazonas.” 

“¿No podemos quedarnos un poco más? Son tan bonitas...”

“Quiero seguir mirándolas... espera, ¿puedo comprar algunas más tarde? ¿Cuánto cuestan?” 

“Uh, no creo que se vendan... además, hay cosas aún más cool allá arriba.” 

Empujó suavemente sus espaldas mientras las gemelas deambulaban entre los tanques de medusas, instándolas a seguir adelante, pues ya habían perdido completamente la noción del tiempo. 

Aunque las medusas eran bastante interesantes, aún quedaban muchas más cosas por ver, al menos según el folleto. 

Al paso que iban, tendrían que pasarse el día entero en el acuario. 

Por otra parte, a Siwoo no le importaba. Mientras las gemelas estuvieran contentas, él también lo estaría. 

A continuación, el grupo visitó el acuario donde se exhibían los peces del Amazonas. 

Al ver un enorme pez que parecía medir al menos un metro, cerca de dos metros de largo, las gemelas no ocultaron su emoción. 

“¡Wow, nunca había visto un pez tan grande!” 

“Sr. Asistente, ¿podemos comprar uno en una subasta? ¡Quiero llevarme uno a casa!” 

“Por el tamaño, creo que ya no se le puede llamar pez... además, dudo que vendan este tampoco...” 

“¡Sr. Asistente, frente a los bienes de nuestra casa, no existe el 'no a la venta'!” 

“¡Cuando me convierta en Condesa, definitivamente compraré este acuario!” 

“Huh, eso en realidad no suena tan mal.” 

Siwoo no pudo evitar sonreír y aplaudir a las gemelas por sus ambiciosas aspiraciones. 

Esto le trajo recuerdos del pasado, cuando las siguió en un picnic al Latifundium. 

En aquella ocasión, fue él quien se quedó boquiabierto, mientras las gemelas le guiaban en todo. Fue una experiencia reveladora para él. 

Al cruzar el puente que da al acuario del Amazonas, se encontraron con un gran túnel. 

No un túnel cualquiera, sino uno submarino, que daba la sensación de caminar dentro de un acuario gigante. 

En medio de la luz azul, peces y tiburones nadaban graciosamente a su alrededor. También podían ver varias criaturas, como rayas, flotando por aquí y por allá. 

 ““…””

La grandiosidad del lugar dejó a los tres boquiabiertos. 

Se quedaron parados a la entrada del túnel que parecía una mazmorra marina azul, incapaces de dar un solo paso. Las gemelas se aferraron con fuerza la una a la otra. 

“E-Esas cosas de aspecto aterrador... son tiburones, ¿verdad?” 

“A ver... sí, son tiburones grises de arrecife.” 

“¿L-las tortugas son así de grandes? P-Pero, la que trajo Pecha era del tamaño de una palma...” 

“Ah, esa es una tortuga marina verde.” 

Gigantescas mantarrayas pasaban por encima de sus cabezas, tiburones se deslizaban con sus afilados dientes al descubierto, miles de anchoas plateadas nadaban en armonía y tortugas de movimientos lentos remaban con la boca abierta. 

Por fin se armaron de valor y las gemelas exploraron el túnel con pasos entusiasmados mientras Siwoo las seguía despreocupadamente. 

Pasaron un buen rato en el acuario y salieron de allí con dos pijamas que compraron en la tienda de recuerdos. 


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