City of Witches capítulo 89
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Silencio II
Parte 1
El día de Amelia empezó yendo a la habitación de Siwoo.
Levantó la manta que cubría su cuerpo y le limpió los brazos y las
piernas con una toalla tibia.
Sustituyó la gasa que cubría las cuencas de sus ojos aún abiertos y
utilizó la magia para mantener su higiene general.
En realidad, todo eso no era necesario.
Su cuerpo estaba casi congelado en el tiempo, no producía ninguna
secreción corporal debido a que sus procesos metabólicos se habían detenido.
Al final, su acto de expiación resultó ser meramente simbólico e inútil.
Durante unos 15 minutos, murmuró para sí misma junto a su cama, donde él
yacía durmiendo como si estuviera muerto.
No fue nada especial.
Como de costumbre, sólo eran sus divagaciones vacías.
Después, se dirigió a su laboratorio para comenzar su investigación
mágica.
De hecho, la magia de recuperación no era un tema de investigación
especialmente desarrollado.
Tanto las brujas como las aprendices de bruja poseían cuerpos
espirituales.
En comparación con el intrincado mecanismo del cuerpo humano, sus
cuerpos —compuestos de maná y conciencia que se centraban alrededor de su marca—
eran considerablemente más fáciles de restaurar.
Aunque les cortaran un brazo o les arrancaran un órgano, siempre que
tuvieran suficiente maná, podían restaurarlos.
Los problemas causados por virus o tumores ni siquiera eran dignos de
mención.
En tales circunstancias, ¿quién se esforzaría en desarrollar una magia
que sólo beneficiara a los humanos?
La magia de recuperación más alta en la jerarquía sólo estaba en el
décimo nivel.
Ese nivel era suficiente para las brujas.
Pero había una parte que ni siquiera el cuerpo espiritual de una bruja
podía curar fácilmente — el cerebro.
El lugar donde se concentraban los sentidos, las razones, los
pensamientos, los conceptos y las ideas de una persona.
La humanidad había ampliado los horizontes de la ciencia hasta el punto
de poder viajar de ida y vuelta a la Luna, pero aún no había comprendido del
todo ese órgano en particular.
Las señales eléctricas y las reacciones químicas que tienen lugar entre
miles de millones de neuronas estaban más allá del alcance de la magia de
recuperación de 10º nivel. Recibir daños en el cerebro significaba la muerte,
incluso para las brujas.
Además, considerando la fragilidad del cuerpo humano...
Era incierto el nivel necesario para despertar a Siwoo de su letargo.
Mientras se enfrentaba a innumerables muros que obstruían su avance,
Amelia se sentía impotente.
Aun así, nunca pensó en rendirse.
“...”
Aunque se sentía impotente y no había nada que pudiera hacer. Comparado
con el día en que su maestra la dejó, este nivel de desesperación no era nada.
A diferencia de cuando tuvo que aceptar impotente su destino, esta vez,
tenía un medio para resistirlo.
Aún tenía una forma de enmendarlo.
A pesar de lo doloroso y duro que pudiera ser el viaje, eso no la haría
darse por vencida.
—¡Creak! (Crujir)
“¡Amelia!”
Cuando oyó el ruido de unos pasos que se acercaban, la puerta de su sala
de investigación se abrió de golpe.
Con su cabello púrpura ondeando a cada paso, apareció Sophia.
Era amiga de Amelia desde hacía mucho tiempo y alguien en quien podía
confiar.
“¿Qué ocurre?”
“¡Lo encontré!”
Sophia no podía ocultar su emoción mientras daba saltitos de alegría.
Aunque tenía un aire algo frívolo en comparación con una bruja
corriente, era la primera vez que Amelia la veía perder el control de sus
emociones.
Las pupilas de Amelia temblaron.
“¿Qué quieress decir? ¿Qué has encontrado?”
“¡Encontré una bruja que podría curar la condición del Asistente Siwoo!”
“¿E-En serio?”
Amelia se agarró el pecho en respuesta a la repentina oleada de
esperanza que hizo palpitar su corazón.
Sin embargo, era demasiado pronto para celebrarlo.
Sophia sacó apresuradamente de su abrazo dos montones de papeles
arrugados.
“Buscando entre los archivos desechados, encontré una tesis escrita por
una bruja sobre la regeneración cerebral.”
Entre los papeles apilados había una tesis.
Amelia los cogió rápidamente de la mano de Sophia y leyó el título.
'Regeneración cerebral a través de la transmutación humana:
Interpretación Psicológica de Mundos Múltiples y Recuperación de la Entropía.'
Aunque Amelia no podía comprender del todo la profundidad de la tesis,
un breve vistazo al contenido bastó para indicarle que era exactamente lo que
Siwoo necesitaba en ese momento.
“La autora de esta tesis es 'Smyrna[1]', una bruja de rango 19 especializada en transmutación humana. Sin embargo, hay un pequeño problema...”
“Lo sé.”
En cuanto Amelia escuchó las palabras de Sophia, lo comprendió todo.
El hecho de que esta tesis se encontrara en los archivos desechados
significaba que su autora había sido exiliada.
“¿Cuál fue la razón de su exilio?”
“Nunca la conocí en persona, pero... Al parecer, durante su
investigación, involucró a unos diez ciudadanos. Pero esto ocurrió hace tanto
tiempo que no quedan registros precisos.”
Amelia, que se había sentido abrumada por la alegría, apretó con fuerza
su ropa con calma.
En un principio, no guardaba rencor a las Exiliadas.
Al fin y al cabo, nunca había tenido ningún contacto con ellas.
Sin embargo, el reciente enfrentamiento con Ea Sadalmelik seguía
presente en su mente.
Ser testigo de la crueldad de la malvada bruja hizo que Amelia asociara
la palabra “Exilio” no sólo con repugnancia, sino también con inquietud.
Sophia era consciente de este hecho, así que le habló.
“No te preocupes. No todos las Exiliadas son tan malévolas como el
público cree. La 'Bruja de Acuario' era famosa incluso entre las Exiliadas por
sus tendencias psicópatas.”
“¿Sabes su paradero?”
“Lancé [Clarividencia] a aves migratorias de todo el mundo y encontré un
escondite en el Parque Nacional del Noreste de Groenlandia.”
La sensación de entusiasmo que se había apoderado del corazón de Amelia
empezó a disminuir.
Y preguntó con cautela.
“Aun así, ¿no sería demasiado arriesgado?”
No podía ocultar su preocupación.
Después de todo, esto no era para cualquiera, era para Siwoo.
Tenía que confiar en otra bruja para restaurar su cerebro.
Teniendo en cuenta que esa bruja era una Exiliada, no era de extrañar
que no pudiera tomar una decisión.
“Amelia, entiendo que te hayas esforzado en esto, pero existe la
posibilidad de que al final no lo logres... Sabes que su estado empeora poco a
poco, ¿verdad? Incluso si de alguna manera eres capaz de curar sus heridas
algún día, podría ser demasiado tarde...”
Las palabras de Sophia eran correctas.
Lo que Amelia intentaba hacer era similar a que un astrofísico se
matriculase de repente en una facultad de medicina para estudiar hasta adquirir
la destreza suficiente para realizar la cirugía cerebral más compleja del
mundo.
No había ninguna garantía de que su paciente siguiera vivo cuando ella
hubiera terminado de estudiarlo todo.
“¿Y qué hay de la Duquesa Keter? ¿Todavía no puedes localizarla? Si es
ella, debería poder ayudarnos...”
“Ya lo sabes, Amelia... Nadie la ha visto en 82 años.”
La Duquesa Keter se había recluido en la Torre de Marfil.
Ella era la bruja de más alto rango (y la más longeva) que había conseguido alcanzar el rango 30[] en la jerarquía por sí sola, sin heredar ni transmitir ninguna marca.
Alguien a quien todas las brujas veneraban.
Si había alguien que podía cambiar la realidad actual y devolver a Siwoo
a su estado original, era ella.
De hecho, tras el incidente, Amelia visitó inmediatamente la Torre de
Marfil de la Duquesa.
Sin embargo, la Duquesa era conocida por su indiferencia hacia los
asuntos mundanos.
Durante todo el mes, sin saltarse ni un solo día, la buscó
diligentemente. Pero la única persona con la que se topó fue una bruja de rango
de dos dígitos que merodeaba frente a la Torre de Marfil, esperando ansiosa el
más mínimo consejo de la Duquesa.
Como la barrera metafísica dispuesta en la torre rechazaba a cualquiera
que no estuviera invitada, Amelia sólo pudo regresar sin resultados.
Después, siguió enviando sus mensajes todos los días, pero no recibió
ninguna respuesta.
“Tenemos que tomar una decisión. Cuanto más retrasemos su tratamiento,
menor será la posibilidad de que se recupere.”
Sophia no ignoraba las preocupaciones de Amelia.
Sabía que las dudas de Amelia provenían de su traumática experiencia de
perder a una persona importante para ella.
Tener que poner la vida de otra persona importante en manos de otra
bruja era una decisión obviamente difícil para ella.
Sin embargo, ser excesivamente precavida no siempre conducía a la mejor
elección.
Amelia necesitaba tomar una decisión ya.
Para no tener que lamentarse.
Amelia meditó detenidamente todas las posibilidades.
Y finalmente, con dificultad, abrió la boca para hablar.
“¿Has... intentado contactar con ella?”
“Recibí su respuesta esta mañana. También pregunté sobre conseguirle un
permiso temporal por medio de la Condesa Gemini y me dijeron que nos prestarían
su colaboración activa... En realidad, en las últimas dos horas, han estado
presionando para que pudiera recuperar su condición de ciudadana.”
Necesitaban que la bruja llamada Smyrna fuera llevada directamente a Gehenna.
El Siwoo actual no estaba en condiciones de ir al mundo moderno a través
de un portal.
En primer lugar, el hecho de permitir que una Exiliada pisara legalmente
Gehenna no tenía precedentes.
La Condesa Gemini les ayudó en este asunto porque estaban en deuda con
Siwoo por haber arriesgado su vida por sus aprendices de bruja en dos
ocasiones.
Incluso estaban organizando una compensación bastante radical para la
Exiliada, ofreciéndole la ciudadanía por tratar a Siwoo.
“Por ahora, vamos a confirmar sus credenciales. Para hacer eso, necesito
confirmar sus habilidades con mis propios ojos.”
“Sí, ese es el camino a seguir. Pero, ¿cuál es tu plan?”
“La convocaré inmediatamente.”
Parte 2
Entre el mundo moderno y Gehenna, había una “Puerta” que los conectaba.
Para viajar a través de ella, se requerían tres cosas.
- Ríos u océanos no contaminados y limpios.
- La ciudadanía de Gehenna.
- Una poderosa onda expansiva.
Cumplidos esos tres requisitos, se podía entrar en Gehenna a través de
la “Puerta” desde cualquier parte del mundo y, a la inversa, trasladarse a
cualquier lugar del mundo a través de ella.
En la sala VIP de la oficina de control de inmigración, Amelia estaba de
pie con la mano entrelazada, esperando a la persona que atravesaría la Puerta.
Habían pasado tres horas desde la hora acordada, pero 'Smyrna' no
aparecía por ninguna parte.
Sophia había construido una imagen con su [Clarividencia], por lo que
Amelia tenía una idea del aspecto de la Exiliada.
Aunque, la calidad de la imagen era pobre debido a que Sophia tomó
prestada la visión de un ave migratoria.
“...”
Sin embargo, aunque pasaron varias brujas, su figura seguía sin
aparecer.
¿Quizás sospechó de la repentina invitación? ¿Y decidió esconderse?
Incluso en su forma espiritual, Amelia sintió que se le secaba la
garganta.
Incapaz de ocultar su impaciencia, se mordió el labio inferior.
¿Hubiera sido mejor que fuera yo misma a buscarla?
¿He vuelto a estropear las cosas con mi precipitado juicio?
En medio de su creciente malestar, se abrió la puerta de la sala de
control de inmigración.
“Phew...”
Ella dejó escapar un involuntario suspiro de alivio.
La persona a la que esperaba había entrado por fin en la sala, aunque
tímidamente.
Como había visto antes en la imagen, la Exiliada era de ascendencia
asiática, aunque la clasificación racial de “piel amarilla” parecía irrelevante
debido a su piel blanca como la nieve.
Su cabello negro azabache estaba recogido en un moño que dejaba al
descubierto su nuca. Sus ojos oscuros y brillantes no ocultaban su inquietud
mientras miraban a su alrededor.
Llevaba una falda rústica de cuadros, un abrigo de piel con motivos
florales y botas blancas. A la espalda llevaba una mochila más grande que su
propio cuerpo que parecía estar llena de cosas.
Independientemente de quién las usara, su sentido de la moda parecía tan
fuera de lugar.
¿Es ese... el sentido de la moda del mundo moderno...?
En medio del desconcierto de Amelia por su sentido de la moda, la
Exiliada, Yebin, la llamó.
“Disculpe, es mi primera vez en Gehenna... ¿Es usted la Baronesa Amelia
Marigold?”
“Sí, soy yo. Encantada de conocerla.”
“¡Ah, ya veo...! Mi nombre es Yebin Smyrna. Es la primera vez que veo a
una bruja que no sea mi maestra... ¿Tengo que estrecharle la mano?”
Tras limpiarse torpemente la palma de la mano en la ropa, Yebin extendió
la mano con una sonrisa igualmente torpe.
Amelia tomó su mano y la estrechó torpemente.
“Gracias por invitarme. He oído que tienes un paciente para mí... ¿A dónde
debo ir?”
“Primero tenemos que ir al portal.”
“¡O-Okay! ¿Es por aquí? ¿O por aquí?”
“Por aquí.”
Amelia agarró del brazo a Yebin, que parecía no poder recomponerse, y la llevó a su mansión.
Referencias
- Nota de GT: Esmirna, “Σμύρνα” en griego. Madre de Adonis, amante mortal de Afrodita y Perséfone. Debido a su relación incestuosa con el padre de Adonis, fue convertida en el árbol de la Mirra y dio a luz a Adonis mientras era un árbol. ↩
- RKB7: Si Amelia es poderosa, la Duquesa Keter de nivel 30 está en otra dimensión 😲. ↩