Goblin Slayer Vol. 1 capítulo 2
"Leer Goblin Slayer Volumen 1 capítulo 2 novela ligera en español."
Goblin Slayer volumen 1 capítulo 2 en español
![Gobblin Slayer novela ligera pdf Esperaaa...!!](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh55n7krJ04gO7CEWGf7ZF4KT7BE4Z-yg2ZLDts2E6u6YggFtznEu3V6NrZ_cInZyoTWceHglZYaYOn41Yv18Rrp0d9eQIJ5tIGzZDn9s5x5f3qdvGCrq6kGgpl4pIBJe6CrObHpm932nEfyIuC6HQh_BG1lFBoT5TB9qPsJhzCMh7JGpJvn1f5wmpACQ/s320/Goblin_Slayer_v1_Cover.webp)
La Vida Diaria en la Granja
Ella tuvo un sueño nostálgico.
Era un sueño durante un verano cuando ella era muy
joven. En ese tiempo, ella tenía cerca de 8 años.
Ese día, para ayudar a una vaca que estaba en labor (de parto), ella se dirigió hacia la casa de su tío para
pasar la noche.
Ya que ella era muy joven en ese entonces, ella pensó
que podía ir a la granja de su tío para divertirse. Sin embargo, ella nunca
pensó que fuera una tarea molesta.
Además, ella iba a ir a ayudar a la vaca a dar a luz.
¡Este era un trabajo asombroso!
Sin embargo, la parte más importante era que ella iba
a dejar el pueblo. Sorprendentemente,
¡ella se aventuraría al siguiente pueblo, sola!
Ella aun podía recordar vívidamente cuando le alardeó
de este evento a él, él tenía una expresión agria en su rostro.
Aunque él era 2 años mayor que ella, él no sabía nada
sobre el mundo fuera del pueblo.
Fuera del pueblo…
Ni siquiera había un deseo de mencionar la capital, ya
que no podía imaginar cómo se vería la ciudad.
Aun así, ella era tan desorientada como lo era en ese
entonces...
Al final, todavía no podía recordar lo que había sido
el catalizador.
Después de todo, ella lo había ofendido. Lo que les
llevó a tener una pelea, y como resultado, lloraron.
Ahora que lo pensaba, probablemente era un poco
grosera con sus palabras porque él era un chico.
Tal vez ella había cruzado la línea con sus hirientes palabras y realmente lo enfadó.
Ella realmente no podía imaginar que tal cosa sucedería, incluso en sus sueños. Finalmente, no fue más que un error que cometió cuando ella era joven.
Eventualmente, su hermana vino a llevárselo y sostuvo
su mano en el camino de vuelta a casa.
Para ser honesta, ella quería invitarlo a ir con ella.
Mientras se sentaba en la carreta que fue designada
para el siguiente pueblo, ella giró su cabeza para mirar hacia el pueblo.
Solo sus padres habían venido a despedirla.
Él no había venido.
A pesar de eso, ella se despidió de sus padres.
Mientras dormía en la parte trasera de la carreta,
ella de alguna manera se lamentó un poco.
Al final, ella no le dijo que lo sentía.
—Cuando regrese, se lo compensaré…
Ella pensó.
✠
El día para una chica de campo empezaba temprano.
Porque tan pronto como salía el sol, él se despertaría antes de que el gallo siquiera cantara.
Después de eso, él patrullaría alrededor del rancho.
Esto era algo que él nunca dejaba de hacer cada día.
Era solo entonces cuando la granjera le preguntaba la
razón de eso, y él respondía que estaba buscando huellas.
— Los goblins son activos durante la noche. Cuando sale el sol, regresan
a su nido. Más importante, ellos primero revisan el lugar antes de atacar.
Él dijo que esa era la razón por la que buscaba
huellas todos los días. Era para prevenir pasar por alto cualquier señal de
goblins atacando.
Después de mirar alrededor, él haría otra ronda solo
por precaución.
Mientras patrullaba, él inspeccionaría si la cerca del
rancho estaba suelta o dañada.
Si encontraba algo de eso, él conseguiría palos y estacas de madera para empezar su reparación.
La granjera se despertó por el sonido de sus pisadas fuera de la ventana.
Un rato después, el gallo finalmente empezó a cantar.
Escuchando los ruidosos pasos, ella se arrastró fuera de su cama de paja, desnuda. Estirando su cuerpo, ella bostezó mientras se ponía su ropa interior sobre su saludable y bien desarrollado cuerpo.
Abriendo la ventana, el frio y refrescante aire de la
mañana sopló.
— ¡Buenos días! Estás despierto desde temprano, como siempre.
La granjera descansó sus grandes pechos en el alfeizar
de la ventana y estiró su cuerpo fuera como si llamara a la persona revisando
la cerca.
— Umm.
Él se dio la vuelta.
Él usaba una armadura de cuero y un casco sobre su
sucia cota de malla, y tenía un escudo atado en su brazo izquierdo.
Él se veía igual que siempre. La Granjera entrecerró
los ojos y miró al sol.
— El clima hoy es maravilloso. ¡El sol es tan brillante!
— Ciertamente.
— ¿Ya se ha despertado mi tío?
— No lo sé.
— Ya veo. Bueno, creo que debería estar despierto ahora.
— ¿Lo está?
— Debes estar hambriento. Empezaré a preparar el desayuno inmediatamente,
así que comamos juntos.
— Okay.
Él asintió lentamente.
—Sigue sin hablar, igual que siempre. Pensó la granjera, y sonrió.
Él no era así cuando era joven.
Aunque la conversación podía diferir dependiendo del clima, sus intercambios habían sido los mismos, siempre.
Aun así, él era un aventurero – una ocupación
peligrosa que estaba llena de riesgos.
Si ella pudiera hablar con él pacíficamente así todos
los días, ella no tendría más quejas.
La Granjera tenía una sonrisa en su rostro mientras se
ponía sus ropas de trabajo. Entonces, con pasos rápidos, se dirigió a la
cocina.
Originalmente, ellos habían acordado un sistema de
turnos para preparar la comida…
Pero cocinar era el trabajo de la granjera.
Porque todos estos años que habían estado viviendo
juntos, él nunca antes había cocinado.
¿Tal vez una vez, o
dos? Ella solo
recordaba que fue cuando ella estaba con fiebre.
Aunque ella sintió que la sopa era blanda y estaba
medio cruda, ella no lo dijo, porque él probablemente se enojaría.
La chica había pensado sobre eso antes, que si él se
despertaba tan temprano cada día, él también podría preparar la comida.
Pero de nuevo, la vida diaria de un aventurero es
irregular. Ella entendía esto, así que ella nunca lo culpó.
— Buenos días, tío. La comida debería estar lista pronto.
— Umm, buenos días. Huele bien. ¡Me pongo más hambriento con cada
segundo!
Aparentemente, el tío, que también era el dueño de la
granja, había despertado.
Goblin Slayer también terminó su inspección y regresó
a la casa.
— Buenos días, tío.
— Uhh… Buenos días.
Su saludo era educado, y sonaba como si estuviera
hablando de negocios oficiales.
El tío respondió con un tono vago, seguido de un
asentimiento de cabeza.
![La Granjera - Goblin Slayer Vol. 1](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixLjJM5ZWJs6EbWtE-cq9X7hiwP1EgSIs2q5kpF6KHo7ASeeeimv4R6LKpQ73hxKW0fqvnLGW26oCIX2EIoMk5ocF1FwtXgMvXbiL5KLuYQ4P_jT2Z0uvcNhRg8iYOO1H_Oy7_02X7j-FTUBZpXBRIHCW74QTIARUdW7SuwiFvEmDGLlmwYEaqDvlPstc/s16000/Goblin_Slayer_v1_image_2.webp)
Había queso, pan, y una sopa cocida con leche puesta
sobre la mesa para comer. Estos eran todos productos frescos de la granja.
Él rellenó su boca de comida a través de la pequeña
abertura en su casco.
La granjera no pudo evitar sonreír por esa situación.
— Esto es por este mes.
Él dijo, como si recordara algo importante, mientras
tomaba una bolsa de cuero desde su cintura, y la ponía sobre la mesa.
Un pesado * clink* pudo ser
escuchado desde la bolsa. Cuando la bolsa se abrió, pudieron ver que estaba
llena de monedas de oro.
……
El tío dudo en si aceptar el dinero, o no.
La chica pensó:
No es de extrañar.
Él no tenía razón para quedarse en los establos de una
pequeña granja así, si él podía permitirse las mejores habitaciones de una
posada de lujo.
Mientras lentamente tomaba una decisión, él suspiró y
tomó la bolsa de cuero.
— Parece que ser un aventurero también es bastante rentable.
— Es porque ha habido un montón de trabajos recientemente.
—… ¿Los hay? Uhh, tú, sobre eso…
El tío estaba tartamudeando como siempre.
El amable tío siempre hacía esto cuando hablaba con
él.
La granjera realmente no podía entender la razón.
Después de un rato, el tío, con un rostro temeroso y
habiéndose rendido, le preguntó:
—… ¿Iras ahí hoy también?
— Sí.
Él simplemente respondió 一 asintiendo, como siempre.
— Iré al gremio. Porque hay un montón de trabajos.
— Es así… no te presiones demasiado.
—Sí.
Su monótona voz hizo que el tío hiciera una mueca,
mientras tomaba un sorbo de la leche caliente.
La escena de su conversación siendo detenida en este
punto se volvió una situación de todos los días.
Así que, para cambiar el ánimo, la Granjera dijo, en un
tono alegre:
— Sobre eso, también iré al gremio a hacer una entrega. ¡Vamos juntos!
— No tengo problema con eso. Él asintió.
Viendo eso, el tío, con un rostro severo, frunció sus
cejas.
—…No, si vas a entregar los bienes, conduciré la carreta hasta allí…
— ¡Está bien, está bien! ¡Eres demasiado sobreprotector, tío! No me
subestimes. ¡Soy bastante fuerte, sabes!
Dijo la granjera mientras se enrollaba las mangas y
flexionaba sus músculos.
Como decirlo… sus brazos eran definitivamente más
gruesos que las de las doncellas de la misma edad en el pueblo, pero no eran
demasiado musculosos.
— Entendido.
Dijo mientras rápidamente terminaba su desayuno, y se
ponía de pie sin siquiera decir ‘Estoy lleno’.
— ¡Ah, espera un minuto! Te estás apresurando mucho. También necesito
prepárame,
¿sabes? ¡Espérame!
Aun así, incluso esta escena era una situación común.
La granjera no le ponía mucha atención a su imagen
mientras rápidamente engullía su desayuno.
Como ella estaba haciendo bastante cantidad de labor
física, ella tomó leche para ayudarle a bajar la gran cantidad de comida a su
estómago. Después de eso, ella agarró la vajilla sucia y la arrojó al
fregadero.
— Bueno tío, entonces, ¡me voy!
—…Okay, te vas. Se absolutamente cuidadosa en el camino.
— No necesitas preocuparte. ¡No dirigimos ahí juntos!
Su tío continuó sentado en la mesa con su rostro
arrugado como si quisiera decir —Es porque van juntos que estoy preocupado.
Su tío era un amable y gentil dueño de una granja.
Para la granjera esto era muy obvio.
Pero su tío no sabía cómo llevarse bien con él. O más
bien, el temía que él –El tío– pudiera volverse cercano a él –Goblin Slayer–.
Yo no creo que haya algo para estar asustado.
Después de su comida, ella salió de la casa y lo
observó. Él ya había pasado la cerca de la granja y empezó a caminar por el
sendero delineado.
Ella se dijo a sí misma que dejara de holgazanear, y
calmadamente corrió por la carreta que estaba aparcada detrás de la casa.
La mercancía ya había sido cargada el día anterior,
así que todo lo que ella necesitaba hacer era agarrar la manija y empezar a
caminar.
Las ruedas chirriaron mientras la comida y el vino en
la carreta chocaban uno contra el otro.
Con grandes pasos, él se dirigió hacia la capital en
un camino que tenía arboles a cada lado.
Detrás de él estaba la granjera tirando de la carreta
mientras trataba de alcanzarlo.
Cada vez que la carreta se sacudía, los grandes pechos
de la granjera se sacudían junto a ella.
Ella no parecía cansada, pero su frente estaba
cubierta en sudor mientras jadeaba.
—…—
De repente, sus pasos
gradualmente se volvieron más lentos. Pero solo se hicieron más lentos, nunca
se detuvieron a esperar.
La granjera se apresuró a ponerse a su lado al darse
cuenta de eso.
— Gracias.
—…No hay necesidad.
Él no dijo mucho mientras sacudía su cabeza. Pero tal
vez porque él usaba un casco, sus acciones eran bastante obvias.
— ¿Quieres que ayude?
— No hay necesidad, puedo hacerlo.
— Ya veo.
Enviar comida al Gremio de Aventureros, que también
servía como una posada y una taberna, era el trabajo de la granjera.
— ¿Algo nuevo?
Dijo la granjera mientras tiraba de chirriante vagón
detrás de ella, y caminó con largos pasos para furtivamente mirar su rostro.
Aun así, ella dijo que era el lado de su rostro,
mientras él estuviera despierto él siempre estaba usando un casco.
Ella no podía ver que expresión estaba haciendo ahora
mismo.
— Hay más goblins.
Él dio una respuesta corta.
Aunque era corta, había veces donde eso era
suficiente. La granjera asintió su cabeza alegremente.
— ¿Realmente?
— Más de lo usual.
— ¿Muy ocupado?
— Sí.
— Bueno, has estado saliendo mucho recientemente.
— Sí.
— Tener un aumento en los trabajos, ¿no es algo bueno?
— Te equivocas.
Él sacudió su cabeza silenciosamente.
— No lo es.
— ¿Por qué no?
La granjera preguntó, así que él respondió.
— Solo es bueno cuando no hay goblins.
—…Ciertamente.
Realmente era bueno.
La granjera asintió con su cabeza.
Las cosas serían mejores si no hubiera goblins.
✠
1El camino gradualmente mejoró, y solo podían distinguir los edificios en
el horizonte mientras el bullicio de la ciudad llegaba a sus oídos. Aquí, como
en la mayoría de pueblos, el Edificio del Gremio estaba justo después de la
entrada. También era el edificio más grande de la ciudad, elevándose sobre sus
alrededores, incluso más grande que el Templo de la Madre Tierra con su
enfermería adjunta. Ostentosamente, esto era porque muchas personas de fuera de
la ciudad vendrían buscando el Edificio del Gremio y necesitarían encontrarlo
fácilmente.
La granjera, por primera vez, estaba feliz de
encontrarlo fácilmente.
El Gremio también afirmaba que querían ser capaces de
aprehender rápidamente a cualquier sinvergüenza que estuviera haciéndose llamar
aventurero.
De nuevo, era difícil diferenciar a los aventureros de
los matones comunes.
Ella vio todas las variedades de raras armaduras
usadas por personas caminando por las calles y él con su casco de acero, aunque estuvieran en
medio del pueblo, e hizo una sonrisa irónica.
— Espera, ¿está bien? Solo voy a bajar la entrega.
— Entendido.
La granjera rápidamente dejó los productos en la
entrada de servicio en la parte trasera del edificio, entonces exhaló mientras
limpiaba el sudor de su frente. Ella hizo sonar la campana para llamar al
cocinero, le mostró una hoja de cálculo para confirmar que había traído todo
como se pidió, y pidió su firma. Ahora todo lo que necesitaba era la firma de
la recepcionista, y su entrega estaría terminada.
— Lamento hacerte esperar.
— No hay problema.
Él aún estaba ahí cuando ella se dirigió a la entrada principal, aunque ella sabía que estaría ahí.
CanisLycaon: A partir de esta parte, es la traducción de YenPress, por si notan algún cambio en términos o algo por el estilo.
Mientras pasaban a través de la puerta del Edificio del Gremio juntos, el alivio momentáneo del sol fue barrido por el calor corporal colectivo de todas las personas agrupadas en el edificio.
El Edificio del Gremio era tan animado como siempre.
— Voy por esa firma.
—Entendido.
Afuera él había esperado por ella, pero adentro se
separarían.
Él se dirigió a una fila de asientos a lo largo de la
pared y se sentó en con autoridad, como si estuviera reservado para él. La
granjera se despidió ligeramente con la mano, y entonces se dirigió al
escritorio de la recepción, donde una línea de visitantes esperaba. Había
aventureros, personas llenando misiones, y perchas de todo tipo. Comerciantes
desde herreros hasta prestamistas, desde mercaderes hasta vendedores ambulantes
de medicina. Se le ocurrió que aventurarse tenía más gastos de los que
aparentaba.
— Así que, escucha. Este troll venia hacia mí, ¿cierto? ¡Pero yo estaba
como, ¡Hoy no! y pasé de él!
— Oh vaya, eso suena muy agotador. Tal vez deberías probar una poción de
resistencia.
La granjera vio a un aventurero con una lanza,
relatando ansiosamente sus hazañas a la chica en la recepción. Su
impresionantemente delgado cuerpo, que parecía compuesto casi completamente de
musculo sólido, hablaba de su fuerza. La etiqueta alrededor de su cuello
mostraba que él era un aventurero de rango Plata.
La granjera sabía que este era el tercer rango más
alto en la jerarquía del Gremio. Ella lo sabía porque también era su rango.
— ¿Poción de resistencia? ¿Quién la necesita? Nena, acabo de enfrentar un
troll con nada más que mi lanza. ¿Qué piensas de eso?
— Oh, he oído que tan temibles son los trolls… Mientras ella empezaba a
sentirse inquietada, buscando palabras, los ojos de la recepcionista se posaron
sobre él sentado por la pared.
— ¡Oh! Su rostro se iluminó instantáneamente.
— Ugh. Goblin Slayer. El sujeto de la Lanza hizo un alboroto mientras
seguía la mirada de la recepcionista.
Tal vez él había hablado un poco muy fuerte. El
alboroto del Edificio del Gremio se elevó mientras primero un visitante, luego
otro miraba en su dirección.
— No puedo creer que él también sea un rango Plata. Un elegante caballero estaba sacudiendo su cabeza con disgusto. Las cicatrices en su armadura plateada hablaban de muchas batallas y la hacía más sorprendente. — ¿Quién sabe si puede luchar contra algo más grande que un goblin? ¿Un ‘especialista’? ¡Heh! ¡Le dan un rango Plata a cualquiera estos días!
— Déjalo. Él nunca ha tenido algo que ver con el resto de nosotros, de
todas formas. ¿A quién le importa lo que haga?
Un gran guerrero le dio al Caballero un despectivo
movimiento con la mano. ¿Era idiotez o valentía lo que le dejaba verse tan
cómodo en su armadura de aspecto villanesco? Ambos, él y caballero tenían una
placa de plata, así que tampoco eran ningunos novatos.
Aunque dos chicos siguieron hablando. Cada uno tenía
una daga, un bastón, y una túnica.
— ¡Míralo! dijo uno. — ¡Nunca he visto una
armadura así de sucia!
— Sí, incluso nosotros tenemos mejores cosas que él…
Su equipamiento era cada pedazo tan barato como la de
él, pero para ellos era ‘mejor’ en que no tenían siquiera un rasguño.
— Paren, un paladín femenino cerca de la edad de los chicos dijo con
reproche. — ¿Qué pasa si los escucha? Estoy segura de
que es un novato como nosotros. El ridículo en sus voces estaba teñido de
alivio en encontrar a alguien más tan patético que ellos. No mostraron señales
de notar la etiqueta de plata en su cuello.
— Heh-heh-heh… Una hechicera con un sombrero puntiagudo y una túnica
escandalosa parecía estar disfrutando el intercambio. Ella era llamada bruja y
era una usuaria de magia de rango Plata. Ella abrazó su bastón seductoramente y
se recostó cerca de la pared más alejada de lo que estaba pasando.
Los susurros se esparcieron a través de la habitación.
Aquellos que lo conocían y aquellos que no, todos murmurando juntos.
Y en medio de todo, él se
sentó silenciosamente en su asiento como si no le importara.
—A él no le importa. No está actuando – realmente no
le importa. Así que supongo que no hay punto en enojarme por
él…
La granjera contuvo su lengua, pero no estaba feliz.
En ese momento, con el ceño fruncido aun fijo en su
rostro, ella se encontró con los ojos de la Recepcionista. Detrás de su
perpetua sonrisa, ella tenía la misma expresión que la granjera.
Resignación. Enojo. Disgusto. Y… el reconocimiento de
que no había nada que pudiera hacer.
—Sé cómo te sientes.
La granjera cerró sus ojos por un segundo y suspiró.
— Discúlpame, por favor. Ya regreso.
— Sí, er, ahem, por favor… Estaré esperando. ¡No he terminado de decirte
sobre mi valiente haza– er, de hacer mi reporte!
— Sí, entiendo. La recepcionista desapareció en la oficina trasera.
Un momento después, ella asomó su cabeza en el salón.
Llevaba con ambos brazos una pila de papeles que parecían pesados. Con un jadeo
y un soplido, ella los llevó al tablero en la pared.
— ¡Muy bien, todos! ¡Es hora de poner las misiones de la mañana! La voz de
la Recepcionista fue llevada a través del salón, silenciando los murmullos en
la habitación. Sus trenzas rebotaron alegremente mientras se balanceaba para
llamar la atención de la multitud.
— ¡Finalmente! Ojos brillantes, los aventureros se amontonaron hacia la
recepcionista, botando sillas en su prisa. Después de todo, si no tomaban una
misión, no comerían hoy. Tal era la vida de un aventurero. La naturaleza al
igual que la recompensa ofrecida de la misión influenciaría la reputación de
los aventureros. Y que tanto contribuían al mundo – un valor al que las
personas normales se referían como ‘puntos de experiencia’ – determinarían su
rango.
Y todos querían subir de rango.
El rango de un aventurero le concedería confianza,
después de todo. Nadia podía confiar una misión importante a un aventurero de
Porcelana u Obsidiana, no importa que tan habilidosos fueran.
Con la recepcionista mirando, los aventureros reunidos
reñían mientras tiraban misiones del tablero.
— Las misiones de rango Porcelana son tan… baratas. No quiero gastar toda
mi vida cazando ratas en las alcantarillas.
— Bueno, no hay mucho que podamos hacer. Hey, ¿qué tal esta?
— ¿Asesinar goblins? Bien. Ciertamente, suena como un trabajo para
novatos.
— Oooh, esa es buena. Quiero matar algunos goblins…
— ¡No! Escuchaste a la recepcionista - ¡tenemos que empezar con las
alcantarillas!
— ¿Qué tal dragones? ¿Algún dragón? ¡Algo marcial!
— Oh, ríndete, no tienes el equipamiento para eso. Quédate con acorralar
bandidos. La paga no es mala.
— Hey, ¡yo estaba viendo esa misión!
— Bueno, yo la cogí primero. Supongo que tendrás que encontrar otra.
El Lancero de antes llegó tarde a la lucha, y fue
empujado hacia atrás por la multitud hasta que cayó sobre su trasero. Él saltó
y voló hacia la gresca con un rugido.
— Okay, todos, no hay necesidad de pelear, la recepcionista dijo
calmadamente con la sonrisa aun iluminando su rostro.
— Hmph. A lo lejos, la granjera se alejó de la recepcionista. Ella no
quería quedar atrapada en esto, y parecía que no obtendría la firma pronto.
Aburrida, la granjera dejó su mirada dirigirse hacia
la pared. Él aún estaba sentado ahí.
Ella una vez había dicho, —
Mejor nos apresuramos o todo el trabajo se habrá ido, pero él había respondido,
— Asesinar goblins no es muy popular. Los granjeros
publican esos trabajos, así que las recompensas son bajas, los aventureros más
experimentados no las tomarán.
Así que él esperó a que el área de recepción se
limpiara. No había prisa.
Y… él nunca lo dijo, pero la granjera pensó que él
estaba esperando para que nuevos aventureros pudieran tomar misiones primero.
Aunque ella se lo hubiera señalado. Él solo diría,
— ¿Es así? como siempre hacia.
— Hmm… Si ella iba a estar atorada aquí de todas maneras, ¿tal vez ella
debería ir a esperar con él? Ella no debió haber dudado.
— Ah… Alguien más se acercó a él antes de que ella pudiera.
Una joven aventurera. Ella usaba un atuendo de
sacerdotisa sobre su delicada estructura, el símbolo de la Madre Tierra colgaba
de su bastón.
—…Hola, dijo ella brevemente, parándose en frente de él. Ella parecía
incomoda mientras se hacía una pequeña inclinación.
— Sí. Eso fue todo lo que él dijo. Lo que fuera que estuviera pensando
estaba dentro de su casco. Él no parecía notar que la sacerdotisa estaba
incluso más sonrojada por su inhabilidad de provocar una respuesta apropiada de
él.
— Compré algo de equipo. Justo como me dijiste. Ella enrolló las mangas
de su vestimenta.
Un set de cota de malla totalmente nueva colgaba de su
delgado cuerpo, los enlaces encadenados centellaron débilmente.
— Nada mal.
Alguien que no lo conociera mejor hubiera tomado la
escena de mala manera, pero sus palabras no tenían ni pisca de insinuación.
Él finalmente se giró hacia la sacerdotisa, la miro de arriba y abajo, y asintió. — Los anillos son un poco amplios, pero será suficiente para detener sus espadas.
— La Madre Superiora estaba muy disgustada conmigo. Ella quería saber qué
sirviente de la Madre Tierra usaría una armadura.
— Ella probablemente no sabe mucho sobre goblins.
— No es eso. Es una violación de los preceptos…
— Si interferirá con tus milagros, tal vez deberías cambiar de fe.
— ¡Mis oraciones llegarán a la Madre Tierra!
— Entonces no hay problema.
La sacerdotisa infló sus mejillas de forma adorable.
Ambos estuvieron en silencio por un momento.
— ¿No te vas a sentar?
— Oh, ¡l-lo haré! ¡Me sentaré!
Sonrojándose, ella apresuradamente se sentó en la
silla junto a él. Su pequeño trasero hizo un lindo * pomf*
mientras se sentaba.
La sacerdotisa puso su báculo a través de sus piernas
y apretó sus manos, como si tratara de encogerse en el asiento.
Al parecer, ella estaba bastante nerviosa.
— Hmph. La granjera dejó salir un gruñido, pero no era como si él nunca
hubiera mencionado a esta chica. Ella era una aventurera que con la que había
estado en un grupo por cerca de un mes. Él no dijo que la había encontrado en
su primera aventura y la había tomado bajo su ala
– pero la granjera había supuesto eso juntando las
piezas que había logrado sacarle a él.
En la otra mano, ella siempre había estado preocupada
por él ahí fuera solo, así que estaba feliz de que hubiera alguien con él
ahora. Por otra parte… ¿tenía que ser tan joven y linda?
La granjera venía con él al Edificio del Gremio todos
los días, pero esta era la primera vez que veía a la sacerdotisa en persona.
Ella era tan delgada que parecía que un abrazo fuerte podría a quebrarla a la
mitad. La granjera miró hacia abajo a su amplio cuerpo y dio un pequeño
suspiro.
La sacerdotisa nunca notó a la granjera mirándola. En
su lugar, aun sonrojándose furiosamente parecía haber reunido su coraje, y ella
abrió la boca.
— S-sobre el otro día…
El alto y agudo tono en sus palabras debe haber sido a
causa de los nervios, de seguro.
— ¡C-creo que destruir toda la cueva con esa mezcla de fuego fue…
demasiado!
— ¿Por qué es eso? Él continuó sonando como si nada de esto le
sorprendiera. — Difícilmente podemos dejar a los
goblins ahí.
— S-sí, pero que… ¿qué pasa con las consecuencias? ¿Y si toda la montaña
hubiera caído?
— Estoy más preocupado por los goblins.
— ¡Lo sé! ¡Estoy tratando de decirte que esa visión tan corta es el
problema!
—…Ya veo.
— ¡Y-y otra cosa! ¡Creo que la forma en que te deshaces del… del olor
debería ser un poco…
un poco más…! Ella empezó a inclinarse en su asiento
mientras hablaba.
Su tono sugería que él se estaba irritando.
— Así que, ¿has aprendido los tiempos de ataque?
La sacerdotisa tragó, atrapada con la guardia baja por
el súbito cambio de tema.
La granjera, inocentemente escuchando a escondidas, se
rio para sí misma.
Él no ha cambiado ni un poco desde que éramos jóvenes.
— Es… temprano en la mañana o tarde en la noche. La sacerdotisa
respondió, mientras trataba de mostrar con su expresión que ella no lo dejaría
ir fácilmente.
— ¿Por qué?
— P-porque esas son las noches y mañanas para los goblins,
respectivamente.
— Correcto. Mediodía es medianoche para ellos. Su guardia es más estrecha
entonces.
Siguiente pregunta: ¿Cómo atacas un nido?
— Bueno… si es posible, haces fuego para echarlos con el humo. Porque es…
es peligroso…
dentro del nido.
— Cierto. Solo entra cuando no tengas tiempo o ninguna otra opción. O
cuando quieras asegurarte de haber asesinado cada uno de ellos.
Él la interrogó mientras ella luchaba por encontrar
respuestas.
— ¿Objetos?
— Principalmente pociones y antorchas.
— ¿Eso es todo?
— Y-y cuerda. Siempre hay un uso para la cuerda… supongo.
— No lo olvides. Hechizos y milagros.
— T-tus objetos pueden a menudo ser sustituto para hechizos y milagros,
así que deberías guardar tu magia para cuando la necesites.
— Armas.
— Um, deberías tener…
—No, no deberías. Tómalas del enemigo. Tienen espadas,
lanzas, hachas, garrotes, arcos.
No necesito ninguna herramienta especial. Soy un
guerrero.
—…Si, señor. Ella asintió como una niña que había sido regañada por su
profesor.
— Cambia tus armas, cambia tus tácticas. Hacer lo mismo una y otra vez es
una buena manera de hacer que te maten.
— Um, ¿podría… escribir esto?
— No. Si te quitan las notas, aprenderían de ellas. Tienes que saber todo
de memoria.
Él habló calmadamente mientras la sacerdotisa
trabajaba para grabar esas palabras en su memoria. Realmente parecía como la
ida y vuelta entre un profesor y su pupilo.
¿Alguna vez habló
tanto? La granjera
cambio intranquilamente cuando la pregunta surgió en su mente.
Ella no podía entender porque se sentía tan
intranquila. Ella quería obtener esa firma tan pronto como pudiera e irse a casa.
— Muy bien, dijo él, parándose de repente. Mirando alrededor, ella se dio
cuenta que la multitud de aventureros estaba solo arrastrándose hacia sus
misiones. Había mucho que hacer –
preparar equipo, surtirse de comida, suministros, y
reunir información.
La sacerdotisa se apresuró a mantenerse con él
mientras él trotaba hacia la recepcionista sin siquiera mirar a los aventureros
que partían.
— Ah…
La granjera había perdido su oportunidad de nuevo. Su voz, así como una mano estirada, quedó colgada en el aire.
— ¡Oh, Goblin Slayer-san! ¡Buenos días! ¡Qué bueno verte de nuevo hoy!
La voz y rostro de la recepcionista cargaban todo el
brillo que le faltaba a la granjera.
— ¿Algún goblin?
— ¡Sí! Hoy no hay muchos, me temo, pero hay tres misiones involucrando
goblins.
Mientras estaba ahí calmadamente, la recepcionista
recogió algunos papeles con mano hábil.
Ella parecía haberlos preparado de antemano.
— La villa por las montañas del oeste tienen un nido mediano. La villa
por el río del norte tiene un nido pequeño. Y hay un pequeño nido en los
bosques del sur.
— ¿Villas de nuevo?
— Sí. Todos son granjeros, como siempre. Me pregunto si los goblins los
eligen como blanco.
— Tal vez. Él había tomado sus palabras de broma en total seriedad. — ¿Alguien ha sido tomado en alguna de estas misiones?
— Sí. Un grupo de novatos en los bosques del sur. Esa es una misión de un
pueblo cerca del bosque.
— Novatos, él murmuro. — ¿Quién estaba en su
grupo?
— Veamos…, la recepcionista dijo. Ella lamió su dedo y empezó a pasar las
hojas de papel. —
Un guerrero, un mago, y un paladín. Todos de rango
Porcelana.
— Hmm. Eso está muy bien balanceado.
— Estaban aquí antes… ¿Solo tres personas? ¡Nunca sobrevivirán! El
chirrido en pánico de la sacerdotisa contrastó bruscamente con su moderada
evaluación. — Quiero decir, nosotros teníamos cuatro,
y…
Ella se puso pálida y tembló ligeramente. Ella agarró
su bastón fuertemente. La granjera miró lejos, el intranquilo sentimiento
continuó creciendo agudamente dentro de ella.
¿Por qué no se había dado cuenta antes?
—Él conoce a una aventurera en su primera misión… una
aventurera…
Ella debería haber entendido lo que eso significaba.
— Traté de explicarles… de verdad. Pero insistieron en que estarían bien, la recepcionista dijo intranquilamente. Ella obviamente conocía la historia de la sacerdotisa.
Pero al final del día, los aventureros eran
responsables de sí mismos. La sacerdotisa miró hacia él de forma suplicante.
— ¡No podemos dejarlos! Si no los ayudamos…
Su respuesta fue inmediata.
— Ve si quieres.
— ¿Qué…?
— Voy a tomar el nido de la montaña. Después de todo, un hobgoblin o un
chamán deberían estar ahí. La sacerdotisa lo miró vagamente. No había forma de
adivinar la expresión escondida detrás de su casco. —
Con el tiempo, ese nido crecerá, y entonces las cosas se pondrán peor. Tengo
que cortarlo de raíz.
— ¡Así que… ¿solo vas a abandonarlos?!
— No sé lo que crees que soy, él respondió con una firme sacudida de su
cabeza, — pero hay que encargarse de este nido. Como
dije, puedes ir por ti misma si quieres.
— ¡P-pero entonces enfrentaras el nido de la montaña solo, ¿no es así?!
— Lo he hecho antes.
— ¡Ahhhh! Dijo la sacerdotisa, mordiendo fuertemente su labio.
Incluso desde donde estaba, la granjera podía ver a la
sacerdotisa sacudiéndose. Pero su rostro no sugería miedo.
— ¡Eres imposible!
— ¿Vienes?
— ¡Por supuesto que voy!
— La escuchaste.
— ¡Oh, muchas gracias a ambos! La Recepcionista dijo, inclinando su
cabeza con suma gratitud. — Ningún otro aventurero
experimentado tomaría misiones de goblins…
— Experimentado, mi trasero, murmuró la sacerdotisa toscamente, mirando a
su etiqueta de Porcelana. Ella se veía como un niño haciendo pucheros.
— Ha-ha-ha… Bueno, ya sabes… Así que, ¿ambos irán?
— Sí, dijo la sacerdotisa asintiendo a regañadientes.
— ¡Sobre mis objeciones!
Él siempre estaba preparado, así que con el trabajo
administrativo hecho, estaban listos para partir inmediatamente.
Iban a pasar por la granjera en camino a la puerta. No
había otra salida del edificio. ¿Qué debería – o no – decir? Confundida, varias
veces abrió su boca como para decir algo.
Pero al final, ella no dijo nada.
— Estoy en camino.
Fue él quien, como siempre, se detenía directamente en
frente de ella.
— ¿Qué? Oh… Sí.
Ella asintió. Hubo una gran pausa antes de que lograra
exprimir dos palabras más.
— Cuídate mucho.
— Tú, también, cuídate de camino a casa.
La sacerdotisa asintió cuando pasó, y la granjera
respondió con una sonrisa ambigua.
Él nunca miró hacia atrás.
✠
La granjera regresó a la granja por sí misma, tirando
del carro vacío, y atendió a los animales sin decir nada.
Mientras el sol subía lento pero seguro en el cielo,
ella almorzó un sándwich sobre el pasto. Y
cuando el sol se había deslizado de regreso hacia el
horizonte, ella cenó en la mesa con su tío. Ella no pudo saborear la comida.
Después de la cena, ella salió. Un viento frío nacido
de la noche se frotaba contra sus mejillas.
Cuando miró hacia arriba, ella pudo ver todo el vasto
cielo con muchas estrellas y dos lunas.
Ella no sabía mucho sobre aventureros o goblins. Ella
no había estado en su pueblo cuando los goblins atacaron hace diez años.
Ella había estado en la granja de su tío, ayudando con
el nacimiento de un becerro. A su tierna edad, ella no se dio cuenta de que era
solo una excusa para dejarla jugar.
Era pura suerte que ella hubiera evitado la
catástrofe. Solo suerte.
Ella no sabía lo que había sucedido con sus padres. Ella recordaba enterrar ataúdes vacíos.
Ella recordaba al sacerdote decir algo, pero todo lo
que sabía entonces era que su madre y padre ahora se habían ido.
Ella recordaba estar sola al principio, pero ella ya
no lo sentía.
Y siempre estaba el ‘ y sí’. Si ella no hubiera peleado con él ese día. Si ella le
hubiera pedido a él ir con ella.
Tal vez las cosas hubieran sido diferentes. Solo tal
vez.
— Quédate hasta tarde, y lo tendrás difícil mañana en la mañana, una voz
áspera resonó sobre el sonido de pasos en la maleza.
Ella se giró y vio a su tío, con la misma expresión
preocupada que había tenido esa mañana.
— Lo sé. Iré a la cama en un rato, ella prometió, pero su tío sacudió la
cabeza con el ceño fruncido.
— Él tiene que cuidarse a sí mismo, pero tú también. Le dejé quedarse
aquí porque me paga, pero sería mejor si te mantienes alejada de él.
Ella mantenía silencio.
— Sé que son viejos amigos, pero algunas veces el pasado solo es pasado,
dijo. — Él no es el mismo. Está fuera de control.
Tú deberías saber eso.
La granjera solo sonrió a su amonestación.
— Tal vez. Pero aun así…
Ella miró hacia las estrellas. A las dos lunas y el
camino que se estiraba debajo de ellas. Aún no había señales de él.
— Voy a esperar un poco más.
Él no regresó esa noche.
Era mediodía del siguiente día cuando regresó.
Entonces durmió hasta el amanecer.
El día después de eso, sin mostrar ninguna señal de
fatiga, se unió a la sacerdotisa en aventurarse a los bosques del sur.
La granjera luego escuchó que los novatos nunca regresaron del bosque.
Esa noche, ella tuvo ese sueño familiar de nuevo. En el que nunca se había disculpado.