City of Witches capítulo 229

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 City of Witches capítulo 229 en español

 Personas que están Atadas al Pasado V

Parte 1

Las brujas promedio nunca lo notarían.

No importaba cuánto maná emitiera Siwoo durante su eyaculación, la ocultación de la Caja de Música era lo bastante fuerte como para esconderla de sus sentidos. 

Era como un avión sigiloso gigante que quedaba atrapado en un radar como un pequeño pájaro, la Caja de Música ocultaba suficiente de su maná hasta el punto de que sólo se podía sentir como una pequeña onda. 

Incluso Tiphereth no lo sentiría si no estuviera justo debajo de ellos. 

Pero, ella estaba allí y era más sensible a las ondas de maná en comparación con las brujas promedio. 

“¿Qué...?” 

Eloa sacó su arma distintiva, la 'Espada del Pacto'.

En respuesta a su llamada, la espada con doce caracteres grabados en ella mostró su brillante aspecto en el aire. 

Pasaban muchas cosas entre ellos, pero en ese momento, Eloa ya había depositado su confianza en Siwoo. 

Aunque estaba emparentado de algún modo con Ea, estaba claro que, para empezar, nunca había estado de parte de Ea.

Y su postura era firme, como una roca de hierro. 

Aun así, había algo anormal en esta onda de maná. 

Así que decidió comprobarlo, por si acaso. 

“Por la presente, declaro un pacto.” 

Ella ni siquiera se detuvo a pensar.

Su maná aumentó y se reflejó en sus ojos magenta.

Esta era la “Luz de la Verdad”, el pacto para ver a través de las falsedades, incluso entre las falsedades. 

Al abrirlo, adquirió la capacidad de ver con facilidad incluso a través de un muro de concreto de un metro de grosor, pero en ese momento era incapaz de hacerlo. 

Su vista estaba bloqueada, como si hubiera una barrera gigante. 

Podía ver fácilmente a través de las otras habitaciones, pero no la de Siwoo. 

“...” 

En lo que a ella concernía, él estaba en una situación extremadamente precaria. 

Estaba en una situación en la que todo tipo de brujas se interesaban por él. Básicamente, necesitaba prestar mucha más atención a su seguridad en comparación con las Exiliadas ordinarias. 

En otras palabras, un simple dispositivo de ocultación se convirtió en una necesidad para él. 

Pero el hecho de que el dispositivo de ocultación fuera tan poderoso que consiguiera bloquear su “Luz de la Verdad” era algo que no esperaba. 

¿Por qué lo tenía? ¿Y por qué no se lo había dicho? 

Su identidad estaba garantizada por poderosas brujas, y ella misma vivía cerca, pero ¿por qué necesitaba ocultarse hasta ese punto? 

¿Por qué hizo algo así no justo cuando sabía que ella dormía? 

En realidad, Eloa no necesitaba dejar que su mente divagara así. 

Ella podría fácilmente descartarlo como que él estaba siendo demasiado cauteloso. 

Como pensó que no era realmente algo importante que mencionar, no le dijo nada a Eloa. 

La terca y firme Eloa del pasado habría pensado lo mismo. 

“Calmémonos primero... calmémonos...” 

Sin embargo, una débil emoción en su corazón hizo nacer sospechas. 

Su sesgo de confirmación volvió a atacar, pintando a Siwoo bajo una luz sospechosa y proyectando una oscura sombra en su ya frágil mente. 

No importaba lo amable que fuera, no importaba lo bondadoso que fuera... 

Aunque poseía el cuenco de Ravi, también poseía el Telar de la Doncella de Ea. 

Y ella todavía no sabía la razón por la que él tenía ambos. 

Por lo tanto, no podía permitirse bajar la guardia. 

Pensar en él ocultando una emoción retorcida tras una máscara de bondad le producía escalofríos. 

Así que, abrió con cuidado la puerta del balcón. 

Si miraba hacia abajo, podía ver la ciudad a vista de pájaro, pero no necesitaba prestar atención a eso. Porque no era como si se fuera a caer desde esta altura. 

—¡Woosh! 

Se agarró a la barandilla como un gato. 

A través de las cortinas, podía ver lo que había dentro de la sala de estar de Siwoo, pero no podía oír nada. 

Así que abrió la puerta con cuidado, intentando no hacer ruido. 

Afortunadamente, la puerta no estaba cerrada, así que pudo entrar en casa de Siwoo en cuanto atravesó la cortina. 

—¡Woooong! 

Quizás porque se estaba acercando a la fuente. 

La onda de maná que sintió era mucho más fuerte. 

Avanzó con cuidado, paso a paso, sujetando firmemente su espada. 

Había dos habitaciones en casa de Siwoo. 

Una de ellas tenía la puerta abierta y no había nadie dentro, por lo que supuso que la fuente de la onda de maná estaba detrás de la puerta cerrada. 

Mientras se dirigía lentamente a esa habitación, ocultando sus pasos, sintió como si atravesara una membrana muy fina. 

Esa debía ser la barrera que utilizaba para encubrir toda esta situación. 

Y tan pronto como ella entró en la barrera... 

Pudo escuchar lo que pasaba dentro. 

“¡Hng—! ¡Ahh! ¡Haeung...!” 

Por un momento, una oleada de mareo golpeó su cabeza. 

El sonido que oía eran los gemidos de una mujer. 

Y sólo había una mujer que vivía aquí. 

Sharon Evergreen. 

El problema era que ella emitía una voz similar a la de un animal moribundo. 

Como era de esperar, Siwoo está ocultando algo. 

¿Debería atacar ahora? 

Ella no reflexionó más sobre eso.

Casi inmediatamente, abrió la puerta sin dudarlo. 

En el momento en que la puerta cerrada se abrió. 

Ella pudo sentir un tipo especial de calor arrastrándose a través de su piel. 

El olor a sudor y de fluidos corporales no identificados entró en su nariz. 

El calor que empezó a sentir hace un momento ya la había golpeado en la cara en ese momento, dándole una sensación similar a la de una sauna húmeda. 

“... Ah.” 

Y entonces, ella lo vio. 

Sharon, sin una sola prenda de ropa, acostada mientras gemía como un animal. 

Sus grandes pechos colgaban mientras el sudor cubría todo su cuerpo. 

Detrás de ella, estaba Siwoo, también desnudo, inclinado hacia ella, como abalanzándose sobre ella. 

Su pene estaba profundamente incrustado dentro de la vagina de la bruja. 

“...” 

“...” 

Siwoo, que respiraba agitadamente tras su eyaculación, giró naturalmente la cabeza para ver qué pasaba. 

Cuando sus ojos se encontraron con los ojos muy abiertos de Eloa, todo su cuerpo se puso rígido. 

“Haa...haa... ¿cómo estuvo, Siwoo...? ¿Estaba sabroso mi coño...?” 

Inmersa en un arrebato aún peor que el de Siwoo, Sharon no se percató de la presencia de Eloa. 

Así que, dijo esas palabras con voz dulce, intentando excitar de nuevo a Siwoo. 

En cuanto a Eloa, en el momento en que vio esta escena, todas las dudas y sospechas que tenía desaparecieron completamente de su mente. 

Su rostro palideció. 

Aunque la Duquesa Tiphereth tiró su vida por la borda en aras de la venganza, seguía siendo consciente de la intrincada relación que existe entre un hombre y una mujer. 

Como mínimo, sabía que si un hombre y una mujer se revolcaban desnudos en una cama, ambos estaban intentando tener hijos. 

También sabía que era imposible que una bruja tuviera hijos, así que a veces lo hacían para su propio disfrute. 

Sin embargo, no relacionó el hecho de que aquellos dos vivieran juntos con la posibilidad de que mantuvieran relaciones sexuales. 

Por eso, cuando se infiltró en las narices de ellos usando la oscuridad del amanecer como tapadera... 

Nunca esperó encontrarse en una escena tan embarazosa. 

“...” 

“...” 

“¡Oh, vamos~! ¡¿Por qué no me respondes?!” 

Al ver que Siwoo no la respondía, Sharon levantó la vista y captó la figura de Eloa con los ojos. 

Por un momento, se quedó mirando a Eloa, que sostenía débilmente su Espada del Pacto mientras los miraba con la boca abierta. 

En ese momento, fue como si el tiempo se hubiera detenido para los tres. 

Sin embargo, los cien años de experiencia de Eloa no eran para aparentar. 

A pesar de encontrarse en una situación incómoda, se movió y trató de resolverla 

Cerró la boca y habló con tono decidido. 

“Por favor, continúen con lo que estaban haciendo. Perdónenme por irrumpir así tan de repente... Um, puede que no lo sepas, pero mi sensibilidad hacia el maná es alta, y, um... tu maná se filtró a través de tu barrera de ocultación, así que vine a comprobarlo...” 

“...” 

“...” 

Sin embargo, la voz que salió de su boca era tranquila, y la pareja apenas pudo oírla. 

Fue la primera vez que la Duquesa se enfrentaba a una situación tan difícil. 

Normalmente, para Eloa, una “situación difícil” significaba que se enfrentaba a un enemigo al que tenía que vencer, y siempre lo resolvía por la fuerza. 

Pero, no era como si pudiera cortar a esos dos sólo para cubrir su vergüenza por este malentendido. 

Así que intentó transmitirles sus palabras, pero al ver el resultado, acabó cerrando los párpados de golpe. 

Sin más, la gran bruja se dio por vencida. 

“... Perdónenme por entrometerme.” 

Y así, ella inclinó la cabeza cortésmente antes de desaparecer rápidamente. 

—¡Click! 

Unos instantes después, pudieron oír el sonido de la puerta principal cerrándose. 

La pareja, que seguía adoptando la misma posición que antes, sólo pudo mirar sin comprender la puerta por la que Eloa había desaparecido durante cinco minutos enteros.

 Parte 2

La Duquesa fue recompensada con una escena de sexo por su visita sorpresa. 

A estas alturas, Siwoo ya se había insensibilizado, ya que había pasado por Amelia masturbándole en sus clases, y por hacer un trío con las gemelas. 

Sin embargo, no era el caso de Sharon. Como era la primera vez que se enfrentaba a algo así, estaba literalmente perdiendo la cabeza. 

“Sharon.” 

“¿Qué pasa? Estoy escribiendo mi testamento ahora mismo.” 

Medio aturdida y medio desnuda, estaba garabateando algo en un pedazo de papel. 

Parecía que estaba considerando seriamente suicidarse por vergüenza y dejar un testamento. 

Anoche mismo fue sorprendida por la Duquesa cuando intentaba seducir a Siwoo para tener sexo una vez más. 

Y a la mañana siguiente, la Duquesa los vio teniendo sexo... 

Considerando eso, no era extraño que Sharon pensara que estaba afectada por algún tipo de maldición. 

“No creo que le importe mucho, así que no te preocupes por eso, ¿okay?” 

“No, no me preocupo. De todas formas, no estaré para enterarme.” 

Su voz era sorprendentemente tranquila. 

Pero eso era lo que la hacía aterradora. 

Porque le recordó algo. 

La gente que aceptaba su muerte tendía a actuar con una calma poco natural. 

“Jeje... jejeje... jejejejeje...”

Mientras se inclinaba hacia delante para escribir su testamento, ella de repente se echó a reír. 

Era la primera vez que la oía reír así, lo que aumentó su miedo. 

“Qué loco... ¿por qué tuvo que venir en ese momento...? Jeje... ¿qué dije en ese momento? 'Siwoo, ¿mi coño está sabroso?' jejeje... jajajajaja...” 

Medio aturdida, se rió con voz vacía. 

Fue entonces cuando Siwoo se dio cuenta. 

Así era como una persona normal debería reaccionar cuando alguien le pillaba en pleno acto sexual. 

Su situación también era diferente a la de ella. Eloa sólo lo pilló desnudo, mientras que a Sharon lo hizo cuando gemía ruidosamente soltando palabras tan vergonzosas. 

Admitió interiormente que probablemente se sentiría igual que ella si alguien lo oyera decir cosas como “¿A qué sabe mi polla?”.

Así que le dio una palmada en el hombro. 

“Probablemente pensó que era lindo. Seguro que lo había experimentado un par de veces en su vida.” 

“¿Lindo?”

Al oír su aguda reacción, todo el cuerpo de Siwoo se estremeció. 

“Lo siento, me he expresé mal.” 

“... Esto es tan jodido... Juro que poco a poco estoy empezando a odiarla... ¡ahhh...!” 

Al parecer, incapaz de soportar la sensación que le desbordaba en su pecho, se tiró en la cama y se puso a dar rienda suelta a su furia. 

“¡Como me pudo pasar esto a mi!” Dejó escapar un grito ahogado mientras lo hacía. 

Basado en la experiencia de Siwoo. 

Si alguien estaba sufriendo tanto por la vergüenza, sería prudente dejarlo solo por el bien de su salud mental.

Así que le dio otra palmada en el hombro. 

“Voy a hablar con ella, ¿okay? No pienses en nada malo y mantén la calma.” 

“¿De qué vas a hablar con ella...? ¡Ah, dile que no se lo cuente a nadie! ¡Juro que si lo hace, me mato!”

“...No te preocupes, ella no es el tipo de persona que hace eso. Sólo le diré que tenga más cuidado la próxima vez.” 

“Ugh... en serio, quiero suicidarme...” 

Después de recibir su promesa de que no se suicidaría mientras tanto, Siwoo la dejó y bajó las escaleras. 

“Haah...” 

Trató de recordar lo que la Duquesa dijo como excusa en ese momento.

Ella dijo que sintió una onda de maná que era lo suficientemente fuerte como para filtrarse a través del efecto de ocultación de la Caja de Música. 

Por eso subió a comprobarlo. 

Si ese era realmente el caso, entonces no tenía muchas razones para quejarse. 

Porque ni él mismo era capaz de explicar lo que estaba pasando. 

Eso le dejaba con el único problema, que también era el mayor, la víctima inocente, Sharon. Supuso que probablemente sería mejor que Eloa se disculpara una vez más con ella. 

—Toc Toc.

—¡Click! 

En cuanto llamó a la puerta, ésta se abrió de par en par, como si su morador le hubiera estado esperando. 

“... Pasa, por favor.” 

Eloa salió por la puerta, apartándose a regañadientes para abrirle paso.