City of Witches capítulo 231
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Entrenamiento I
Parte 1
Mediante una
combinación de maniobras administrativas y el uso de dispositivos mágicos, la
oscuridad de aquel lugar había sido relegada al olvido.
En el subsuelo de
Seúl, en un olvidado túnel de drenaje, Della dejó escapar una amarga
carcajada.
“Si se enteraran
del desastre en que me he convertido... un montón de ellas definitivamente lo
vitorearían...”
Tal como ella
dijo, ése era un resultado probable.
Desde que había
estado arrebatando todo lo que quería, usando cualquier método que pudiera
utilizar, había numerosas personas que le guardaban rencor.
Si esas personas
vieran este lamentable espectáculo, definitivamente estallarían en
carcajadas.
Después de todo,
la codiciosa bruja Ashfire, Della, estaba gimiendo de dolor. Apenas se mantenía
con vida mientras luchaba como un gusano.
Su aspecto actual
era realmente miserable.
El brillante
cabello rojo de antaño parecía ahora una maraña de sangre y polvo.
Sus extremidades
fueron empaladas con lanzas blancas mientras colgaba de la pared como un
insecto preservado.
Debido a sus
repetidos episodios de vómitos de sangre, un fuerte hedor y el espeso olor a
sangre salían de su boca y de la zona del pecho de su vestido.
¿Te preguntarás
si es doloroso?
Bueno, a estas
alturas, ella ya no sentía nada.
Sin duda, era una
gran bruja de rango 20.
No sólo eso,
también tenía mucha experiencia en combate. Aun así, sufrió una brutal derrota
cuando Paola sacó treinta y dos Caballeros Blancos a la vez para enfrentarse a
ella.
Pero, este
resultado simplemente no tenía sentido.
Si bien es cierto
que sufrió una derrota devastadora por los Caballeros Blancos...
A pesar de su
estatus como clones del Caballero Rojo, sólo tenían cuatro “ojos”.
Normalmente, por
no hablar de treinta y dos de ellos, incluso si Paola trajera un centenar de
ellos a la vez, Della todavía sería capaz de derrotarlos.
Abrumadoramente.
Pero el resultado
fue completamente diferente a eso.
Eran diferentes
de los típicos Homúnculos. Esos Caballeros Blancos podían moverse
sistemáticamente, podían usar su inteligencia para cazarla sin descanso.
Las lanzas
blancas en sus manos fueron lo que más contribuyó a su caída.
Esas lanzas eran
clones de la “Rama Roja”, el arma del Caballero Rojo que poseía la capacidad de
distorsionar el espacio.
La habilidad de
la lanza obligó a Della a usar más poder del necesario sólo para derrotar a uno
de ellos, lo que la llevó a la derrota después de ocuparse simplemente de
veinte de ellos.
—¡Clack, clack,
clack!
Cuando alguien
entró en la espaciosa cámara, el sonido de unos pasos resonó en el aire.
A continuación,
tres Caballeros Blancos que custodiaban a Della se abrieron paso para revelar a
la “Bruja Cobarde”, Paola.
En su mano había
una botella de cuello largo.
“Bebe.”
“...”
“No durarás ni un
día si no bebes.”
Della miró a
Paola con ojos penetrantes antes de abrir la boca.
Cuando mordió el
pico de la botella que le habían metido en la boca, un líquido asqueroso e
insípido fluyó dentro.
Dentro de la
botella había varias pociones que podían curar un cuerpo espiritual.
Esta fue la razón
por la que había sobrevivido tanto tiempo, a pesar de que su cuerpo había sido
atravesado por todas partes por las lanzas de los Caballeros Blancos.
“... Paola...”
Después de darle
a Della toda la poción, Paola se dio la vuelta para irse, pero la primera la
detuvo.
Entonces, ésta se
dio la vuelta de nuevo con una mirada indiferente.
Su rostro
impoluto lucía una cara completamente inexpresiva.
Habiendo pasado
un día tras otro colgada en el espacio común, Della había estado observando
cada movimiento de Paola.
Usando la “Flauta
de Dagon” clonada, Paola había masacrado a humanos sin desplegar ninguna
barrera interdimensional sólo para recoger una gran cantidad de maná.
Al igual que
Paola, Della era una gran bruja.
Por eso pudo
darse cuenta fácilmente de que el círculo mágico que estaba grabado en la
comuna, con la Rama Roja en el centro, formaba parte de algún tipo de
preparación.
Y así, le dio un
consejo a la otra bruja.
“Simplemente déjalo ya…”
“Como pensaba,
otra vez palabras sin sentido.”
Pero Paola se
encogió de hombros ante su consejo, sin mostrar interés alguno hacia el
consejo.
“¡Paola!”
Con voz cansada,
Della la llamó una vez más.
Agitando las
pestañas, Paola se dio la vuelta una vez más hacia Della.
“¿Sabes siquiera
lo que estás intentando conseguir ahora mismo?”
“Estoy reuniendo
una tonelada de maná.”
“¡Estás haciendo
una masacre masiva!”
Seúl es una
ciudad muy poblada.
Ahora, digamos
que Paola envió su orden de Caballeros Blancos y los soltara en la
ciudad.
¿Podrían las
brujas detenerlos?
Eventualmente
llamarían a un pez gordo como la Duquesa Keter para resolverlo, ya que no había
forma de que tal incidente terminara con sólo una o dos bajas.
En pocas
palabras, hiciera lo que hiciera Paola, las cosas se torcerían para ella y
Della lo sabía bien.
A pesar de todo,
Paola seguía siendo su amiga y no quería que su amiga provocara un suceso tan
horrible.
Por eso decidió
tomar cartas en el asunto e intentó acabar con su vida.
“¿Y qué?”
Pero Paola ni se
inmutó.
La bruja ya
estaba rota.
Y Della ya
esperaba esto hasta cierto punto, pero no esperaba que fuera tan malo.
“¡Aunque puedas
devolverla a la vida usando la distorsión, la Duquesa Keter se las verá contigo
al final—! ¡Y con ella también! Tu
aprendiz— *¡Toser!* *¡Toser!*”
Así que intentó
desesperadamente hacer entrar en razón a su amiga, hasta el punto de que soltó
una serie de violentas toses.
Incluso le salía
sangre de la boca.
Al verla sufrir,
Paola le limpió la boca con la manga. Con suavidad.
“Della, tonta
Della.” Pronunció ella. Sus palabras salieron como si fuera una
canción.
Pensando que se
estaba burlando de ella, Della giró rápidamente la cabeza, tratando de evitar
su toque.
“...”
“La Duquesa Keter
no se moverá.”
“¿Como sabes
eso...?”
“La 'Bruja de los
Susurros' me lo dijo.”
Della la miró con
suspicacia.
“¿De verdad crees
a esa impostora?”
“Por supuesto. Al
menos es más de fiar que tú, alguien que se hizo pasar por amiga mía, pero
acabó apuñalándome por la espalda.”
“¡Sabes que es
una mentirosa! ¡Le importas un carajo!”
“Deja de gritar.
El eco me hace doler la cabeza.”
Con expresión
sombría, Paola cerró suavemente la boca de Della.
Esta última aún
tenía algo que decir, pero pareció darse por vencida mientras dejaba escapar un
profundo suspiro.
Como Paola ya
había entrado en contacto con esa serpiente, era una causa perdida.
El veneno inyectado
por la Bruja de los Susurros era un veneno sin antídoto.
A estas alturas,
el veneno debía de haberse colado por todos los rincones de su corazón
roto.
Por eso, teniendo
en cuenta que antes había traicionado y atacado a Paola, Della ya no podría persuadirla.
“Entonces... ¿por
qué me mantienes cerca si no confías en mí...? Acaba conmigo de una vez...”
El corazón medio
derrotado de Della empujó hacia fuera las palabras que ella no diría
normalmente.
Hasta cierto
punto, sus palabras eran genuinas.
Aunque no le
gustaba la idea de morir, ser empalada con lanzas mientras la colgaban de la
pared todo el día era pura agonía para ella.
Sin luz del día,
el paso del tiempo se volvía borroso y podía sentir que su cordura se esfumaba
lentamente.
“Por mucho que te
quejes, no puedo dejarte marchar. Conoces todos mis planes, así que
definitivamente vas a interferir en ellos.”
“... Al menos
déjame limpiar mi cuerpo. Te juro que me voy a morir de asco...”
Al oír eso, Paola
chasqueó los dedos.
Toda la suciedad del
cuerpo de Della desapareció de golpe.
“Deberías haber
preguntado antes, te dejé así porque pensé que te gustaba.”
“¿... Estás loca?
Claro que no.”
Paola no prestó
atención a la queja de Della y desapareció entre los Caballeros Blancos.
De repente, se
detuvo y habló sin mirar atrás.
“No te mataré.”
Sus últimas
palabras resonaron en el vasto espacio varias veces.
“Porque en el
fondo, aún te considero una amiga.”
Parte 2
“En el futuro,
adquirirás las habilidades para navegar a través del Pacto de Dominio de
Miríadas de Armas. Sin embargo, cuando te enfrentes a enemigos que empuñen
espadas y lanzas, te encontrarás inevitablemente en situaciones ambiguas. Ahí
es cuando el boxeo resulta útil.”
Una vez explicado
esto, Eloa restringió a Siwoo el uso de sus armas.
No sólo eso,
también le impidió crear su armadura negra.
Así que, cuando
entrenaba, sólo podía confiar en su maná para endurecer su cuerpo para el
combate sin armas.
El objetivo de su
reciente entrenamiento era mejorar su dominio del Fa Jin.
Así podría usar
el Fa Jin libremente en cualquier momento y desde cualquier posición, igual que
Eloa.
“¡Ja!”
Después de
intercambiar algunos golpes, Siwoo encontró una apertura en la defensa de
Eloa.
Así que, se
agachó y cargó contra ella.
Lo que intentaba
era levantar su mitad inferior del suelo con una entrada.
Pero no era un
placaje normal. Usó su maná para fortalecer su cuerpo.
En el momento de
mayor fuerza, utilizó Fa Jin para mantener el control.
Fue un movimiento
asesino, rápido, casi invisible y con fuerza suficiente para derribar a un
elefante.
Lamentablemente,
el movimiento no cumplió su objetivo.
“¡Ugh!”
Con un rápido
movimiento, Eloa esquivó antes de golpear hábilmente entre sus piernas. Sus
movimientos eran similares a los de un torero esquivando a un toro.
Su patada
consiguió desequilibrar completamente a Siwoo.
Luego, le agarró
por la nuca cuando estaba a punto de caer hacia delante, tirándole al suelo sin
esfuerzo.
Bueno, para ser
exactos, ella intentaba levantarlo del suelo para suavizar el impacto que
recibiría, pero...
—¡Bang!
La fuerza fue
suficiente para romper el concreto debajo de ellos.
Este fue el
derribo número 50.
Eloa chasqueó la
lengua en señal de desaprobación.
“¿Realmente crees
que atacar como un jabalí enfurecido es la forma de hacerlo? Tus movimientos
son demasiado amplios y torpes.”
“Haah…haah… ¿llamarme jabalí no es
demasiado...?”
Siwoo se frotó la
nuca mientras se levantaba.
“Sólo miraste al
frente, cargaste y caíste por tu propio pie. Si no eres un jabalí, ¿qué eres?”
La burla de Eloa
pareció darle en el clavo mientras se rascaba la cabeza.
A medida que
continuaban con sus sesiones de entrenamiento y sparring, Siwoo se dio cuenta
de que se habían habían vuelto más cercanos.
En este punto,
Eloa le hablaba a menudo en tono de broma.
Gracias a su
actitud relajada, Siwoo se sintió más cómodo para refunfuñar y quejarse de vez
en cuando.
“Tú fuiste quien
me dijo que dejara de ser tímido y empezara a hacer movimientos grandes y
poderosos.”
“Sí, pero eso no
significa que debas cargar y dejar un montón de aberturas. ¿Olvidaste lo otro
que te dije? ¿No necesitas hacer grandes movimientos para realizar un
movimiento poderoso?”
“Esto es tan
difícil...”
“Obviamente, es
entrenamiento. Lo único fácil de hacer durante el entrenamiento es estar
tumbado sin hacer nada. Vamos, levántate.”
Cuando Eloa
extendió su mano, Siwoo la tomó para levantarse.
Había pasado un
mes desde que empezaron el entrenamiento. El otoño ya había llegado.
En comparación
con los primeros días, cuando cada movimiento de Eloa le hacía tropezar, había
hecho notables progresos. Pero, no había signos claros de una mayor mejora.
Por otra parte,
la otra persona era una auténtica guerrera con años de experiencia en batalla.
Era imposible que pudiera alcanzarla con sólo unos días de entrenamiento.
“¿Hay algo más
que quieras enseñarme?”
“Sí. Sería una
pena terminar así.”
Siwoo sintió un
muro considerable entre él y Eloa.
Un muro que
parecía pensar que no podría superar.
Pero eso no le
llevó necesariamente a la desesperación, ni le hizo rendirse.
Ese no era su
estilo en absoluto.
El solo hecho de
intentar escalar un muro tan alto ya le producía una sensación de logro.
Sabía que si
reemplazaba el tiempo que perdería desesperado por esforzarse más, terminaría
logrando más.
Como tenía un
objetivo y un propósito claros para aprender, su concentración nunca
vaciló.
Cuando terminaba
el combate, se iba a casa a ver algunos combates de la UFC.
La técnica que
Eloa llamaba 'derribo de jabalí' era algo que había visto en un combate el día
anterior.
“Tener ambición
siempre es bueno. Mientras anheles más y trabajes para conseguirlo, tu esfuerzo
acabará dando frutos.”
Ella no lo
demostró, pero en realidad Eloa lo miró con admiración.
Era un hombre muy
paciente, y ella lo sabía.
Pero para él,
soportar más de diez horas de palizas diarias mientras seguía con la rutina de
entrenamiento era algo que ella no esperaba que hiciera.
Ella se sentía un
poco parcial, pero pensó que él era un libro guapo inteligente.
“Por cierto, hay
algo que tengo que decirte sobre el ataque del otro día.”
“¿Sí?”
Eloa se ajustó su
cortavientos ligeramente despeinado antes de darse la vuelta.
“¿Sabes cuándo es
el momento más peligroso en una pelea?”
“¿En una pelea
física o en un combate mágico?”
“En ambos.”
Al verlo quedarse
en silencio, Eloa continuó.
“Es cuando
atacas.”
“¿Cuando...
ataco?”
“Siempre que
estás atacando, tu visión se estrecha y tu mente se fija en una cosa, el
ataque, y nada más. Debido a esto, dejarás un montón de aberturas, por eso...”
Eloa se puso la
mano en la cintura mientras extendía un dedo de la otra mano.
“Tenlo siempre
presente durante la batalla. Mantén la mente abierta, la vista amplia.”
El entrenamiento
con la Duquesa tenía algo de filosófico.
Ella no sólo
enseñaba habilidades que uno podía usar con su cuerpo, sino que también
enseñaba a entrenar la mente.
“¿Puedes contarme
más? Por ejemplo, ¿puedes enseñarme posturas específicas que pueda usar o cómo
cubrir mi apertura en mis ataques?”
“No se trata de
forzarlo todo en un molde. Tienes que hacerlo de forma natural, dejar que fluya
como el agua. Sólo estoy aquí para guiarte para que no te desvíes del camino de
la corriente que fluye. Todo lo demás depende de ti.”
“Entendido, lo
intentaré.”
Como era de esperar, su consejo suena como un
acertijo.
Eso pensó Siwoo,
pero a pesar de eso, no dudó de ella.
Porque él sabía
mejor que nadie que sus habilidades estaban mejorando rápidamente.
“Muy bien, hagámoslo de nuevo.”
“Vamos.”
Al ver que su espíritu de lucha se reavivaba de nuevo, Eloa dejó escapar una leve sonrisa.
* Este es un fanart de Eloa Tipereth en ropa formal *