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City of Witches capítulo 243

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 City of Witches capítulo 243 en español


Esperaaa...!!
City of Witches - Cybele Periwinkle

 Adivinación I


Parte 1

El aire nocturno era bastante frío.

En ese momento, Siwoo estaba merodeando cerca del edificio donde se encontraba el Witch Point (Punto Bruja). 

Contemplando los diversos edificios administrativos y las grandes oficinas corporativas, interiormente se mostró de acuerdo con el apelativo “Corazón de Seúl” que la gente solía utilizar para describir esta zona. 

La calle estaba prácticamente repleta de coches, aunque apenas había nadie caminando por la vereda. 

Pero eso no quería decir que no hubiera gente, ya que la mayoría se dirigía a la parada de autobús. 

Los edificios de oficinas, muy iluminados, le hicieron darse cuenta de que en realidad había numerosos oficinistas que en ese momento estaban haciendo horas extras. 

Mientras permanecía sin pensar cerca de la parada de autobús, oyó varias exclamaciones a lo lejos. 

“¿Qué es eso?” 

“¿Es eso real?” 

“Espera, déjame colgar un momento—” 

“Haz una foto, haz una foto.” 

Ya fueran hombres que esperaban en la larga cola a que llegara su turno para tomar el autobús, mujeres con expresión cansada y hombros caídos u hombres de mediana edad que se apretaban las sienes por la fatiga, todas sus miradas se clavaron en la visión desconocida de un superdeportivo que avanzaba a toda velocidad por la autopista. 

Tenía un color negro resplandeciente, como el de una limusina. 

Con una carrocería baja, curvas estéticamente agradables que eran difíciles de encontrar incluso entre los coches de lujo más comunes, salidas de aire de aspecto fresco que parecían poder aspirar todo el aire a su alrededor, capó largo y sobresaliente y parrilla en forma de herradura en su parte delantera. 

Siwoo no sabía mucho de autos, pero incluso él podía darse cuenta de un simple vistazo. 

Que el auto era jodidamente caro. 

Incluso los taxis, que eran conocidos por su conducción temeraria, y los autobuses, que eran vehículos más grandes, le sacaban una distancia considerable al coche. 

“Ah...” 

El superdeportivo, que iba tranquilamente por el carril, de repente hizo un giro en U y se detuvo delante de la parada de autobús. 

No, para ser exactos, delante de Siwoo, que estaba parado a un lado de la pista sin pensar. 

En su matrícula, de color azul real, estaba escrito “diplomacia” en lugar del nombre de una región. 

Si no lo supiera, pensaría que el propietario era algún príncipe petrolero de Medio Oriente o algo así... 

Pero él sabía una cosa. 

Algunas brujas eran tan ricas que era estúpido asociarlas con el sentido común. 

Las brujas a las que estaba unido en ese momento, Eloa y Sharon, eran de las más frugales en comparación con el resto. 

“Uh, ¿ha pasado tiempo?” 

La ventanilla del acompañante se abrió, dejando ver a Periwinkle, que inmediatamente se inclinó para saludarlo. 

Llevaba unas gafas de sol degradadas de un color verde rosado que recordaban a la puesta de sol en las playas de las Maldivas. 

Bueno, no eran exactamente gafas de sol, sino más bien gafas de colores de aspecto moderno. 

Sólo podía ver parte de su ropa desde donde estaba, pero iba vestida como una estrella de cine. 

“Sube.” 

Los ojos de los alrededores se centraron en Siwoo. 

No sólo eso. 

“¿Quién es esa persona?” “¿Es alguien famosa?” “Tal vez sea un chaebol[1] de tercera generación.” Y así sucesivamente. 

Los susurros que lo rodeaban eran tan claros que le hacían arder la cara. 

Incapaz de soportarlo más, subió rápidamente al coche. 

Tan pronto como entró en el coche, que era tan caro que le costaría treinta millones de wones solo cambiar el aceite, dejó a los espectadores comer polvo con un suave zumbido. 

 

Parte 2

Siwoo observó detenidamente el interior del primer superdeportivo que había subido en su vida. 

Ahí fuera, en la calle, debería ser ruidoso con el sonido de los motores de los coches y demás, pero aquí, era tranquilo. 

Tan silencioso que podía disfrutar tranquilamente de la vieja canción pop que estaba sonando. 

Los asientos, el salpicadero e incluso las almohadillas de las puertas estaban recubiertos de cuero de vaca. 

Sentarse en este lugar le hacía sentir incómodamente culpable por alguna razón, tal vez porque sentía que su piel mancharía el caro cuero de vaca y haría que el precio del coche bajara por completo. 

Aunque el asiento no era ancho, estaba hecho para que uno pudiera sentirse cómodo cuando estuviera sentado, o incluso allí recostado. 

Habría una o dos ocasiones en las que uno era todavía un niño y sus padres le recordaban que no debía sentarse dentro del coche de un desconocido. 

Pues bien, si dicho coche ajeno era algo así, incluso los padres se sentarían en él sin dudarlo. 

“¿Quieres comer algo?” 

“No, estoy bien.” 

“¿Estás bien ahora?” 

“Gracias a ti, sí.” 

Periwinkle le había salvado del borde de la muerte no hacía mucho. 

Siwoo sabía que una gran bruja podía anular el sentido común con facilidad. 

Cuando una bruja alcanzaba el rango 15, su magia de autoesencia se sincronizaba con su instinto. 

A partir de este rango, una bruja no podía ser herida por su propia magia a menos que lo deseara. 

Esto era debido a la sincronización, la magia seguía el instinto básico de la bruja para sobrevivir, por lo que no se movería para hacerle daño. 

Y este era el principio en el que se basaba la autodefensa autónoma de una bruja, que podía activarse automáticamente contra las amenazas de su entorno.  

Entonces, si una bruja pudiera avanzar cinco rangos por encima de eso, hasta el rango 20... 

Su magia de autoesencia tendría suficiente poder para incluso torcer las leyes y principios que gobiernan este mundo. 

Las que estaban en el reino de una gran bruja, podían romper las leyes de la física, ignorar las leyes de la naturaleza e incluso engañar a los principios del mundo. 

Siwoo se había encontrado con bastantes grandes brujas, pero era la primera vez que se sentía tan nervioso. 

Sobre todo, porque no sabía qué tramaba la bruja que tenía al costado. 

“¿Por qué pareces tan nervioso? Relájate. ¿O es que odias ir en coche?” 

Periwinkle, que había estado conduciendo tranquilamente mientras seguía las leyes de tráfico correctamente, giró la cabeza hacia él. 

Ella hizo esa pregunta, dándole una mirada sutil por debajo de sus gafas.

“No, me gusta. Es sólo que es la primera vez que voy en este tipo de coche...” 

“¿En serio? Bueno, es el tercero de su clase. Me lo dio el gobierno coreano como agradecimiento por abrir un hotel.” 

Así que por eso la matrícula es diferente de lo normal... 

Aunque Corea no era un país tercermundista, seguía siendo impensable que le dieran un coche de miles de millones de wons sólo por abrir un hotel, al menos eso pensó Siwoo. 

En su mente, todo el proceso probablemente fue así: Ella construyó un hotel 🡪 Se quedaba a menudo en Corea para gestionarlo 🡪 Como se quedaba a menudo, también cazaba Homúnculos a menudo, así que para atarla al país le dieron el coche como regalo. 

Bueno, eso era sólo su suposición. 

“Que loco.”, dijo él. 

Al oír su respuesta, Periwinkle soltó una risita. 

Con mirada curiosa, ella miró al asiento del copiloto y volvió a abrir la boca. 

“Todavía pareces nervioso. Cálmate, que vas a hacer el ridículo.” 

“Ah, es tarde, pero gracias por salvarme en aquel entonces.” 

“No quería decir eso. Oh, cierto, ¿cómo se llamaba la dama de ese entonces? La Srta. Evergreen, ¿verdad?” 

“Ella todavía está inconsciente, pero me dijeron que va a estar bien. Todo esto es gracias a ti, así que gracias de nuevo.” 

“No hace falta que me lo agradezcas, no es que lo haya hecho gratis.” 

Sus últimas palabras hicieron que un escalofrío recorriera su columna vertebral. 

De hecho, esa era la razón por la que Siwoo no podía disfrutar plenamente de la experiencia de subir a un coche tan caro. 

No existe comidas gratis en este mundo. 

Tenía una deuda de dos vidas con ella, ¿cómo podría pagarla exactamente? 

Mientras contemplaba la posibilidad de preguntarle qué tenía en mente, pensando que sería mejor que estar aquí sentado incómodamente, parecía que habían llegado a su destino. 

Un restaurante de lujo sin cartel en Myeong-dong. 

“Sé que has dicho que no tienes hambre, pero ya he hecho una reserva aquí. Sería un desperdicio si la cancelo así como así, ¿no crees? Así que comamos juntos.” 

“Bueno, no es que esté en posición de negarme.” 

“Buena respuesta.” 

Periwinkle salió del coche, arrojó su llave al empleado que esperaba como un aparcacoches cerca sin mirar atrás y entró tranquilamente. 

El restaurante era tan amplio que probablemente cabrían cien personas a la vez. 

Era espacioso y los techos eran tan altos como el granero donde vivía Siwoo, pero dentro sólo había una mesa, cubierta por un mantel blanco. 

“Vamos.” 

Periwinkle, que estaba siendo guiada por un camarero, actuando como si aquello fuera algo normal para ella, se sentó antes de pedir un aperitivo y se ató una servilleta al cuello. 

 “¿Reservaste todo el lugar?”

“Bueno, hay días en los que no me importa tener gente alrededor, pero hoy no es el día. De todos modos, um, Siwoo, ¿verdad? Muy bien, brindemos por tu salud y seguridad, Siwoo.” 

“Gracias.” 

Mientras levantaba torpemente su copa de vino, Periwinkle dejó escapar una sonrisa antes de beber su vino con elegancia. 

Siwoo siguió su ejemplo mientras la miraba, que estaba sentada justo frente a él. 

Antes, cuando se sentó a su lado, no pudo observarla con claridad, pero ahora sí. 

Como era de esperar de una bruja, su belleza era de otro mundo. 

Aunque el color de su cabello recogido era antinatural, azul oscuro, como un ultramar, no desentonaba en absoluto. 

Porque le sentaba muy bien a su rostro. 

Su vestido camisero que se ceñía con fuerza a su voluptuoso cuerpo, tenía un par de botones desabrochados, dejando ver su escote que no tenía nada que envidiar al de Sharon. Los labios rojos que decoraban su rostro, tan rojos como el vino que estaban bebiendo, se sumaban a la sensualidad que ya desprendía. 

Por último, la marca de la lágrima en su ojo parecía tan seductora que podría seducir incluso al más reservado de los hombres. 

Exudaba una atmósfera que sólo podía provenir de una mujer que había maximizado su encanto seductor y sabía exactamente lo atractiva que era. 

“Puedes mirarme más, no hace falta que seas tímido.” 

Aunque estaba saboreando su vino con los ojos cerrados, se dio cuenta de que él la miraba fijamente, así que le dedicó una sonrisa cómplice. 

Sin esperar que lo descubriera, Siwoo se sobresaltó de inmediato. 

“Espera, ¿de verdad me estabas mirando?” 

Fue entonces cuando se dio cuenta de que se había quedado prendado de su sonrisa y esa comprensión hizo que su cuerpo se pusiera rígido. 

Comparada con Sharon, que desprendía un aire de cabeza hueca, y con la Duquesa Tiphereth, que desprendía un aire lleno de sabiduría, Periwinkle desprendía un aire completamente distinto. 

El aire de un zorro astuto. 

“Puede que sea presuntuoso por mi parte preguntarte esto, pero en aquel entonces dijiste que necesitabas que hiciera algo por ti.” 

“Eso hice, a cambio de matar a la Bruja Ahogada.” 

“¿Puedo preguntar qué es primero?” 

“Bueno, no te pediré algo difícil.” 

Siwoo tragó saliva. 

“Lo que quiero es que hagas cien cosas por mí.” 

¿Estás bromeando? las palabras salieron de su boca, pero logró contenerlas. 

Mientras él se debatía entre si ella hablaba en serio o no, Periwinkle ya había bebido su segunda copa.

“Estaba bromeando, ¿por qué estás tan serio? Relájate, no te voy a comer.” 

Era normal que alguien se pusiera aún más inquieto cuando le decían que se relajara. 

Especialmente cuando la persona que dijo esas palabras estaba jugueteando con su dedo, murmurando algo como: “Ahora, ¿qué debo pedirte que hagas, hm~?” 

Por su expresión, estaba claro que estaba disfrutando de esta situación. 

“Ah, ¿qué te parece esto? Sígueme por el resto de tu vida.” 

“¿Huh...?” 

“No es nada del otro mundo, sólo ir de viaje conmigo, conducir conmigo y cenar conmigo, ¡algo así!” 

Siwoo logró leer su intención.

De hecho, él ya sabía cuál era su objetivo desde el principio. 

Ella quería un chico juguete que la siguiera a todas partes como su linda mascota. 

Pero eso era algo difícil para él. 

“Lo siento, pero creo que será difícil. Sé que estoy en deuda contigo por salvarme la vida, pero—” 

“¿Ah, sí? Entonces hazlo por un día o dos.” 

De repente, bajó el listón bruscamente sin pensárselo mucho. 

De toda una vida a uno o dos días. 

Debido a lo indiferente que era, era difícil para él saber si ella estaba bromeando o no. 

“¿Entonces? ¿Tu respuesta?” 

 “Eso lo puedo hacer.”

“Ah, claro, hay una cosa. Trata de actuar como mi novio, ¿okay? No quiero que estés todo tieso y aburrido, no te preocupes por si me ofendes o algo así.” 

“Lo haré lo mejor que pueda.” 

“De acuerdo, ¿por qué no nos conocemos primero? ¿Cómo te convertiste en brujo? Quiero oír tu historia.” 

Dudó un poco, pero cuando les sirvieron el aperitivo, empezó a contarle su turbulenta historia.



Referencias

  1. Nota de RKB7: Un "chaebol" en Corea es un conglomerado de empresas que tienen la peculiaridad de estar dirigidas por miembros una misma familia.



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