City of Witches capítulo 245
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Adivinación III
Una noche sin polvo fino.
O polvo
ultrafino, si vamos al caso.
Una noche así en Seúl era tan rara como un ginseng[1] silvestre y esta noche resultó ser esa noche, una sin smog ni nubes, mostrando la noche de luna llena.
Tras ponerse el
bañador, Siwoo salió mientras bebía un sorbo de alcohol y disfrutaba de la
vista nocturna.
Antes de eso,
siguió a Periwinkle hasta cierta habitación.
Cuando vio un
bañador tendido en la cama, se asustó un poco.
Por suerte para
él, ella no se ofreció a ponerle el bañador, ni le pidió ayuda para
ponérselo.
En cualquier
caso, Periwinkle parecía una mujer meticulosa, un tipo de persona completamente
diferente a él, a la que le encantaba seguir adelante sin un plan claro.
Pensándolo bien,
se sentía como si le hubieran arrastrado con una correa.
Si bajaba la
guardia, era muy probable que ella lo chupara hasta secarlo y lo convirtiera en
un pez seco.
“¿Esperaste demasiado tiempo?”
La gran puerta de cristal se abrió y Periwinkle entró.
Al verla, los
ojos de Siwoo se abrieron de par en par.
Pegado a su
cuerpo había un monokini blanco con la parte superior e inferior unidas por
cuerdas en los laterales. Un diseño poco convencional, sin duda, pero que le
quedaba terroríficamente bien.
La parte superior
apenas le cubría la mitad del pecho, y el más mínimo movimiento dejaba al
descubierto sus areolas. Mientras que la parte inferior sólo consistía en una
pequeña cantidad de tela, tan pequeña que si no ajustaba bien la línea, su
vello púbico —si lo había— quedaría al descubierto.
En su ombligo, claramente
expuesto, se podía ver un piercing de aspecto brillante que lo decoraba.
A pesar de
mostrar tanta piel, ella caminaba con confianza.
Verla lucir su
cuerpo con las luces urbanas de fondo, era como ver a una modelo caminando por
la pasarela.
Por supuesto, su
belleza superaba la de una modelo, ni siquiera era una comparación justa para
empezar.
“Oh, tu cuerpo se
ve bien. Veo que alguien ha estado haciendo ejercicio.”
Periwinkle se
acercó a él, acortando la distancia que los separaba sin vacilar en lo más
mínimo.
No sabía si era
por la atmósfera que desprendía o por la proporción de su cuerpo, pero desde la
distancia parecía más alta que él. Aunque en realidad era una cabeza más baja
que él.
“No es que
merezca la pena mencionarlo. Pero sí, he estado haciendo ejercicio estos días,
supongo.”
“¿Por qué estás
tan rígido? ¡No soy inspectora de Hacienda ni nada parecido! ¡Vamos, se supone
que tienes que entretenerme! ¡Ahora, uno, dos, tres!”
“...”
“Sigues tan
rígido, por Dios. Pensé que un poco de alcohol te relajaría un poco.”
¿Cómo evitar su
muerte...?
Él estaba
pensando en salir inmediatamente después de enterarse de eso, pero eso parecía
imposible de lograr.
Además, ahora que
tenía las manos y los pies bastante atados, ni siquiera podría correr si
quisiera.
Actuando como si
no pudiera esperar más, Periwinkle soltó una risita antes de caminar hacia la
piscina.
Luego lo llamó,
su tono llevaba un sutil reproche.
“¿Prefieres
marihuana?”
“Lo siento, no
soy una persona tan animada.”
“Aun así,
¿piensas quedarte ahí de pie? ¿Quieres ser una especie de faro o qué?”
“Entraré.”
Siguió a
Periwinkle y entró en la piscina que llegaba hasta la cintura.
Al principio le
preocupó que el agua estuviera fría, sobre todo teniendo en cuenta que
últimamente el tiempo se había vuelto más frío.
Pero esa
preocupación se esfumó al sentir el calor del agua.
¿Quizá sacó agua caliente de algún manantial y la dirigió hasta aquí
con una tubería o algo así? En realidad, eso suena como algo que ella haría... Pensó, pero no lo dijo en voz alta.
Al final,
renunció a pensar en ello. De todos modos, el dinero que ella había gastado en
agua caliente era irrelevante para él.
Y así, los dos
entraron juntos en la piscina.
Cuando Periwinkle
chasqueó los dedos, empezó a sonar una música relajante, adecuada para un
ambiente romántico.
“Qué bien sienta,
¿verdad?”
“Sí, sienta tan
bien como parece. Gracias por traerme aquí.”
“No hace falta
que me des las gracias, también es la primera vez que vengo. No está
mal.”
“Tienes
razón.”
A esa breve e
incómoda conversación le siguió un silencio no menos incómodo.
Por otra parte,
ni siquiera sabía de qué solía hablar la gente cuando iba a una piscina normal,
y mucho menos a una lujosa como ésta.
O lo que suelen
hacer en general.
Ambos no llevaban
gorro de natación ni gafas, así que no era como si pudieran hacer una
competición de 50 metros estilo libre.
Mientras
permanecía así de torpe, la voz de Periwinkle sonó en sus oídos.
Tal vez fuera
sólo él, pero su voz sonaba áspera y arenosa, como papel de lija.
“¿Eso es
todo?”
“¿Sí?”
“¿Eso es todo lo
que puedes decir? ¿En serio?”
“No sé qué
esperabas que hiciera— ¡Heup!”
De repente, cogió
un poco de agua de la piscina y se la echó en la cara a Siwoo.
“Qué aburrido
eres.”
Su fría voz le
taladró los oídos.
Más que enfado,
su tono estaba lleno de burla y desprecio.
“Veamos~ Te llevé
en coche, te di de beber un buen alcohol, te llevé a un bonito hotel, te di un
beso cuando dudabas e incluso te invité a una bonita piscina como ésta~ ¡Pero,
sigues ignorándome así! Pensé en llevarte a jugar ya que te ves bien y todo,
pero mírate, ni siquiera intentaste tomar la iniciativa.”
“...
Ugh...”
Su afilada uña se
clavó en su pecho.
Ella dejó de ser
amigable y empezó a quejarse.
Tal vez su
paciencia se había agotado debido a las aburridas respuestas de Siwoo.
O tal vez su
personalidad anterior era sólo una fachada para empezar.
“Lo siento.”
Aunque no lo
volvió a hacer en estos días, forzar una sonrisa frente a alguien que estaba
enojado con él era una de sus especialidades.
Esa fue la
habilidad que adquirió de vivir su vida como esclavo durante cinco años.
Giró para mirar a
Periwinkle, con una sonrisa que parecía impresa en cartón.
Su objetivo era
confirmar si ella le decía la verdad o no, y no meterse en problemas. Así que,
aunque odiaba hacer esto, no era como si tuviera muchas opciones.
“¿Sólo lo
sientes?”
Al mismo tiempo
que la palabra “lo siento” salía de su boca, su uña se clavó más profundamente
en su pecho.
Sería una mentira
si dijera que no le dolió.
“... lo haré
mejor.”
“Si hubiera
sabido que eras tan aburrido, te habría dejado morir en aquel entonces. Estás
haciendo que me arrepienta de haber desperdiciado mi magia para mantenerte con
vida.”
“...”
“Huh, ¿eso no fue
suficiente para irritarte? Bien, cambiemos de tema entonces. Olvídate de
pagarme por salvarte la vida aquella vez. Hablemos de mi adivinación. Si
quieres que te ayude, entonces entretenme.”
“¿Cómo?”
Aun así, no era
como si fuera una bruja mala.
Él simplemente
fue demasiado descuidado.
Durante todo este
tiempo, había estado rodeado de brujas especialmente amables y
gentiles.
Olvidó que las
brujas normales actuaban como ella.
Siwoo dejó
escapar un suspiro mientras esbozaba una sonrisa incómoda.
“Seré directa. Ya
que no se te da bien dirigir una conversación o animar el ambiente, sería mejor
que me entretuvieras de otra forma,
¿te parece bien?”
“Sí.”
El agua, antes
tibia, se había vuelto fría.
Periwinkle dejó
escapar una sonrisa seductora mientras se acercaba a él.
“¿Lo has hecho
alguna vez con una bruja?”
“¿Qué quieres
decir?”
“No te hagas el
tonto, vives con Evergreen, ¿no? Por lo intensa que era su mirada cuando nos
conocimos, seguro que sabes de lo que hablo.”
Cuando de repente
ella sacó a relucir su vida privada, él se olvidó de controlar la expresión de
su rostro por un momento y frunció el ceño.
No sabía si ella
sólo estaba tratando de obtener una reacción de él, pero tomó nota mental de
que si ella fuera a degradar a Sharon de alguna manera, definitivamente él se
lo haría pagar en el futuro.
“...”
“¿Fue una
pregunta difícil de responder? ¿O tal vez el alcohol no fue suficiente para
hacerte hablar? Ah, ¿será que piensas que la estarías engañando si respondieras
a esa pregunta?”
Ella siguió
acosándolo, presionándolo cada vez más.
Había oído hablar
de un método de mierda durante una entrevista de trabajo llamado ‘la entrevista
de presión’, y sentía que estaba pasando exactamente por eso en ese
momento.
“¿Qué tan bueno
exactamente se la hiciste? Era taaaan protectora contigo, ¿sabes? Oí que
prácticamente vivía de rezos en un momento dado, pero parecía que ella vivía LA
vida, ¿huh?”
“Srta.
Periwinkle, si le disgusta algo de mí, por favor dígamelo, intentaré
arreglarlo.”
Siwoo inclinó la
cabeza cortésmente, pero su tono era firme.
Aunque su
posición social y sus habilidades mágicas estaban por debajo de ella, la
diferencia no era tan grande como cuando era esclavo.
Como brujo, él
era ciudadano de Gehenna.
Si ella fuera a
tocarlo, se arriesgaría a ofender no sólo a la Duquesa Tiphereth sino también a
la Condesa Gemini, así que no había manera de que ella hiciera algo tan
imprudente.
Sus últimas
palabras fueron básicamente él tratando de advertirle “Hazlo con
moderación”.
Independientemente
de su actitud, ella seguía siendo su salvadora y él le había prometido hacerle
un favor.
Él sólo podía
quejarse y refunfuñar de esa manera porque estaba vivo.
Por eso había
estado aguantando todo esto, inclinando la cabeza y humillándose.
En ese momento,
le vino a la mente cierta persona.
Como lo que
estaba ocurriendo era similar a lo de aquel entonces, un sentimiento amargo
acabó apareciendo en su corazón.
Sin embargo, le
pareció divertido que ese pensamiento le viniera a la mente en primer
lugar.
Después de
dejarle una sola carta, pensó que ella
se pondría en contacto con él primero.
Tal vez debería visitarla después de visitar a las gemelas en Gehenna.
Quiero decir, aunque esa estúpida farsa entre nosotros haya terminado
y ella haya decidido dejarme ir completamente, todavía necesito encontrarme con
ella al menos una vez.
Pero, ella nunca me pidió verme ni siquiera una vez, ese es el
problema.
Tal vez fuera
algún tipo de escapismo psicológico.
Todo tipo de
pensamientos vinieron a su mente.
Pero, eso no duró
mucho ya que fue arrastrado de vuelta a la desagradable realidad.
Gracias a esa
breve tangente, la ira que hervía en su interior se había calmado un
poco.
“…”
“…”
Se preguntó qué
tipo de mirada le enviaría ella tras agachar la cabeza.
Aunque estaba
ansioso, esperó en silencio su reacción.
“Pfft... ¡Ahahaha!”
De repente, la
risa comenzó a brotar.
Ella le sujetó
por los hombros mientras reía, ayudándole a levantarse.
“¿Por qué estás
tan serio? Sólo intentaba sondear qué clase de persona eres. No te puedes fiar
de todos esos bonachones, ¿sabes? ¿Te hice enojar?”
Siwoo la miró con
recelo, preguntándose si estaba intentando engañarlo.
Ella era como una
moneda.
Era imposible
calibrar su reacción, igual que cuando uno tira una moneda, no se sabe si caerá
cara o cruz, él tampoco sabía qué tipo de reacción tendría ella si él hiciera
esto o aquello.
“Entonces, ¿te
hice enojar? No te preocupes, puedes ser sincero, no me enfadaré
contigo.”
“Un poco,
sí.” Respondió él con voz agria.
En ese momento,
su impresión de ella, “una persona de espíritu libre, pero no mala” se había
esfumado. Pero eso no importaba, ya que le debía la vida de todos modos.
“Aun así, es
agradable ver que tienes orgullo. Pensé que eras un tipo patético que vive bajo
el control de una bruja sólo porque ella tiene una rienda en la parte inferior
de tu cuerpo o algo así. Si ese fuera el caso, me decepcionarías de
verdad.”
Sin embargo,
había una cosa que quería decirle.
“No me importa
que te burles de mí o lo que sea, pero por favor mantén a Sharon fuera de esto.
Si quieres que haga algo por ti, dímelo para que pueda cumplir tu deseo.”
“¿Lo dices porque
es tu mujer?”
Periwinkle, que
meneaba la cabeza con impotencia, o tal vez fingía hacerlo, salió de la piscina
y volvió a entrar.
En su fuero
interno, no dejaba de repetirse palabras como “Hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que muera” y “Un movimiento en falso, y moriré de verdad”
para mantener la cordura.
En fin, ¿me trata así porque no me puse en contacto con ella después de que me diera su tarjeta de presentación? O quizás dije algo malo durante nuestra conversación.
Mientras pensaba así, Siwoo siguió a Periwinkle hasta el dormitorio.
Referencias
- Nota de RKB7: Panax ginseng es una planta que crece en Corea, China y Siberia. Se considera un adaptógeno, que son sustancias naturales que se cree que estimulan la resistencia del cuerpo a los factores estresantes. ↩