Failure Frame Vol. 7 Epílogo
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Failure Frame volumen 7 Epílogo en español
Epílogo
EN EL DORMITORIO de los Héroes de Alión, Sogou Ayaka
se encontraba en su habitación privada, haciendo ejercicios de estiramiento.
Cuando terminó, pasó a practicar con su lanza, clavándola en el aire.
Hmm... Me estoy recuperando más rápido de lo que
esperaba. La tensión que la técnica kyokugen provocó en mi cuerpo está
desapareciendo. Justo a tiempo. Mañana, finalmente los Héroes se dirigirán al
norte.
Hacía cinco días, se había informado de la concentración
de un gran grupo de tropas enemigas cerca del Muro Nocturno, e incluso se había
visto al mismísimo Rey Demonio. Ayaka nunca había visto al Rey Demonio en
persona, pero Takao Itsuki le había hecho un dibujo.
"Je, je, ¡soy mucho mejor dibujando que tú,
Aneki!"
Ayaka recordó las palabras de Itsuki — ella no mentía.
Supongo que es un poco grosero de mi parte pensar esto,
pero me sorprendió un poco. Y lo que es más importante... esa imagen de aquello
contra lo que debemos luchar...
Se informó que una parte del ejército del Rey Demonio se
dirigía a toda velocidad hacia el este, tal vez para tomar Alión a través de
una ruta de invasión del este.
"Es como si estuvieran actuando de común acuerdo con
Mira en el oeste. Qué momento tan verdaderamente horrible. No... actúan ahora
porque saben que hay confusión en nuestras filas", había dicho la Diosa, analizando la situación. "Y a tal
escala... Quizá pretendan que esta batalla sea la final de su campaña."
El Rey Demonio —Raíz de Todo Mal— era capaz de engendrar
un número infinito de Monstruos de Ojos Dorados, pero no podían permitirse
enviar esos monstruos a los Héroes y alimentarlos con puntos de experiencia.
Cuanto más durara la guerra, más en desventaja se encontraría el Rey Demonio.
La Diosa estaba impotente ante la esencia del Rey Demonio, al igual que el
resto de los humanos de este mundo. Sólo los Héroes de Otro Mundo no se vieron
afectados — ellos eran el único enemigo natural del Rey Demonio.
En la reciente invasión, el Rey Demonio había dividido a
los Héroes de Clase S y lanzó un ataque sorpresa contra la Ciudadela Blanca de
Protección. Utilizaron un dispositivo demoníaco para invocar monstruos
humanoides y sumaron a sus filas al Primero y al Segundo de los demonios del
Círculo Interior.
Mirando retrospectivamente, a Ayaka le resultaba
dolorosamente obvio que su intención había sido acabar por completo con todos
los Héroes de un solo golpe. No había habido ningún frente que el Rey Demonio
no hubiera intentado arrollar por completo — no se había contenido nada.
"Creo que la Raíz de Todo Mal esta vez es, con
diferencia, el más fuerte que jamás haya existido", había señalado la Diosa a los Héroes reunidos ante ella en la plaza. "Pero
ustedes, Héroes, son los más poderosos que jamás hayan existido para estar a la
par. Les anuncio que nuestra Alianza Sagrada, junto con los Héroes de Alión,
marchará hacia el norte, hacia la Muralla Nocturna, y exterminará al Rey
Demonio y a sus Monstruos de Ojos Dorados."
La propia Diosa había descrito la batalla que se
avecinaba como la "Batalla para derrotar al Rey Demonio".
Iban
a ser liderados por Sogude Sigmus, Jinete Jefe de los Jinetes Lobo Blanco de
Magnar. Sus fuerzas estaban compuestas en su mayoría por soldados alioneses,
neahan y bakossi, así como por los propios Jinetes Lobo Blanco. Ulza no podía
escatimar tropas en su lucha contra Mira, al oeste, a la que Alión también
aportaba importantes fuerzas. Los recientes ataques habían hecho mella en los
ejércitos neahan y bakossi, por lo que sus contribuciones tampoco eran grandes.
A Yonato y Magnar apenas les quedaban soldados para defenderse y no podían
esperar aportar nada a la misión del norte.
Los Héroes eran ahora la fuerza militar más importante
del continente.
Kirihara Takuto había planteado una objeción a la
elección de su líder.
"No me digas, Vicius. ¿De verdad pretendes
decepcionarme aún más? Ese tal Sogude... ¿De verdad crees que es más que
Kirihara — un verdadero rey mejor que yo? No me dejas más opción que dudar de
tu cordura..."
Pero Takao Hijiri había sido capaz de convencerle. Ni
siquiera Kirihara Takuto (aunque era reacio) pudo resistirse al elocuente
razonamiento de Hijiri.
Ella es increíble.
Apretó con más fuerza su lanza
Finalmente... La batalla final contra el Rey Demonio está
por comenzar.
En ese momento, las Hermanas Takao vinieron de visita.
"Hemos sido convocadas."
"Ejem, ¿podrían esperar un momento? Estaré
allí en cuanto me haya cambiado."
"Está bien, no necesitas apresurarte."
"Oye... ¿Rep de Clase?"
"¿Sí, Itsuki-san?"
"¿Eres, como que, de las que parecen más delgadas de
lo que realmente son?"
"Itsuki, este no es el momento para esas
discusiones", la regañó Hijiri.
"Lo siento, Rep de Clase..."
"E-está bien... No te preocupes, Itsuki-san. Bien
entonces, saldré en un momento." Ayaka cerró la puerta, se puso
rápidamente su atuendo habitual de Heroína y volvió a abrirla. "Siento
haberte hecho esperar."
Hijiri se apartó de la pared contra la que había estado
recostada. "Entonces, vámonos."
Ayaka cerró la puerta y las tres caminaron juntas por el
pasillo.
"Así que, como que, por fin vamos a viajar a la gran
última batalla, ¿huh?", dijo Itsuki.
"Sí... Ya hemos llegado hasta aquí." Había
nerviosismo en la voz de Ayaka.
Itsuki le dio una palmada en el hombro y se rió.
"Oye, sé cómo te sientes. Vamos a tomárnoslo con calma, ¿eh, Rep de
Clase?"
"S-sí... Gracias, Itsuki-san."
"¡De nada!"
Me alegro que Itsuki esté tan alegre ahora mismo.
Hijiri, a diferencia de su hermana menor, estaba tan tranquila
y serena como siempre.
"Tenemos que derrotar a este Rey Demonio antes que
pase algo más. Debemos obtener el corazón del Rey Demonio, o..." Hijiri
miró hacia abajo y tocó el collar de cristal negro que llevaba al cuello.
"Podemos absorber esa Esencia del Rey Demonio en este collar."
"¿Hm? Hijiri-san, ese collar..."
"La Diosa me llamó hoy a su oficina. Ella me confió
esto."
Parece que la Diosa realmente confía en ella. Al parecer,
últimamente ha sido menos dura con Hijiri.
"Me pregunto si somos capaces de hacerlo."
"Entiendo por qué estás preocupada, sí. Quiero
decir, tampoco creo que vaya a ser capaz de hacerlo todo perfectamente."
"Oye, Hijiri-san... ¿De verdad crees que la Diosa va
a—?"
"Espera un momento."
Una sirvienta venía caminando hacia ellos por el pasillo
llevando una pila de sábanas dobladas. También había dos caballeros, que subían
por la escalera desde el extremo opuesto del pasillo.
Hijiri puso su dedo índice en los labios de Ayaka.
"Sogou-san, no hablemos de eso aquí."
"Ah, lo siento. No estaba pensando..."
Esto no está bien. Tengo que calmarme. Soy una Heroína de
la Clase S... pero lo más importante, sigo siendo la representante de la Clase
2-C...
Ba-dmp—
¿Qué...? ¿Qué fue eso?
Fue la presión. Había algo terrible
e intimidante en el aire, y una sensación recorrió todo el cuerpo de Ayaka.
"¡Ah!"
"¡Oye, Aneki, esto es...!"
"Sí."
Las tres corrieron por el pasillo hacia la sirvienta, que
se desplomó antes que ellas llegaran y dejando caer sus sábanas dobladas al
suelo. Itsuki la sostuvo sentada mientras la sirvienta empezaba a
convulsionarse en sus brazos, con los ojos en blanco. Itsuki intentó hablarle,
pero ella no estaba en condiciones de responder.
"Esos dos también."
Al oír las palabras de Hijiri, Ayaka se dio la vuelta
para ver que ambos caballeros se habían desplomado y estaban en el suelo en el
mismo estado.
"¡¿Oye, Aneki?! ¡¿No es esto, como que, súper
seriamente malo?!" Cuando la sirvienta en los brazos de Itsuki
comenzó a echar espuma por la boca, ella miró hacia el
pasillo. "Vamos… ¡¿Qué demonios está pasando aquí?!"
El pasillo estaba tranquilo — no había otras señales de
conmoción.
Pero incluso en un momento como este...
"No nos está pasando nada", dijo Hijiri,
mirando a la sirvienta. Ayaka pudo ver algunos pequeños signos de ansiedad
creciendo en su expresión.
De repente, ella comprendió algo.
¿Somos las únicas no afectadas? ¿Qué es lo único que no
afecta a los Héroes de Otro Mundo?
"Hijiri-san... ¿No crees que esto podría ser...
la-la Esencia del Rey Demonio?"
"Sí, es probable. Y para que aparezca con tal
intensidad, la criatura debe estar cerca."
"Significa que está dentro de los muros del
castillo. ¿O en los terrenos, al menos?" Se preguntó Hijiri, entrecerrando
los ojos. Ayaka también fue golpeada por la duda.
Pero es extraño pensar que la esencia sea tan intensa...
"Hijiri-san... Sentí como si esta esencia se nos
viniera encima de repente, sin previo aviso. Sin mencionar..." Ayaka giró
para mirar hacia atrás por el pasillo.
"¿Rep de Clase?"
Ayaka miró a los dos caballeros. Conocía sus rostros;
habían luchado con ella en la Batalla por la Ciudadela Blanca.
"Muchas personas se desmayaron en ese campo de
batalla debido a la exposición de la esencia, pero no fue tan intensa."
La Esencia del Rey Demonio... ¿Era posible que fuera tan
intensa?
"Sogou-san, tú has visto el efecto que la esencia
del Primer y Segundo de los Juramentos tuvo en las personas— y a una distancia
comparativamente cercana, ¿no es así?"
"... Sí."
"¿Crees que esta esencia es más fuerte que la de un
Demonio del Círculo Interior, según tu experiencia?"
"No sé si esto es realmente la esencia... Es sólo
que... Su fuerza... En cualquier caso, es diferente."
Tengo un terrible presentimiento sobre esto.
"Sentí una conexión", dijo Hijiri.
"¿Una c-conexión...?", preguntó Ayaka
"Estaba lejos de mí y era indistinta... pero vi esa
cosa en el frente este."
"¿Eh? Oye, Aneki... ¿Eh? E-espera, e-e-estás
diciendo..."
"Debo verlo con mis propios ojos, pero creo que la
posibilidad es alta. Deberíamos salir y comprobarlo."
Las tres se miraron, todas sabiendo que habían llegado a
la misma conclusión inevitable.
Un escalofrío recorrió la espalda de Ayaka. Las sienes le
latían con fuerza. Una y otra vez, palpitaba en su cabeza mientras el sudor
corría por su rostro.
Ayaka no tenía ni idea de cómo había podido ocurrir — ni
siquiera podía adivinarlo.
Todo lo que tenía eran preguntas.
¡¿Por qué?! Pero si la información que tenemos es
correcta — sólo hay una respuesta, ¿no es así?
"Esta vez, él está aquí en persona."
El Rey Demonio.