Hazure Waku Capítulo 371

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 Confluencia

Tras la batalla, muchas cosas teníamos por hacer, pero...

Como era de esperar, no podemos partir hacia Alion de inmediato.

Aunque teníamos rotaciones de turnos, hemos estado luchando durante tres días.

Si fueran solo unas pocas personas las que necesitan descansar, podemos movernos mientras descansamos.

Aquellos que necesiten descansar podrían ir al carruaje mientras el resto avanza.

Sin embargo, también debemos permitir que los soldados descansen.

Por el momento, aún no está claro cuánta fuerza de combate le queda al enemigo.

Incluso los familiares expertos en reunir información tienen sus limitaciones.

No somos capaces de captar el panorama completo con ellos.

Además, es necesario clasificar por lesión a los heridos.

No todos pueden regresar al campo de batalla de inmediato.

Bueno, esto es algo que puede ser cuidadosamente organizado por el Emperador Loco y Cattleya.

Aquellos que no puedan volver a la batalla serán enviados a Neia o Urza por ahora.

Gracias a la presencia de Cattleya aquí, Neia no tendría ningún problema en aceptarlos.

Urza parece estar bien también ya que los corazones de la gente se han alejado del actual Rey después de la reciente batalla.

Sin embargo, surgió otro problema.

Fue alrededor de la hora en que la noche comenzó a caer afuera.

Mientras discutía los planes futuros con Loqierra y el Emperador Loco, llegó un informe de Seras.

Arrodillándose a mi lado dentro de la tienda de campaña por un momento, ella susurró a mis oídos.

Al oír sus palabras, giré mi rostro hacia ella. 

“¿... Qué?” 

Seras asintió en silencio.

“Entre los refuerzos del País Lejano que se unieron a nosotros el tercer día estaban la Raza Prohibida — los Kurosaga, pero ¿nos seguían junto a los demás?”

Fue un rayo caído del cielo.

Reaccionando a mis palabras estaba Liese. 

“¡¿Eh?!” 

… Aparentemente como si ella no lo supiera.

Después de separarse de Liese y los demás, se unieron en secreto más tarde, huh.

Seras se inclinó más cerca una vez más... 

“Sólo Armia-dono y algunas Lamias sabían de su presencia aquí. Debido a la naturaleza de la Raza Prohibida, son blancos fáciles de Vysis— por lo que fueron aconsejados por ellos para ocultar sus identidades mientras se desplazaban.” 

Notificando a los demás, intenté salir de la tienda, dejando atrás a Loqierra y los demás.

Liese parecía querer acompañarme, intentando levantarse de su asiento, pero la detuve. 

“Gio y Qir pueden venir conmigo. Tú quédate aquí y continúa con el consejo militar.” 

Volviendo obedientemente a su asiento, Liese se cruzó de brazos. 

“… Está bien. Te los dejo a ti.”

Salí al exterior con Seras.

Caminando por el campamento iluminado por la hoguera…

“La hija de Munin— ¿Fugi también está aquí?”

“Sí.”

La única usuaria de la Maldición Prohibida aparte de Munin.

La que tiene esa cresta— la cresta de la Maldición Prohibida. 

“¿Lo sabe Munin?”

“No lo he confirmado todavía, pero probablemente alguien fue a informarle.”

Recuerdo las palabras que dijo Munin esa vez.

"Sin embargo, ella también está preparada para esto. Si mi 'espada' no alcanza a la Diosa, y si caigo a lo largo del viaje... creo que ella misma está preparada para ser la siguiente en arriesgar su vida." 

“… Bueno— No podemos no contarle esto a Munin.”

Llegamos al campamento donde descansaba el campamento del País Lejano.

Había una multitud formando un círculo.

Entre ellos, pude ver el pecho del considerablemente alto Gio de pie en el centro.

Gio se fijó en mí y nos hizo una señal con la barbilla para que nos acercáramos.

Cuando la multitud se separó, Seras y yo entramos al centro del círculo.

Allí, en el cerco, estaban Gio, Qir y Armia.

Y junto con ellos— estaba una chica de cabello plateado con una expresión voluble en su rostro.

“¿Rey Mosca-san?”

“Así que estás aquí, huh.”

“¿Tu voz?”

“Sí, he cambiado mi atuendo del que llevaba antes, después de todo. Mi viejo traje de Rey Mosca estaba gastado, así que compré uno nuevo.”

“Ya veo.”

“¿No estabas en el País Lejano?” 

Fugi me miró y asintió. 

“Unn, iba a quedarme.” 

Ahora que lo pienso, ella era una niña que se refería a sí misma con "boku" como Loqierra, huh...

Fugi volvió su mirada hacia la gente con alas negras detrás de ella — los Kurosaga. 

“Íbamos a quedarnos.”

“Supongo que incluso si pregunto el motivo de venir—”

“¡Fugi!”

Mis palabras fueron cortadas por la voz de una mujer llamando a Fugi por su nombre.

Al oír eso, Fugi ladeó la cabeza para mirar detrás de mí.

Era Munin, que venía corriendo.

Al ver su figura, las mejillas de Fugi se relajaron ligeramente. 

“Munin.” 

Detrás de Munin estaba la arpía Gratora.

Probablemente fue a informarle sobre Fugi.

De pie frente a ella, Munin puso sus manos sobre los hombros de Fugi.

Entonces, con su respiración entrecortada, habló. 

“Haahhh... Haahhh... ¡¿P-Por qué vinieron aquí?!”

“Porque hemos cambiado de opinión.” 

Fugi miró fijamente a su madre... 

“Esto no es sólo mi propia decisión. Todos decidieron esto después de pensarlo.”

“… Todos…”

Como para confirmar sus palabras, Munin giró su rostro hacia las otras Kurosagas.

Entonces, un Kurosaga masculino dio un paso al frente. 

“Jefa... Es que dejarte cargar con todo sola, es extraño. Por favor, déjanos luchar a nosotros también. Si es resolución lo que estás buscando—” 

El hombre se golpeó el pecho. 

“Los tenemos aquí.”

“Pero yo... las vidas de todos... estarán en peligro—”

“Munin.” 

La cara de Munin mientras miraba a Fugi parecía conmocionada. 

“Si perdemos esta batalla... Incluso si sobreviviéramos, no significaría nada.”

“Esto no se trata de eso…”

“No, esto es sobre eso.”

El argumento de Munin es comprensible.

Es sólo que... 

“……”

Gio y los demás están observando cómo se desarrolla la situación.

Este es un problema de los Kurosagas.

No es algo sobre lo que podamos opinar.

Parecen pensar que es un problema que deben resolver los propios Kurosaga.

El hombre Kurosaga que antes había mostrado su determinación ahora extendió sus brazos. 

“Si perdiéramos esta batalla mientras permanecemos en ese país, ¿qué pasaría entonces? No podemos quedarnos encerrados allí para siempre. Tenemos que salir al mundo exterior para resolver el problema de la comida... ¿No se considera eso ya de sentido común desde hace tiempo?” 

Esta vez, una mujer de Kurosaga dio un paso al frente. 

“Jefa, las que no pueden luchar... y las que están embarazadas se han quedado en el país. Por eso, está bien. Incluso si los que vinimos aquí muriéramos, nuestros Kurosagas— tendrán nuestro propio futuro.”

“Si ganamos esta batalla—”

Siguiendo las palabras de la mujer, Fugi habló.

“Creo que no será necesario que personas como nosotros nos quedemos atrás.”

El significado de sus palabras hace un momento—

Probablemente quiso decir "No habrá necesidad de dejar atrás a alguien que pueda llevar la cresta de la Maldición Prohibida". 

“En ese caso, es mejor si aumentamos las posibilidades de ganar, aunque sea un poco. Conmigo aquí—” 

Fugi me miró.

“El número de usuarios de Maldición Prohibida que él pueda movilizar en esta batalla aumentará en uno.”

“……”

Mientras mantenía mi silencio, Fugi me miraba fijamente.

Mientras tanto, Munin agarra firmemente los hombros de Fugi. 

“Sabes... Escucha atentamente, Fugi.”

Fugi giró su rostro de nuevo hacia Munin.

... La actual Munin.

Cuando viajábamos juntos, no lo sentía tanto.

Sin embargo, sus ojos, su forma de hablar.

Sus otros gestos también...

Realmente me hace sentir que ella realmente es una “madre”.

“Lo que estoy diciendo aquí... No se trata sólo de tener un futuro en el que nuestros Kurosagas conserven nuestra cresta de la Maldición Prohibida. No, también está eso pero... pero para mí, incluso más que eso... Si tú... Si tú murieras...”

“¿Y está bien si es Munin?” 

¿—Está bien si Munin "podría" morir? Fugi le pregunta eso.

Los ojos grises de Munin temblaron. 

“Yo-yo… Como la Jefa…”

En ese momento…

“—No.”

Los labios de Fugi temblaban, como si estuviera reteniendo algo.

Sin embargo…

“No tendría sentido— Para mí… Si Munin muriera— ¡Todo esto no tendría sentido!”

“—Fugi, tú…”

Fugi estaba llorando.

Su falta de expresión facial le da la impresión de ser una niña indiferente a los que la rodean.

Incluso según lo que había oído de Munin, parecía que siempre había sido así.

Por lo tanto, Munin se sorprendió.

Normalmente no era el tipo de niña que mostraba sus emociones exteriormente.

Viendo la expresión de su cara llorosa en este momento, puede que sea así.

Después de todo…

Parecía no estar acostumbrada a ello.

El acto de llorar, eso es.

Por eso Munin reaccionó con tanta sorpresa.

“Incluso sólo pensar en cómo 'podrías' morir... Yo— no puedo soportarlo...”

“Fugi—”

“No quiero eso— No quiero.” 

Aparentemente aferrándose a ella, Fugi abrazó a Munin. 

“Si vamos a morir, aunque sea por un poco más de tiempo— hasta el final— ¡Quiero estar junto a Munin! Si puedo contribuir a derrotar a la Diosa— yo también quiero ayudar... ¡—Quiero ayudar a mamá! Pensar eso— Pensar que 'podríamos' separarnos así... ¡No me gusta... en absoluto—!” 

La forma en que levantó la voz...

Tal vez…

Ella es alguien que nunca había levantado la voz en mucho tiempo.

Y para que sus emociones exploten de esa manera— esta es probablemente la primera vez también.

Fugi sollozó en los brazos de Munin. 

“Caramba... —Realmente eres——” 

Mientras abrazaba a Fugi con una mano, Munin se tapaba la boca con la otra.

Ella también estaba llorando.

Él, tal vez llorando junto con la visión de su Jefa... 

“Jefa…”

El hombre Kurosaga, con voz temblorosa, habló. 

“Si ganamos esta batalla... Nuestro país se salvará... y habiendo sobrevivido... No podemos simplemente decirle a la próxima generación de hijos de Kurosagas... que ‘sobrevivimos dejándole todo a la Jefa en esa batalla’. No, otra cosa es que fuéramos incapaces de luchar. Sin embargo... ¡No somos incapaces de luchar! ¡¿Verdad, todos?!”

Una fuerte respuesta llegó de los Kurosagas detrás de él. 

“Además, ¡¿no está nuestra gente del País Lejano también arriesgando sus vidas en esta batalla?! Hacer que nos quedemos y esperemos porque la Jefa lo dijo... ¡no podemos soportarlo!”

“Para nosotros…”

En ese momento, la mujer Kurosaga que había hablado hace un rato se adelantó de nuevo. 

“Aunque sea una batalla en la que podamos morir, nos parece bien. Queremos ganar. Con nuestras propias manos. Queremos vivir de forma que podamos sentir que hemos ganado. Incluso si nos quedamos a medio camino... queremos vivir de una forma... en la que podamos decir 'Luchamos para ganar'.” 

Mirando por encima de su hombro, el hombre Kurosaga asintió con la cabeza.

Los otros miembros Kurosagas también tenían expresiones similares en sus rostros.

Rostros llenos de resolución.

…De hecho, los Kurosagas…

La cantidad total de resolución que habían acumulado...

Quizás— Podría estar en un nivel diferente.

Después de todo, tenían un historial de haber sido casi erradicados por la Diosa—

... Resolución eh.

Sin agotarse, la han mantenido en su interior. 

Aferrándose a ello hasta esta generación.

“To… dos…”

“Sí, todos... Todos somos camaradas. Por eso... Luchemos juntos, Munin.” 

Fugi— aún apoyada en el pecho de Munin, expresó su deseo.

“Junto con todos.”

Munin... se mordía el labio.

Era evidente que sus sentimientos ya se inclinaban en una dirección.

Sin embargo, todavía no había resuelto completamente el conflicto en su mente.

Mientras ponía sus manos sobre los hombros de Fugi, Munin me miró.

Los demás siguieron su ejemplo, mirándome como si buscaran una respuesta.

Todos tenían ojos buscando una respuesta.

Sin embargo, sólo esta vez—

“Sólo en este asunto... Te dejo la decisión a ti, Munin.”

Ella entendió mi respuesta.

La expresión del rostro de Munin parecía transmitir eso.

No se sintió particularmente conmocionada por que la decisión recayera sobre ella.

Dicho eso…

“Bueno… No es necesario que decidas esto aquí y ahora. No es un asunto urgente. Incluso si quisieras negar con la cabeza aquí, sería difícil transmitir eso con la atmósfera actual de este lugar…”

Miré a mi alrededor.

“Calmémonos y discutamos esto a fondo. Afortunadamente, tenemos tiempo para hacerlo. De cualquier manera, está bien. Estaré de acuerdo con lo que todos ustedes han decidan.” 

"Umm", me dijo Munin.

Mirando a Fugi...

“En esta batalla contra Vysis... Si Fugi participara—” Ella preguntó.

“¿Aumentarán las probabilidades de ganar?”

"No cambiará." Quizás esa sea la respuesta que debería dar.

"Si ella está aquí o no, las probabilidades no cambiarán." 

Si dijera tal mentira... Fugi podría no tener que participar en la batalla decisiva. 

“... Sea cual sea tu elección, haré todo lo que pueda. Ya sea para construir desde cero— o para reconstruir algo. Es una promesa. Además... la participación de Fugi nunca había sido incorporada al plan desde el principio. Es solo que...” 

Sin embargo…

“Los números, la fuerza, las habilidades del enemigo... La posibilidad de que su bando tenga habilidades desconocidas... Mientras las capacidades completas del enemigo sigan sin estar claras, es mejor tener más opciones de nuestro lado— Esa es la verdad.” 

Expuse los hechos tal y como eran.

Lo que Munin buscaba aquí no era sólo "consideración".

Lo había sentido.

“Sin embargo— Déjame decir esto de nuevo— En última instancia, Munin, depende de ti decidir. Lo que suceda aquí dependerá de ti. He dicho que tener más opciones es mejor ahora mismo, pero independientemente de la elección que hagas, respetaré tu decisión.” 

Dejé escapar un suspiro.

“Solo en este asunto, claro está.”

Al escuchar mis palabras, ella murmuró mi nombre.

Luego, después de unos momentos...

“Gracias.”

Ella expresó su gratitud.

En cuanto a lo que me estaba agradeciendo...

¿Fue gratitud por darle opciones?

Por supuesto, es posible que ese no haya sido el caso.

El verdadero significado de su “gracias” sigue sin estar claro para mí.

Munin volvió su mirada a Fugi y después de unos segundos, habló. 

“Dame una noche para pensar en esto.” 

Temprano la mañana siguiente…

Munin, con los ojos hinchados, visitó mi tienda.

Después de escuchar su decisión, respondí.

“Está bien.”

Sentado en mi silla, miré hacia el techo de la tienda.

El silencio llenaba el espacio.

Luego, rompiendo ese silencio, le dije.

“Difícil, ¿no?”

“Sí.”

Sí…

“Las 'emociones' pueden ser engañosas y difíciles a veces.”

Sin embargo…

Por eso son valiosos, ¿verdad?

◇◆◇

La Alianza de Subyugación de la Diosa cruzó la frontera y finalmente entró en territorio Alion. 

Por lo que los familiares pudieron confirmar, Vysis aún no se ha movido de Enoh.

Sin embargo, se dice que Sacramentos armados se están reuniendo alrededor de Enoh.

Pero hasta ahora, no hemos visto ningún Sacramento en el camino.

¿Es posible que todavía haya objetos del Emperador Demonio escondidos en alguna fortaleza?

Tal vez, ¿lo habían activado y enviado Monstruos de Ojos Dorados y Rostros-Humano otra vez…?

—No, siento que la posibilidad de que ese sea el caso es baja.

Vysis no querría dar más poder a los Héroes.

Enviar de vuelta Monstruos de Ojos Dorados y Rostros-Humano solo nos daría puntos de EXP.

En este momento, subestimar nuestras fuerzas sería un error.

Ella querría cortar de raíz cualquier posible subida de nivel.

Al menos, si estuviera en su posición, eso es lo que haría.

De hecho, nuestro avance hacia el territorio de Alion se desarrolló con notable fluidez.

Es tan suave que me hace desconfiar de las trampas.

“Como era de esperar... Si las cosas se van a resolver, ella también tenía la intención de solucionarlo en la primera batalla.”

Si ese es el caso, sinceramente me siento aliviado.

Lidiar repetidamente con oleadas de Sacramentos como en la batalla anterior sería bastante complicado.

Además, aunque es sólo una nota al margen, ocurrieron algunos acontecimientos interesantes.

El Imperio de Bakuos, situado al sureste de Alion.

Actualmente mantenemos una relación de cooperación con los Caballeros Dragón Negro de Bakuos.

Sin embargo, Bakuos, el propio país, se ha mostrado algo indeciso hasta ahora.

Bakuos está geográficamente bastante cerca de Alion.

Por lo tanto, podría haberles resultado difícil hacer un movimiento— Esto ciertamente es plausible.

Podrían haber temido ser aplastados por el Ejército Sacramentos antes de que pudiéramos llegar.

Pero ahora, que los de Bakuos han comenzado a enviar refuerzos en serio.

Quizás, pudieron haber estado observando nuestro— el destino de la Alianza de Subyugación de la Diosa.

El Emperador Loco dijo esto sobre su movimiento.

“Podrían estar tratando de mantener una salida en caso de que gane el bando de la Diosa, explicándole cómo 'los Caballeros Dragón Negro y algunos soldados de Bakuos que sólo simpatizaban con Cattleya y actuaron independientemente contra las fuerzas de la Diosa'.” 

Desde la perspectiva de un país, se podría decir que es inteligente.

Por supuesto, tal pensamiento también encierra "astucia" en su interior.

O tal vez cambiaron de opinión después de recibir esas grabaciones de audio y videos.

Para mí, esto último parecía más probable.

Dicho esto, ahora todo depende... de cómo se mueva Jonato.

El Rey Lobo Blanco — Magnar se puso del lado de nosotros.

Esto ya había sido confirmado por la paloma mágica de guerra enviada desde la Capital Imperial de Mira.

La confirmación vía paloma mágica de guerra inevitablemente implica un lapso de tiempo significativo.

No es tan inmediato como las llamadas telefónicas o las aplicaciones de mensajería.

Por supuesto, estamos indefensos al tratar de hacer uso de las ondas de señal usando nuestras habilidades...

Aparte de eso, los familiares pueden lograr algo similar.

Sin embargo, hacer uso de ellos es complicado.

Actualmente, Liz sólo puede operar a dos familiares.

Uno de ellos nos acompaña.

Mientras tanto, el otro está vigilando los movimientos de Vysis en Enoh.

Estos dos familiares no pueden ser trasladados a ningún otro lugar para evaluar la situación actual en torno a Vysis.

Por cierto, el familiar que monitorea los movimientos de Vysis en Enoh es también el que confirmó los movimientos del Ejército del Sacramento desde Enoh hacia Jonato. 

“……”

Hablando del familiar de Liz...

Miré hacia la llanura, mojándome ligeramente con la llovizna, desde lo alto de Slei.

Nuestra actual ruta de marcha...

Esta es la ruta occidental por la que Liz quería que pasáramos “si es posible”.

Actualmente estamos siguiendo esa ruta.

Es la ruta más corta a Enoh en términos de tiempo de llegada.

En realidad, incluso en las discusiones con el Emperador Loco, originalmente planeábamos usar esta ruta.

Parece que Liz y los demás también habían descartado las rutas.

Aunque en ese momento...

“Umm, Rey Mosca-sama.”

Llegó un mensajero.

Creo que debería ser una mensajera que llegue en momentos de baja prioridad...

“Una extraña mujer pide reunirse contigo...”

“¿Conmigo?”

Ha habido mercaderes de voluntad fuerte que también han venido aquí y han mostrado su perspicacia para los negocios.

¿Es este otro de ellos otra vez...?

"Queremos ofrecer nuestro pueblo como lugar de descanso para Su Majestad y para todos." 

Hay gente que ofrece esto.

Ocasionalmente, tales individuos han venido a visitar a "altos mandos" a lo largo del camino.

Sin embargo, entre aquellos cuyas identidades no hemos confirmado...

"Quiero reunirme con el Rey Mosca." No ha habido nadie así…

“¿Se identificó ella misma?”

La mujer que vino a informar pareció recordar algo y habló.

“Ella dijo: 'Si le dices al Rey Mosca Belzegia que es Astarva Segundo Juramento, debería saber quien soy.” 

¿ ………… Qué?

¿Astarva?

Ese nombre me resulta extrañamente familiar.

“También mencionó que si no puedo informar a Rey Mosca-sama, podría decírselo a Seras Ashrain-sama... o a Machia Renaufia-sama, ellos confirmarían su identidad.” 

La mensajera describió las características de la mujer.

“………”

¿ ……  Por qué está ella aquí?

¿Cómo se las arregló para pasar por "allí"?

No— incluso Liz ayudándonos a través de sus familiares fue inesperado.

En ese caso…

La posibilidad de que ella aparezca técnicamente no es cero, huh.