City of Witches capítulo 254
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City of Witches - Eloa Tiphereth |
Un Lado Desconocido V
Parte 1
Parecía más estar
viendo una danza elegante que una lucha con espadas.
Cada movimiento
innecesario fue recortado de los movimientos de Eloa.
La refinada
destreza con la espada que sólo podía ser producida por aquellos que habían
cruzado la línea de la muerte, empuñando y blandiendo la espada decenas de
miles, cientos de miles, cientos de millones de veces hasta el punto del
aburrimiento.
Con sólo la punta
de los pies tocando el suelo, Eloa giró con elegancia, con los ojos
entrecerrados mientras su ropa ondeaba a su alrededor.
Había algo bonito
en esa demostración de habilidad.
Pero no era el
momento de distraerse.
Momentáneamente
cautivado por la escena, Siwoo levantó la espada un poco tarde para
defenderse.
—¡Clang!
La espada de Eloa estaba imbuida de una fuerza
oculta que desmentía su suave movimiento.
El sonido que
produjo el choque fue como el de una granada al estallar, lanzando a Siwoo
volando hacia atrás.
Sus pies
golpearon el suelo, dejando abolladuras en la dura superficie, mientras los
adoquines volaban como palomitas a su alrededor.
Esto se debió a
que se había preparado. Si hubiera recibido el golpe de frente, habría salido
despedido a decenas de metros de distancia.
“¡Haa!”
Luchando por
sostener sus rodillas que se doblaban, Siwoo empujó la espada con fuerza para
crear algo de espacio.
Con su habilidad
para adaptarse y utilizar cualquier cosa como arma, ya fuera una daga, un hacha
o incluso un escudo, siempre estaba preparado.
Eloa, por su
parte, blandía una espada mucho más grande que ella.
A primera vista,
parecía que Siwoo tendría ventaja en un combate cuerpo a cuerpo.
Pero no era así
en absoluto.
En un combate
cuerpo a cuerpo, Eloa podía utilizar su pequeño tamaño a su favor.
Al ser pequeña,
podía moverse más fácilmente a su alrededor, incluso en espacios
reducidos.
Le hacía tropezar
con los pies, le golpeaba con la punta de la espada e incluso utilizaba los
codos y patadas para mantenerle desequilibrado.
—¡Kang!
Siwoo tiró de su
escudo hacia dentro y lo empujó hacia Eloa, intentando apartarla.
Eloa, quien se
protegió introduciendo la espada entre los puntos de impacto, aprovechó esto
para rebotar y alejarse.
Por sí solo, éste
no era un ataque efectivo de Siwoo.
Después de todo,
ella soportó fácilmente el impacto de su escudo, saltando hacia atrás.
Pero eso era
exactamente lo que Siwoo había estado esperando.
“¡Te
tengo!”
—¡Srrrt!
Él torció las
cuatro cintas que habían permanecido inmóviles en el aire, esperando el momento
exacto para atacar.
Luego, procedió a
imitar cómo Ea había usado estas cosas.
Cada una de las
cintas estaba repleta de poder, mucho más fuerte incluso que el golpe de espada
más potente de Siwoo.
Sintiendo una
sensación similar a la de soltar la cuerda de un arco, interceptó a Eloa, que
aún flotaba en el aire, y lanzó un ataque que era como un misil
teledirigido.
Su ataque cubrió
todas las direcciones simultáneamente.
Su velocidad
superaba incluso a la de las balas.
En ese momento,
realmente parecía que esto acabaría con Eloa para siempre.
Pero...
“Por la presente
declaro un pacto.”
Una letra en el
lado de la Espada del Pacto brilló.
Una oleada de
poderoso maná se extendió mientras Eloa pateaba con fuerza sus piernas en el
aire.
Al no tener un
punto de apoyo sólido, sus movimientos se vieron limitados por la falta de
fuerzas reactivas en el aire.
Era algo de
sentido común aplicable a cualquiera.
Sin embargo, Eloa
no era cualquiera, podía romper fácilmente ese sentido común si quería.
—¡Boom!
Al ejecutar la
patada en el aire, una onda expansiva se propagó en todas direcciones.
La pierna de Eloa
se movió tan rápido que rompió la barrera del sonido. Para cualquiera que la
viera, parecía como si hubiera 'pisado' un espacio vacío antes de salir
disparada hacia delante como una flecha.
Con una fuerza
violentamente poderosa que parecía burlarse de las leyes de la física, empujó a
un lado el aire que la rodeaba.
Las cintas que
Siwoo había soltado se desviaron de su curso, intentando seguirla,
pero...
Ese fue el
movimiento equivocado.
“¡Gah!”
Antes de que se
diera cuenta, Eloa había descargado una patada que destrozó su escudo como si
fuera una galleta y le golpeó justo en el abdomen.
Él se estrelló
contra un coche estacionado, destruyéndolo cómicamente como si fuera un bloque
de lego, y voló durante un rato antes de ser golpeado contra una tienda de
cosméticos.
“Ugh...”
Luchando por
levantarse, la encontró de pie sobre él con la espada apuntándole al
cuello.
Esa fue la señal
de KO para él.
“Haah, he
perdido. *¡Cough, cough!*”
“¿Estás
bien?”
“Sí, porque te
estabas conteniendo.”
“Bueno, tenemos
que ir de compras más tarde, ¿no? No puede ser que estés hecho un
desastre.”
Eloa le tendió la
mano con una suave sonrisa.
Su armadura se
disolvió en sombras antes de levantarse, estrechando sus manos.
Cuanto más se
enfrentaban, más sentía que se había convertido en un luchador
profesional.
Hoy, él
interpretó espectacularmente el papel de villano apaleado.
“Pensé que podría
tener una oportunidad de ganar hoy... pero supongo que no estaba destinado a
ser...”
“Lo hiciste bien,
no te has olvidado de tomar la iniciativa como lo que te enseñé la última vez.
El problema es que en el momento en que pensaste que tu plan había fallado, tu
defensa se volvió descuidada. Si hubieras confiado en tus propias habilidades
defensivas en lugar de centrarte en la cinta, podrías haber seguido durante un
tiempo.”
“Lo tendré en
cuenta.”
Eloa sonrió con
satisfacción.
Las habilidades
de Siwoo realmente estaban mejorando cada día.
Aunque casi había
dominado sus habilidades gracias a su pacto, había algo de lo que carecía hasta
que Eloa intervino.
El combate mano a
mano.
Cuando sólo
confiaba en sus instintos, mostraba debilidad en lo que respecta a controlar su
poder de forma eficiente y planificar su siguiente movimiento. Pero esos puntos
débiles se solucionaron con éxito en sus sparrings, que eran similares a las
batallas reales.
Había adquirido
destreza en el uso eficaz de su poder y en el fortalecimiento de su cuerpo
espiritual, por lo que no era inexacto decir que se había vuelto varias veces
más fuerte que antes.
“Con tus
habilidades actuales, deberías poder manejar a la mayoría de las brujas sin
problemas. Siempre y cuando no usen su magia de autoesencia, claro está.”
“¡Entonces eso no
significa nada!”
“La verdad es que
no. Esto también significa que eres lo suficientemente fuerte como para acabar
con un Homúnculo moderadamente fuerte.”
Al ver la sonrisa
amarga, Tiphereth secretamente respiró aliviada.
Debido a lo
embarazoso de lo ocurrido ayer y anteayer, pensó que se comportaría de forma
extraña con él, pero una vez comenzado el entrenamiento, resultó que podía
comportarse como siempre.
Supongo que tenían razón en lo de que seguir la rutina te libra de
cosas.
Ella pensó que,
si Siwoo hubiera sabido lo que pasó, no habría acabado así.
Era imposible que
saliera algo bueno de todo esto si él se enteraba de que ella le había estado
espiando mientras tenía sexo y de alguna manera se había excitado por
ello...
¡No, deja de pensar en eso ya!
¡De todas formas no lo sabrá mientras mantenga la boca cerrada! ¡Este
tipo de cosas no volverán a ocurrir en el futuro!
Con ese
pensamiento, por fin se sintió más relajada.
“En cualquier
caso, buen trabajo.”
“Gracias por la
lección de hoy otra vez.”
***
Luego, la pareja
se dirigió a la destrozada plaza Gwanghwamun.
Tanto la plaza
como las calles cercanas estaban totalmente destrozadas, como si acabaran de
sufrir un bombardeo o algo así.
Su pelea no era
como la de los típicos humanos.
Cuando chocaron
contra un coche durante su pelea, éste quedó aplastado como papel de aluminio,
el sólido suelo de asfalto se arrugaba bajo sus pies cada vez que lo
tocaban.
No hacía falta
mencionar lo que ocurría con las partes del suelo que eran tocadas por las
cintas mal disparadas.
Afortunadamente,
una vez que la barrera interdimensional desapareciera, todo estaría
completamente arreglado, haciendo que Siwoo se sintiera agradecido de que
existiera un hechizo tan conveniente.
La pareja regresó
al Witch Point, se asearon, se cambiaron de ropa y se dirigieron a los grandes
almacenes cercanos.
¿Qué iban a
hacer? Sólo algunas compras.
Parte 2
“Hmm
hmm...”
Eloa tarareaba la
música clásica que sonaba en los grandes almacenes.
Con cada uno de
sus alegres pasos, su cabello se mecía siguiendo el ritmo.
Parecía más
contenta que de costumbre y eso no escapó a la atención de Siwoo.
“Maestra.”
“¿Sí?”
“Parece que estás
de buen humor.”
Sus palabras eran
bastante directas y no tenían ningún otro significado, pero Eloa se dio cuenta
de lo que intentaba decir medio segundo demasiado tarde.
Sonrojada
liegramente, dejó de tararear.
Al darse cuenta
de que estaba actuando frívolamente sin pensar, se sintió un poco
avergonzada.
“Deja de burlarte
de mi.”
“No lo hacía,
sólo me alegré de verte de tan buen humor.”
Fueron juntos a
los grandes almacenes con el lujoso coche que le había regalado
Periwinkle.
Actualmente,
estaban explorando la sección de ropa de mujer.
La verdad es que
a Eloa no le gustaban mucho ni la ropa ni las joyas.
Cuando era
aprendiz, la única ropa que tenía era la que le había dado su predecesora.
Después de convertirse en bruja, sólo llevaba ropa sencilla.
Pero había una
razón para ello.
Incluso entre las
brujas que tenían todo tipo de colores de cabello y ojos, el suyo destacaba
bastante.
Como prefería la
sencillez y odiaba acaparar toda la atención, lo compensaba optando por llevar
ropa sencilla.
Esto se convirtió
en un hábito al cabo de mucho tiempo, y el hecho de que nunca tuviera realmente
un motivo para ir de compras por su cuenta hizo que nunca cambiara de
costumbres desde entonces.
Cuando Siwoo se
ofreció a comprarle ropa, ella no tenía motivos para rechazarlo, por eso acudió
de buen agrado.
En todo caso,
ella estaba emocionada de recibir un regalo de él, no importaba realmente qué
fuera.
“Hmm...”
“Mm...”
Pero surgió un
problema imprevisto.
Siwoo no sabía
mucho de moda, como qué ropa le quedaría bien a quién, cuáles eran las últimas
tendencias, etcétera.
Y Eloa no era
mejor.
Así que
terminaron deambulando por la tienda como una cinta transportadora de
sushi.
“¿Qué tipo de ropa usas habitualmente?”
“Las que son
cómodas para moverse, o vestidos.”
“Uh... ¿entonces
deberíamos echar un vistazo a esta sección?”
Eligieron una
marca al azar y entraron en una tienda que parecía tener muchos vestidos. Pasó
un rato hasta que una empleada se les acercó.
“Hola- Oh
dios...”
La empleada, que
parecía bastante joven, se quedó sorprendida al ver a Siwoo, y aún más al ver a
Eloa.
Siwoo ya era
bastante guapo, pero Eloa lo era aún más, ya que tenía un aspecto realmente
único incluso entre las brujas.
Ella se quedó
mirando a los dos sin comprender, se quedó muda un rato antes de volver en sí y
disculparse.
“Lo siento. Los
dos son tan atractivos y guapos... ¡jaja...!
¿Qué tipo de ropa están buscando?”
Pero esa
incomodidad no duró mucho.
Sus ojos se
alzaron de inmediato mientras comenzaba a recomendar un atuendo tras otro con
una voz realmente amistosa.
“¿Segura que no
eres modelo? ¡Dios, qué bonito te queda el color de cabello!”
“¿Qué te parece
éste? Este tipo de ropa está muy de moda últimamente, ¡seguro que te queda
bien!”
“Te has dado
cuenta de que por la noche refresca, ¿verdad? Combínalo con este cárdigan,
¡quedará muy bonito!”
“¡Míralo! ¡El
aire deportivo e informal te sentará muy bien! En realidad, este también te
puede quedar bien...”
Ella seguía
sugiriéndole ropa como una niña que juega a cambiar de ropa a su muñeca
favorita.
Mientras tanto,
Siwoo sólo podía permanecer de pie a un lado, actuando como una percha humana,
sosteniendo la ropa recomendada por la empleada.
“¿Te gustaría
probártelas?”
“Probablemente
debería...”
“Sí, debería
probárselas antes de comprarlas.”
“¡Entonces, los
probadores están allí! Si necesitas algún arreglo en la ropa, podemos hacerlo
enseguida, ¡así que no te preocupes si la talla no te queda bien!”
Al ver que Eloa
dudaba si probarse la ropa o no, Siwoo respondió por ella.
Aquella ropa tan
bonita no era barata, así que tenía sentido probársela antes de
comprarla.
El primer vestido
que cogió fue uno de punto gris que llegaba hasta las pantorrillas.
Aunque un vestido
de punto no parecía muy atractivo, era un estilo muy popular en Corea.
Tras una ronda de
ruidos procedentes del interior, Eloa salió tímidamente del probador.
“Woah...”
Antes de que
Siwoo pudiera reaccionar, la empleada ya había exclamado, admirada.
El vestido de
punto que le recomendó se ceñía al cuerpo de Eloa, mostrando perfectamente su
figura y curvas.
Aunque llevaba
una rebeca para cubrirse la parte superior del cuerpo, su trasero oscilante se
dejaba ver a través de la ropa cada vez que daba un paso.
“Ah...”
Él sabía que no
debía reaccionar así, pero era mejor que apartar la mirada.
Como ella sólo
llevaba unos pantalones de chándal holgados y un cortavientos, no se había dado
cuenta de que el cuerpo de Eloa tenía más curvas de lo esperado.
Hace un momento,
parecía una princesa yendo a una cita secreta, ahora, tenía ese encanto
seductor que sólo las actrices exudarían.
“E-Esto se siente
un poco demasiado apretado...”
Debido a lo
ceñido que le quedaba el tejido de punto alrededor de cada curva de su cuerpo y
a las miradas que recibió en cuanto salió del probador, Eloa se sintió
completamente desconcertada.
“¡No! ¡Está muy
guapa, Señorita! ¿No le parece a usted también?”
“¿A-A mí? S-Sí,
le queda bien.”
“Vamos, necesitas
reaccionar más~ O si no, la harás sentir mal~”
“Uh, te ves
hermosa. Te queda muy bien.”
A diferencia de
Siwoo, que se había acostumbrado a las bellezas extraordinarias por todo el
tiempo que había pasado con las brujas,la belleza de Eloa pareció tomar a la
empleada por sorpresa.
Estaba tan
exaltada que hizo que Siwoo dijera su opinión dos veces.
Mientras se
miraba en el espejo del probador. Eloa se preguntaba: “¿De verdad me queda
bien?”, pero oír a Siwoo decir que estaba guapa le hizo desechar esos
pensamientos y la puso en las nubes.
“¿D-De verdad?”
“Sí, la verdad es
que te queda muy bien. ¿Te gustaría probarte otra cosa?”
“Okay.”
A continuación,
se probó unos jeans, un cinturón, una camisa negra y una gabardina.
Esta vez, era del
estilo de la mujer de ciudad del Oeste y le sentaba bien a Eloa.
“Esto me parece
un poco recargado...”
“¿Cómo que un
poco recargado? Te queda tan bien, ¡como a una estrella de cine! ¿No crees tú
también?”
“S-Si, te ves muy
bien, um...”
“¿E-En
serio?”
Después se
repitió el mismo patrón.
Eloa se quedó
pensativa dentro del probador, preguntándose si la ropa realmente le sentaba
bien.
En cuanto salía,
Siwoo le daba la razón a la empleada, que aplaudía en señal de
admiración.
Entonces, ella se
sentía halagada por sus cumplidos sobre lo guapa o cool que se veía.
En consecuencia,
acababan comprando de todo.
Por supuesto,
algunos tenían la talla equivocada, así que tuvieron que esperar a que la
tienda les cambiara la talla.
Mientras esperaban, Siwoo le compró tres pares de zapatos.
Con eso, la jornada de compras, que había sido un festín para los ojos, llegó a su fin.