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City of Witches capítulo 365

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City of Witches novela pdf
City of Witches - Lucy Yesod

 Actividades al Aire Libre VII


Parte 1

“¡Ugh!”

Tal y como Siwoo había esperado antes, las cosas no saldrían tan fácilmente.

Había tres tipos de experimentos que necesitaba realizar.

Uno, comprobando el blindaje de la barrera.

Dos, obtener muestras de la tasa de distorsión de la Rama Roja cada vez que reaccionara a una fuerza suficientemente fuerte.

Tres, controlar el campo de distorsión tras retirar la cinta protectora y exponer el 5% de la lanza.

La primera fue fácil de hacer, pero en el momento en que intentó hacer la segunda, tropezó inmediatamente con un muro.

Y es que la más mínima fuerza hacía que la Rama Roja se volviera loca a pesar de que seguía cubierta por su cinta.

Lo mismo ocurrió cuando expuso una pequeña parte de la hoja de la lanza.

Incluso la superficie del agua de maná —que se suponía que era bastante poco reactiva— se agrietó enloquecidamente a causa de ello mientras escupía gotas de agua por todas partes.

Tuvo que volver a sumergir la lanza en el agua de maná tras un tiempo realmente breve de experimentación. 

“Parece que estás teniendo problemas.”

“¿Huh?”

La condesa, que sólo había estado observando desde un lado, se le unió de repente y entró en la bañera.

Sin darle a Siwoo la oportunidad de decir nada, ella extendió la mano hacia la Rama Roja desde detrás de él, asumiendo una pose similar a cuando estaban pescando en el Río Conejo. 

“Woah, realmente hace frío...”

Siwoo la miró sorprendido, pero ella se limitó a sonreírle despreocupadamente. 

“Esta vez, voy a ayudarte, así que ¿por qué no lo intentas de nuevo?”

Podía sentir una suave sensación detrás de su espalda.

El calor corporal de la condesa —que era como la antítesis de la frialdad del agua de maná— le calentaba la espalda.

Al mismo tiempo, sintió que la condesa lanzaba una barrera que envolvía su cuerpo. 

“Puedes sacarlo. No te precipites, hazlo con cuidado.” 

“Okay.” 

Siguiendo sus instrucciones, Siwoo volvió a sacar la Rama Roja del agua de maná. 

Como las secuelas de su reacción anterior aún estaban allí, la lanza todavía vibraba como una loca, pero la condesa tomó el control de su campo de distorsión sin pestañear.

“La estabas manejando demasiado bruscamente, necesitas acariciarla suavemente, justo así...” 

“¿Así?” 

“Mhm, sí... Eso es... Hazlo así hasta que te acostumbres.” 

A partir de entonces, la condesa siguió orientándole en su experimento. 

Si el campo de distorsión de la lanza volvía a actuar hasta el punto de que le resultara difícil manejarlo, ella lo guiaría y le diría lo que tenía que hacer para resolver el problema. 

Después de eso, usaría la guía de la condesa como base para sus cálculos y resolvería el problema rápidamente. 

Una cosa digna de mención aquí era que incluso Siwoo, que era capaz de ver el flujo de la magia siempre que se quitara el parche, tenía dificultades para ver dónde radicaban los problemas con los que se encontraba. 

Pero la condesa logró averiguarlos todos simplemente por instinto.

Una vez más se dio cuenta de que su hazaña de alcanzar el rango 22 no era sólo para aparentar. 

“¿Es así...?” 

“Sí, sí, es correcto. Buen trabajo.” 

“…”

“Muy bien, ahora intenta hacerlo todo desde el principio otra vez... lentamente...” 

“…”

En un momento dado, su mente se despejó de todas las distracciones. 

Usando la guía de la condesa como detonante para concentrarse...

Ya no podía sentir la frialdad del agua que sentía como si tratara de desgarrar su piel, ni el calor de la condesa en su espalda. 

Con la voz de la condesa como su navegante de algún tipo, su concentración alcanzó su punto máximo. 

Suprimió las ondas rojas que danzaban a su alrededor como si estuvieran poseídas, una a una, calculándolo todo hasta el punto de sentir que le freían el cerebro. 

Ignorando todo lo demás que ocurría a su alrededor en aras de cumplir su objetivo. 


Parte 2

La condesa miró a Siwoo.

“…”

Él había estado en trance durante cinco minutos.

No sólo eso, sino que había estado respondiendo con menos frecuencia a sus indicaciones, aparentemente volcando toda su concentración en el experimento.

Este nivel de concentración que estaba mostrando era aterrador, incluso para la condesa.

Él no estaba simplemente usando su guía para imitarla.

En lugar de eso, lo utilizó para forjar su propio camino.

Teniendo en cuenta que no había pasado mucho tiempo desde que estudió magia por primera vez, este tipo de mentalidad demostraba lo increíble que era, y lo prometedor que sería su futuro.

Si hubiera sido mujer, se hubiera convertido en bruja como es debido y hubiera heredado una marca madura... Me pregunto cómo de rápido hubiera sido su crecimiento.

La condesa nunca jamás pensó que su talento era escaso, pero al ver el talento de este hombre, le hizo pensar que su talento palidecía en comparación por mucho con el de él.

Tal vez su talento esté a la altura de la Duquesa Keter...

Probablemente necesitaría este tipo de talento para abrirse camino a través del inalcanzable rango 30...

... Pfft, ¿en qué estoy pensando?

Mientras tanto…

“…”

Dentro de aquel espacioso baño, sólo se oía el sonido de la cinta crujiendo contra la superficie de la Rama Roja, y el goteo del agua de maná.

Además, el débil sonido de la respiración de dos personas.

“¿Sr. Siwoo?”

La condesa lo llamó en voz baja.

En ese momento, parecía que él ya no podía escuchar lo que pasaba a su alrededor.

Ella lo llamó una vez más para confirmarlo y...

“…”

Él seguía sin responder.

Estaba claro que estaba completamente atrapado en su propio mundo.

La condesa, que seguía tocando la lanza mientras abrazaba su espalda, se lamió los labios.

En realidad, ni siquiera se dio cuenta de que lo estaba haciendo, simplemente lo hizo porque tenía la garganta seca.

Ya lo había notado antes, pero… Su espalda es tan ancha… y también… caliente…

En serio, ya ni siquiera puedo sentir la frialdad del agua de maná por eso.

“Te ayudaré un poco más.”

Diciendo eso, ella apretó un poco más su abrazo.

Ahora podía sentir las nalgas de él presionando contra su bajo vientre.

El par de mejillas se sentían completamente diferentes a las de una mujer.

¡Dios mío, son tan duras!

¡Parece como si todo fueran músculos ahí abajo!

E-Ejem…

Ella dejó escapar una tos torpe antes de abrir la boca de nuevo. 

“¿O prefieres hacerlo tú solo? Puedo soltarte ahora si quieres.”

Por supuesto que esta vez tampoco le respondió.

Entonces, la condesa retiró sus manos de la Rama Roja y las colocó en su lugar sobre sus cinturas y abdominales.

Dios mío, esta firmeza...

Las divisiones son ásperas, tal y como me gustan... 

“No puedo creer que exista tal cosa…”

Sus fuertes músculos dorsal ancho[1], bíceps y antebrazo, rebosantes de masculinidad, quedaron al descubierto ante sus ojos. Ella sentía un fuerte deseo de apoyar la barbilla en sus deltoides[2] traseros de aspecto firme.

También estaba su glúteo mayor[3] que tocaba firmemente su estómago…

No hacía falta decir que mientras Siwoo se concentraba en su tarea, la condesa se entretenía inspeccionando la maravilla física que era el cuerpo de Siwoo; poniendo las manos aquí y allá mientras apoyaba la barbilla en su espalda.

Realmente no debería hacer esto…

Si se enterara de lo que pasó, sería realmente malo…

En contra de lo que decía su monólogo interior, la condesa siguió haciendo lo que ya había estado haciendo. Pero en ese momento, un pensamiento completamente desquiciado pasó por su mente.

Espera... Si es tan insensible que no reaccionaría a todo lo que le hago...

Su… cosa… dura…

Si yo lo tocara, ¿no se daría cuenta tampoco?

La condesa se encontró tragando saliva mientras contemplaba seriamente aquello.

Espera, ¡¿en qué estoy pensando?!

¡Manoseando a un hombre sin su consentimiento es sólo una agresión! ¡Una agresión!

Sus músculos son una cosa, ¿pero esa parte en particular? A menos que tenga una buena razón para ello, ni siquiera debería...

¿Huh? ¿Una buena razón para ello...?

“Sr. Siwoo.” 

“…”

“Sus pantalones parecen haberse caído un poco... Le ayudaré a arreglarlo.”

La condesa se dio cuenta de que los pantalones de Siwoo, completamente empapados por el agua de maná, se estaban deslizando hacia abajo muy lentamente.

Y entonces, decidió usar eso como excusa para darle un toque muy, muy ligero.

Luego le subió los pantalones y se los apretó.

Por supuesto, ella rozó a propósito su mano contra su virilidad mientras estaba en ello. 

“Ah...”

Y descubrió que la enorme virilidad que sintió el otro día no era una ilusión.

Actualmente se encontraba en su estado normal, pero su presencia ya era lo suficientemente grandiosa.

Esta revelación hizo que le flaquearan las piernas, y apartó las manos con un sentimiento de pesar.

“Haa...”

Quizás fue porque secretamente esperaba su reacción.

La condesa dejó escapar un profundo suspiro, viendo cómo Siwoo intentaba controlar el campo de distorsión de la Rama Roja sin prestarle atención.


Parte 3

Diana se dirigía a los baños exteriores para calmarse.

Pero de camino, encontró a su madre y a Siwoo caminando juntos, presumiblemente para sus “clases particulares”.

Como estaban bastante lejos de donde ella estaba, sólo pudo ver a su madre charlando alegremente con Siwoo siguiéndola a cierta distancia. 

“… Ya no me importa.”

Contrariamente a las palabras de queja que salían de su boca, los ojos de Diana seguían de cerca a aquellas dos personas.

Sin embargo, no trató de pensar qué era lo que esos dos iban a hacer esta vez.

Porque en ese momento, lo único que quería era flotar en la enorme bañera, tal vez mientras charlaba uno o dos minutos con alguien.

Pero entonces se dio cuenta de algo.

“Espera, esa dirección a la que van...”

Ese camino sólo lleva a dos sitios, el restaurante y... el baño privado de mamá...

Ella sabía que su madre no solía almorzar, así que no había razón para que fuera allí. Eso significaba, por simple eliminación, que su destino sería...

“De ninguna manera...”

Ignoralo, ignóralo.

Aunque se esforzó por fingir ignorancia, sus pies se negaron a moverse.

¿Es todo cierto el contenido del libro que leí ayer…?

... Esta es una gran oportunidad para averiguarlo, ¿verdad...?

Porque sentía verdadera curiosidad por la relación amorosa entre un hombre y una mujer que sólo había experimentado a través de los libros.

Como era de esperar de una aprendiz de bruja ejemplar, su curiosidad se impuso y consiguió dejar a un lado su incomodidad y aversión. 

“... Ah, ya no sé...”

Y así, apresuró sus pasos y se dirigió hacia el baño privado de la condesa.

Su corazón latía más rápido que cuando se había colado en la biblioteca secreta de su madre.

Como si fuera una espía, se escabulló y se colocó justo al lado de la seda roja que cubría la entrada del cuarto de baño unos instantes después de que entraran los otros dos. 

“Huu...”

El sudor le caía por la frente.

Si la sorprendían espiándolos, quién sabe lo que le harían.

Quería confirmarlo todo con sus propios ojos, pero, por desgracia para ella, el baño privado era bastante pequeño.

Si ella entrara a la habitación donde estaba la bañera, no habría ningún lugar donde pudiera esconderse.

Y entonces, ella simplemente contuvo la respiración y escuchó en silencio desde donde estaba.

La voz familiar de su madre entró en sus oídos.

“Esta vez te voy a ayudar, así que ¿por qué no lo intentas de nuevo?”

Su dulce voz resonó en el baño.

Si fuera cualquier otra persona, no se daría cuenta, pero Diana podía notar fácilmente...

Que su voz era diferente de la suave voz habitual que ella escuchaba normalmente.

Era un tono más alto de lo habitual, como si estuviera intentando seducir a alguien.

“Puedes sacarlo. No te precipites, hazlo con cuidado.”

¿Sacar qué...? ¿Huh? ¿De qué están hablando?

Diana tragó saliva sin darse cuenta y se inclinó más cerca para escuchar.

“Lo estabas manejando con demasiada brusquedad, tienes que acariciarlo suavemente, así...”

“¿Así?” 

“Mhm, sí… Eso es… Hazlo así hasta que te acostumbres.”

Diana sintió una sensación de hormigueo, como si acabara de recibir una descarga eléctrica.

Con esto todo quedó claro para ella.

Aunque no era tan explícito como en la novela, sin duda estaban haciendo algo lascivo por dentro.

Su madre y su tutor, Siwoo, estaban teniendo ese tipo de aventura en casa.

¿Acariciar suavemente…?

Diana combinó los conocimientos que había aprendido al leer los libros de su madre con el contenido de la conversación que acababa de escuchar.

¿Sacar algo y luego acariciarlo suavemente…?

¿De qué están hablando?

¿Es el pecho de mamá…? ¿O es el de Shin Siwoo…?

“¿Es así…?”

“Sí, sí, es correcto. Buen trabajo.”

“…”

“Muy bien, ahora intenta hacerlo todo desde el principio otra vez... lentamente...” 

“…”

Al oír la voz de su madre que se hacía cada vez más pequeña, al mezclarse aún más con su respiración, Diana se armó finalmente de valor.

Levantó un poco la cortina del baño y echó un vistazo al interior.

Y ella lo vio.

Siwoo de pie en la bañera sin camisa.

Con su madre abrazándolo por detrás.

Aunque ella no parecía haberse desnudado, por su postura y la posición de sus manos...

Parecía que le estaba acariciando su pene desde atrás.

Incapaz de soportar más la visión, Diana abandonó rápidamente la escena.



Referencias

  1. Es la parte de los músculos de la espalda que se extiende desde detrás de los brazos hasta las caderas.
  2. Músculo del hombro.
  3. Músculo de los glúteos.



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