City of Witches capítulo 385

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City of Witches - Diana Yesod

 Secretos Compartidos I

Parte 1

En lugar de ir a desayunar, Siwoo tomó una rápida “comida” con la condesa.

Se dio cuenta de que comparado con engullir unos bollos recién horneados con mantequilla sin sal y un poco de té con leche...

Devorar el cuerpo maduro de la condesa era mucho más nutritivo para su cuerpo.

Después de la memorable comida…

La condesa Yesod le dio permiso para volver a su deber como tutor de Diana.

Considerando lo mucho que adoraba a Diana, pensó que ella trataría de mantenerlo Teniendo en cuenta lo mucho que adoraba a Diana, pensó que ella trataría de mantenerlo alejado de ella después de haberle mostrado un comportamiento tan salvaje durante sus actos, pero...

Sorprendentemente, no lo hizo.

Lo que significaba, que ella había llegado a confiar tanto en él. 

“Esto podría considerarse algo bueno, supongo...”

Además, él no le dijo acerca de Diana espiándolos. Tuvo la oportunidad de hacerlo, pero no lo hizo.

No había manera de que se atreviera a decirle a la condesa algo como: 'Así que, anoche, su hija nos estaba espiando. Y no, no estaba viendo cosas, nuestras miradas se cruzaron por un momento', de la nada.

Además, pensó que sería mejor hablarlo con la chica antes de hacer nada.

Le vino a la mente cierto proverbio alemán.

“Las cosas que no se dicen son tan buenas como nada...”

Tras ducharse con la condesa y ponerse el traje de mayordomo, Siwoo se dirigió a la habitación de Diana y llamó a su puerta.

“¿Srta. Diana? Soy Shin Siwoo.”

Él no sabía cómo Diana llegó allí anoche, o desde cuándo empezó a espiarlos. Lo que sabía era el hecho de que anoche estaba fuera de sí, e hizo cosas intensas.

Para Diana, que se ponía como una fiera después de ver un beso, no hace falta decir que lo que vio debió de escandalizarla.

Por lo tanto, estaba un poco preocupado por ella.

Pero, en comparación con la primera vez que se vieron, tenían una relación mucho más amistosa. Más aún después de que él consiguiera salvarla el otro día.

Él creía que todo iría bien mientras pudieran comunicarse con claridad.

Manteniendo ese tipo de optimismo en su corazón, fijó su mirada hacia adelante.

No mucho después de llamar a la puerta...

Podía oír su voz, que venía de detrás de la puerta.

“... Pasa...”

Parte 2

Lo primero que notó fueron las ojeras bajo los ojos de Diana.

Lo que significaba que, después de todo el ajetreo de anoche, probablemente no había pegado ojo.

Por otra parte, ningún niño en este mundo sería capaz de hacerlo después de ver a su madre en una situación así.

Aunque hubiera tratado a la condesa de una manera más bien tibia, era obvio que quería a su madre tanto como su madre la quería a ella.

Ahora que se encontraba con el hombre que había llevado a su madre a ese... estado... desaliñado...

Nadie podía predecir exactamente qué sucedería a continuación.

Ya estamos los dos sentados, pero… ¿Y ahora qué?

Un frío silencio envolvió a ambos mientras se sentaban uno frente al otro en el sofá. 

“…”

“…”

Al igual que una bruja aprendiz normal, Diana era ignorante en lo que se refería al conocimiento sexual.

Pero a diferencia de las gemelas, cuya curiosidad crecía cuanto más ignorantes eran, en el caso de Diana, era su aversión la que crecía más, o al menos eso pensaba Siwoo.

Por eso esperaba que ella se pusiera en su lugar y le gritara: “¡¿Qué le hiciste a mi madre?!”, con la cara roja.

Pero eso no sucedió en absoluto.

En lugar de eso, enroscó el cuerpo tímidamente, como un animal pequeño.

Encorvó el cuerpo, acercando las rodillas al pecho. Con los hombros caídos y la cabeza inclinada, parecía una pecadora a punto de confesar sus pecados.

Era como si su presencia la intimidara, ella se movía nerviosamente mientras evitaba su mirada.

“Um... ¿Puedo hablar primero?”

En el momento en que él dijo eso, sus hombros temblaron, como si un insecto hubiera entrado en su vestido.

Entonces asintió con la cabeza, sus movimientos rígidos como los de una marioneta.

“Um... Anoche— no, esta mañana... ¿Viste...?” 

“¡Hic!”

Esa es una reacción sacada directamente de un dibujo animado…

Antes de que Siwoo pudiera siquiera terminar sus palabras, Diana empezó a tener hipo, mientras sus hombros se sacudían hacia arriba.

Se tapó la boca, intentando evitar que se le escapara otro hipo, pero fue en vano.

Entonces, Siwoo se levantó, tomó un poco de agua para ella y esperó a que se calmara.

“Vaya... Por favor bebe esto primero, podemos hablar después...”

“¡Hic! S-Sí... ¡Hic!”

¿Pero por qué está tan sorprendida…?

Juro que anoche nos miramos a la cara durante diez segundos... ¿Creía que lo confundiría con una alucinación o qué...? 

“¡Y-Y-Yo...! ¡L-Lo siento! P-Por favor... P-Por favor no le digas a mamá sobre esto...” 

Entonces la oyó hablar con esa voz tan triste y temblorosa, y por fin lo comprendió. 

Se sentía culpable por toda la situación.

En otras palabras, ella pensó que él vino aquí para regañarla.

Pero, ¿por qué...? 

Siwoo ladeó la cabeza confundido, pero no dijo nada y se limitó a prestarle atención. 

Y no tardó mucho en descubrir por qué.

A primera vista, Diana parecía una chica distante.

En realidad, no era así en absoluto. Solo lo parecía debido a su actitud indiferente y apática hacia casi todo.

Ahora que se encontraba en esta situación, su verdadera naturaleza de bruja aprendiz inmadura y torpe podía mostrarse claramente. 

“No lo hice a propósito...” 

Ya veo. 

Así que eso fue a propósito.

“S-Sólo pasaba por aquí... y-y vi por casualidad...” 

Así que ella había estado observando durante mucho tiempo.

“N-no hice nada sospechoso en ese entonces… E-En serio…”

Entonces ella hizo algo sospechoso.

Siwoo mantuvo la boca cerrada mientras Diana seguía intentando explicarse.

Me siento como si estuviera teniendo un déjà vu…

Toda la situación le pareció cómica.

Fue como si se hubiera apoderado de su debilidad o algo así, y ahora lo estuviera usando para amenazarla y obligarla a confesar.

Podría colgar pimientos o algo que ella odiara comer aquí y decir: “¡Jajaja! Si quieres que me calle, ya sabes lo que tienes que hacer”, para crear más ambiente.

Si ella se negara y dijera algo como: “¡No, no quiero!”...

Él podría amenazarla diciendo: “¡Entonces, se lo diré a tu madre!”.

Siwoo se rascó la cabeza antes de soltar un suspiro.

Bueno, como él lo decía así, la situación parecía un poco cómica, pero en realidad...

Si él albergaba la más mínima malicia hacia ella, esta situación era peligrosa para ella. Después de todo, esta situación significaba esencialmente que él podía amenazar a la aprendiz de bruja de la Condesa Yesod para que cumpliera sus órdenes, y no había nada que ella pudiera hacer al respecto.

Por supuesto, no tenía ninguna intención de hacerlo.

En primer lugar, no había venido a regañarla ni nada parecido.

Él sólo quería hablar con ella en privado.

“A-Aún soy una aprendiz de bruja, así que... no puedo...”

“¿... Huh?”

“A-Aunque, ¡pu-puedo t-tomar tu mano...! ¡O b-besarte...! E-Entonces, puedes por favor...”

“¿Perdón? ¿Qué?”

Entonces, de repente, dejó semejante bomba.

El proceso de pensamiento de las chicas dejó a Siwoo estupefacto. 

“Um, ¿Señorita?” 

“N-No puedo hacer nada más que eso... ¿N-no puedo...?”

Las aprendices de brujas no podían tener relaciones sexuales.

Esto se debía al fenómeno que ocurría cuando un hombre eyaculaba. Un hombre expulsaba maná impuro cuando lo hacía y corrompía el cuenco inmaduro de una aprendiz, dejándolas incapaces de continuar su herencia de marca.

Sin embargo…

Algo más vino a la mente de Diana.

Había otro agujero en el cuerpo de una mujer.

Ella también sabía que podían utilizar ese agujero como alternativa, gracias a la novela que escribió su madre, El Servicio de Entrega del Diablo.

Además, recordó que Siwoo le había dicho a su madre que “mantuviera el culo abierto”.

Eso implicaba que se podía utilizar ese agujero sin ningún problema.

Su cara rápidamente se puso roja, como si estuviera a punto de explotar.

Se abrazó el cuerpo con fuerza, como si intentara tapar toda la piel que tenía al descubierto.

“¡H-Hacerlo por a-atrás...! ¡N-No hay manera...! ¡E-Es imposible que haga algo tan indecente...!” 

“Señorita, ¿de qué está hablando...?”

“¡¿Vas a obligarme, verdad...?! S-Soy más débil que tú, ¡P-Pero probablemente por eso me encontraste linda...! Ya que te has apoderado de mi debilidad, ¡p-puedes hacerme lo que quieras...!”

Diana lanzó el grito más fuerte que Siwoo había oído hasta entonces.

Ella soltó sus palabras rápidamente, como si rapeara, y cada vez que hacía una pausa para tomar aire, su cara se ponía blanca y luego roja de nuevo.

En cualquier caso, parecía que ya esperaba que Siwoo la explotara sexualmente ahora que conocía su “debilidad”.

A juzgar por una de sus declaraciones anteriores, “No he hecho nada sospechoso”, Siwoo supuso que probablemente estaba relacionado con eso, fuera lo que fuese.

Aun así, para ella seguía siendo una exageración considerable. Normalmente, a menos que uno fuera un adicto al porno, ni siquiera se le ocurriría tal cosa... 

“¿Señorita Diana?”

En cualquier caso, él sabía que ella estaba un poco fuera de sí en ese momento.

Sus emociones se desbordaban y le costaba controlarlas. Si se tratara de un dibujo animado, probablemente habría vapor espeso saliendo de su cara.

En ese estado, no era de extrañar que se estuviera inventando un escenario salido de una serie de Toptoon.

“¡U-Un beso... está bien...! M-Me has salvado una vez, después de todo... ¡P-Pero, algo más que eso no está permitido...!”

Como era raro para él verla así, tuvo un fuerte deseo de burlarse de ella, pero se contuvo.

No quería ir demasiado lejos, ya que esas bromas podrían convertirse fácilmente en acoso sexual si no tenía cuidado.

Además, teniendo en cuenta lo sucedido en Ciudad Fronteriza no hacía mucho tiempo, esas bromas serían de mal gusto.

“Señorita Diana, creo que hay un malentendido. No voy a hacer lo que está pensando en absoluto.”

“¡Mentira—!”

“No estoy mintiendo.”

“¡Lo estás haciendo!”

“¿De verdad soy tan poco de fiar a tus ojos?”

Al ver la amarga sonrisa de Siwoo, el cuerpo de Diana, que había estado inclinado hacia delante debido a su agudo rap, de repente se echó hacia atrás.

Sus ojos se abrieron de par en par y parecía que estaba reflexionando seriamente sobre sus palabras.

“N-No, ¡no es eso...! A-Además, ¡ahora tienes mi debilidad...! ¿Me estás diciendo que incluso con eso en tu mano, no quieres usarlo para al menos conseguir un beso de mí, LA mismísima Diana Yesod?”

“... Primero, no es realmente una debilidad tan grande. Segundo, en todo caso, he venido a pedirte que mantengas en secreto para la condesa Diana el hecho de que nos espiaste...”

“¡Claro que no se lo diré a mamá! Sabes lo que me hará si— ¡N-No, olvídate de eso...! ¡En cualquier caso, no se lo diré!”

Tío, ella es un desastre...

Parece una belleza distante, pero actúa como si fuera una chica en la pubertad tardía.

Como una chica que ni siquiera conoce su capacidad para beber, bebió demasiado por accidente y se emborrachó hasta morir... 

“...”

“Srta. Diana, voy a decirlo una vez más. No he venido aquí con esa intención.” 

“... Um...”

Siwoo bajó la voz, tratando de explicar con calma.

“Parece que ambos compartimos el mismo objetivo. Si la Condesa Yesod se enterara de esto, sería un problema para ambos, ¿verdad?”

—Asentir, asentir.

Diana asintió con la cabeza, considerablemente más calmada ahora.

“Ya que es así, ¿por qué no acordamos mantener esto en secreto? Tratémoslo como si no hubiera pasado nada. Anoche no nos vimos. ¿Te parece bien?” 

“P-Pero…”

Diana se retorció, como si tuviera algún disgusto, pero al final asintió con la cabeza.

Por lo menos, es fácil convencerla…

Siwoo dejó escapar una sonrisa y extendió su mano.

“Para cerrar un acuerdo, normalmente hay que hacer un apretón de manos, arriba y abajo. Lo sabes, ¿verdad?”

Diana tragó saliva mientras miraba la mano de Siwoo.

Era una mano grande, llena de callos y músculos gruesos, totalmente opuesta a la suya.

Entonces, extendió la mano con cuidado y tomó la suya. 

“O-O-Okay…”

“Gracias. Me alegro de que hayamos llegado a un acuerdo rápidamente.”

Con eso, el acuerdo secreto entre los dos se concluyó. Aunque, por la forma en que estaba actuando antes, estaba claro que ella se estaba esforzando mucho por ocultar su vergüenza.

Ella le pidió a Siwoo que saliera de la habitación en voz baja, así que él hizo exactamente eso sin hacer ningún alboroto.

Muy bien, ahora que este asunto está resuelto, probablemente debería continuar con mi investigación...

Siwoo estaba a punto de marcharse, silbando por el asunto que había concluido fácilmente.

Pero de repente, la puerta detrás de él se abrió. 

“¡Sr. Shin Siwoo!”

“¿Huh? ¿Sí?”

“¡No es esto! ¡Necesito tener tu debilidad también para que sea justo!”

Diana, que salió de su habitación con la cara enrojecida, agarró a Siwoo por el cuello y tiró de él hacia ella.

Como si estuviera a punto de estrangularlo.

Aunque, viendo lo frágiles que parecían sus manos, probablemente se caería con él encima si hiciera eso.

En ese momento, algo suave tocó sus labios.

Era suave y regordeta, recordando los labios de la condesa.

El sentimiento sólo duró un momento.

Sólo por unos tres segundos.

“Haaa...haaa...haaa...”

Después de eso, sus hombros se movieron hacia arriba y hacia abajo, como si acabara de beber salsa picante.

Su cara se puso roja y le temblaban las yemas de los dedos.

“¡S-S-Si rompes nuestro acuerdo, se lo contaré a mamá! ¡¿Entiendes?

Declaró ella en tono enérgico antes de volver corriendo a su habitación. 

“¡Kyaa!”

Y de alguna manera se torció el tobillo mientras lo hacía.