0
Home  ›  Chapter  ›  Ningen Fushin

Ningen Fushin Volumen 1 capítulo 6

"Lee Ningen Fushin volumen 1 capítulo 6 en español."

 Ningen Fushin no Bōkensha-tachi ga Sekai o Sukū Yō Desu vol 1 Capítulo 6


Esperaaa...!!
Ningen Fushin no Bōkensha-tachi ga Sekai o Sukū Yō Desu

 El Primer Fracaso de Supervivientes


Grupos llenos de aventureros novatos ocupaban las mesas de la sala de recepción del Gremio de Aventureros Novatos, charlando y celebrando reuniones a pesar de ser tan temprano. Todos estaban entusiasmados ante la perspectiva de una nueva aventura, lo que daba a la sala un ambiente alegre que no cabría esperar de personas que se ganaban la vida como aventureros.

También había nuevos aventureros que examinaban el tablón de anuncios con gran interés, mirando las misiones de caza de monstruos con nombre y las peticiones de recolección de hierbas medicinales y minerales, entre otros trabajos. A pesar de su entusiasmo, los trabajos publicados en el Gremio de Aventureros Novatos no eran especialmente rentables. Había múltiples sucursales del Gremio de Aventureros en Ciudad Laberinto, y se podía ganar mucho más dinero en sucursales destinadas a aventureros de nivel intermedio o en sucursales especializadas en trabajos de mercaderes más que en la exploración de laberintos. Este gremio no era más que un lugar para que los principiantes encontraran el camino antes de abandonar el nido.

“Por eso necesitamos explorar laberintos y ganar experiencia”, dijo Nick.

“Sí”, respondió Tiana.

“Okay”, dijo Karan.

“Naturalmente”, asintió Zem.

Los miembros de Supervivientes estaban sentados en una mesa de la sala de recepción celebrando una reunión como el resto de los aventureros. Los otros tres escuchaban atentamente a Nick.

“¿Sabes por qué hay que matar monstruos en los laberintos en primer lugar?”, planteó Nick.

“¿Huh?”, dijo Tiana, luciendo sorprendida.

“¿Hmm? ¿Dije algo raro?”

“Es que es una pregunta difícil para empezar. Pensé que comenzarías con conocimientos prácticos, como qué hacen los aventureros y cómo ganan dinero.” Tiana lo observó alegremente.

“Parece que ya sabes la respuesta”, dijo Nick.

“Por supuesto. Los aventureros exploran laberintos para limpiarlos del miasma”, respondió Tiana.

“Bingo. El término laberinto se refiere a un lugar con una alta concentración de miasma. Ese miasma engendra monstruos de forma natural, y también convierte a las plantas y los animales en monstruos. Incluso he oído que, si una persona permanece en un laberinto durante uno o dos meses, su corazón será tomado por monstruos.”

“Huh...”, dijo Karan, pareciendo que aquello era información nueva para ella.

“Los monstruos son básicamente una masa de miasma. Cada monstruo que matas disminuye ligeramente el miasma del laberinto. Pero si dejas el laberinto abandonado, por otro lado...”

“Eso permite que se expanda. El miasma se acumula, y empiezan a aparecer monstruos que pueden salir del laberinto”, dijo Tiana, terminando la frase de Nick.

“Exacto”, respondió Nick asintiendo.

“¿Qué impulsa a los monstruos a atacar a la gente?”, preguntó Zem con indiferencia.

“No lo sé”, respondió Nick.

“No lo sé”, dijo Tiana.

“¿Ninguno de ustedes lo sabe?”, preguntó Karan con inocencia. Nick miró a Tiana, incapaz de decirle que no tenía ni idea. Tiana se encogió de hombros y empezó a explicar.

“... Eso ha sido un misterio durante mucho tiempo. Todos los monstruos atacan a la gente, ya sean tipos con inteligencia, como demonios o fantasmas — o tipos que parecen insectos o animales pequeños sin capacidad de hablar. Los intentos de conversación siempre fracasan. No queda más remedio que luchar contra ellos... Ésa es la opinión aceptada.”

“¿Estás diciendo que hay gente que intenta hablar con monstruos?” Dijo Nick incrédulo.

“Ocasionalmente. Hay muchos excéntricos en los talleres de magos y en los centros de investigación... Pero nos hemos desviado del tema. ¡Ese fue mi discurso! ¡La Clase terminó!”, proclamó Tiana, aplaudiendo con disgusto.

Nick continuó con una sonrisa forzada. “No podemos separarnos todavía. Dejémonos de cosas complicadas y pasemos a asuntos más prácticos, como qué hacemos exactamente como aventureros y cómo ganamos dinero.” Los otros tres se sentaron erguidos y escucharon. “Seguro que lo han deducido por lo que acabamos de hablar, pero exploramos laberintos.”

“Eso está claro”, dijo Zem.

“Sí. Dicho esto, no podemos ir a ciegas. Primero necesitamos un plan. Empezamos en el rango G... Es el rango más bajo para un grupo de aventureros. Somos un grupo recién formado y tenemos un par de personas sin experiencia, así que no hay forma de evitarlo. Lo primero que tenemos que hacer es conquistar laberintos designados para principiantes y subir al rango F.”, explicó Nick.

“¿Sucede algo bueno si subimos de rango?”, preguntó Tiana.

“En realidad no... Lo que pasa, es que es un asco ser de rango G. Sólo hay tres laberintos en los que podemos entrar. Podremos explorar más si subimos de rango. Hay algunos laberintos de rango superior que podremos manejar fácilmente con nuestro grupo.”

“Así que necesitamos subir nuestro rango. ¿Cómo lo hacemos?”

“Nos enfrentamos a dos de los tres laberintos en los que pueden entrar los aventureros de rango G y derrotamos a sus jefes. Eso es todo.”

“Suena bastante simple.”

“En realidad no es tan difícil. Está ideado como práctica para personas que no tienen experiencia luchando contra monstruos.”

Nick sacó un mapa de su bolsillo. Era un mapa tosco con Ciudad Laberinto en el centro y los nombres de lugares peligrosos rodeándola. Era un mapa para principiantes que mostraba las ubicaciones de los laberintos.

“Los tres laberintos son el ‘Bosque de Goblins’, que tiene nidos de goblins; la ‘Fuente de Agua Viscosa’, que está plagada de slimes; y la ‘Cueva del Lobo de las Sombras’, que tiene guaridas de lobos de sombra. Los tres están a menos de medio día de viaje de la ciudad. Si todo va bien, podemos terminar un laberinto en menos de un día. Aunque...” Nick se detuvo sugestivamente.

“¿Aunque qué?”, preguntó Tiana.

“Tiana, Zem. ¿Tienen alguna experiencia explorando laberintos y luchando contra monstruos?”

Tiana y Zem fruncieron el ceño.

“He matado goblins durante el entrenamiento mágico, pero esta será mi primera vez en un laberinto”, respondió Tiana.

“A mí también me falta experiencia. Lo máximo que hice fue ayudar a exterminar monstruos en las carreteras”, respondió Zem.

“No te preocupes. Un grupo de rango G siempre va a tener principiantes. Por eso limitan los laberintos en los que podemos entrar. Tú tienes experiencia, ¿verdad, Karan?”, Nick volteó para mirarla.

“Sí, pero...” Karan vaciló.

“Continúa.”

“Realmente no recuerdo a esos tres. Sólo fui a ellos una vez. Principalmente fuimos a laberintos intermedios.”

“Ah...”

La gente que tenía experiencia en combate antes de convertirse en aventurero no se molestaba demasiado con los laberintos para principiantes. Eso era especialmente cierto cuando luchadores capaces se unían a grupos establecidos. Nunca perderían su tiempo en un laberinto con pocas oportunidades de beneficio.

“Quiero que nos tomemos nuestro tiempo y exploremos estos laberintos en lugar de matar al jefe e irnos. ¿Qué piensas de eso, Karan?”, preguntó Nick.

“¿Por qué tendríamos que hacer eso? Creo que estaría bien alcanzar el rango F rápidamente e ir a diferentes laberintos...”, respondió ella.

Nick levantó el dedo índice. “La primera razón es el entrenamiento. Cada uno de estos tres laberintos tiene algo que los diferencia. El Bosque de Goblins, como su nombre indica, tiene muchos goblins. Son débiles individualmente, pero siempre actúan en manada. Los slimes de la Fuente de Agua Viscosa son aún más débiles, pero son un incordio si no sabes mucho sobre ellos. Los monstruos de la Cueva del Lobo de las Sombras son buenos escondiéndose, así que tienes que prepararte para eso.”

“Así que todos tienen algún tipo de obstáculo que superar”, dijo Tiana, y Nick asintió ligeramente.

“Sí. Quiero ver si puedes manejar una variedad de laberintos. Tengo una razón más. Hay una habilidad muy importante que necesitas para explorar laberintos.”

“¿Cuál es?”

“Necesitas saber cómo canjear los monstruos que derrotes por dinero.”

Los otros tres asintieron con complicidad a las palabras de Nick. Todos los miembros de Supervivientes compartían un mismo problema — necesitaban ganar dinero lo antes posible para pagar los gastos de manutención, como el alojamiento.

“Cada monstruo tiene una parte del cuerpo que almacena maná. El núcleo de un slime es un ejemplo, o los colmillos de un lobo. Los goblins no tienen mucho maná, pero se convierten en un problema si aumenta su número, así que el gremio te pagará por entregar las orejas cortadas de los que hayas matado”, explicó Nick.

“Eso suena asqueroso, pero no tenemos elección, ¿huh...?”

“Mi experiencia recolectando hierbas medicinales no parece que vaya a ser especialmente útil...”

Tiana y Zem parecían mareados ante la perspectiva de cortar las orejas de los goblins.

“Hagan lo posible por acostumbrarse. Hay algunos trucos que facilitan la recolección de monstruos, aunque son un poco aburridos. Si se toman la recolección a la ligera, no ganarán mucho dinero en ningún laberinto. ¿Verdad, Karan?”

“L-lo siento, yo... nunca he recolectado partes de monstruos”, confesó Karan.

“Muy bien, entonces puedes aprender con ellos. ¿Te parece bien?”

“Sí.”

“Los monstruos de los laberintos en los que pueden entrar los aventureros de rango G son débiles, pero hay muchos de ellos. Ganaremos una buena cantidad de dinero si nos quedamos a cazar durante un tiempo. Construyamos una buena base antes de aspirar a aumentar nuestro rango”, aconsejó Nick.

“Sí, primero tengo que ahorrar para el alquiler...”, murmuró Tiana, agarrando su bastón.

“Tu departamento también está en una buena ubicación. Apuesto a que el alquiler es caro”, dijo Nick.

“En realidad no lo es. Sólo estoy... un poco corta de dinero...”

Nick se abstuvo de decir que era porque ella lo malgastó todo apostando — aunque la razón por la que él se había quedado sin dinero no era mejor. “¡Muy bien, entonces! ¡Vamos a aventurarnos en nuestro primer laberinto!”

Y los otros tres se prepararon para su primer día de trabajo.

Los miembros de Supervivientes fueron primero a Fuente de Agua Viscosa. El laberinto era una instalación de suministro de agua de una antigua civilización. Estaba en ruinas y había perdido por completo su propósito original, pero el edificio en sí había permanecido en pie de algún modo. El edificio de ladrillo de cinco plantas estaba plagado de slimes al acecho de los aventureros.

Este laberinto estaba muy cerca de la ciudad — a menos de una hora a pie. También era considerablemente menos peligroso y el más fácil de los tres de rango G.

“... Oye, Nick”, dijo Tiana.

“¿Qué sucede?”, respondió él.

“¿Vamos a matar a ese?”

Tiana señaló a un slime cerca de la entrada de Fuente de Agua Viscosa. Era del tamaño de un perro y no parecía tener la menor precaución con los cuatro mientras se alimentaba de hierba. Era un monstruo, pero sus órganos sensoriales no estaban desarrollados, por lo que no se daría cuenta de la presencia de la gente hasta que fuera atacado.

“Es un poco lindo de aspecto, pero ...”, comenzó Nick.

“¿Pero qué?”, preguntó Tiana.

“Come de todo, desde trigo hasta verduras y hierbas medicinales. Ciudad Laberinto está protegida porque está rodeada de murallas, pero los slimes causan problemas si llegan a las comunidades agrícolas. Incluso se comen ovejas o cabras si crecen lo suficiente. Estos tipos son verdaderos glotones.”

“E-eso es aterrador...”, dijo Zem, con la cara cada vez más tensa.

“Dicho esto, matarlos es fácil. La magia es la forma más sencilla, pero incluso puedes hacerlo con las manos desnudas.” Nick se puso un par de guantes de cuero y hundió una mano en el cuerpo del slime. “Entendido.” Sacó la mano cinco segundos después, sosteniendo lo que parecía una piedra preciosa azul sin pulir. “Puedes matar a los pequeños con las manos así de fácil. Esto es lo que pasa una vez que sacas el núcleo.”

Incapaz de mantener su forma sin su núcleo, el slime se convirtió en mucosidad y fue absorbido por el suelo.

“Vaya, ¿es así de fácil?”, dijo Tiana, que parecía aliviada.

“Pero sólo los de aquí. Los de los pisos superiores pueden hacerte daño si te descuidas. Sin embargo, un slime no te va a matar”, respondió Nick.

“Estaré bien. He matado orcos y goblins antes”, se jactó la maga con confianza. Karan y Zem también parecían menos tensos.

“Yo también. Estuve en laberintos con enemigos más fuertes”, dijo Karan.

“Yo carezco de ese nivel de experiencia, pero he matado monstruos que se cruzaban en el camino durante mis viajes”, añadió Zem.

“Sé que tienes experiencia. Eso es bueno. Pero... ¿Qué sabes hacer exactamente? ¿Cómo mataste a los monstruos?”, preguntó Nick.

“¿No puedes saberlo? Lucho con magia.”

“Yo uso esta espada.”

“Yo tengo una maza.”

Cada uno mostró su arma, cada uno con la mirada como si pensaran que había hecho una pregunta tonta.

“... Muy bien, vamos. ¿Están listos?” Preguntó Nick, y los tres señalaron que lo estaban.

“No deberíamos perder el tiempo aquí de brazos cruzados”, respondió Tiana, apretando los puños con fuerza.

Su actitud hizo dudar a Nick, pero no dijo nada. Sin embargo, se dio cuenta que al grupo aún le faltaba algo importante.

Al igual que en la entrada, matar a los slimes de la primera planta era más un trabajo servil que un combate. Todo lo que tenían que hacer era meter las manos y coger sus núcleos. En la segunda planta, los slimes eran un poco más rápidos, por lo que resultaba más difícil agarrarlos, pero tampoco era un gran problema. En la tercera planta, los slimes empezaron a comportarse como monstruos. Sintieron que el grupo se acercaba y les dispararon mucosidades.

“Tengan cuidado, chicos”, advirtió Nick.

“No parece necesario...”, murmuró Tiana.

Los slimes parecían más estar jugando que atacando.

“Podrías llenarte la cara de mucosidad, o resbalar y caerte.”

“¡Maldita sea!”

Una asquerosa mancha golpeó a Tiana en la cara tan pronto como bajó la guardia.

“Uh... ¿Estás bien?”

Tiana ignoró la preocupación en su voz y usó una mano para limpiarse la inmundicia. No era pegajosa, así que salió fácilmente. Tenía la cara un poco roja — no estaba herida, pero parecía como si la hubieran abofeteado.

“Ya veo qué pasa. Es la última vez que confundo a estos tipos con lindas mascotas”, dijo amenazadoramente, preparando su bastón.

“¡No, idiota!”, gritó Nick.

[Carámbano...] ¡¿Huh?!”

Justo cuando Tiana empezaba su conjuro, Karan se lanzó al frente, esquivando los ataques de las masas amorfas y alcanzando el núcleo del slime. El hechizo a medio completar de Tiana salió disparado hacia delante.

“¡¿Gyah?!” Karan utilizó su espada gigante como escudo y desvió el fragmento de hielo que se acercaba. No era muy fuerte, pero la habría arañado si hubiera hecho contacto.

“...”

“¿P-por qué me miras así?”, espetó Tiana a la defensiva. Karan la miró con miedo y rabia visibles, como si temiera que volviera a atacarla. “... También fue culpa mía, por disparar eso sin avisar. Pero tienes que tener cuidado con lo que te rodea.”

“No estoy enfadada”, respondió Karan.

“A mí sí que me pareces enfadada.”

“Los errores ocurren. Debería haber prestado atención. Pero...”

“Vamos.”

“No te quejes la próxima vez que meta la pata.”

Tiana fulminó con la mirada a la draconiana; la pelea parecía inminente.

“Um... ¿Nick?” Zem miró a Nick con una expresión que decía “Por favor, haz algo”.

“Muy bien, ¡en marcha!”, gritó Nick, ignorando la tensión entre las dos chicas.

“U-um...”

“¡Karan! ¡Tiana!”

Ambas le siguieron a regañadientes.

El grupo llegó a la cuarta planta.

“... Aquí hay unos de color rojo”, observó Zem.

“No metas la mano en ellos. Los slimes rojos pueden usar un hechizo llamado [Ignite], por lo que te quemarás. Sin embargo, no pueden hacer nada más.”

“Anotado. Me adelantaré.”

“Oh, Zem...”

Zem probablemente decidió que no podía confiar en Karan y Tiana, en vista de sus actitudes frías. Agarró su maza y caminó hacia adelante.

“¡Hi-yah!”

Aplastó a los slimes uno a uno, matando a cada uno de un golpe.

“Zem, espera. Así no ganaremos dinero”, dijo Nick.

“Ah”, respondió el sacerdote, deteniéndose inmediatamente. También, sus golpes estaban destruyendo los núcleos.

“Tienes que golpearlos con un poco menos de fuerza. O destruirlos mientras evitas su núcleo. Eso debilitará a los slimes y los incapacitará para emplear su magia.”

Zem asintió para mostrar su comprensión y reanudó su trabajo. Tras matar a unos diez slimes, apareció uno de un color diferente. Era de un blanco hermoso y brillante.

“¿Debería evitar el núcleo con este también?”, preguntó Zem.

“¡Espera, ese es peligroso!”, gritó Nick.

“¿Huh?”

La forma del slime pareció desdibujarse justo cuando Nick dijo eso. Antes de que se diera cuenta, la criatura había saltado para un golpe contundente en el estómago de Zem, dejando sólo una imagen residual donde la encontraron.

“¡Gah!”

“¿Qu-qué es esa cosa?” Preguntó Karan, apoyando instintivamente a Zem mientras se tambaleaba. El slime blanco saltó de nuevo y comenzó a rebotar por el estrecho pasillo.

“Lo siento, debería haberte hablado de este tipo antes. Los slimes blancos son un poco raros. Son estúpidamente rápidos, así que duele si te golpean. Pero lo único que hacen es saltar, así que es fácil predecir sus movimientos... ¡Toma esto!”

Nick apuntó y pateó al slime mientras saltaba hacia él. Cayó al suelo y él aprovechó para arrancarle el núcleo.

“¿Estás bien, Zem?”, preguntó él.

“Sí, creo que sí... La herida no requiere magia curativa.” Zem suspiró, luciendo cansado.

“La última planta es la siguiente. El jefe está allí. Terminaremos con este laberinto una vez que lo matemos”, dijo Nick.

“¿Qué clase de slime es el jefe? Es imposible que no lo sepas”, preguntó Tiana con mirada acusadora.

Nick no se inmutó por su enfado. “Es un giga slime. Es más grande que una vaca. A ver... Cuidado con su tamaño y con la mucosidad que dispara. También puede tragar y asfixiar a una persona más pequeña. Eso es todo.”

“¿Se mata de la misma manera?”

“Sí. Primero debilitas su exterior y luego le arrancas el núcleo. El núcleo es ligeramente más grande que un puño humano, lo que hace que sea más fácil de agarrar.”

“... ¿En serio solo es eso?”

“¿Por qué dudas tanto de mí?”

“Tú fuiste quien nos dijo que no confiáramos el uno del otro.”

“Buen punto... Aunque no estoy mintiendo. No es tan rápido, y no usa magia. Tampoco lanza monstruos más débiles sobre ti. Las únicas dos cosas de las que tienes que preocuparte son su mucosidad y su tamaño.”

“... Entendido”. Tiana asintió y subió la escalera por su cuenta.

A diferencia de las cuatro primeras plantas, que estaban formadas por complejos pasillos, la última era una sala amplia y abierta con un slime gigante sentado imponente en el centro.

“Todo lo que tenemos que hacer es matar eso, ¿verdad?”

Tiana dio un paso adelante. Los demás la observaron atentamente.

“Oye, Tiana”, dijo Nick.

“¿Qué pasa ahora?”, se quejó Tiana.

“Yo... sólo tengo una pregunta.”

“Entonces escúpelo.”

“... Podemos confiar en tu magia, ¿verdad?”

“No te preocupes. Habría matado fácilmente a ese slime antes si mi hechizo le hubiera dado. Mataré a este jefe de un solo golpe.”

“¿Estás segura que puedes hacerlo?”

“Solo obsérvame.”

Tiana sonrió con confianza y levantó su bastón por encima de la cabeza.

 

Los Supervivientes estaban hecho un asco tras matar al jefe y conquistar Fuente de Agua Viscosa.

“¡Oh, Dios mío! ¡¿Qué es esto?!”, gritó Tiana.

Estaban empapados — no de agua, sino de un líquido espeso y viscoso.

“Urgh, qué asco...”, dijo Karan abatida, usando un paño para limpiarse los residuos del slime del cabello y cuernos.

“Bueno, al menos no sufrimos heridas... ¿Estás bien, Nick?”, preguntó Zem.

“Estoy bien. Este slime no es venenoso y se quita con agua. No hay de qué preocuparse.”

Nick encendió una fogata junto a la orilla del río y colocó un sencillo tendedero al lado. Tras enjuagarse su chaqueta y armadura, las colgó para que se secaran.

“¡No me importa si no es venenoso; sigue siendo asqueroso! Ugh, ¡odio mi vida!”, volvió a gritar Tiana.

El líquido que les cubría, era el cuerpo del giga slime. El hechizo de hielo de Tiana fue efectivo, pero demasiado. El cuerpo del giga slime había explotado, haciendo que el fluido viscoso estallara en todas direcciones y empapara al grupo.

“... Nick.”

“¿Qué?

“Sabías que esto pasaría, ¿no?”

“Me hice una idea. Tu magia fue un poco más fuerte de lo que esperaba.”

“¡Entonces deberías haber dicho algo!”

Nick devolvió la mirada de Tiana sin inmutarse. “¿Por qué no nos contaste tu plan de antemano? Podría haberte aconsejado.”

“Uh, bueno...” Tiana se quedó en silencio.

“Además, Zem.” Nick giró hacia él.

“¿Sí?”

“No hay necesidad que el sacerdote luche al frente.”

“Puede que sea así, pero me sentía culpable permaneciendo en la retaguardia...”

“No, eso es lo que se supone que debe hacer la retaguardia. Tu trabajo es quedarte atrás y protegernos. A menos que...” Nick miró a Tiana y Karan. “¿Lo hiciste porque pensaste que sería más rápido acabar con los slimes tú mismo?”

“... Sí.”

Zem había hecho toda la lucha real en la cuarta planta, mientras Tiana y Karan le apoyaban torpemente.

“Entonces, ¿nos estás culpando por eso?”, espetó Tiana con enfado.

“... Hmph.” Karan resopló con fuerza. Eso sólo hizo que Tiana se enfadara aún más.

“¿Qué, tienes algo que decir? No hiciste nada más al pasar la tercera planta”, señaló la maga.

“¡Porque me disparaste un hechizo!”, replicó Karan.

“Cometí un error, ¡¿okay?!”

“... No lo entiendes”. Karan tenía una expresión inusualmente oscura. “Si tenemos que preocuparnos de ser golpeados por los miembros de nuestro propio grupo... moriremos.”

“Oh ...”

“Sé que metí la pata. Fui descuidada... Lo sé, pero tengo que pensar en la peor posibilidad. No puedo confiar en todos ustedes de inmediato.”

Karan expresó con palabras lo que todos sentían. Todos habían sido traicionados. Esa traición había arruinado sus vidas y les había puesto en peligro de muerte. Olvidar eso y confiar sus espaldas en un combate a alguien que acababan de conocer, era un imposible. Era inevitable que sus mentes pensaran en el peor escenario posible. Tiana, Zem y Nick comprendían perfectamente la necesidad de Karan de ser cautelosa.

“... Puede que no esté hecha para ser una aventurera. Gracias por la oferta de todos modos”, dijo Tiana a Nick, sonriendo. La sonrisa destilaba resignación y perdón.

“Tengo algo que decir”, anunció Nick. Se imaginaba que las cosas acabarían así. La gran mayoría de los aventureros eran vagabundos desarraigados; las peleas y las riñas eran cosa de todos los días. Si a eso le añadimos los problemas de confianza de este grupo, no había forma de que las cosas fueran a ir como la seda.

“¿Y ahora qué?”, preguntó Tiana.

“Me di cuenta de que no te he contado mucho sobre mí. ¿Quieren escuchar?”

“Ya nos hablaste sobre ti antes.”

“No, no lo he hecho. Les conté por lo que pasé, pero no les conté mucho sobre mis habilidades como aventurero.”

“¿Tu set de habilidades?”, repitió Tiana.

“Peleo usando artes marciales y una daga, y también soy explorador. Eso es todo para lo que soy útil en los laberintos. También soy un buen juez de herramientas, y puedo llevar un libro de cuentas”, explicó Nick, usando sus dedos para contar sus habilidades. “No tengo ningún talento mágico. Soy malo usando armas pesadas. Soy competente con el arco corto y objetos arrojadizos — pero no tan bueno como los especialistas. Eso es todo.”

Los otros tres escucharon mientras Nick hablaba. Expresiones de culpabilidad aparecieron en sus rostros cuando se dieron cuenta de por qué les estaba diciendo esto.

“La razón por la que tienes que tener cuidado con los demás es porque no sabes lo que pueden hacerte. Pero acabo de explicar mis puntos fuertes y débiles. Si tenemos una mejor idea de las capacidades de cada uno, las cosas deberían ir de otra manera.”

Sólo se habían dado una descripción aproximada de sus trabajos y habilidades. Nick indagó casualmente en las capacidades de cada uno de ellos antes de embarcarse en la aventura, pero evadieron sus preguntas. Como resultado, entraron en el laberinto sin una clara designación de roles.

“Sé lo que intentas decir, pero...”, dijo Tiana, permaneciendo evasiva.

Todos se dieron cuenta de que tenían que hablar de ello si querían trabajar como grupo, pero revelar sus habilidades equivalía a revelar sus debilidades. También temían que sus talentos pudieran dar lugar a celos innecesarios. En parte, Zem, Tiana y Karan se habían arruinado la vida por culpa de sus habilidades, y también era la razón por la que pendían de un hilo — eso y ciertos objetos que habían mantenido en secreto. Podían compartir sus vergonzosos malos hábitos, pero sus experiencias les habían inculcado que revelar sus mayores habilidades era peligroso.

“Dije que no interferiríamos en la vida privada de los demás. Pero las habilidades que utilizamos en el trabajo no forman parte de nuestra vida privada, ¿verdad? No voy a obligar a ninguno de ustedes a hablar de ello, pero vamos a tener muchos más problemas si no sabemos lo que todos podemos hacer.”

Nick se abstuvo de decir que la experiencia que acababan de tener debería haberlo dejado claro. Sus rostros decían que ya habían captado el mensaje.

“Urgh... T-tienes razón...”, admitió Tiana.

“Pudimos superar Fuente de Agua Viscosa tal y como estamos ahora, porque no es tan peligrosa, pero tendríamos problemas en otros laberintos. Además, los núcleos de slime son baratos, así que un día entero de trabajo aquí no nos va a dar mucho más que la paga de un niño”, continuó Nick.

“Vivimos en un mundo cruel”, dijo Zem con tristeza.

“Así que ahora ya conoces mis capacidades. Si todavía piensas que estoy ocultando algo...” Nick colocó la chaqueta y la armadura secas, así como la daga en su cadera ante los otros tres. “Puedes tomar mi armadura, ropa o arma como garantía. Puedes venderlas si resulta que estoy mintiendo. Si eso no es suficiente para ti, puedo desnudarme ahora mismo.”

“¡Eso no será necesario! ¡Por favor, ponte la chaqueta! ¡¿Cuánto tiempo vas a estar ahí medio desnudo?!” Gritó Tiana, con la cara roja.

“Ah, lo siento”, se disculpó Nick, avergonzado, y volvió a ponerse la chaqueta.

“En fin... me sorprende que los aventureros sepan llevar un libro de contabilidad detallado.”

“No, la mayoría no sabe. Por lo general, dejan los impuestos y otros trámites a los escribas.”

“¿Huh?”

Nick murmuró tímidamente antes que Tiana pudiera preguntarle por qué había aprendido a hacerlo él mismo. “... Me preocupaba que me cobraran de más si no comprobaba los números por mí mismo.”

La sorpresa se reflejó en el rostro de Tiana, que se agarró la barriga y soltó una carcajada. “Ah-ha-ha, realmente tienes problemas de confianza.”

“Cállate. Eso ya lo sabías.”

“Cierto, cierto.”

Tiana se acercó al río. Recogió un poco de agua para lavarse la cara, luego se decidió y volvió a la fogata.

“Karan. Y ustedes dos también.”

“¿Cómo es que dices el nombre de Karan pero no el nuestro?”

“Perdón por lo de antes. Fue un error mío”, se disculpó Tiana sinceramente, poniéndose de pie ante Karan.

Nick y Zem la miraron con incredulidad. Puede que la hubieran desterrado, pero pensaban que su noble educación la habría hecho demasiado orgullosa para disculparse de esa manera. Karan se quedó mirando a lo lejos sin mostrar interés, pero Tiana siguió hablando.

“Soy maga... Aunque eso ya lo sabes. Mis mejores elementos son el viento y el agua. También soy buena con la magia de relámpago, que es un compuesto de viento y agua. También puedo usar magia elemental de tierra, pero soy malo en eso. Difícilmente puedo usar el elemento fuego.”

“Hombre, eres realmente hábil”, respondió Nick, asombrado.

“¿En serio?”

“No hay muchos que puedan usar elementos compuestos.”

“Gracias. También puedo usar algunos hechizos de apoyo. Hay muchos tipos diferentes, así que deberíamos hacer pruebas para ver cuáles son útiles... Ah, no tengo habilidades de defensa personal como las artes marciales de Nick ni capacidad con la daga, y no quiero llevar nada más que mi bastón, por pequeño que sea. Necesito tu protección cuando luche contra monstruos.”

“... No tenías que decir tanto. ¿Por qué me dices todo esto?”, preguntó Karan.

“¿No lo entiendes?” Tiana respondió con una pregunta.

“No.”

“Si alguien usara hechizos de elementos fuego o tierra contra mí o me atacara a corta distancia, no tendría ninguna posibilidad. Hay hechizos que se pueden usar a corta distancia, pero... no son tan rápidos como golpear o tajar a alguien.”

“¡¿...?!”

A Karan le sorprendió la confianza con la que Tiana compartía sus propias debilidades.

“Seré el siguiente”, se ofreció Zem después de aclararse la garganta. “Soy competente en la curación y la magia de apoyo. También tengo conocimientos de medicina. De toda mi magia de apoyo, creo que mi magia de batallón puede resultar la más útil.”

“¿Qué es la magia de batallón?”, preguntó Nick.

Fue Tiana quien respondió. “Es magia de apoyo para usar en grandes grupos de personas. Algunos ejemplos son un hechizo que evita que las piernas se cansen, un hechizo que hace que la gente se relaje y aumenta los efectos del descanso, y un hechizo que simula la exaltación y elimina el miedo.”

“Suena práctico.”

“Es muy práctico para los viajes de larga distancia. ¿Puedes usarlo en nuestros viajes?”, preguntó Tiana.

“Sí, por supuesto”, respondió Zem asintiendo. “También tengo experiencia exterminando monstruos con una maza, pero no soy especialmente hábil con ella. Preferiría no lesionarme las manos, dado que trato a muchos pacientes con métodos no mágicos.”

Zem les mostró las manos. No tenía cortes ni callos, pero estaban secas y agrietadas. Estaba claro que necesitaba lavárselas con frecuencia.

“Matarme sería bastante sencillo. Me costaría defenderme de espadas, puños o magia ofensiva. Sin embargo, estoy seguro de que así es para la mayoría de las personas. Ah, si intentas matarme, te recomiendo que lo hagas rápido. Puedo curar heridas con mi magia. Soy más duro de lo que parezco.”

“No hagas que suene como si esperaras que uno de nosotros te mate. Duele oír eso”, se quejó Nick.

“Mis disculpas”, respondió Zem con una sonrisa, sin parecer culpable en lo más mínimo.

Karan era ahora la única que quedaba sin explicar sus capacidades.

“¿Tengo que hacerlo?”, preguntó ella.

“¿Prefieres que no hacerlo?” Respondió Nick, y Karan desvió la mirada con culpabilidad. Esa era una respuesta tan clara como cualquier otra. “No te preocupes, entonces.”

“¿Huh?”

“Dije que no te obligaría a hablar de ello. Pero, ¿qué quieres hacer en este grupo?”

“¿Qué quiero hacer?”, repitió Karan con una expresión de perplejidad.

“Puedo hacerme una buena idea de lo que puedes y no puedes hacer con sólo mirar tu equipo. Luchas en el frente atravesando a los enemigos con tu gran espada. Sin embargo, hay varios estilos de lucha entre los que puedes elegir. Puedes cargar a toda velocidad y acabar con los enemigos, o puedes centrarte en proteger la retaguardia y atacar cuando sea necesario. ¿Ves lo que quiero decir?”

“Claro, pero...”

“Decide tu estilo de lucha.”

Karan pensó en lo que le dijo. Su rostro se volvió sombrío cuando se dio cuenta de lo que le estaba pidiendo que hiciera. “¿Por qué no me das órdenes? Si me hubieras dado una orden al luchar contra los slimes, no habríamos tenido ningún problema.”

“¿Huh?”

“Básicamente eres nuestro líder, Nick”, dijo Karan malhumorada.

Nick negó con la cabeza. “Yo sólo di un paso al frente por ahora porque pensé que alguien necesitaba hacerlo, pero no era mi intención convertirme en el líder. Cederé el puesto en cuanto alguno de ustedes diga que lo quiere.”

“¿E-es una buena idea?” Preguntó Karan, con los ojos muy abiertos.

“No lo sé. No puedo predecir el futuro. Muy bien, sigamos adelante.”

“¿Hacia dónde?”, preguntaron los otros tres a la vez, con expresión confusa.

“El sol todavía está alto. Vamos al Bosque de Goblins. Tendremos que acampar por el camino. ¿Les parece bien?” Nick consultó, y ellos asintieron.

“¿Cuánto tiempo tomará la caminata?”, preguntó Zem.

“Cinco o seis horas a pie. Llegaremos un poco tarde si salimos ahora, así que creo que deberíamos descansar por el camino y explorar el bosque a primera hora de la mañana.”

“Hmm... Puedo conseguir que lleguemos en menos de la mitad de tiempo.”

“¿Cómo?”

“Acabo de decírtelo, ¿no? Puedo realizar magia de batallón. ¿Qué te parece?”

“¿Te queda suficiente maná?”

“Ese corto viaje no consumirá mucho.”

“Entonces intentémoslo. Cuando estés listo.”

Zem abrió su libro sagrado con la mano izquierda y comenzó un encantamiento. Todos los sacerdotes del Santuario de Medora realizaban esa acción cuando usaban magia. Una luz dorada brilló debajo de cada uno de sus pies y desapareció rápidamente.

“Okay, ya está hecho. Mientras permanezca en activo, caminaremos más rápido y no nos fatigaremos.”

“¿E-en serio?”, respondió Nick dubitativo.

“Supongo que ver para creer. Sigamos nuestro camino.”

Impulsados por la confianza de Zem en su hechizo, los Supervivientes partieron hacia el Bosque de Goblins. 

Publicar un comentario
Search
Menu
Theme
Share
Additional JS