City of Witches capítulo 132
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Atando Cabos Sueltos II
Parte 1
¿Por qué está aquí la Condesa?
Odile había dicho
claramente que la Condesa no podría ponerse en contacto con él hasta dentro de
un mes, ya que no estaban en Gehenna.
¿No es esto como cuando tu novia te invita porque sus padres están de
vacaciones, pero cuando te estás divirtiendo con ella, de repente regresan a
casa?
Por supuesto, una
situación tan terrible no era más que una metáfora para Siwoo, ya que nunca se
había encontrado con una situación así en su vida.
En cuanto a Odile,
no tuvo oportunidad de hacer ninguna pregunta.
“Ven aquí, Odile.”
La mirada de la
Condesa se dirigió a Odile.
Su voz era suave,
pero tenía un peso diferente al habitual.
Había una
sensación de reprimenda y regaño en su tono. Era tan obvio que hasta Siwoo
podía sentirlo.
“M-Maestra, le
explicaré...”
“Lo oiré más
tarde. Antes de nada, entra, Odile.”
Odile lanzó una
mirada de disculpa a Siwoo antes de entrar vacilante en la sala de estar.
Antes de darse
cuenta, Siwoo la siguió. La sensación de presión que sintió fue inmensa.
Deneb, de cabello
blanco, agarró suavemente la muñeca de Odile.
Mientras lo
hacía, parecía estar examinando algo mientras la miraba en silencio durante un
rato antes de soltar finalmente un suspiro de alivio.
Estaba confirmando
si había algún daño en el “cuenco” de su aprendiz. Era algo natural, después de
todo, la chica le informó de repente que se quedara a dormir, salió a altas
horas de la noche con un hombre y sólo regresó cuando estaba a punto de
amanecer.
Afortunadamente,
todo iba bien. Una vez que Deneb lo confirmó, golpeó ligeramente a Odile en la
cabeza.
“¡Ay!”
“¿Quién te dio
permiso para pasar la noche? ¿Sabes cuánto tiempo estuvimos buscándolos?”
“Lo-lo siento...
¡P-Pero, el Sr. Asistente se había despertado! N-No quería irme así como así...”
“Escucha con
atención, Odile. No nos tomaremos este incidente a la ligera, pero ya que es
tarde, sube a dormir. Hablaremos de esto cuando estés despierta.”
¿Huh? ¿La Condesa está realmente en Gehenna? ¿Fue un error creer completamente
en las palabras de Odile?
Siwoo se quedó
parado, sintiéndose perplejo. Mientras se ahogaba en su emoción, Albireo lo
llamó.
“Shin Siwoo, por
favor, quédate aquí con nosotras.”
“¡Maestra, por
favor, déjeme explicarle! ¡El Sr. Asistente no tiene la culpa! ¡Fui yo quien le
convenció para dar un paseo! ¡También fui yo quien le dijo que durmiera aquí!”
Pero, Deneb
desestimó rápidamente las palabras de Odile.
“Te lo
preguntaremos más tarde, Odile, así que sube por ahora.”
“P-Pero...”
“Sube.”
Incapaz de
atravesar la severa conducta de Deneb, Odile obedeció a regañadientes.
Para Siwoo, esto
era como ver a su abogada expulsada de la sala antes de que pudiera presentar
su caso para defenderlo.
¿Qué es este espectáculo de mierda? Ese pensamiento se repetía sin cesar como un disco
rayado en su mente.
“Odile, espero
que no hagas nada para enfadarme aún más de lo que ya estoy.”
Al escuchar la
fría voz de Albireo, Odile ya no pudo mantener su terquedad.
Después de todo,
era la primera vez que veía a su maestra enfadarse tanto.
“De acuerdo, me
voy arriba, pero por favor, maestra, prométame una cosa.”
“¿Crees que
tienes derecho a pedir eso?”
“¡No, pero tengo
que pedirlo!”
Odile gritó sus
palabras con determinación, para garantizar la última medida de seguridad para
Siwoo.
“¡Si llegaras a
hacerle daño, nunca volveré a ver tu cara, Maestra! ¡Nunca!”
“¡Esta mocosa!”
Deneb, que ya
estaba cansada de su atrevimiento, estaba a punto de darle otro coscorrón en la
cabeza.
Sin embargo, Albirero,
que estaba sentada en su silla mientras bebía a sorbos su alcohol, intervino
antes de que pudiera suceder.
“Deneb, basta.”
“¡Pero Hermana!
¡Mira cómo habla esta mocosa! ¿Quién cree ella que tiene la culpa aquí? ¿Y qué
pasa con esa ropa? ¿En serio? ¡¿Salir a la calle sólo con una capa y su ropa
interior?!”
“Deneb, dije,
basta.”
Albireo hizo un
gesto despectivo con la mano e hizo contacto visual con Odile.
Ésta última abrió
mucho los ojos, tratando de no evitar su mirada.
Ella reconocía su
propio error, pero el bienestar de Siwoo era un asunto más urgente que recibir
una severa reprimenda de su estricta maestra.
“Juro que no haré
daño a Shin Siwoo. ¿Estás satisfecha, Odile?”
Odile apretó los
labios con fuerza antes de asentir lentamente.
“Es tarde, así
que sube a dormir. Tenemos otros asuntos que discutir.”
“Sí... Siento
haber actuado por mi cuenta...”
En cuanto
consiguió garantizar la seguridad de Siwoo, Odile se disculpó humildemente,
como si toda su terquedad de hace un momento fuera mentira. Luego dijo: “Lo
siento, Sr. Asistente”, antes de subir las escaleras.
Bueno, ya está.
Los asuntos de
Odile estaban resueltos por ahora, pero para Siwoo, no habían hecho más que
empezar.
“Ahora, ¿por qué
no te sientas? Hablemos, ¿de acuerdo?”
Albireo extendió
la mano y señaló el sofá frente a ella a Siwoo, que seguía torpemente de
pie.
Parte 2
Era como si Siwoo
estuviera sentado en un cojín hecho de espinas. Bueno, esa expresión tan cliché
ni siquiera encajaba en absoluto con la situación.
Más bien, el
cojín era prácticamente un campo de minas.
Aunque Odile
consiguió que se comprometiera a no hacerle daño, si la Condesa quisiera,
podría aniquilarlo sin esfuerzo, ya que carecía de medios para
defenderse.
La conversación
comenzó cuando Deneb, que había estado regañando a Odile, se sentó en el
sofá.
“Antes de
empezar, me alegro de verte con buena salud.”
“Pido disculpas
por no haberte visitado antes, debería haberte felicitado, aunque me parecía
innecesario.”
En contraste con
el educado comportamiento de Albireo, las palabras de Deneb llevaban un filo
cortante.
Sus ojos púrpuras
llevaban un brillo agudo, como si amenazara con apuñalar el pecho de
Siwoo.
“Deneb.”
“Bien, bien, lo
entiendo. No lo volveré a hacer. Por favor, perdóneme, Sr. Shin Siwoo.”
“E-Está bien.”
Entonces, la
Condesa Deneb respiró profundamente.
Contrariamente a
su habitual expresión refinada y serena, esta vez, parecía bastante
emocional.
Aunque, era
comprensible que actuara así. Se trataba de un asunto relacionado con una de
las aprendices de bruja de su familia.
Siwoo recuperó
rápidamente la concentración.
Sabía que sus palabras
a partir de ahora decidirían su destino.
“Hay algo que
quiero preguntarte. Espero que puedas responder a mis preguntas honestamente
sin ocultar nada.”
“... Sí.”
“¿Qué hacían tú y
Odile afuera a esta hora?”
Pero, ya estaba
perplejo a la primera pregunta.
Sí, ella le dijo
que no mintiera, pero él no estaba seguro de si decirle la verdad era el curso
de acción correcto.
Son prácticamente sus madres. ¿De verdad debería decirles que follé el
culo de Odile?
El problema era
que si lo revelaba, Odette también se vería implicada.
¿Realmente debería hacerlo?
Al final, decidió
guardar silencio.
“Dimos un paseo
nocturno.”
“¿Sólo eso?”
“Nosotros...
también... nos besamos... Sí, nos besamos. Le pido disculpas...”
Deneb miró al
cielo. Su expresión sugería mareos mientras se presionaba la frente con el
dorso de la mano. Mientras tanto, Albireo observaba a Siwoo con calma.
En este punto,
sólo podía juntar las rodillas mientras permanecía sentado con la espalda
recta. Rezó en silencio: “Por favor, que
el interrogatorio termine aquí. Por favor, que todo termine ahora mismo.”
Entonces, como
respondiendo a su sincera súplica, Albireo cerró brevemente los ojos y cambió
de tema.
“No hace falta
que te disculpes. Es natural que surja este tipo de sentimiento entre un hombre
maduro y una mujer madura. Además, ya te has ganado un gran favor de nuestras
gemelas, Shin Siwoo.”
“¿Hicieron algo
más que besarse? ¿Seguro que no has hecho nada extraño con ella?”
“Deneb, si vas a
seguir interrumpiéndome, entonces es mejor que salgas y enfríes la cabeza.”
El escalofriante
interrogatorio de Deneb, que provocó escalofríos en Siwoo, fue desbaratado sin
esfuerzo por Albireo.
“El cuenco de
Odile está perfectamente bien. Además, Shin Siwoo es el benefactor de nuestra
familia. No podemos criticar imprudentemente sus acciones.”
“¡Lo sé, lo sé!
Haah... No puedo soportarlo más. Dame ese alcohol.”
Deneb cogió una
botella de alcohol y se la bebió hasta las últimas gotas.
Por mucho que
priorizara mostrar su etiqueta, parecía que cuando se trataba de asuntos que
involucraban a las gemelas, perdía el control de sus emociones con bastante
facilidad.
Esto hizo que
Siwoo agradeciera que Albireo fuera también maestra de las gemelas.
Si Deneb fuera su
única maestra, no sólo acabaría en una situación desastrosa. Más bien,
catastrófica.
“Lo siento, mis
emociones se apoderaron de mí.”
“Oh, no, está
bien. Si yo estuviera en la misma situación, también reaccionaría de forma
similar. Por favor, levante la cabeza.”
Deneb bajó
momentáneamente la cabeza en señal de disculpa, recuperando aparentemente la
compostura.
Gracias a Dios.
“En primer lugar,
no puedo expresar mi gratitud lo suficiente. No sólo has salvado a nuestras
gemelas una vez, sino dos. Cada vez, mostraste tu coraje y perspicacia
estratégica.”
“En tu
inquebrantable determinación de luchar contra la injusticia, arriesgando tu
propia vida, no puedo evitar mostrarte mi respeto, independientemente de la
diferencia entre nuestro estatus social.”
“Sé que debería
haberte transmitido mi gratitud antes, pero has estado inconsciente todo este
tiempo.”
“Es tarde, pero
me gustaría expresarle sinceramente mi gratitud.”
La Condesa
inclinó la cabeza simultáneamente mientras Siwoo agitaba torpemente las manos,
sintiéndose avergonzado.
No hizo todo eso
para recibir su gratitud.
Después de todo,
era una situación en la que su cuerpo de alguna manera se movía por sí
mismo.
“No, no es
necesario. Sólo hice todo eso, porque era lo correcto.”
El peso de LA
Condesa Gemini inclinando la cabeza en señal de gratitud, la incomodidad que
Siwoo sintió después de recibir sus elogios y la ansiedad que sentía de que
algo pudiera salir terriblemente mal si decía algo equivocado, crearon una
desconcertante mezcla de emociones para Siwoo.
Después de que
terminaran sus palabras con gracia, Albireo hizo su movimiento y le hizo una
pregunta.
“¿Tu cuerpo se ha
recuperado por completo?”
“Sí,
afortunadamente...”
“La Baronesa Marigold
debe haberse alegrado mucho al enterarse. Cuando usted aún estaba inconsciente,
era ella quien permanecía a su lado día y noche, Sr. Shin Siwoo.”
“...”
En cuanto se
mencionó el nombre de Marigold, el rostro de Siwoo se puso rígido.
En su estado actual,
Siwoo era incapaz de mantener la compostura al oír ese nombre.
La confusión que
apenas había logrado apartar con la ayuda de Odile resurgió.
“La Baronesa
Marigold hizo grandes esfuerzos para salvarlo, Sr. Siwoo. Incluso convocó a una
bruja especializada en curación. Incluso yo, como espectadora que sólo
observaba desde un costado, quedé asombrada—”
Como Deneb sabía
que Amelia estaba enamorada de Siwoo, mencionó parte de las cosas que Amelia
había hecho por él.
'Fue la lucha desesperada de Amelia lo que le salvó la vida', dio a entender al hacer
su comentario. También tenía la intención oculta de sondear si había algún
progreso entre los dos.
Sin embargo,
rápidamente se dio cuenta de que algo iba mal cuando vio la expresión incómoda
de Siwoo, lo que la impulsó a dejar de hablar.
Siwoo recuperó la
compostura con bastante rapidez, pero para entonces ya se había instalado una
atmósfera incómoda.
Por suerte,
Albireo se las arregló para cambiar de tema.
“... En cualquier
caso, hablemos de tu compensación. Una recompensa que considere suficiente para
usted, Sr. Siwoo.”
Siwoo sintió que
se le revolvía el estómago mientras cerraba brevemente los ojos.
Amelia, Amelia, Amelia...
Debería dejar de pensar en ella por ahora...
Primero evaluemos la situación cuidadosamente antes de aceptar su
oferta.
Después de todo, son las únicas que pueden sacarme de Gehenna.
Pero, necesito ocultarles mi desesperación.
“Todavía no he
cambiado de opinión desde entonces. Mi deseo es volver al mundo moderno.”
Mi objetivo es dejar este lugar.
Y cuando regrese a mi vida pacífica, olvidaré todas estas cosas
problemáticas.
En primer lugar,
no había razón para que cambiara su petición, sobre todo teniendo en cuenta que
ya llevaba cinco años deseando abandonar este lugar.
Volver al mundo
moderno era su único objetivo en la vida. Comparado con estar confundido por la
persona que solía amar y odiar a la vez, juzgó que sería mejor para él
centrarse en este objetivo en su lugar.
“Hmm...”
“No quiero
entrometerme, pero... ¿Has oído hablar a la Baronesa de las cosas que podrían
pasar si abandonaras este mundo?”
“¿... Perdón?”
¿Qué pasaría si dejo este mundo?
Dado que soy un hombre que sabe usar magia, ¿significa eso que las
brujas se interesarían por mí?
La situación era
aún más urgente si ese era el caso. Había adquirido una “marca” por su cuenta,
por lo que tenía que ser más cauteloso con sus acciones.
Pero no era un
problema que no pudiera manejar.
No sólo tenía la
Caja de Música que había recibido de Odile, sino que además el número de
personas que conocían su marca era muy reducido. Mientras pudiera ocultarlo
bien y actuar con cautela, todo iría bien.
“No tenemos
intención de hacerte cambiar de opinión, ni de impedirte volver al mundo
moderno.”
“Aunque eres una
rareza que haría babear a las brujas por conseguirte, saldar nuestra deuda
contigo es más importante.”
“Gracias por
decir eso...”
“Sin embargo,
todavía tenemos que aclarar algunas cosas si realmente insistes en volver al
mundo moderno. Si sigues pensando lo mismo incluso después de habértelo
explicado todo, entonces no tendremos más remedio que respetar tu decisión.”
De repente, una
atmósfera seria envolvió la habitación.
Siwoo estaba
desconcertado.
Pensó que todo
terminaría una vez que se fuera, pero parecía que sólo era un pensamiento
ingenuo suyo.
“Por favor,
quítate el parche.”
“¿Perdón?”
Albireo se señaló
el ojo izquierdo mientras él la miraba confundido.
“Hay algo que
debemos aclarar.”
¿Mostrarles mi ojo izquierdo aquí es realmente la opción correcta?
Siwoo confiaba en
las gemelas.
Aunque eran
ingenuas y, a veces, testarudas, tenía la confianza inquebrantable de que nunca
le traicionarían.
Pero la Condesa
era diferente.
No estaba seguro
de poder confiar plenamente en ellas a pesar de su conexión con las gemelas
como sus maestras.
“Nunca
revelaremos ni desvelaremos el asunto. Estamos dispuestos a arriesgar nuestro
nombre como la Condesa Gemini.”
Siwoo dudó un
momento antes de quitarse el parche que ocultaba su ojo.
Al abrir sus ojos
previamente cerrados, sus radiantes iris dorados aparecieron a la vista.
Sólo con verlo,
Albireo logró reconocer de qué se trataba.
“Como era de
esperar, es una marca.”
“Increíble...”
La apariencia
física de Siwoo había vuelto a ser la de antes, cuando no había recibido la
grave lesión.
Sin embargo, pese
a ello, todavía llevaba su parche en el ojo a pesar de que las más pequeñas
imperfecciones que quedaban en su cuerpo deberían haber sido perfectamente
arregladas. Esto fue lo que hizo sospechar a Albireo.
Incapaz de
comprender la situación, Deneb se tapó instintivamente la boca con la
mano.
“Sí, es una
marca. ¿Se convertirá esto en un problema?”
“De momento, no,
pero existe la posibilidad de que las cosas se compliquen.”
“La escucho.”
Frente a Siwoo, que se inclinaba atentamente para hablar de sus planes de futuro, la Condesa continuó su explicación.