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City of Witches capítulo 153

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 City of Witches capítulo 153 en español


Esperaaa...!!
City of Witches - Sharon Evergreen

 Cohabitación I


Parte 1

Para Siwoo, volver al mundo moderno fue una experiencia agradable. Pero, esa sensación no duró mucho. 

Los humanos son criaturas adaptables. Lo experimentó de primera mano al darse cuenta de lo rápido que se aburría de su rutina inmutable. 

Su vida se volvió monótona y poco interesante, con la única variación del menú de sus comidas. 

Sin embargo, conocer a Sharon le trajo una nueva sensación de felicidad. 

Sólo habían pasado unos días desde entonces, pero sentía como si hubiera encontrado un nuevo propósito en su monótona vida. 

Ya no tenía que soportar la soledad de no tener a nadie en quien confiar. 

“¿Debería salir temprano?” 

El tiempo pasó rápidamente mientras leía ociosamente el libro que tenía en la mano. En ese momento, se dio cuenta de que ya era hora de que Sharon terminara su turno. 

Una semana entera había pasado desde su último encuentro con los tres Homúnculos. Desde entonces, habían estado distribuyendo volantes mientras buscaban más Homúnculos en la ciudad. 

“Sin embargo, no he visto ni uno desde aquel entonces.” 

Eso no fue exactamente un resultado sorprendente. Si los Homúnculos fueran abundantes en número, Sharon ya habría pagado más de su deuda sólo con cazarlos. 

Era estupendo que no se hiciera daño a más gente inocente, pero no podía evitar una sensación de vacío después de pasar una semana sin que ocurriera nada. Sobre todo, cuando se había armado de valor para proteger a esos civiles indefensos. 

Siwoo cogió su abrigo y salió. 

“Alguien de tan buen corazón como ella merece más felicidad.” 

Aunque tenía un fuerte deseo de ayudarla, decidió encontrar un término medio para que su ayuda no pareciera excesiva. Y ese término medio era ir juntos a buenos restaurantes. 

Como a él también le gustaba disfrutar de la buena comida, el acuerdo era casi perfecto. 

Cada medianoche, cuando Sharon terminaba su turno, se reunían delante del edificio donde estaba la habitación de Siwoo. 

Esta noche, el aire estaba extrañamente húmedo y empezaba a caer una ligera llovizna. 

“¿Qué estás haciendo aquí?” 

Pero el aire no era lo único extraño. 

Cuando salió del ascensor, encontró a Sharon encorvada en el fondo. 

“Heya, te estaba esperando.” 

Su tez estaba un poco pálida, parecía cansada. Estaba apoyando la barbilla entre las rodillas, pero cuando oyó la voz de Siwoo, se levantó inmediatamente mientras se palmeaba el trasero. 

Los cuerpos espirituales de las brujas eran mucho más resistentes que los de los humanos normales, por lo que rara vez se cansaban. 

Pero no era el caso de Sharon, que siempre parecía cansada. 

Esta noche, en particular, parecía aún más agotada que de costumbre. 

“Está lloviendo. Supongo que no podemos poner ningún volante esta noche.” 

“Sip... Phew...” 

No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que era imposible poner volantes con semejante tiempo. 

Sharon suspiró con un toque de decepción antes de acercarse a Siwoo. Parecía estar un poco deprimida. 

“¿Qué pasó? ¿Estabas llorando?” 

“¡N-No! ¡Para nada!” 

Cuando vio su rostro al salir de la sombra, Siwoo se sorprendió. 

Tenía los ojos rojos e hinchados. 

A pesar de que intentaba ocultarlo, estaba claro que estaba pasando por algo difícil. 

Incluso su cabello verde vibrante que solía exudar vitalidad, parecía hierba marchita. 

“¿Qué está pasando?”

“Nada, en realidad. De todos modos, con este tiempo... Supongo que me iré a casa a descansar...”, respondió Sharon, tratando de quitarle importancia a la situación, esbozando una sonrisa forzada. 

Siwoo no era una persona especialmente perspicaz, pero incluso él pudo darse cuenta de que había tristeza en su sonrisa. Estaba claro que intentaba ocultar las dificultades por las que estaba pasando. 

“¿Segura que no pasa nada?” 

No hacía mucho que se conocían. 

Pero era la primera vez que ella le mostraba un estado tan vulnerable, así que él le preguntó en tono serio. 

Había sido una amiga muy útil para él. 

Si la situación era tan mala hasta el punto de que ella se negaba a hablar de ello, al menos él quería hacer todo lo posible por ayudarla. 

“...”

Las pupilas de Sharon temblaron. 

Se mordió el labio y miró a Siwoo. 

Pronto, sus ojos se llenaron de lágrimas. 

“¿Huh? ...A...aa...” 

Las lágrimas brotaron antes de caer por sus mejillas. 

Nerviosa, intentó secárselas. 

“Ah... E-Es extraño... No hay nada por lo que estar triste, sin embargo...” 

Pero, por mucho que se esforzara en limpiarlos, seguían brotando como un dique roto. 

En un momento dado, incluso empezó a gemir, como si tuviera algo atascado en la garganta. 

* Sob... * Ah... Qué... Por qué está pasando esto...” 

Había pasado una semana desde que la echaron de casa y la dejaron sin un lugar donde quedarse. 

Desde entonces, todas las noches, después de terminar de pegar volantes con Siwoo y de comer, se pasaba la noche dando vueltas para la caza. 

Pensó que así podría buscar más Homúnculos. 

Era su esfuerzo por ver las cosas de una manera más positiva. Creyendo que su situación mejoraría y que cosas buenas seguirían a los desafortunados sucesos que le ocurrían. 

En ese momento, no estaba particularmente preocupada por ello. 

Su mente estaba un poco nublada, pero eso era todo, no afectaba a sus actividades cotidianas como esperaba. 

Pero, cuando escuchó la voz de Siwoo, llena de genuina preocupación, sintió una oleada de emociones desde el fondo de su corazón. 

*Sniff... * * Sob... * Uu...” 

Habían pasado diez años. 

Durante todo ese tiempo, nadie le había mostrado una preocupación tan genuina, sin ninguna burla o ridículo. 

Sin darle oportunidad de reaccionar, ella corrió a sus brazos. 

A través del aire húmedo del verano, su dulce aroma impregnó el ambiente. Un aroma que era claramente distinto del almizclado aroma de un hombre. 

Se aferró a Siwoo, abrazándolo con fuerza. 

Aunque tenía un aspecto juvenil, siempre tuvo una figura de hermana mayor para Siwoo, pero en ese momento, parecía frágil, como si fuera a derrumbarse en el momento en que él la tocara. 

“Ugh... Waaaah...” 

Poco después, empezó a llorar incómodamente, como una niña. Siwoo sólo podía mirar, incapaz de hacer nada. 

Pero, mientras la veía agitarse, tratando desesperadamente de aferrarse a él, su corazón empezó a dolerle. 

Suavemente, le acercó los hombros y le acarició la espalda. 

Pero, ¿qué demonios le está pasando? 


Parte 2

 ”* Hic... * ¡L-Lo siento…! Yo-yo— * ¡Hic! * ¿Te sorprendí?” 

Sharon y Siwoo estaban sentados uno al lado del otro en las escaleras. 

En la mano de Sharon había una leche de plátano que Siwoo le había comprado en la tienda en la que ella trabajaba. 

La sostenía con fuerza, intentando distraerse de su nariz roja y su incesante hipo. 

“G-Gracias... * ¡Hic! *” 

Todavía le temblaban los labios porque había estado llorando mucho. Pero, después de beber pequeños sorbos de la leche de plátano, pareció calmarse un poco. 

“Entonces, ¿puedes decirme qué está pasando?” 

Ella dudó un momento. 

“... Sí, puedo.” 

Al final, decidió compartir la historia de lo que le había pasado la semana pasada, a pesar de que aún no se había calmado del todo. 

Como lo hacía mientras intentaba contener las lágrimas, tardó un poco en terminar, pero consiguió contarle la idea general de la situación. 

Que la habían echado de casa y que no tenía hogar al cual ir. 

“¿Por qué no me contaste sobre eso?” 

Cuando salió su voz, Siwoo notó una pizca de reproche a ella. 

No importaba si tenía o no derecho a decirlo. La ira y la decepción llenaron su pecho. 

Aunque no hacía mucho que se conocían, la consideraba una amiga. 

Realmente deseaba que ella se lo hubiera contado antes, ya que no se trataba en absoluto de un asunto menor. 

“Yo-yo... No quería ser una carga... Quería resolver esto por mi cuenta...” 

“Aun así...” 

Debiste decírmelo. 

Siwoo estaba a punto de decir esas palabras, pero se las tragó para sus adentros. 

Se dio cuenta de que, aunque se enfadara aquí, no les estaría haciendo ningún favor a ambos. 

Además, la única razón por la que sentía una inusual cercanía hacia ella era sólo por su propia vida solitaria. 

Todavía había un límite que no podía cruzar. 

“Aun así, gracias. Me siento mucho mejor después de llorar.” 

Sharon se limpió la nariz y dejó escapar una familiar sonrisa brillante. 

No, esto no servirá. 

Pero, después de verla así, se dio cuenta de que no podía simplemente ignorarla y fingir que su problema no existía. 

“¿Qué tal si te quedas en mi casa por el momento?” 

“¿Eh? ¡No, no! ¡No es por eso que hice toda esta escena!” 

Sharon levantó la cabeza y agitó en negación. 

Después de todo, ella no se presentó ante Siwoo, llorando mientras expresaba sus preocupaciones, para suplicarle ayuda. 

Seguía firme en su postura de resolverlo todo por sí misma. 

“Lo sé. No eres del tipo astuto, después de todo. Pero, estás en una situación en la que necesitas ayuda desesperadamente, ¿no?” 

“... E-Eso es...” 

“Mi casa tiene dos habitaciones de todos modos, así que hay un dormitorio extra para que vivas.” 

En circunstancias normales, no había forma de que le dijera a su amiga que viviera con él — un tipo que claramente vivía solo. 

Sin embargo, estaba claro que ella lo rechazaría enérgicamente si él le ofreciera un nuevo lugar para vivir o le buscara un nuevo apartamento de una habitación. 

Así que le propuso la cohabitación como solución de compromiso. 

“No es gratis, por supuesto. Puedes ayudarme con mi investigación como pago. Dijiste que me enseñarías la última vez, pero nunca tuviste tiempo de hacerlo. Es una situación en la que todos salimos ganando, como mencionaste. ¿Qué te parece?” 

“¿... De verdad te parece bien?” 

Sharon levantó la cabeza y miró a Siwoo. 

Sus ojos le recordaron a los de un cachorro hambriento ante una comida en toda regla. 

Brillaban hasta el punto de iluminar la poco iluminada escalera. 

“Por supuesto.” 

“¿D-De verdad? ¿R-Realmente estás seguro...?” 

“Sí. Tenerte cerca como guardaespaldas cuando otras brujas u Homúnculos me atacaran también ayudaría, sinceramente.” 

Siwoo siguió explicando las ventajas de su cohabitación a Sharon, que seguía reacia a aceptar la propuesta. 

Le explicó que ella podría ahorrarse su dinero, ya que sólo tendría que enseñarle magia como método para pagar el alquiler. 

No solo eso, también le explico detalladamente que ambos tendrían beneficios si ella se quedaba allí; Podrían prepararse fácilmente en caso de ser asaltados por un tercero, y también está el hecho de que ella podría llegar a su trabajo rápidamente. 

Además, le dijo que si seguía preocupada por el pago del alquiler, siempre podría pagarlo más tarde. 

“Además, te compraré comida deliciosa todos los días. Se vuelve aburrido comer solo, ¿sabes?” 

“¿C-Comida...?” 

Gracias a su esfuerzo, consiguió sacar a Sharon de su dilema. 

En cuanto oyó la palabra comida, sus ojos color menta se nublaron y aturdieron, como si estuviera hipnotizada. 

“Okay, entendido. ¿Puedo traer mi equipaje ahora mismo?” 

“Por supuesto.” 

“Las dejé en la tienda, así que espérame un poco, ¿okay?” 

“Okay.” 

Y así fue como sellaron con éxito su acuerdo de vivir juntos a partir de entonces. 


Parte 3

“Wow...” 

“Adelante.”

Sharon entró en casa de Siwoo con su equipaje. 

Como el edificio era de nueva construcción, la distribución de su habitación era limpia, como era de esperar. 

Aunque sólo tenía dos habitaciones, parecía mucho mejor que la de la calle, el estudio del sótano y la habitación de la azotea en la que Sharon había vivido anteriormente. 

“Por favor, discúlpame...” 

Dejó la maleta en el zapatero y entró cautelosamente a la sala de estar. 

Al mirar a su alrededor, sus hombros tensos se relajaron poco a poco. 

Había un balcón con vistas a las bulliciosas calles y una sala de estar amueblada con un gran televisor y un cómodo sofá. 

Aunque el lugar no estaba meticulosamente organizado, parecía mucho más ordenado que su habitación de la azotea. 

Luego, Siwoo la guió hasta la habitación que le había asignado. 

“Podrías quedarte aquí. Es un poco más pequeña que mi habitación, pero no creo que tengas muchos problemas para vivir. Aunque no tengo una cama separada, así que puedes dormir en mi habitación por hoy. Mañana nos ocuparemos de tu cama.” 

“¡Oh, entonces puedo no dormir esta noche!” 

“Ah, ¿sí? Pues yo tampoco tengo sueño.” 

Sharon siguió de cerca a Siwoo, inspeccionando cuidadosamente cada rincón de su casa. En un momento dado, se mordió los labios. 

Ella sentía una abrumadora sensación de gratitud hacia él. 

“Siwoo.” 

“¿Sí?” 

“Muchas... gracias...” 

Ella le cogió la mano con fuerza mientras se la acariciaba suavemente. 

Las lágrimas que brotaban de sus ojos transmitían perfectamente la profundidad de sus emociones. 

Al notar su felicidad, el humor de Siwoo se animó al instante. 

“¿De qué estás hablando? No pienses en eso y descansa. Llevas días caminando toda la noche, ¿no?” 

“Sí... Pero aun así, no olvidaré este favor. Algún día, ¡definitivamente te lo devolveré! ...Por cierto, ¿está bien si me doy una ducha?” 

“¿Ahora mismo?” 

“¡Sí! ¡Sólo he usado magia para limpiarme durante años!” 

“Claro.” 

Tras recibir su permiso, se dirigió apresuradamente al cuarto de duchas, se desnudó y abrió la ducha. 

—¡Shhh! 

“Ah... * Sob... *” 

El sonido del agua caliente llenó el pequeño cuarto de baño. Sharon no pudo evitar sollozar mientras se encorvaba en un rincón de la ducha. 

Esta amabilidad era algo que no había experimentado en diez años. 

No podía decidir si la abrumadora emoción que sentía era de gratitud o de algo totalmente distinto. Sin embargo, sus lágrimas no dejaron de fluir. 

Sharon siguió llorando, en silencio, enmascarando sus propios sollozos con el sonido del agua. 

Sin embargo, incluso con las lágrimas cayendo por su rostro, una leve sonrisa apareció mientras el agua tibia caía en cascada sobre ella. 



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