City of Witches capítulo 196
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City of Witches capítulo 196 en español
Festival II
Parte 1
—¡Snap! ¡Crunch!
¡Snap!
A ese perturbador
sonido siguió un breve momento de silencio.
La vida del
estudiante mordido por la piraña tuvo un final abrupto. Sus pulmones fueron
perforados por sus afilados dientes, impidiéndole gritar.
Por la comisura
de sus labios goteaba una hermosa sangre roja, como el zumo de una frambuesa
madura.
“¡E-Eek...!”
“...”
“¿Qué demonios...
es esto...?”
“¿Está
muerto?”
“E-Estoy soñando
ahora mismo, ¿verdad?”
“¡Esto debería
ser una broma! ¡¿Dónde está la cámara oculta?!”
“¡¿Qué carajo es
esto?! T-Tenemos que reportar esto...”
Incluso después
de ver tal espectáculo, la gente no huyó. En su lugar, murmuraban para sí
mismos.
Si hubiera un
disparo de por medio, si alguien fuera a volar por los aires, o si un ladrón
con un arma estuviera armando un alboroto, su reacción podría ser
diferente.
Pero lo que
vieron fue un pez gigante masticando a una persona bajo la luz halógena de los
grandes almacenes.
Todo el
espectáculo parecía sacado de una película de serie B. Era demasiado increíble
para ellos, hasta el punto de que su instinto de peligro no se puso en
marcha.
Sólo cuando
vieron los miembros del estudiante colgando como algas entre los dientes de la
piraña se dieron cuenta.
El asqueroso
hedor de la sangre, demasiado fuerte para ser considerado una alucinación,
llenó sus fosas nasales.
La sangre roja,
demasiado abundante para ser un sueño, corrió por la espinilla del estudiante,
creando un pequeño charco sobre el frío mármol artificial.
“¡M-Mierda! ¡¿Qué
carajo es esto?!”
“¡Aaahhh!”
“¡Llama al 119!
¡112! ¡Carajo! ¡A la mierda, llama a todos!”
“¡¿Qué carajo?!
¡¿Por qué no funciona mi teléfono?!”
“¡Mami!”
Las súplicas
desesperadas sonaban en medio del caos mientras la gente se daba cuenta
tardíamente de la gravedad de la situación.
La sección de
ropa masculina de los grandes almacenes se había transformado en una escena de
pandemonio, llena de gritos, lágrimas, llantos y confusión.
De repente, una
figura vestida con una armadura negra se abrió paso rápidamente entre la
multitud, venciendo a la piraña que había sido la fuente del terror.
Parte 2
Saltando desde el
centro de la escalera mecánica, Siwoo conjuró rápidamente una armadura de
sombras y una espada larga.
Aprovechando su
peso y la fuerza de la gravedad, blandió la espada hacia la piraña con todas
sus fuerzas.
Al ejecutar el
movimiento, sintió una sólida resistencia en la mano.
Con su espada
atravesando, cortando a la piraña por la mitad, el pez cayó al suelo mientras
escupía sangre.
A pesar de estar
partida en dos, la boca de la piraña se abrió mientras agitaba la cola en el
suelo.
La visión
provocaría escalofríos a una persona normal.
“¡Que todo el
mundo se reúna aquí!”, gritó en voz alta a la gente.
Sin embargo, en
ese caos extremo, la multitud, ahora en el colmo de su confusión, no escuchaba
las palabras de una sola persona, y mucho menos seguía sus instrucciones.
Era un completo
desastre.
“¿Qué carajo está
pasando?”
Siwoo se quitó el
parche y escaneó los alrededores.
Estaba casi
seguro de que esa piraña era un Homúnculo.
Pero cuando
examinó el maná a su alrededor, no había ninguna barrera interdimensional
desplegada.
Además, por lo
que Sharon le había enseñado, los Homúnculos no meterían a tantos humanos en su
barrera cuando estuvieran cazando.
Pero este
Homúnculo apareció en el mundo moderno sin desplegar una barrera y empezó a
matar gente por alguna razón.
““¡Sr. Asistente!””
Las gemelas
corrieron por la escalera mecánica hacia el confundido Siwoo.
“Quédate detrás
de mí. No sabemos lo que puede pasar.”
Alguien acababa
de morir delante de él.
Entonces, no
tenía idea de qué tipo de amenaza les esperaba.
Al entrar en su
modo de combate, se dio cuenta de que estaba mucho más tranquilo de lo que
esperaba.
Incluso teniendo
en cuenta el hecho de que había estado en bastantes batallas en peligro de
muerte, sus ojos, separados del caos de su mente, estaban escaneando el campo
de batalla, preparándose para cualquier variable, como un veterano
experimentado.
“¿Has contactado
con Lady Deneb?”
“¡No
puedo!”
“¡T-Tanto nuestro
artefacto como nuestro móvil no pueden contactar con ella!”
“En serio, ¿qué
carajo está pasando...?”
Aunque la piraña
estaba muerta, no era suficiente para calmar a nadie. Seguían sintiendo un
hormigueo en la piel, y el aire tenso dejaba claro que aquello no había hecho
más que empezar.
La crisis aún no
había terminado.
Diablos, esto era
probablemente sólo el aperitivo.
Definitivamente
había algo peor en el horizonte.
—¡Ting, ting!
Tal y como Siwoo
había predicho, todas las luces de los grandes almacenes empezaron a apagarse
una a una.
No se apagaron
por completo.
En cambio, su
brillo se había suprimido hasta el límite, como si se hubieran hundido en las
profundidades del mar.
Pero como no
había ventanas en el interior de los grandes almacenes, todo el edificio se
volvió negro como el carbón.
“¡Aaahh!”
“¡¿Q-Qué es
esto?! ¡¿Es un ataque terrorista?!”
La oscuridad
aumentó el miedo de todos, convirtiendo el lugar en una olla hirviendo de
ansiedad.
Ahora la
conmoción en los grandes almacenes había alcanzado su punto álgido.
No sólo ocurría
en el piso en el que estaban Siwoo y los demás, sino que también había alboroto
en los pisos de arriba y de abajo.
“Ah...”
En ese momento,
Siwoo los vio.
¡¿De dónde demonios han salido?!
Nadando
tranquilamente como en un acuario.
Decenas de
pirañas surgieron hacia delante.
Sin perder un
instante, las gemelas saltaron junto al desconcertado Siwoo.
Cada una de ellas
sostenía un mosquete de fina manufactura.
Apuntaron y
dispararon al mismo tiempo. Dos pirañas que flotaban en el aire cayeron al
suelo.
“¡Estamos aquí
para ayudar, Sr. Asistente!”
“¡No se preocupe,
nos las arreglaremos solas!”
“¡Srta. Odile!
¡Srta. Odette!
Las gemelas
llevaban mosquetes de estilo “jenízaro”, con balas mágicas especiales que les
proporcionó la Condesa. Tras el incidente con Ea Sadalmelik, la Condesa les dio
estos pares para que al menos pudieran defenderse en situaciones críticas como
ésta.
“Sabemos
cazar.”
“¡En realidad, lo
hemos hecho muchas veces!”
Siwoo no perdió
el tiempo. Rápidamente conjuró dos cintas y un par de espadas, zambulléndose en
el enjambre de pirañas.
Por favor, quédate quieto...
No te muevas...
Pero su súplica
cayó en saco roto. En un abrir y cerrar de ojos, se desató el caos, seguido de
los gritos de muchos.
Atraídas por el
olor de la sangre, las docenas de pirañas nadaron y empezaron a devorar a la
gente a su alrededor.
Un estudiante fue
mordido y lanzado por los aires.
Entonces, un
enjambre de otras pirañas se acercó a él y desgarró su cuerpo.
Sus extremidades
fueron desgarradas, pero sólo cayó al suelo un líquido caliente y
viscoso.
“¡Aaah! ¡¡Mami!!”
“Dios mío, ¿qué
son estas cosas?”
“¡Ventana de
estado! ¡Habilidades! ¡Inventario! ¡Modo gamer activado! ¡Ay! ¡Me han
mordido!”
En ese momento,
Siwoo ya había cortado cinco pirañas.
Eran débiles,
pero se movían con rapidez.
Para los indefensos
civiles, esas pirañas eran depredadores volando libremente por el aire.
Y para empeorar
las cosas, aquellos tipos estaban más concentrados en su presa que en luchar
con Siwoo.
Aunque luchaba
valientemente, la gente a su alrededor moría a un ritmo alarmante.
Incluso las
gemelas, que disparaban frenéticamente para ayudarle, se veían impotentes. Era
como intentar detener un tifón con las manos desnudas, literalmente una hazaña
imposible.
“¡Vengan por
aquí! ¡Por aquí!”
A pesar de las
fuertes llamadas de Siwoo, su voz fue ahogada por los gritos, llantos y
horribles sonidos de carne y hueso desgarrándose.
Sólo diez
espabilados individuos se apiñaban junto a las gemelas, que disparaban con
fervor sus armas.
En un abrir y
cerrar de ojos, todo el suelo se convirtió en un espantoso charco de
sangre.
Ninguna parte del
suelo que pisaba Siwoo no estaba manchada con el profundo tono carmesí.
El aire se llenó
de un repugnante olor metálico. Órganos y extremidades estaban esparcidos por
el suelo, formando un espectáculo escalofriante.
“En serio... ¿qué
carajo está pasando...?”
A medida que la
sombría realidad se hundía en su interior, la cabeza de Siwoo palpitaba de
ira.
Pero no podía
hacer nada.
En apenas veinte
segundos, había sometido a diez pirañas usando tanto sus cintas como sus
espadas, pero la mayoría de los humanos de aquel piso se habían convertido en
presa de las pirañas.
“Hey, tú, el de
ahí... ¡¿Qué demonios está pasando?!”
“¿Esto es algún
tipo de espectáculo montado...? Es imposible que esto sea real,
¿verdad...?”
“¿T-Tal vez es
algún tipo de misión de operaciones especiales?”
“M-Mamá... tengo
miedo... ayúdame...”
Los
supervivientes, que antes permanecían cerca de las gemelas, se aferraron a
Siwoo. Cada uno de ellos mostraba su puro pánico al verle masacrar
implacablemente a las monstruosas criaturas.
¿Qué hago ahora?
En serio, ¿qué está pasando?
Hay una posibilidad de que esto esté sucediendo
en otros pisos también.
¿Cuánta gente está atrapada en esto?
¿Puedo rescatar a más gente?
Debe haber alguien detrás de esto, ¿pero quién?
En serio, ¿qué demonios está pasando?
¿Qué están haciendo las otras brujas?
¿Debería enviar a las gemelas lejos primero?
Pero, ¿puedo resolver este caso yo solo?
Todo parecía tan
surrealista que su cerebro se sentía sobrecargado.
“¡...
Asistente!”
“¡Sr.
Asistente!”
En ese momento,
se despertó sobresaltado por los fuertes gritos de las gemelas.
“¡Despierta! ¿Por
qué estás distraído así?”
Cuando el zumbido
de sus oídos se desvaneció y su visión se aclaró, vio a las pirañas alineadas,
centrando sus miradas en él y en las gemelas. Parecían estar fijando sus ojos
en su grupo ahora.
Pero dudaban en
atacarlos, ya que Siwoo y las gemelas se les habían resistido con bastante
fiereza.
Odile, estaba en
posición defensiva, mientras apuntaba con su mosquete cuando hizo esa
pregunta.
Siwoo sacudió la
cabeza, tratando de disipar su confusión y sus dudas.
Me preocuparé de ello más tarde.
Hay un asunto urgente del que ocuparse.
“Primero tenemos
que evacuar a todo el mundo.”
“¿Cómo?”
Su mente
finalmente se aclaró un poco.
“Usaré [Cambio de
Dimensión], el mismo hechizo de teletransportación que usé antes para sacarlas
a ustedes dos. Llevará algún tiempo, así que ¿puedes protegerlos mientras
tanto?”
“Por supuesto.
Déjamelo a mí”, respondió Odile con confianza.
Para Siwoo, estas
pirañas eran más débiles que los perros que había encontrado antes.
Pero su velocidad
superaba la de cualquier otra criatura a la que se hubiera enfrentado hasta
entonces.
Esta velocidad y
su capacidad para nadar libremente en el aire le dificultaban mucho, ya que él
estaba especializado en el combate cuerpo a cuerpo.
Por otro lado,
las gemelas no tuvieron tanta dificultad, ya que utilizaron su excelente
puntería.
Aunque eran aprendices
de bruja, juzgó que era seguro confiar en ellas ya que poseían artefactos
ofensivos bastante poderosos.
“Todos, por
favor, reúnanse frente a mí.”
“¿Puedes explicar
qué está pasando? ¿Eres un soldado? ¿O un caballero?”
“¡Necesitamos
saber qué está pasando!”
En medio del
caos, los supervivientes, presas del pánico, expresaron sus preocupaciones,
buscando respuestas en Siwoo, que parecía saber algo.
“No soy un
soldado ni un caballero, y no hay tiempo para explicaciones. Vengan aquí, los
sacaré a todos de este lugar.”
Sin embargo,
cuando blandió su espada manchada de sangre y expresó sus palabras con
asertividad, se callaron.
Desde su punto de
vista, el hombre que aparecía de repente para matar a esos monstruos mientras
estaba empapado en sangre era igual de aterrador que los propios
monstruos.
Así que, utilizó
ese miedo a su favor.
Ya que de esta
manera le sería más fácil controlarlos.
“Srta. Odile,
Srta. Odette, por favor vengan también.”
Siwoo decidió que
se quedaría.
Porque podría
haber sobrevivientes escondidos en este lugar, buscando refugio del
desastre.
Quería sacar al
menos a una persona más de este desastre.
Sin embargo, no
podía dejar que las gemelas se quedaran con él.
Nadie sabía lo
que podría ocurrir más tarde, y él deseaba evacuar a todos y que informaran al
mundo exterior de lo que estaba ocurriendo aquí.
Pero las gemelas
se negaron a marcharse.
“¡No, lucharemos
a su lado, Sr. Asistente!”
“¡Sí! ¡Le
ayudaremos a salvar a todos!”
“¡Este no es el
momento para eso! ¡Ustedes dos necesitan informar a Lady Deneb sobre
esto!”
“Una de esas
personas puede hacerlo. Sólo tienen que llamarla, ¿no?”
“Pero—”
Odile interrumpió
con firmeza su intento de dar más explicaciones.
“Sr. Asistente,
el honor de una noble no proviene del apellido, sino del cumplimiento de sus
obligaciones y responsabilidades como noble.”
“¿No es eso lo
que nos ha enseñado, Sr. Asistente?”
No recuerdo haberles enseñado eso nunca...
Al final, decidió
aceptar su ayuda por ahora.
Supuso que serían
de gran ayuda con las armas en sus manos.
“De acuerdo,
evacuemos primero a los civiles. Pero, si hay el más mínimo indicio de peligro,
las sacaré a ustedes dos de aquí primero, ¿entendido?”
Tan pronto como
decidió qué hacer, Siwoo miró a su alrededor.
Desde hacía algún
tiempo, percibía un flujo de maná distinto, pero diferente de la barrera
interdimensional que conocía.
Era mucho más
pesada y opresiva, su color era profundo y siniestro.
Esto significaba
que tenía que alejar a los civiles del edificio.
Siwoo entregó un
teléfono móvil a uno de los supervivientes.
“En cuanto salgas
de aquí, llama a este número y a este otro, y explícales la situación. Esto es
importante, así que asegúrate de hacerlo.”
“¿Q-Qué debo
decir?”
“Sólo diles que
aparecieron monstruos en COEX.”
“O-Okay...”
El soldado de
cabello negro, que parecía estar de permiso, temblaba, pero asintió
repetidamente en respuesta.
Sin embargo,
Siwoo no tuvo la indulgencia de consolarlo.
“Srta. Odile,
Srta. Odette, por favor, cúbranles.”
Un círculo azul
comenzó a formarse bajo los pies de los civiles.
Era el [Cambio
Dimensional] de Siwoo.
Dado el número de
personas y la distancia involucrada.
Supuso que
necesitaría un minuto entero de cálculo.
Mientras tanto,
las gemelas le ganarían tiempo.
Las pirañas, que
llevaban un rato observando la situación, se impacientaron en ese
momento.
Estimulados por
la luz azul, los depredadores enseñaron los dientes y se prepararon para
abalanzarse sobre los supervivientes.
Siwoo cerró los
ojos, depositó su confianza en las gemelas y entró en un estado de
concentración total.
A diferencia de
entonces, las gemelas ya no temblaban indefensas detrás de él.
Esta vez, estaban
decididas a proteger a su Querido Asistente.
De pie frente a
Siwoo, empuñaron sus mosquetes.
“¿Estás lista,
Odette?”
“Cuando quieras, Hermana.”
Apuntaron con sus armas y apretaron el gatillo, liberando una andanada de balas mágicas sobre las criaturas.