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City of Witches capítulo 22

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 City of Witches capítulo 22 en español


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City of Witches - Amelia Marigold

 Amelia Marigold I


Parte 1

La situación terminó cuando Siwoo salió corriendo del cuarto de baño con la cabeza gacha —temeroso de molestarla más de lo que ya lo había hecho— tras recibir una severa advertencia de Amelia. 

Amelia suspiró suavemente mientras veía la silueta de Siwoo desvanecerse a través de la pared de cristal transparente. 

Se sintió aliviada al ver que las excusas que había elaborado a grandes rasgos acabaron funcionando. 

Sintió una punzada de vergüenza en el corazón cuando se dio cuenta que había mentido para proteger su ego. 

Cinco años atrás, en aquel aburrido y anodino día de invierno. 

Amelia se sumergió bajo el mar de burbujas. 

 

Parte 2

“¿No estás aburrida, Amelia?” 

“¿Qué haces aquí a estas horas, Avenega?” 

“Oh... sólo estoy aquí para matar el tiempo.” 

“Eres realmente molesta, ¿lo sabías?” 

El cuervo de Sophia —al que Amelia estaba respondiendo— había estado visitando el edificio de investigación sin parar últimamente. 

Su envergadura era tan grande que podía cubrir toda la pantalla de un monitor. 

El cuervo, después de ser espantado como una mosca, batió las alas y se posó encima de un atril. 

Sophia había estado enviando al cuervo al edificio de investigación últimamente y estaba empezando a interrumpir la investigación de Amelia. 

“¿Qué sentido tiene estudiar 20 horas todos los días cuando ya estás 2 caminos[1] por delante de tus predecesores?”

“La razón por la que ella murió fue debido a mis logros, no puedo dejar que su muerte sea en vano.” 

“Kyaa~ tan malvada.” 

Al oír los comentarios, el ojo del cuervo parpadeó mientras movía la cabeza de un lado a otro. 

Los pensamientos de Amelia no reflejaban con exactitud los de la población general de brujas. 

De hecho, la mayoría creía todo lo contrario. Creían que el hecho de heredar una marca de otra bruja tenía prioridad sobre la vida de una sola bruja. 

Sí, la predecesora de Amelia podría haber muerto tras pasarle la marca a ella. Pero eso no significaba necesariamente que Amelia fuera responsable de su muerte. 

Obviamente, era un tema del que Sophia evitaba hablar con Amelia. 

Sabía lo mucho que significaba su predecesora para Amelia. 

Ya ha habido muchos casos en los que el vínculo entre maestra y alumna madura lentamente hasta convertirse en un vínculo entre madre e hija. 

“Si sigues trabajando así en exceso, ¿no necesitarás impartir tu marca a otra persona antes de lo que crees?” 

“El único camino que puedes seguir cuando tocas fondo es hacia arriba.” 

“Es más, ni siquiera has tomado a una aprendiz todavía.” 

“Estoy muy ocupada trabajando para conseguir una.” 

“¿Tienes que esforzarte tanto? Cada vez que te veo, lo único que veo es a una bruja vieja y jubilada, que hace tiempo que pasó su mejor momento, de camino a impartir una marca a su aprendiz.” 

Suspirando, Amelia dejó la pluma. Observó el graznido del cuervo posado en su atril. 

Parecía que Sophia no tenía planes de irse tranquila hoy. 

“¿Con qué me vas a molestar hoy, Sophia?” 

“¿Sabías? Han llegado nuevos esclavos a la Academia.” 

“¿Y?” 

“Sólo hay dos y da la casualidad de que son hombres~” 

A Amelia no podían importarle menos los esclavos y la expresión de su rostro lo transmitía perfectamente. 

El cuervo entendió lo que significaba la expresión y pareció hablar con mucho más cuidado. 

La expresión de pánico del cuervo era, cuanto menos, divertida. 

“Tengo un consejo que me ha transmitido mi predecesora — Avenegena. ¿Quieres oírlo?” Dijo Sophia.

“Lo harás aunque yo no lo consienta, ¿verdad? Adelante.”, dijo Amelia.

Decir que la relación entre Sophia y Amelia era tensa era quedarse corto. 

Hablar con Sophia era como hablar con una pared de ladrillos. Se resistía a la lengua afilada de Amelia, que normalmente la ayudaba a salir airosa de situaciones molestas. 

Por lo tanto, a Amelia no le quedaba más remedio que escuchar lo que Sophia tuviera preparado para ella. 

“Dijo que la creatividad está intrínsecamente ligada al entorno en el que te metes. Si te encierras en una mentalidad estrecha o en un entorno estrecho, nunca podrás generar soluciones creativas a tus problemas. ¿Cuánto tiempo llevas intentando resolver este papel?” 

“......” 

Tras numerosas visitas, Sophia se dio cuenta que algo iba mal en la investigación de Amelia. 

Llevaba meses intentando crear un círculo mágico y, sin embargo, no había logrado ningún progreso. 

Le faltaba un factor esencial en el proceso de construcción. 

Estaba claro que Amelia había dedicado todo su tiempo a crear el círculo mágico y se había olvidado de modificar una sola variable, lo que la había llevado a sufrir. 

“¿Ves? Es porque llevas mucho tiempo encerrada en tu habitación, trabajando en el mismo problema una y otra vez. Tienes que darte cuenta que la conexión entre la 'entrada' y 'salida' siempre será igual. Como en el caso de tu investigación. Así que, ¿no estaría bien ajustar de vez en cuando tu estado de ánimo?” 

“Entonces, ¿la razón por la que estás aquí todos los días es para cambiar mi estado de ánimo?” 

Sophia ignoró los comentarios de Amelia y continuó. 

'No sigo las modas~ No voy a salones de belleza a menos que haya ítems mágicos para comprar~ Sólo me gusta bañarme en los grandes baños públicos~ Voy a trabajar todos los días al edificio de investigación.' ¿Y de verdad crees que puedes tener ideas nuevas así? ¡Lo que necesitas son nuevos estímulos e ideas frescas! No aferrarte a un viejo problema que no puedes resolver.” 

La ingeniosa técnica de Sophia consiguió despertar el interés de Amelia. 

Si en lugar de eso hubiera dicho: “¿Por qué no? Será divertido perder el tiempo”, ¿escucharía Amelia, la mayor nerd de Gehenna —alguien que se pasa el tiempo en un rincón de su habitación estudiando magia— lo que tiene que decir? 

Los hábitos de investigación de Amelia habrían hecho que se desmayara de agotamiento si no fuera por su cuerpo espiritual. 

Sophia había malinterpretado intencionadamente el consejo y había afirmado que todo era por el bien de la magia cuando, en realidad, simplemente quería que Amelia se tomara un tiempo libre para estudiar y relajarse un poco. 

Aunque parecía que Amelia no estaba escuchando, el hecho que no hubiera ahuyentado al cuervo de Sophia lo decía todo. 

“Ve al grano.” 

“Hoy nos embarcaremos en un viaje angustioso, subiendo las escaleras de la edad adulta.” 

“La actividad sexual no es un factor clave para experimentar cosas nuevas, ¿verdad?” 

No era la primera vez que Amelia recibía una oferta así. 

A diferencia de Amelia, que era de naturaleza conservadora, Sophia era bastante liberal en sus acciones. 

Era una de las razones por las que a Amelia le molestaba al principio. Tenía la mala costumbre de acostarse con personas que le resultaban sexualmente atractivas, independientemente de su género. 

Por los rumores que circulaban a su alrededor, no parecía ser una mala persona. Sin embargo, sus insistentes intentos que Amelia se uniera a ella en su afición molestaban enormemente a Amelia. 

“Vamos, vamos... Lo has entendido todo mal. ¿No sería correcto decir que el acto del coito es un acto de 'creación'? Las brujas no podemos engendrar hijos propios. Pero, el acto en sí ha sido una noble tradición transmitida de generación en generación. Es la base de nuestra existencia y ha creado miles de millones de vidas desde tiempos inmemoriales, y seguirá haciéndolo mucho después de que nos hayamos ido.” 

Amelia empezó a enfadarse cada vez más al verse obligada a escuchar la mierda de caballo que salía de la boca de la bruja. 

Había apartado la mirada del cuervo, luchando por reprimir la rabia que amenazaba con desbordarse en su interior. 

“Terminé de escuchar todo lo que tienes que decir, es hora que te vayas.” 

“Ah... ah...” 

Cogió su bolígrafo, ignorando los graznidos que emanaban del pájaro. 

Era obvio que Amelia empezaría a ignorar las divagaciones de Sophia y, en su lugar, seguiría trabajando en los cálculos sin sentido que tenía delante. 

Sophia se dio cuenta que seguir con su estrategia actual sería inútil y optó por cambiar de marcha y atacar desde un ángulo diferente. 

La primera estrategia consistía en aprovechar el amor de Amelia por la magia. 

Si eso fallaba, el plan alternativo sería ir a por su orgullo. 

“Oh... Vamos. No pude evitarlo. Mírate. Te vendría bien un poco más de confianza en ti misma.” 

“........” 

“Eres maravillosa y hermosa. Es sólo que, nunca serás tan femenina como yo, pero todavía debe haber hombres por ahí que no se preocupan por eso ¿verdad?” 

“.........” 

“Sé lo incómodo y aterrador que puede ser hablar con el otro género. Después de todo, nunca has tenido ninguna experiencia real hablando con hombres, y mucho menos ninguna experiencia enamorándote antes. Entiendo que aprender cosas nuevas puede ser un reto al principio. Así que no te rindas todavía.” 

“........” 

Sophia siguió hablando sin dirigirse a nadie en particular y comenzó sus ataques al ego de Amelia. 

La connotación oculta tras sus palabras significaba que la razón por la que Amelia no podía conocer a un hombre se debía a su falta de confianza en su apariencia y también a que no tiene agallas para acercarse a cualquiera que le atraiga sexualmente. 

Como era de esperar, al final todo salió bien. 

Amelia enarcó ligeramente las cejas mientras luchaba por mantener la compostura ante la avalancha de agudos comentarios. 

Sophia evitó extralimitarse en sus comentarios y los hizo intencionadamente pensando en Amelia. 

Para no herir su ego, ya que era tan testaruda como la anterior marigold, sería más eficaz que Sophia estimulara poco a poco su afán de triunfo. 

“Los hombres seguirán acudiendo a ti por tu aspecto infantil. Y tengo que decir que eres muy linda, incluso desde el punto de vista de una mujer.” 

Bastó que Sophia mencionara la palabra “infantil” para que Amelia quedara atrapada en el anzuelo, sedal y plomo. 

Era tan fácil como robarle un caramelo a un niño. 

Amelia abrió los ojos de par en par y volvió a arrojar el bolígrafo sobre el escritorio. 

Intentaba parecer amenazadora, pero lo único que consiguió fue parecer aún más adorable. 

“¿Acabas de insinuar que soy una niña?” 

“¡Ah! Me disculpo si te ofendí.” 

“Aprendí algo más que Magia de mi predecesora. Me enseñó la etiqueta y los modales propios de una dama y miembro de la aristocracia, a diferencia de tu predecesora, Avenega.  Conocimientos que una cuasi noble como tú jamás podrá llegar a comprender.”, le respondió Amelia estoicamente. 

El cuervo descendió de su soporte y rozó con la cabeza el dorso de la mano de Amelia en señal de disculpa. 

“Sabes que no lo hago por odio, amiga mía, quiero verte crecer, madurar y llegues a la mayoría de edad.” 

“Haa...” Amelia suspiró y se levantó de su asiento. 

El cuervo de Sophia chilló encantado mientras daba vueltas alrededor de la cabeza de Amelia. 

“No vuelvas a molestarme, te demostraré lo equivocada que estás.” 

“¿Huh? ¿Qué quieres decir?” 

Sophia fingió no haber entendido a Amelia mientras la escuchaba despotricar. 

“No soy tan tonta como para caer dos veces en el mismo truco. O mejor dicho, en este caso, tres veces. Estás dejando muy claro que estás tratando de enfurecerme.” 

Parecía que Amelia se había enfadado bastante por las acciones de Sophia. 

“Tu afirmación sobre el vulgar acto de buscar el placer sexual como inspiración para la magia es totalmente absurda. No es algo que pretenda seguir, y la única razón por la que me levanté fue para demostrarte lo equivocada que estás sobre mí.” 

“¿Qué dije de ti?” 

“Afirmaste que no tengo la confianza suficiente para hablar con el sexo opuesto. Eso es falso. Simplemente elijo no hacerlo porque no siento ninguna necesidad.” 

Los hombres eran simples mortales de bajo nivel que ni siquiera podían utilizar una gota de maná. 

“Muéstrame dónde tienen a los esclavos.” 

Desatándose el cabello, Amelia salió de su habitación con paso seguro. 

 

Parte 3

“¿Necesitamos siquiera sucumbir a métodos tan crueles como seducir esclavos? Ni siquiera pueden negarse a las órdenes de una bruja, así que, ¿qué beneficio añadido nos daría hacerlo?” 

“Oh, simplemente se hace para motivarlos a hacer lo que se les dice.” 

Amelia caminaba por el pasillo bien iluminado con el cuervo como guía. 

Le habían informado de la ubicación de los esclavos dos días antes. 

Cuando Amelia entró en la biblioteca, vio a un esclavo agachado limpiando las estanterías. 

Ese esclavo en concreto sería alquilado por el ayuntamiento a la Academia Trinity durante los seis años siguientes para que trabajara bajo su supervisión. 

Amelia había planeado utilizarlo ocasionalmente como asistente de profesora. 

Observó cómo limpiaba torpemente las estanterías; estaba claro que las largas horas de trabajo no bastaban para que él se adaptara a su situación. 

Amelia se preguntó si sería porque era un tipo nerd que no estaba acostumbrado al trabajo manual. 

“Conserje Shin Siwoo.” 

“¡Sí! ¡Lady Bruja!” 

—Crash 

El brusco sonido, que era Amelia llamándole —había sobresaltado al esclavo— que cayó de la escalera con un fuerte estrépito. 

Se quitó el polvo a toda prisa y llegó ante Amelia con una expresión rígida en el rostro. 

Amelia creía que, si demostraba su capacidad para seducir a un hombre con una sola palabra, Sophia —que estaba encaramada a su hombro— admitiría su derrota y se bajaría de encima. 

En ese caso, Amelia podría volver a su investigación y permanecer imperturbable durante un tiempo. 

De hecho, con solo un vistazo a su rostro. Amelia se dio cuenta que él había quedado prendado de ella, y se preguntó si aún necesitaba más pruebas de sus capacidades. 

“Ven a verme a mi habitación después del trabajo.” 

¿No era suficientemente obvio que él ya se había enamorado de ella? 

Después de todo, Amelia estaba bastante segura de su apariencia. 

Su suave cabello rubio parecía haber sido hecho a mano por los dioses junto con sus ojos azules, que parecían contener el océano azul, le habían valido numerosos cumplidos de su predecesora.

Y eso no es todo, tanto la etiqueta como la gracia habían sido inculcadas en su ser a través de sus largos años de educación formal. Incluso le habían enseñado el encanto que una bruja debe tener en su arsenal. 

Estaba segura que su encanto podría vencer incluso a una bruja ignorante como Sophia. 

“Es exactamente como lo predije.” 

El esclavo nerd llegaba a su habitación con todo tipo de fantasías en mente, pero al llegar, simplemente tenía que marcharse decepcionado. 

Se creía lo bastante lista como para no relacionarse con un hombre al que nunca antes había visto. La interacción en sí misma sería prueba suficiente para que Sophia se quitara de encima. 

“¡Pido disculpas!” 

Por eso, las siguientes palabras que salieron de la boca del hombre le resultaron aún más sorprendentes para ella.

Él se disculpó profusamente, con la cabeza inclinada en ángulo recto. 

¡Cack cack cack cack!” 

El cuervo que se había posado tranquilamente en el hombro de Amelia agitó las alas, incapaz de contener la risa ante el repentino giro de los acontecimientos. 

Amelia sintió que un calor ascendía por su rostro. 

Su mente se quedó en blanco al darse cuenta que acababa de ser rechazada por un simple esclavo. 



Referencias

  1. Nota: ‘Caminos’ – son, por así decirlo, niveles o jerarquías de las Brujas. Por ejemplo, Amelia es de 22 caminos (niveles/jerarquías).


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