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City of Witches capítulo 58

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 City of Witches capítulo 58 en español


Esperaaa...!!
City of Witches - Odile & Odette

 Jugar a la Pelota I


Al ver la falta de reacción de Siwoo ante su repentina propuesta, Odile ladeó la cabeza confundida.

La voz confusa de Siwoo resonó en la habitación.

“Srta. Odile, somos los únicos aquí, ¿verdad?”

“¿Aquí? ¿Qué quiere decir con aquí?”

“En este Latifundium.”

“Sí, aquí no hay nadie más. Como mencioné antes, hoy todos están de descanso, así que alquilamos todo el lugar para nosotras.”

“Entonces, ¿qué es esa cosa negra?”

Una figura negra podía verse fuera de la ventana, mirando fijamente dentro del edificio de administración.

Había una razón por la que Siwoo la describió como tal.

Su color era la única característica distintiva que tenía.

La silueta negra estaba agazapada en una rama, como si estuviera pegada a ella.

Uno podía sentir una sensación ominosa cuando ponía sus ojos en ella.

Esto no era una metáfora.

La 'Sombra' cubría su cuerpo como un manto.

“¿Qué?”

Odile giró lentamente la cabeza en la dirección en la que miraba Siwoo.

Al mismo tiempo, el ser no identificado comenzó a moverse.

—Crujir.

Lo que parecía ser su cuello se dobló de forma anormal, como si su articulación estuviera corroída por el óxido.

La sombra oscura a su alrededor se dispersó como la niebla y Siwoo pudo por fin identificar su forma.

La cabeza de un gato negro gigante.

Era difícil imaginar que un cuerpo tan enorme perteneciera a una bestia ordinaria.

Su cola se enroscaba y agitaba, una enorme hoz estaba unida a su punta mientras se balanceaba en el viento helado.

“Eso es...”

El rostro de Odile se puso rígido de horror.

—¡Creak creak!

Con un sonido escalofriante, parecido al de una tiza rascando en una pizarra.

Abrió los ojos.

Más oscuro que el abismo.

De su cabeza, que carecía incluso de más profundidad que la sombra parpadeante. Tres ojos carmesí, como flores brotando en el infierno.

Cuando dirigió su mirada hacia ellos, parecía estar lleno de alegría.

La sombra que se acumulaba empezó a tomar forma alrededor del misterioso monstruo.

Cuando la sombra del monstruo se hizo más clara y nítida, Odile empezó a cantar inmediatamente. 

“¡Cum sanctis tuis in aeternum! ¡Quia pius es!”

Su canto era rápido y preciso.

A pesar que tarareaba y se saltaba partes del conjuro, pronunció su canto impecable, completando cada aspecto de su conjuro con precisión.

Al mismo tiempo.

—¡Creak!

Una lanza negra chocó contra una barrera transparente que rodeaba todo el edificio administrativo, creando un ruido similar al de una amoladora de acero en funcionamiento.

—¡Boom!

—¡Creak!

—¡Bang!

En ese momento, Siwoo, que había estado observando al monstruo, vio algo.

La barrera transparente que había creado Odile fue golpeada por tres lanzas hechas por la sombra que arremetía contra el edificio de administración.

No podía entender por qué había sucedido esto tan de repente.

Lo único que sabía era que el monstruo había lanzado un hechizo para atacarles y Odile consiguió repelerlo.

“¡Casi me joden!”, dijo Odile con tono áspero.

Siwoo parpadeó y preguntó.

“¿Tal vez sea Lady Gemini?”

“¡De ninguna manera sería ese el caso!”

Su pregunta era razonable, pero Odile la negó.

Fue una suerte que Lady Gemini pareciera no ser consciente del sinvergüenza que estaba manipulando y jugando con sus aprendices de bruja, por lo que no había tomado ninguna medida para eliminarlo.

No, en realidad, Siwoo no estaba seguro de si era afortunado o no.

“Entonces, ¿qué está pasando?”

Antes que Odile pudiera responderle, la habitación tembló violentamente.

A diferencia de antes, sintieron la vibración más nítidamente de lo que oyeron su fuerte ruido.

Como resultado de esa poderosa vibración, el aire a su alrededor se hizo más pesado.

La lanza de la sombra volvió a chocar contra la barrera de Odile.

Odile se quedó mirando fijamente a la ventana, sus ojos brillaban con reflejos mágicos de color púrpura.

“Parece un Homúnculo. Pero, según mi maestra, ya no quedan Homúnculos en Gehenna...” 

“¿Te refieres a los Homúnculos de la Bruja de la Creación?”

“¡¿No te das cuenta con sólo mirarlo?!”

La situación era mucho más grave de lo que Siwoo había esperado.

Homúnculo.

Una forma de vida intelectual creada por la Bruja de la Creación.

Fueron creados como 'guardianes' para proteger su legado.

Uno podía encontrarlos durmiendo, acurrucados en algún rincón del mundo o vagando en silencio.

Las brujas obsesionadas con la magia corrían ansiosas hacia cualquier Homúnculo que encontraban con los ojos brillantes de emoción.

Después de todo, matar a esos Homúnculos significaba obtener el legado dejado por la Bruja de la Creación, incluidos los artefactos que poseía, sus materiales de investigación, elixires y manuales de círculos mágicos.

Para describirlo de un modo que la gente moderna pudiera entender, eran mobs de eventos.

El legado de la Bruja de la Creación era tan valioso que podía elevar los logros de cualquier bruja.

“Esto es malo. Sr. Asistente, ocúpese de Odette.”

Con una mirada serena, Odile observó las lanzas de sombra que les disparaban desde el exterior.

Sus suaves mejillas parecían ahora muy rígidas.

Tras reflexionar un poco, Siwoo se dio cuenta de que el término “mob de eventos” era una descripción demasiado optimista y no reflejaba con exactitud la verdadera naturaleza del Homúnculo.

Era demasiado peligroso para llamarlo mobs de eventos.

Los Homúnculos eran monstruos creados por la propia Bruja de la Creación.

En cuanto a su nivel de peligrosidad, era más apropiado llamarlos “'jefes de incursión” debido a la diversidad de la magia de autoesencia que poseían y a la gran resistencia de sus cuerpos debido a su deber de proteger el tesoro que llevaban dentro.

Eran lo suficientemente peligrosos como para conseguir el segundo puesto en 'Razones de las desapariciones inesperadas de brujas'.

Siwoo abrazó a Odette, que seguía inconsciente a pesar de estar en medio del alboroto y se alejó más de la ventana.

“¿Qué deberíamos hacer?”

“¡N-no lo sé! ¡Estoy pensando en ello! ¿Puedes despertar a Odette primero?”

Siwoo podía ver lo mal que estaba la situación con sólo mirar la cara de Odile.

Odile, que por lo general se reía despreocupadamente de cualquier pequeño incidente, tenía la cara tan pálida como una hoja de papel.

Según las brujas especializadas en la caza de Homúnculos, las brujas por debajo del rango 15 no deberían ni siquiera intentar cazar a ningún Homúnculo.

Y entonces, vino la pregunta, ¿qué rango tenían las gemelas?

“Srta. Odile, no podemos calcularlo con precisión ya que aún no han heredado la marca, pero ¿puede decirme qué nivel de magia puede lanzar, aproximadamente?” 

Los ojos de Odile se abrieron de par en par, sorprendida, al observar el comportamiento tranquilo de Siwoo. Estaba más tranquilo de lo que ella esperaba.

“Me alegro de que no estés temblando de miedo. Con la ayuda de Odette y la magia de autoesencia, podemos lanzar un hechizo de octavo nivel como mucho.”

“Eso significa que nuestra prioridad ahora mismo es buscar ayuda en el exterior.”

“De acuerdo.”

El rango mínimo requerido para cazar era 15.

Pero ellas dos combinadas solo podían realizar un hechizo de 8vo nivel.

Eso estaba lejos de ser suficiente.

Había numerosos casos en los que una bruja invertía toda su vida en ello, pero no podían avanzar ni un solo rango/nivel.

¡Bang!

Siwoo miró atentamente por la ventana.

La barrera esférica creada por Odile envolvía toda la instalación de investigación.

Cada vez que el Homúnculo disparaba una lanza que golpeaba la barrera y se dispersaba, la visión de Odile y Siwoo se volvía más limitada.

La razón era que su entorno estaba contaminado por la sombra que se extendía — como pintura que se dispersa en el agua.

Debido a esto, la figura del Homúnculo se volvió gradualmente más borrosa.

Como resultado, su ansiedad creció porque eran incapaces de seguir los movimientos de su enemigo.

De repente, otro fuerte sonido resonó y una ráfaga de llamas hechas de maná destelló fuera de la ventana.

Debido a ese sonido y a Siwoo sacudiendo vigorosamente sus hombros, Odette se sobresaltó sorprendida.

“¡Kya! ¿... H-Huh? ¿Qué está pasando?”

Aturdida, Odette miró a su alrededor mientras Siwoo le resumía brevemente la situación.

“Entonces, ¿qué debemos hacer?”

Sin embargo, la reacción de Odette no fue diferente a la de Odile.

Para empezar, las gemelas no tenían experiencia en combate. Aunque la tuvieran, cazar al Homúnculo estando en el octavo rango era imposible.

Lo que debían hacer era huir y buscar ayuda en el exterior.

“¿Cuántos ataques más puede repeler su barrera, Srta. Odile?”

“Sus ataques son más débiles de lo que pensaba, debería aguantar unos diez minutos ya que sólo lanza entre 3 y 4 ataques por minuto.”

Por suerte, tenían tiempo de sobra.

“Srta. Odette, ¿hay alguna forma de pedir ayuda a Lady Gemini o a alguna de las otras brujas?”

Anteriormente, Siwoo utilizó una magia llamada Tabla del Cielo para pedir ayuda a Sophia en la posada.

Quizá las gemelas conocieran una forma mucho mejor y más eficaz de buscar ayuda.

“Bueno, hay una manera, pero es imposible usarla ahora mismo. El hechizo 'Canción de Descanso' que mi hermana está usando ahora mismo bloquea la magia desde dentro también, no sólo desde afuera.”

“Entonces, ¿tenemos que salir fuera?”

Actualmente, este edificio era como un refugio antiaéreo.

Dejar este lugar en este momento era equivalente a dejar un refugio antiaéreo durante un ataque.

“¡Caja de Música! ¡Tengo una Caja de Música conmigo! ¡Deberíamos ser capaces de escondernos de esa cosa por un tiempo!”

Odette sacó una Caja de Música de su capa.

Entonces...

—¡Creak! ¡Creak!

“S-Sr. Asistente...”

Las palabras de Odile fueron interrumpidas por un ruido desagradable procedente del otro lado de la ventana. Sonaba como metal desgarrándose.

Siwoo contuvo la respiración involuntariamente.

Un gato gigante, envuelto en sombras, arañaba y desgarraba la barrera de Odile.

Su cola, afilada como una hoz, golpeaba la barrera transparente, sacudiéndola violentamente.

“¡Kiik...kiik...kaaak!”

El Homúnculo abrió la boca de par en par, mostrando sus tres ojos carmesí.

Del interior de su boca abierta, aparecieron rezumantes sombras pegajosas, similares al alquitrán.

A pesar de verlo por primera vez, Siwoo fue capaz de comprender las emociones del monstruo.

Se estaba riendo.

Aquella cosa se alegraba de que hubiera tres juguetes con los que jugar.

“¡Odette!”

“¡Sí, Hermana!”

Las gemelas intercambiaron señales.

Ambas comprendían perfectamente los pensamientos de la otra, no era necesario que discutieran las cosas de antemano.

Odette empezó a cantar con los brazos extendidos hacia la ventana mientras Odile retiraba su barrera protectora. 

“¡Requiem aeternam dona eis!” 

'Dales un descanso eterno.'

El cántico de Odette era un réquiem que ella ofrecía a la lápida de sus enemigos.

—¡Bang!

Mientras Odette cantaba el hechizo, un resplandor nebuloso emanó de su brazo y, en un abrir y cerrar de ojos, golpeó el rostro del Homúnculo.

La luz emitió un calor tan intenso que elevó la temperatura de la habitación en diez grados a pesar de que sólo apareció un instante.

Al breve contacto con aquel hechizo, el cristal se volvió rojo, derritiéndose como un terrón de azúcar al ser hervido.

““¡De ninguna manera...!”“, murmuraron las gemelas al unísono.

Aquel hechizo tenía un poder tremendo.

Habían esperado que pudiera infligir cierta cantidad de daño teniendo en cuenta que golpeó mortalmente al monstruo en la cara, sin embargo...

“¿Kiiik?” Ladeó la cabeza, claramente ileso tras recibir aquel hechizo.

Siwoo pudo sentir un escalofrío recorriéndole la columna vertebral.

“¡Cuidado!”

Por reflejo, Siwoo abrazó a las gemelas y bajó sus cabezas junto con la suya.

Menos de 0,2 segundos después, algo pasó sobre sus espaldas.

—¡Boom!

—¡Crackle!

Parecía como si una pequeña tormenta hubiera barrido la habitación.

El Homúnculo balanceó su cola como un látigo horizontalmente, desordenando el interior del edificio.

Ese movimiento hizo que la pared se derrumbara y destrozó los muebles del interior.

Creó una espesa nube de polvo que oscureció su visión.

“¡Corran... huyamos!”

¿Qué les habría pasado si se hubieran quedado quietos?

Siwoo giró su cuerpo mientras se agarraba de los cuellos de Odile y Odette, temblando al ver los pilares de madera rotos.

“¡Kiii!”

Un sonido de algo siendo tirado con fuerza, similar al de alguien cargando una ballesta de hierro, llegó a sus oídos.

Cuando el monstruo lanzó una lanza de sombra hacia el edificio, hizo un ruido chirriante que les puso los nervios de punta.

Sólo había un lugar al que podían correr.

“¡Saltemos!”

“¡Kyaa!”

Siwoo abrazó con fuerza a las gemelas y saltó de la alta casa de árbol.

Al mismo tiempo, dos lanzas de sombra pasaron volando junto a ellos, esquivando por poco sus espaldas.

—¡Thud!

Ante sus ojos, un enorme árbol de decenas de metros de altura que una vez sostuvo con orgullo el Latifundium, se derrumbó como una espuma de poliestireno hecha añicos.

“¡Aaaa!”

La gemela lanzó sin esfuerzo un hechizo de levitación, ya que ni siquiera estaba clasificado como hechizo de tipo vuelo.

Aun así, caer desde 30 metros de altura sin ninguna herramienta salvavidas seguía siendo una experiencia extremadamente aterradora.

Mientras se acercaba rápidamente al suelo con la ropa ondeando al viento, Siwoo soltó un grito.

Las gemelas lograron aterrizar sin problemas, pero Siwoo cayó directamente al suelo.

“¡Sr. Asistente! ¿Se encuentra bien?”

Odile lanzó una mirada hacia el Homúnculo que habían dejado atrás mientras Odette corría hacia Siwoo.

El gato gigante se movía a grandes zancadas, balanceando la cola mientras miraba hacia abajo.

Marcaba el comienzo de su cacería.

“Sr. Asistente, huya con Odette, yo intentaré contenerlo aquí.”

Odile se irguió, de pie en el suelo. Sus ojos se clavaron en las tres brillantes pupilas carmesí. 


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