City of Witches capítulo 59
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City of Witches capítulo 59 en español
Jugar a la Pelota II
Parte 1
“Sr. Asistente, huya con Odette, yo intentaré contenerlo aquí.”
Odile dio un paso adelante, cubriendo a Siwoo y Odette.
No estaba siendo arrogante o tratando de presumir.
Después de todo, ella era mucho más consciente del peligro que
representaba el Homúnculo de lo que Siwoo pudiera serlo.
El gato gigante descendió tranquilamente del árbol.
La visión del monstruo montado en un poste de madera de forma relajada
mientras parpadeaba con sus tres grandes ojos parecía de otro mundo, ya que
trascendía claramente las leyes de la física.
Aterrizar en el suelo con un movimiento ingrávido resultaba
increíblemente surrealista. Borró por completo el sentido de la realidad de
Siwoo.
“¿Por qué estás perdiendo el tiempo aquí? ¡Te dije que corrieras!”
Incluso bajo la intensa presión del grito ansioso de Odile, Siwoo
mantuvo la calma mientras trataba de evaluar la situación.
No sólo eso, incluso le dio algunas instrucciones a Odette.
“Srta. Odette, ¿funciona su Caja de Música?”
“¡Ah! ¡S-Sí!”
Odette, que se había estado moviendo nerviosa mientras se agarraba el
dobladillo de la falda, le mostró rápidamente su Caja de Música.
Inmediatamente después, mientras lanzaba una mirada preocupada en su
dirección, Odette habló.
“Sr. Asistente... debería huir. ¡No puedo dejar atrás a mi hermana!”
“¡No! ¡Odette, tienes que pedir ayuda mientras detengo a esta cosa!”
“¡Lo haré ahora mismo!”
Como era de esperar, Odette tardó más que Odile en evaluar la situación
actual.
Ya fuera porque acababa de despertarse o porque no era tan valiente. Sin
embargo, siguió las instrucciones de Odile y comenzó a recitar un hechizo.
Si había algo afortunado en esta situación, era que el Homúnculo no los
atacaba. Por el contrario, se quedó quieto observándolos.
Con ojos curiosos, escudriñó su entorno, observando a los tres con gran
atención.
Bajo su mirada vigilante, la magia de Odette floreció por completo.
Una masiva cadena de símbolos salió disparada hacia el cielo.
Era un hechizo de un nivel superior al de Tabla del Cielo, el hechizo
que Siwoo utilizó una vez.
El hechizo atravesó el denso follaje del Latifundium mientras iluminaba
el cielo, enviando una señal de rescate urgente.
“¡Está hecho, Hermana!”
“¡Genial! ¡Vámonos! ¡… Ugh!”
El monstruoso gato empezó a moverse en cuanto Odette lanzó el hechizo,
probablemente en respuesta a la repentina oleada de magia.
Su cola se balanceó en el aire como una hoz.
El movimiento fue tan rápido que no podía verse a simple vista.
Era como si todos sus movimientos anteriores fueran una broma.
—¡Bang!
La barrera protectora que Odile había establecido anteriormente se rompió
como un trozo de papel.
Su “Canción de Descanso” fue fácilmente aplastada.
Los ojos de Odile se abrieron de golpe mientras miraba los escombros
esparcidos causados por la rotura del círculo mágico.
“¡¿D-Destruyó la barrera de un solo golpe?!”
Odile se quedó sin habla al ver cómo su barrera, capaz de resistir los
disparos de un tanque con facilidad, era destrozada sin esfuerzo.
Mientras tanto, Siwoo había estado mirando al cielo.
Era porque había algo allí.
La señal de rescate de Odette.
Las cadenas de símbolos, que se hacían gradualmente más grandes a medida
que se elevaban hacia el cielo, chocaron con una densa sombra negra que cubría
el Latifundium.
—¡Bang!
Entonces…
Siwoo oyó el sonido de cristales haciéndose añicos.
En el momento en que la cadena de caracteres vestidos de púrpura entró
en contacto con la sombra, la magia fue interrumpida por la sombra negra que
actuó como si de repente cobrara vida.
Aquellos caracteres se rompieron en mil pedazos, cayendo sobre las
cabezas de Siwoo.
“Ah...”
Odette vio con desesperación cómo su última esperanza se hacía añicos.
La señal de rescate había fallado.
Mientras tanto, la barrera de Odile fue cortada por la cola del
monstruo.
Ninguno de sus ataques parecía funcionar contra el enemigo.
Su vida cotidiana, antes tranquila, se había visto bruscamente alterada
al tomar un nuevo rumbo.
Era tarde, pero los tres tenían la sensación de una catástrofe
inminente.
La muerte.
Mientras la palabra pasó por sus mentes, se sintieron como si fuera una
especie de broma cruel.
En ese momento, la atención de Siwoo se dirigió a la corriente del río
de maná que había detrás del Homúnculo, el suministro de maná del Latifundium.
“Srta. Odette, por favor, proteja a la Srta. Odile. Voy a crear una
cortina de humo.”
Mientras las gemelas temblaban de miedo, Siwoo entró en acción.
Le pareció extraño.
A pesar de la inminente amenaza de muerte, su mente estaba despejada, lo
que le permitía pensar y reaccionar con rapidez.
Una oleada de adrenalina corrió por sus venas, fortaleciendo las mismas
piernas que deberían haber temblado de terror.
Entonces, echó a correr.
Comenzó a correr hacia el monstruo como una flecha lanzada desde un
arco.
“¡S-Sr. Asistente!”
Hizo caso omiso de la llamada urgente de Odette.
“¡¿Qué estás haciendo?!”
Incluso pasó por delante de Odile, que mantenía ocupado al Homúnculo, y
corrió hacia el monstruo.
“¿Kyu?”
Ver saltar así a una de sus presas, cogió desprevenido al Homúnculo.
Giró la cabeza bruscamente en un ángulo.
Incluso en esta situación, en medio de su sprint, Siwoo seguía
analizando al Homúnculo.
Había visto su patrón de ataque hasta ese momento.
Primero, la lanza sombra que usó para atacar el centro de investigación.
El monstruo tardó unos cinco segundos en reunir la sombra antes de
dispararla.
El número máximo de lanzas que podía disparar a la vez era de tres.
Pero los intervalos entre cada ataque eran bastante largos.
Sin embargo, estaba claro por la actitud pausada del monstruo que esto
no era el alcance de su fuerza.
La velocidad de las lanzas de sombra era tan rápida que era imposible
seguirlas a simple vista. Por no mencionar que eran lo suficientemente
poderosas como para romper árboles gigantescos con decenas de metros de
circunferencia.
Era evidente que no había forma de que Siwoo pudiera manejarla, aunque
usara todo el maná que tenía.
En segundo lugar, su cola.
Era imposible calcular su alcance de ataque debido a la hoz en el
extremo de su cola, ya que la utilizaba como si fuera una hoz encadenada.
Al principio, su poder no parecía ser tan poderoso, pero el hecho de que
destrozara rápidamente la barrera de Odile demostraba que, si la cola golpeara
el cuerpo desnudo de alguien, sin duda lo haría pedazos.
Por último, la sombra negra no identificada.
Estaba claro que no era algo parecido a una sombra sólida.
En un momento dado, la sombra cubrió el aire como el smog e interrumpió
el hechizo de Odette.
Debido a su existencia, supuso que ellos estaban aislados del mundo
exterior.
El Latifundium se había convertido en un coto/domo de caza para el monstruo.
Mientras Siwoo seguía avanzando, la distancia entre él y el Homúnculo se
había reducido a menos de 20 metros.
Entonces, eclipsando el vigor de Siwoo, empezó a moverse.
“¡Kiiik!”
Su cola se retorció en el aire con un grito grotesco mientras empezaba a
moverse como una serpiente que apunta a su presa.
Siwoo calculó con calma el tiempo y extendió el brazo en el aire.
El maná del Latifundium era más rico que el de cualquier otro lugar de
Gehenna.
Por esa razón, aquí era posible utilizar cierto movimiento especial.
Pero sólo podía usarse una vez.
Por eso el momento de usarlo era importante.
“¡[Floración]!”
Su cola, apuntando a Siwoo, se balanceó con un sonido feroz.
En ese momento, Siwoo saltó con todo su cuerpo en diagonal, como un
resorte doblado hasta su límite
—¡Boom!
La cola, que apenas había rozado los dedos de los pies de Siwoo, pareció
moverse muy lentamente mientras raspaba la superficie del suelo.
Siwoo saltó por encima del monstruo de más de tres metros de altura. Fue
capaz de hacerlo no porque de algún modo adquiriera una fuerza sobrehumana a
las puertas de la muerte.
La técnica que Odile le enseñó el día antes de partir era la “ Zancada
del Lagarto de Agua.”
Era una técnica que potenciaba la movilidad del usuario concentrando el
poder mágico en las plantas de los pies. Tras acumular maná hasta su límite, el
usuario podía dar un único salto hacia arriba.
“¡Haaa...!”
Siwoo saltó tres metros de altura usando su cuerpo desnudo.
El viento rozó sus oídos.
Eventualmente, el miedo de no tener nada bajo sus pies dio lugar a una
mayor sensación de ansiedad.
A continuación, el miedo a caer se apoderó de él.
Mientras veía el suelo acercarse en tiempo real, Siwoo se preparó para
el impacto.
“¡Keuak!”
Se las arregló para saltar más de 20 metros hacia delante en un suspiro
y aterrizó en la orilla del río de maná.
Como todo sucedió rápidamente, Siwoo no pudo usar maná para suavizar su
aterrizaje. Como resultado, rebotó en el suelo como un corcho. Sintió un dolor
agudo en los tobillos. Sentía como si estuvieran a punto de romperse.
Al descender en arco, consiguió escapar de la muerte por los pelos. Si
hubiera caído en línea recta, moriría por la caída o quedaría inconsciente
antes que la garra del monstruo cayera sobre él.
La mirada lenta y aterradora del monstruo, pronto descubrió que su presa
había desaparecid0.
—¡Whoosh!
Con las sombras convergiendo a su alrededor para formar lanzas de
sombra, el felino trató de castigar a la escurridiza presa que logró saltar por
encima de su cabeza.
Mientras reprimía su dolor, Siwoo estiró los brazos hacia el río que
tenía ante los ojos.
Ignoró el dolor palpitante de sus extremidades.
Con el cuerpo tambaleante, SIwoo corrió sobre el agua mientras hundía la
mano antes de gritar.
“¡[Floración]!”
Por eso arriesgó su vida para llegar al río.
El maná que absorbió en la punta de sus dedos era comparable al agua de
maná de alto nivel que utilizó anteriormente en su investigación mágica.
Un desarrollo.
Un cambio.
Y una continuidad.
Justo antes de que la lanza sombra pudiera atravesar a Siwoo para
convertirlo en una brocheta.
El río creció.
—¡Woong!
“¿Kiyiyi?”
El maná que había estado fluyendo por el río se convulsionó de repente,
transformándose en una densa niebla que hacía imposible ver más allá de un paso
adelante.
Una cortina de humo perfecta
Incapaz de comprender lo que ocurría, el Homúnculo disparó otras tres
lanzas hacia la orilla del río donde se encontraba Siwoo.
Algo explotó. Montones de tierra se elevaron hacia el cielo y cayeron al
río.
“¿Eek?”
Pasó el tiempo. La niebla se disipó con el viento y el monstruo recuperó
la visión. Pero Siwoo y las gemelas habían desaparecido sin dejar rastro.
Parte 2
“Sr. Asistente, ¿se encuentra bien?”
“Ugh...”
Como fue una decisión improvisada, el reencuentro de Siwoo y las gemelas
se sintió como un golpe de suerte.
Si no hubiera sido por las gemelas, que se habían apresurado a
encontrarlo en el último momento, probablemente se habrían separado y
dispersado por el lugar.
Después de encontrarlo, utilizaron inmediatamente su Zancada del Lagarto
de Agua para distanciarse del Homúnculo.
Actualmente, estaban escondidos en una grieta del tronco de un árbol
partido en dos.
En ese lugar, crecía un racimo de hongos parecidos a los hongos ostra.
“¡Déjame verlo...!”
Odette remangó los pantalones de Siwoo para inspeccionar la herida.
Su tobillo estaba completamente destrozado.
Estaba hinchado hasta alcanzar casi el doble de su tamaño normal. Siwoo
sintió que sus huesos se habían roto.
“¡Por qué hiciste algo tan imprudente!” Entre lágrimas, Odile reprendió
a Siwoo.
“Si hubiéramos seguido enfrentándonos directamente, acabaríamos
muriendo...”
La evaluación de Siwoo sobre la situación era acertada.
La señal de rescate de Odette no funcionó correctamente y el ataque de
las gemelas había fracasado.
Aunque pudieran contener al monstruo durante algún tiempo con su
barrera, al final, sólo estarían prolongando lo inevitable.
En el momento en que su magia se agotara, se habrían convertido en presa
del Homúnculo.
“Supuse que podríamos escapar de él si bloqueábamos su visión, ya que
podemos ocultar nuestra presencia con la Caja de Música.”
“¡Aun así, era un plan demasiado arriesgado! ¡Casi se me sale el corazón
del pecho, ¿sabes?!”
“¡Ella tiene razón! ¡Pensé que te habías vuelto loco, Sr. Asistente!”
Odile agarró a Siwoo por el cuello y le sacudió mientras le regañaba
rápidamente. Mientras tanto, Odette también le reprendía desde un lado.
Las gemelas, que le habían visto correr desde atrás, comprendieron en
qué situación él se encontraba.
Saltar para esquivar la cola que el monstruo le lanzaba en el momento
perfecto…
Era una situación de vida o muerte. Si había un pequeño retraso en su
salto, o acababa saltando un segundo antes de tiempo, estaría muerto allí
mismo.
En pocas palabras, era como un juego de ritmo de vida o muerte.
“Pero, me las arreglé para ganar tiempo.”
“Quédate quieto, trataré tus heridas.”
Una luz cálida se derramó sobre el tobillo hinchado de Siwoo.
“Puedes caminar, pero no corras como antes. Honestamente, es la primera
vez que uso magia para curar las heridas de alguien, así que no sé cuán potente
es.”
“Tendré cuidado.”
Aunque las gemelas le regañaran por ser un alborotador, a Siwoo no le
importaría.
En cuanto al uso de la magia de curación, funcionaba estimulando las
células para que se dividieran más rápido. Como resultado, la autocuración del
objetivo aumentaría.
“¿Qué debemos hacer ahora? ¿Deberíamos escondernos así hasta que todo
termine?”
Tan pronto como Odile terminó de tratar a Siwoo, Odette dijo eso
mientras temblaba ansiosamente.
De repente.
—¡Crack! ¡Bang!
Un sonido atronador, que no parecía venir de muy lejos, sacudió el
suelo.
La vibración, causada por la caída de un enorme árbol, se transmitió
directamente a sus traseros.
Parecía que después de perder su juguete, el Homúnculo atacó
indiscriminadamente los alrededores para encontrarlos.
“Tenemos dos opciones.”
Siwoo recogió una rama que estaba rodando dentro de la grieta.
El suelo dentro de la grieta era blando porque lo usaban como lugar para
cultivar hongos. Debido a eso, se podía utilizar como una pizarra improvisada.
“Opción uno, esperar en silencio y rezar mientras esperamos a que otra
bruja que se percatara de esta anomalía venga a buscarnos.”
Mientras tuvieran la caja de música, el Homúnculo no sería capaz de
identificarlos sólo con sus ojos.
Aprovechando el plan, podían alargar lo inevitable mientras jugaban al
escondite.
En otras palabras, esta era la llamada Meta Oración.
Sin embargo, con esta opción, existía la posibilidad de ser golpeado por
el desenfreno del Homúnculo.
El inconveniente de la meta oración era simple, 'si tu suerte era
mala, entonces estabas jodido'.
Odile tenía una expresión seria, aparentemente consciente de ello.
“¿Y qué hay de la otra opción?”
“Cazaremos a ese tipo.”