Hazure Waku Capítulo 236
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Hazure Waku capítulo 236 en español
Comienzo de las Negociaciones
Conmigo
a sus espaldas, Roa corrió por el camino del valle como el viento.
Mirando al final del camino, Roa estalló como un vendab—
“¡!”
Al oír algo, yo, Lieselotte, agudicé el oído.
El sonido
de cascos y caballos.
¿Son esos
los Centauros?
¿Son Qir y
los otros?
Mientras pensaba en esto— Roa se detuvo de repente.
Comenzó a raspar el suelo, hasta que una nube de polvo
bailó en el aire.
Varias sombras se acercaban.
Lentamente se ponían al alcance de la vista, cada vez
estaban más cerca.
“Esos son—”
Al darme cuenta de quiénes eran esos cascos de caballo,
mis ojos se abrieron de par en par.
“¿Son los humanos?”
Humanos montados en caballos.
Todos ellos estaban armados.
Con el grupo contrario acercándose, me di la vuelta.
Los lobos gigantes siguieron su camino, alcanzándonos.
Las arpías estaban todavía muy por detrás en el cielo.
Considerando todos estos factores, mi mente giró
rápidamente.
“¡Roa, vuelve por tu cuenta! ¡Vuelve a la puerta!”
“¿? Dejando atrás a la Primera Ministra-dono, ¿voy a
volver sola?”
“¡¿No es obvio?! ¡Esos humanos que se acercan son
probablemente el mencionado ejército de la Diosa! ¡Tu apariencia podría ser
agresiva a los ojos de los humanos! También debes decirles a los lobos
gigantes, a las arpías y al Ejército de la Luz Dragón que se retiren. En cuanto
al Ejército de la Luz Serpentina—”
La parte superior del cuerpo de las Lamias se parece
mucho a la de los humanos.
Su primera impresión podría ser mejor para nosotros si
seres relativamente familiares a los humanos estuvieran aquí.
“¡Diles que vengan a mi lado!”
Mientras tanto, los humanos dejaron de desplazarse.
Pude ver que estaban discutiendo algo a caballo.
El otro bando claramente sintió nuestra presencia.
Mi corazón latía con fuerza.
Parece como si incluso pudiera oírlo.
No puedo fallar aquí.
Enfrentarme a ellos aquí mismo se siente como si me
dirigiera a una presentación sin preparación.
Pensé que estaba preparada para esto...
Pero nunca esperé que me encontraría con los humanos del
mundo exterior así—
“——”
“—mistro-dono.”
“...”
“¡Primera Ministra-dono!”
“——”
La llamada de Roa me sacó de la vorágine de mis
pensamientos, devolviéndome a la realidad.
“¿Debería regresar?”
“S-sí... —¡Sí! ¡¿Quién crees que soy?! Soy la Primera
Ministra del País Lejano, Lieselotte Ornick, ¿sabes?”
“... Entiendo.”
Tras bajarme de su espalda, Roa retrocedió.
Luego se dirigió hacia los lobos gigantes.
A su llegada, las Lamias y los Dragonewts se posaron
sobre los lobos gigantes.
Y después, Roa llamó a las arpías.
Al final, todos menos las Lamias se retiraron como se les
había ordenado.
Al ver que hacían lo que les había ordenado, miré hacia
delante.
Con esto,
estamos listos para negociar.
“¡!”
Los humanos comenzaron a moverse.
Se acercaban a mi dirección.
Viendo cómo se acercaban, Armia y las otras Lamias se
unieron.
“Primera Ministra-dono.”
“Armia, ¿están listas las banderas blancas?”
“Unnn, tal como ordenaste.”
Izaremos una bandera blanca.
En el mundo humano, es una acción que simboliza que no
tenemos intención de luchar.
—es lo que debería haber sido.
¿Sigue
significando lo mismo esta acción en este momento?
Tal vez, debería haberle preguntado.
Esa mosca, quiero decir.
“——”
Quizás, debería haberle preguntado más cosas a esa mosca…
… No.
Eso está mal.
Existe la posibilidad que me diera información falsa y
manipule mis conocimientos para satisfacer sus necesidades.
......
Como los soldados de caballería se acercaban, pensé en
llamarles gritando.
Sin embargo, no sirvió de nada.
Mi voz no llegó a ellos.
La distancia entre nosotros era demasiado grande.
De repente, vi a los del otro bando tensar sus arcos
desde la distancia.
Sobre sus caballos, ellos fruncieron el ceño.
¡Oh, no!
¡Rápido, izen la bandera blanca...!
Tomé la iniciativa e izé rápidamente la bandera blanca.
En ese momento, hubo una reacción en el otro lado.
¿Bajaron...
sus arcos? Ahh…
Creo que el corazón me dio un vuelco.
Los humanos también izaron una bandera blanca.
Mis
intenciones han calado.
Han
entendido que no tenemos intención de luchar.
Sin apartar la vista de los humanos, levanté las manos
para contener a la gente que tenía detrás.
“Ejército de la Luz Serpentina, quédense aquí y esperen.”
“No, aunque sólo sea yo, creo que deberías estar
acompañada por alguien. Estás muy indefensa.”
“¡Es exactamente porque estoy indefensa! ¡Esta es la
única oportunidad! Además, ¡tenemos que darnos prisa…! ¡Afortunadamente, parece
que ellos, Gio y los demás no se han encontrado todavía! ¡Tenemos que negociar
rápidamente con ellos y decirle a Gio y a los demás que ya no tenemos que
luchar más...! ¡Si no, será demasiado tarde!”
“Aunque es extraño que no se hayan encontrado con Gio y
los demás.”
“... ¿Qué estás tratando de decir?”
“Esto también es… algo en lo que no has pensado ¿huh?”
Era extraño.
Las manos de Armia temblaban ligeramente.
“Gio y los demás… En su camino hacia aquí, estos humanos
ya deberían haber—”
“¡Deja de pensar en lo peor desde el inicio! ¡Contrólate,
Armia Plum Lynx! Todavía no estamos seguros sobre ese asunto, ¡¿verdad?!
¡Deberías confiar en el otro lado primero!”
“Liese... No creo que pueda dejarte hacer esto... Si los
humanos hubieran matado a Gio o Qir—”
*¡Pakk!*
Le di una bofetada en la mejilla a Armia.
“¡Contrólate! Si ese es el caso, ¡con mayor razón
necesitamos negociar con ellos! ¡Necesitamos explicarles rápidamente— que no
somos como el grupo de Gio y Qir! Si no lo hacemos... ¡Podrían pensar que los
ciudadanos del 'País Lejano' son el mismo "enemigo" al igual que Gio
y los demás! ¡Les explicaré con toda sinceridad que desobedecieron la decisión
del país y abandonaron el lugar!”
“... Sigo pensando que debería acompañarte, Primer Mi—”
“¡¿No te dije que voy sola?!”
Volviendo mi atención a los humanos, respiré profundo.
No pasa nada.
El otro bando ha izado la bandera blanca.
No tienen ninguna hostilidad hacia nosotros por el
momento.
Se han sentado las bases para las negociaciones.
Con la bandera en la mano, comencé a caminar hacia ellos.
Mientras tanto, uno de los que montaban a caballo también
cabalgó hacia mí.
Obviamente, iba vestido de forma diferente a los demás.
Parecía ser una persona de alto rango.
¿Es uno de los llamados "nobles"?
La distancia entre los dos era de unos pocos metros.
La distancia entre nosotros se acortó aún más.
Estamos a una distancia en la que podíamos vernos
claramente las caras.
El humano iba a caballo, así que tuve que levantar la
vista.
El hombre del caballo no llevaba casco.
En comparación con los demás, parecía estar ligeramente
armado.
Era un hombre de rostro bien definido y cabello castaño
oscuro.
Sus ojos eran un poco caídos, pero junto con la mirada de
sus ojos, podría decir que era bastante varonil.
Sus rasgos faciales eran muy definidos, dándole una sensación
de elegancia.
Parecía tener entre 20 y 30 años.
No era tan robusto como Gio, pero tenía un buen físico.
“Disculpe. No es educado hablar mientras se monta a
caballo, ¿no?”
Diciendo esto en un tono calmado, el hombre desmontó.
El hombre fijó la bandera blanca en la silla de su
caballo.
Girando hacia mí, hizo una elegante reverencia y se
presentó.
“Mi nombre es Mikhail Eucalion. El segundo hijo de la
Familia Eucalion del Reino de Alion. Y... soy el Comandante en Jefe de las
Trece Caballerías, y Capitán de la 1ª Caballería de Alion. Ahora entonces... El
hecho que hayas levantado una bandera blanca significa que no eres un monstruo
que ataca a la gente común. Tampoco tienes ojos dorados. En otras palabras,
¿puedo considerar que ustedes... son ciudadanos del País Lejano?”
Dejo escapar un suspiro de alivio.
Tiene un comportamiento amable.
No sé si es gracias a eso o no...
Pero incluso a pesar de tener un físico bien construido
en gran medida, no parecía intimidante.
Además, incluso tuvo la consideración de desmontar,
mostrando su preocupación.
Debe ser un buen humano.
“Yo soy— Mi nombre es Lieselotte Ornick. La Primera
Ministra Arachne del País Lejano. En primer lugar, me gustaría darle las
gracias por aceptar nuestras intenciones cuando izamos la bandera blanca. ....
¿En qué podemos ayudarle?”
Mikhail pareció desconcertado.
“Ah, no… Acabas de hablar con tanta fluidez y
elegancia... Puede ser grosero decir esto, pero me sorprendió un poco. Además,
eres tan hermosa...”
Al escuchar sus inesperadas palabras, sentí que un rubor
subía por mis mejillas.
Esto no
servirá...
Sería un problema si la gente pensara que soy tan fácil
de engatusar.
Una especie de sonrisa afectuosa apareció en los labios
de Mikhail.
“Fuiste tú quien envió a ese mensajero arpía, ¿verdad?”
“¿Eh? Sí.”
“Esa Arpía nos dijo que viniéramos aquí. Que querías
arreglar las cosas a través de la negociación, y no con la guerra. Habiendo
escuchado esto, nos apresuramos hacia aquí.”
“Así que fue así.”
Se las
arreglaron para enviar el mensaje, huh.
En ese momento, me di cuenta que la atención de Mikhail
estaba en otra parte.
“......”
“¿Mikhail-dono?”
Su mirada pasó sobre mí, aparentemente mirando a mis
espaldas.
“¿Son... Lamias?”
“Así es. Ahh, por favor no te preocupes... No son violentas.”
“Sin embargo, no puedo ver sus armas. ¿Son acaso usuarios
de herramientas mágicas?”
“No, están armados sólo con escudos.”
“¿No tienen armas?”
Su voz se alzó en desorden, Mikhail parecía confundido de
nuevo.
A pesar de ser un tipo tan grande, podría ser
inesperadamente "ingenuo".
Aunque eso es algo lindo.
“Es algo que nos hemos propuesto hacer. Cuando negociamos
con humanos, queremos que crean que no tenemos intenciones hostiles. Podemos
usar armas, pero las dejamos todas atrás. También teníamos monstruos que
podrían ser malinterpretados como agresivos...”
Les expliqué que "no defendemos la guerra".
Escuchando como un alumno obediente, Mikhail terminó de
escuchar lo que dije…
“Oh dios… Llegar tan lejos... Qué increíblemente. Para
alguien tan sabio estar en el País Lejano... Lieselotte Ornick-dono...”
Mikhail se acercó a mí y me tendió la mano.
Parecía que quería darme la mano.
Como me la pidió, se la estreché.
Entonces, los ojos sinceros de Mikhail se encontraron con
los míos y me la regresó con firmeza.
Al ver esta situación, casi me invade la emoción.
No me había equivocado.
Esa mosca había decidido que esa gente no era de fiar.
Sin embargo, esa mosca sólo lo decía porque esas personas
eran un estorbo para él.
Por poco.
Casi nos habíamos metido en una situación irreversible.
“Siempre he soñado el día en que pudiéramos darnos la
mano con los humanos como ahora.”
“Si... Para ser honesto, yo también estoy sorprendido.
Nunca pensé que los ciudadanos del País Lejano—”
Sus ojos se relajaron y Mikhail sonrió.
“—fueran tan estúpidos.”