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Hazure Waku Capítulo 237

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 Hazure Waku capítulo 237 en español


Esperaaa...!!
Hazure Waku no "Joutai Ijou Skill" de Saikyou ni Natta Ore ga Subete wo Juurin Suru Made

 Demasiado Tarde


“—”

...... ¿Eh?

¿Qué acaba de decir Mikhail?

Así que…

*¡Ghaaak!*

“¡¿Kyaaaahh?!”

Algo empezó a presionarme.

Ese algo tenía una cantidad aterradora de poder, empujándome hacia el suelo.

Pude ver que esa fuerza provenía del grueso brazo que sujetaba mi mano.

Un escalofrío recorrió mi espalda.

“¡Primera Ministra-dono!”

Desde la distancia, la voz de Armia se oyó en un grito.

“Mik—hail-do— Nhkkk... Qu-que est...... Guhh, haci—do....”

No pude entender lo que estaba pasando.

Mi mente no pudo seguir el ritmo en absoluto.

Mi cabeza no pudo pensar con claridad.

¿Eh?

¿Qué pasa?

¿Qué está pasando?

¿Eh?

¿Qué me está pasando?

¿Qué me está pasando ahora mismo?

¿Mikhail-dono?

¿Es un humano amable?

¿Eh?

¿Por qué?

¿Por qué?

Mikhail me miraba con ojos carentes de emoción.

Daba miedo.

Tenía la mano derecha levantada.

Parecía que estaba haciendo algún tipo de señal.

Y entonces, oí el sonido de cascos golpeando venir hacia aquí.

Su caballería se acercaba.

“No te acerques más, tú Lamia de allí. Si te acercas más, mataré a ésta Primera Ministra tuya.”

Su voz, que antes era tan suave...

Había cambiado por completo, hablando a Armia con un tono aterradoramente despiadado.

Apartando los ojos de Armia, Mikhail empezó a buscar entre mis prendas.

“Lo encontré.”

Apartando la mano de mi bolso, sacó una llave.

La llave que abre la puerta de plata.

“Con esto, no tenemos que esperar a que llegue la Bestia Divina. Esos malditos de la Sexta... Tratando a esa Bestia Divina como si fuera propiedad de su equipo... pero ahora, ya no los necesitamos.”

Sentí que mi respiración se aceleraba, hiperventilaba.

Sin embargo, logré mantenerla bajo control y hablé.

“Mikhail... -dono.”

“¿Hmm?”

“Un malentendido... Debe haber habido algún tipo de malentendido...”

“Eres la única malentendida aquí. Has perdido.”

“Has estado hablando mucho más de lo que pensaba, Mikhail-sama.”

Uno de los soldados de caballería, que venía camino hacía aquí, se acercó y habló con Mikhail.

“Después de todo, estos tipos actúan más humanos de lo que pensaba.”

“Hohh... Así que esas son Lamias, huh. Son unas bellezas.”

“¿Estás más interesado en esas Lamias?”

“No...”

Podía sentir sus ojos vulgares mirando mi cuerpo.

“Su torso inferior arácnido no parece tan malo.”

“He tenido suficiente de mujeres humanas. Quiero probar el sabor inusual de las Semi-Humanas. Es por eso que estaba feliz de aceptar esta misión.”

“Ya que estamos tratando con falsos humanos, no tenemos que ser especialmente considerados con ellos, después de todo... No lastimará nuestros corazones a diferencia de cuando hacemos algunas cosas con humanos. Podremos hacer esto y aquello sin preocupaciones.”

“Este tipo de especies que aún conservan la debilidad humana podrían considerarse preciosas. En ese sentido, sin embargo, el País Lejano es un tesoro — literal.”

Escuchando lo que dijeron…

Me impactó hasta la médula.

Debo...

Mantenerme fuerte...

“¡Hablemos las cosas! ¡Si hablamos las cosas, lo entenderás! ¡Estoy segura de que tienes una idea equivocada de nosotros! ¡Todos en el País Lejano son gente decente! ¡No es demasiado tarde para entendernos! ¡Podemos dejar el pasado en el pasado! ¡Si llegamos a conocernos, definitivamente nos entenderemos!”

“¿Podemos tener sexo?”

“——, … ¿Eh?”

“Dije, ¿si podemos tener sexo?”

“Q-Qué estás…”

¿De qué demonios está hablando este humano?

“Si una arachne y un humano pueden aparearse, sex—. Eso es lo que te estoy preguntando.”

“Espera... ¿Qué…? ¿Qué demonios estás— ¿Bfuuuhhh?”

 

¡Bam!

¡Bam!

¡Bam!

 

Con el peso de su cuerpo presionado sobre mí, Mikhail… me dio un puñetazo en la cara.

“Te lo voy a preguntar una vez más.”

Sentí una punzada de dolor que se disparó desde mi nariz.

“Por ejemplo— ¿Es posible que tú y yo tengamos sexo?”

Al oír de nuevo semejante pregunta, algo dentro de mí se quebró.

“—¡Tienes que estar bromeando! ¡¿Acaso sabes lo que estás diciendo?! ¡Suéltame! ¡Ahora, rápido! ¡No hablaré más contigo! Quiero hablar con alguien dece— ¡¿Bghuooo?!”

 

¡Bam!

 

Empezó a golpearme de nuevo.

“Ghafuuu— Espera un mom... ¡Ghaak! Para de— Bfuuuu... ¡¿Ghoook?! Eres— Ghafuuu... ¡Gehook! ¡Deja de gol—! ¡Bghuuuk! Eso es n— ¡¿Gbuuuukk?! ¡¿Gehook…?! ¡¿Ghagheefuuu—?! ¡¿Bfuuuh?! ¡Gahhh…! Sal—”

La paliza se detuvo.

“Para... Por favor— para ya... Para… sniff… Lo siento... Por eso... Por favor deja de golpearme.... Uwaahhh... No más... No...”

“¿Es posible?”

Despeinada, sentí como si mi cara estuviera manchada de sangre y lágrimas.

Intentando encoger mi cuerpo todo lo que pudiera, respondí.

“No lo sé.... Nunca lo había hecho— Lo siento... Por favor, no me golpees...”

Temiendo lo que pudiera hacer a continuación, le supliqué entre sollozos.

Al oír lo que dije, Mikhail dejó escapar un pequeño suspiro.

“¿Por qué demonios eres su Primera Ministra? Basura inútil. Bueno, da igual. Te mantendré benévolamente como mi mascota. Bueno, hasta que pierda el interés, claro. Deberías sentirte honrada.”

En ese momento — un sonido sonó.

Un sonido muy fuerte.

“Algún tipo de señal ¿huh?”

“Liberen a la Primera Ministra Liese.”

Era la voz de Armia.

“Tú, tíralo.”

“... ¿Qué?”

“Es impertinente que un Semi-Humano juegue a disfrazarse. Desnúdate.”

“Bastardo...”

 

*Fyuuuuuu— ¡Klang!*

 

Una flecha fue lanzada hacia el escudo de Armia.

Al parecer, uno de los soldados de caballería sacó su arco.

“Qué sorprendente. Lo bloqueaste.”

“Sólo lo he escuchado, pero ese sonido de antes fue hecho por una herramienta mágica llamada 'Bola de Sonido'. Ella pudo haberle indicado algo a sus amigos.”

“Puede que les haya dicho a sus compañeros de atrás que las negociaciones se fracasaron. Los falsos humanos armados y los monstruos repulsivos probablemente empezarán a cargar hacia nosotros. A partir de aquí, es donde comienza la verdadera guerra.”

“Podríamos usar a su Primera Ministra como rehén.”

“Incluso si eso es así, kukuku...”

“¿Cuál es el problema?”

“No... Es sólo que estos falsos humanos tienen a esta llamada 'Primera Ministra' … Es tan patético que parece ridículo...”

“Estoy de acuerdo.”

“......”

Incluso con todos los insultos que escuché, no dije ni una palabra.

Ni una sola palabra.

Tenía miedo después de todo.

Sin embargo, hay una cosa que surgió en mi mente.

Con las acciones de estos humanos, tenía un mal presentimiento sobre algo.

Incapaz de alejar este pensamiento, pregunté.

“Mensajera...”

“Hoohh... Todavía puedes hablar, huh.”

“... Q-que paso... con la mensajera...”

“Obviamente la matamos a flechazos. Si hubiéramos sabido que ella no representaba ningún peligro y no hubiera sido capaz de resistir en absoluto, la habríamos capturado y disfrutado en su lugar.”

“Uuuuu… Sniff...

Lo siento... Todo esto es mi... mi...

“Ahh, es cierto, Mikhail-sama. Mientras discutías con esa falsa humana, llegó un mensaje de la retaguardia.”

“¿Vale la pena decirme eso?”

“Esos Leopardkin de antes, aparentemente están siendo aniquilados por la Sexta Caballería que acaba de encontrarlos. Algunos de ellos aparentemente lograron escapar... pero el enorme leopardo negro que parece ser el líder de su manada ya ha sido eliminado.”

“¡!”

¡De ninguna manera—! ¡Gio...!

“Su cabeza, que al parecer le desprendieron, sería una buena montura. Como el que lo mató fue la Sexta... creo que le darían esa cabeza a Vysis-sama.”

“Uuuuu... Sniff...”

Gio... Gio——

“¿Qué hay de esa horda de Centauros de la que también habló el mensajero?”

“Aparentemente también fueron casi aniquilados.”

Tsk, esos malditos de la Sexta Caballería. Realmente están tomando todo el trabajo.”

“Sin embargo, keke...”

“¿Qué?”

“Las hembras centauro son muy hermosas. Aparentemente iban a tratar de capturarlas lo mejor que pudieran. Ahh, parece que también capturaron a esa centauro de piel azul que lideraba la carga... Aunque tuvieron que amputarle sus dos patas traseras.”

“¡!”

¡Qir! E-Eso es mentira... Eso es... Eso es... Qir—

Mikhail chasqueó la lengua.

“Esos malditos de la Sexta. Ni siquiera me pidieron la orden y simplemente fueron a hacer lo que les diera la gana... Hubiera sido genial si pudiera haber sido el primero en romperle las cuatro patas a esa centauro...”

“Me temo que sólo robaron toda la diversión.”

“En ese caso, deberíamos hacer algo de alguna manera...”

La mirada de Mikhail se dirigió hacia adelante — hacia una distancia lejana.

“Entremos primero al País Lejano y arrebatemos a los mejores de ser tomados por la Sexta. Pero antes de eso... capturen a esas Lamias. Quien quiera violarlas, que lo haga. Ahh, pero esa con el velo en el rostro es mía— … ¿Hmm?”

Mikhail se dio la vuelta.

“¿Qué es eso?”

Algo pasaba con la caballería en la posición más atrasada.

La zona de allí se estaba volviendo ruidosa.

“¿.....?”

Abrí los ojos, que había cerrado a la fuerza con lágrimas empañadas en su interior.

Entonces, mi visión borrosa se aclaró.

¿La caballería de alrededor... está siendo golpeada...?

“Los falsos sobrevivientes humanos han lanzado un asalto desesperado, huh.”

“Y eso que carecen de su líder. Son sólo una turba desordenada de personas que escaparon de la muerte...”

“Su ataque sorpresa contra nosotros parece haber sido exitosa... pero el ataque sorpresa no les llevará muy lejos. Derríbenlos.”

Las docenas de soldados de caballería en las inmediaciones, recogieron sus lanzas y cambiaron su posición hacia la retaguardia.

Luego prepararon sus lanzas.

“—Espera.”

Les dijo Mikhail con una voz más firme.

“¿Qué es eso?”

Mirando hacia donde él observaba, vi sombras negras que se acercaban.

Entre ellas, había una que es obviamente más grande que las otras.

Ese ser soltó un rugido.

Un rugido tan fuerte que incluso se pudo escuchar hasta aquí.

“Oi, no era ese—”

“¿No era ese el supuesto líder de la manada Leopardkin...?”

“Fumu. Tal vez, era sólo un doble el que fue asesinado.”

“Es posible.”

La caballería en la retaguardia estaba retrocediendo.

Estaban siendo empujados hacia atrás, retirándose para reunirse con la caballería cerca de aquí.

Podía sentir el miedo que emanaba de los soldados de caballería en retirada.

Fue entonces cuando lo vi.

La identidad de esa sombra negra, saltando a las espaldas de los humanos en retirada.

Ese Leopardkin negro blandiendo dos largas katanas.

“¡¿U-Uwaaaaahhhh?!”

Mirando al leopardkin negro que le atacaba por la espalda, el jinete gritó.

Atravesando el viento— su katana brilló con un estruendoso rugido.

Estando sobre su caballo, el cuerpo del jinete se partió por la mitad.

La parte superior de su torso cayó al suelo y la inferior quedó colgando del arnés del caballo.

“M-Monstruo—”

El torbellino negro, con sus ojos rojos brillando hacia los humanos, se precipitó hacia delante.

Esas katanas negras habrían sido imposibles de manejar si no fuera por su gran complexión.

Pero con esas katanas negras, ese Leopardkin negro…

 

Gio Hoja de Sombra cortó a un soldado de caballería tras otro.

¡¿Gio...?! ¡Está vivo! Gio...

Con el mismo rostro inexpresivo que tenía antes, una vena salió de la frente de Mikhail.

“Esto no es lo que estaba escrito en el informe. Explícate, o te mataré.”

“¡Debe haber sido un plan del enemigo! ¡Están tratando de agarrarnos desprevenidos!”

“¿Qué carajos tienen esos de la Sexta—? ¿Qué diablos hace la Sexta caballería? Tsk…”

Liberando sus frustraciones sobre mí, Mikhail me presionó con las plantas de sus pies.

“Ugghhh... Uuu—”

Me duele tanto el cuerpo que no puedo moverme.

No, ni siquiera mi espíritu se mueve.

Usando mi cuerpo como una especie de pedestal, Mikhael gritó en voz alta.

“¡Atención! Lo mejor de lo mejor, la élite de la élite, ¡mi Primera Caballería! ¡El enemigo no es más que un puñado de falsos humanos buenos para nada! ¡A estos bárbaros que creen que pueden ganar sólo porque su ataque sorpresa tiene éxito, tenemos que enseñarles lo que es la lucha de verdad…! ¡No tengan piedad de ellos! ¡Y para empezar, hagamos sangrar a ese Leopardkin! ¡Todos aquellos que contribuyeron serán recompensados! ¡Ataquen!”

Con su grito, la caballería cargó hacia adelante.

Gio estaba claramente muy por delante de los demás.

Su grupo seguía luchando contra algunos de los soldados de la caballería en la retaguardia, y no le habían alcanzado.

Sólo él, rodeado de enemigos.

Sin embargo...

Gio no se detuvo.

“Gio......”

Traté de advertirle.

Sin embargo, mi voz no salía bien.

“Hoohhh... No vaciló, huh. Esa confianza podría ser problemática — ¡Arqueros, arcos listos!”

El lugar en el que nos encontrábamos, era un camino en un valle.

Un valle entre dos muros de roca — acantilados escarpados.

En los acantilados, a ambos lados, aparecieron soldados de caballería con arcos.

Tropas esperando en emboscada.

Debían de estar utilizando otro camino para avanzar por este sendero.

Allá en el País Lejano, me había basado en viejos mapas para comprender la geografía de nuestro entorno.

Ya había memorizado el terreno de antemano.

Y, en efecto, éste era un terreno en el que se podían emplear tales tácticas.

Sin embargo, nunca tuve intención de luchar desde el principio.

Si hubiera tendido emboscadas, existiría la posibilidad de que fueran detectadas y eso arruinaría las negociaciones.

Por lo tanto, no había manera de que yo hubiera preparado tal cosa.

Porque... Porque, si supieran la existencia de tropas en emboscada— ¡Porque...!

“¡Dispara a esa bestia antes que haga contacto con la caballería a la ataca!”

Sacando sus arcos, los arqueros apuntaron al mismo tiempo al Gio que se acercaba.

“... ¿Por qué?”

“¿Hmm?”

“Te hemos demostrado... que no tenemos intención de luchar... Deberíamos haberlo demostrado...”

“¿Sigues con esa tontería? Estás más allá de la ayuda, mocosa. Eres muy graciosa, chica.”

“U-Uuuu... Sniff...

No lo sabía.

Lo que sé es que cometí un error.

Me había confiado demasiado — confié demasiado en mis habilidades.

Fui yo quien se equivocó.

Las palabras de esa mosca — el Rey Mosca eran correctas.

Sin embargo...

…ya es demasiado tarde.

Ya es demasiado tarde.

Todo está ya—

“¿¡Guhaaaa!?”

“... ¿Qué está pasando?”

Al oír un grito de dolor, Mikhail miró hacia el acantilado.

Desde lo alto del acantilado, sonaban una serie de gritos.

“¿?”

Incluso desde donde estaba tirada en el suelo, aparecían a plena vista.

“Ah—”

“Lástima. Este lugar está bajo nuestro control.”

Apareciendo sobre el acantilado, con su arco preparado, estaba Qir Meiru.

Junto a ella están los otros Centauros con sus arcos también preparados.

“Qir....”

“¿C-Cuáles son los—”

Al sentir que su cuerpo se estremecía, a Mikhail se le pusieron los cabellos de punta.

No sé si se debía al viento, pero también parecía que estaba muy enfadado.

“¿Qué están haciendo las otras caballerías? ¡Son sólo un montón de bárbaros! Para que mis arqueros encima del acantilado sean acabados por estos falsos humanos— ¿¡Qué!?”

Mirando hacia donde él observaba, me di cuenta.

La caballería que había cargado contra Gio estaba en desventaja.

“¡¿Hyiiiihhhh!? ¡¿Qué demonios es eso?!”

“¡¿Es un monstruo?!”

“¡No hay forma de que podamos ganar contra eso!”

Fue entonces cuando sucedió.

“¡Cambio de curso! ¡Cambio de cursooooo!”

La caballería de la retaguardia, que había estado retrocediendo hacia esta dirección, dio la vuelta a sus caballos de nuevo.

Al ver las flechas y la Magia Ofensiva cayendo desde los acantilados, debieron pensar que era suicida dirigirse hacia allí.

Sin embargo, uno de los soldados de caballería preguntó.

“S-Sin embargo, incluso si damos la vuelta, ¡lo único que nos espera son esos Leopardkins! Por favor, ¡míralos! ¡Todavía quedan muchos Leopardkin! ¡Nosotros, en cambio, sólo tenemos—! ¡Gran-dono!”

Detrás del jinete, que estaba frente a los jinetes de retaguardia — saltó una sombra negra.

Los ojos rojo carmesí de aquel ser negro brillaron al ver a su presa.

Con un rugido atronador, blandió horizontalmente su katana negra.

Junto con el caballo en el que cabalgaba— el jinete que montaba fue cortado por la mitad.

Gio, empapado en sangre, se puso en pie con calma.

Y con los otros Leopardkin a sus espaldas, gruñó en silencio.

“—Mátenlos.”

Por un momento, hubo un silencio espeluznante.

Al poco rato, los soldados de caballería comenzaron a huir.

Volvieron por donde habían venido, como si huyeran del País Lejano.

Desde los acantilados, les llovían flechas sin piedad.

También se desataba la Magia Ofensiva.

Los cadáveres de la Primera Caballería que encontraban a su paso, eran pisoteados en estampida.

“¡Espera! ¡No huyan!”

Mikhail intentó llamarles.

Sin embargo, llevados por el miedo, los soldados de la caballería no paraban de correr.

“Guhh.... Qué es esto— Qué demonios es esto...”

“M-Mikhail-dono.”

Mikhail y un hombre que parecía ser su ayudante, eran los únicos que quedaban atrás.

Mikhail miró detrás de él — en dirección al País Lejano.

Sin embargo, detrás de él se reunieron Armia y los demás.

“... Esto es malo.”

Mikhail rechinó los dientes.

“Deberían haber ido hacia adelante... y cargar hacia esas Lamias que sólo portaban escudos.”

“¡Mikhail-dono! ¡Deberíamos poder usar a esa Arachne! ¡Debería funcionar como rehén!”

“¿Realmente pensaste que ese podría ser el caso?”

Una voz fría e indiferente vino de arriba.

Los ojos despectivos de Qir miraban en mi dirección.

Saliendo saliva de mi boca, el Capitán Adjunto gritó a Qir.

“¡E-Esta es tu Primera Ministra, ¿no es así?! Si no quieres que la maten—”

“¿Hahh? ¿Acaso no oíste hablar de nosotros?”

“¿?”

Sin embargo, Mikhail tenía una expresión que comprendía la situación.

“... Se me olvidó. Este Arachne es inútil como rehén para ellos.”

“¿Por qué?”

“He oído hablar de ellos... Estas personas dejaron el país para rebelarse contra esta Arachne… lo que significa que sería más conveniente para ellos si ella muere.”

Mikhail miraba a Qir.

“De lo contrario, no habría estado mirando a esta Arachne con una expresión tan fría en su rostro.”

“Así es. Nos vimos obligados a librar una batalla no programada por culpa del exceso de confianza de esa maldita Primera Ministra en sus propias habilidades, ¿sabes? No hay necesidad de que salvemos a alguien como ella.”

 

¡Fyuuuu!

 

“Guaaa— aaaa———”

Ignorando que estaban cerca de mí, Qir soltó una flecha, atravesando al Capitán Adjunto en el entrecejo.

Y entonces, con ojos y voz sin emoción, Qir habló a Mikhail.

“¿Adelante? Si quieres matar a la Primera Ministra, eres libre de hacerlo. Aunque no signifique nada.”

“Guuuuu...”

Sudando profusamente, Mikhail miró a Armia y a los demás.

Entonces, Mikhail miró en la dirección de la que habían venido—

—y allí estaba un empapado de sangre Gio Hoja de Sombra, con ésta aún goteando por sus katanas.

“¡Maldito— barbarooooooosss.......!”

“Entonces, ¿qué vas a hacer?”

Extendiendo sus dos katanas negras a ambos lados, Gio le preguntó a Mikhail.

“Eres su general, ¿verdad? Si deseas ser un prisionero de guerra, tal vez lo piense un poco.”

Mikhail volteó hacia los cadáveres de la Primera Caballería.

A lo lejos, pudo ver a varios soldados de la caballería siendo rematados por los Leopardkins.

Era tan devastador que casi podría decirse que estaban siendo aniquilados.

Mirando todo esto, Mikhail rechinó los dientes.

“Malditas— bestias... Atreverse a hablar mal de este Mikhail Eucalion—”

En ese momento...

Sombras negras saltaron desde lo alto del acantilado.

“¡¿Qué?!”

Pasando más allá de los Centauros, dos sombras aparecieron.

Una mujer vestida como un Caballero Mosca, montando un enorme caballo negro con ojos rojos ardientes.

El caballo negro aterrizó desde esa altura como si nada.

Y la otra persona que aterrizó tranquilamente al lado de Mikhail—

“Q-Quién... en el mundo...”

“Me llamo Belzegia.”

—era un hombre vestido con un traje del Rey Mosca.

“No te preocupes, nosotros, el Escuadrón del Rey Mosca, estamos de tu lado. Parece que llegamos a tiempo, huh. Hemos venido a ayudarte, Capitán de la Primera Caballería— Mikhail-dono.”



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