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Failure Frame Vol. 6 capítulo 4

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 Failure Frame volumen 6 capítulo 4 en español


Esperaaa...!!
Failure Frame: I Became the Strongest and Annihilated Everything with Low-Level Spells

 Luminoso


“SIR TOO-KA. “

Seras y yo estábamos enfocados mirando en la misma dirección. El ruido era claro — y cada vez más cercano. Escuché con atención.

“Está huyendo de algo.”

No es una actuación — hay desesperación real en el modo en que esta cosa está corriendo.

Permanecimos quietos y esperamos, listos para entrar en combate en cualquier momento.

De repente, algo saltó de entre la maleza lanzando una lluvia de hojas al aire — era una chica joven.

Abrió la boca como si fuera a hablar, pero dudó antes de gritar: “¡C-corran, por favor! ¡Miau!”

¿Son esas orejas de gato? ¿Es una semi-humana?

El cabello de la chica era de color melocotón claro, y se veía bastante baja de estatura.

Casi como una niña. Pero, ¿qué estaría haciendo una niña todo el camino hasta aquí?

“¿Te están persiguiendo?”, le pregunté.

La niña con orejas de gato echó un vistazo detrás de ella para comprobarlo, y luego se quedó inmóvil. “¡H-hay un monstruo aterrador! ¡Nyaki vino aquí a buscar hierbas raras para la medicina! Pero apareció el monstruo y... ¡ella tuvo que huir para salvar su vida! Por favor, ¡tú también tienes que huir!”, exclamó ella.

La niña —Nyaki— apuntó hacia el sur.

“Quizá ya lo sepas, ¡pero Ulza está por allí! Ehm...” A continuación, la chica señaló en la dirección en la que acabábamos de llegar — el este.

“¡Nyaki correrá en esa dirección!”

“¿No quieres venir y correr con nosotros?”

“¡¿Miau?! Bueno... aunque parezca mentira, ¡Nyaki atrae a los monstruos! Por favor, ¡ustedes dos deberían correr mientras puedan!”

Realmente no engaña a nadie con esa explicación. Nyaki se golpeó el pecho, como si quisiera presumir. “¡¿Qué, miau?! Nyaki es rápida, ¿sabes? Como pueden ver, algunos de esos monstruos la hirieron un poco, pero Nyaki es fuerte♪. No te preocupes por ella, miau. ¡Rápido, corre en esa dirección! ¡Deberías irte!”

La chica hizo ademán de pasar corriendo a nuestro lado.

“Hey.” La detuve en el acto. “Tengo una pregunta.”

“¿Q-qué? Tenemos que darnos prisa y correr, o...”

“Tú... Cuando saliste por primera vez de esos arbustos de allí. Estabas a punto de pedirnos ayuda, ¿no es así?”

Nyaki se detuvo en su lugar, como si estuviera congelada por el shock. “Es-eso fue sólo tu imaginación... ♪”

“Es mentira, ¿no?”, dijo Seras a sabiendas.

“Ny-Nyaki... ¡Nyaki lo s-siente!”

De repente se dio la vuelta a una velocidad asombrosa, y se puso de rodillas para hacernos una reverencia en el suelo.

“¡Nyaki está siendo perseguida, huyendo por su vida! Hay humanos tras ella. ¡Muy, muy fuertes! Si ellos... ¡Bueno, ella no quiere que ustedes dos queden atrapados en esto! ¡Así que, por favor, dense prisa y huyan de este lugar!”

Esta chica es realmente impresionante. ¿Su propia vida está en peligro, y ella está tratando de ponernos a salvo en lugar de ella misma? No sólo eso, sino que elige enviarnos al sur, hacia Ulza, y adentrarse ella misma en el bosque para alejarlos de nosotros. Se tragó su grito de auxilio, lo reprimió en cuanto nos vio. Mintió acerca de ser perseguida por monstruos para que no nos viéramos envueltos en sus problemas.

De repente, noté los moretones en el brazo descubierto de la chica. “Nyaki... Ese es tu nombre, ¿no?” pregunté, con una voz temblorosa.

“¿Eh? S-sí. Deberías correr...”

“Tu brazo.”

“¿Miau?”

“¿Los que te persiguen hicieron eso? No tiene sentido mentir. Podemos saber cuándo mientes.”

Nyaki se quedó en silencio durante unos momentos, luego asintió. “Sí, lo hicieron.”

Seras giró la vista hacia mí con una expresión de preocupación en el rostro y asintió.

“Entiendo. Debe haber sido duro para ti responder, pero gracias por decírmelo.” Saqué la máscara del Lord Mosca de mi mochila.

Su presencia aún está lejos. Puedo elegir ser yo quien pase al ataque.

La joven Nyaki parecía confundida.

“Ah... ¿Qué pretendes hacer?”

“Voy a matar a las personas que te están siguiendo.”

“¡¿Miau?!” Nyaki saltó sorprendida, completamente aturdida por lo que acababa de decir. “¡N-no puedes hacer eso!”

“¿Cuál es el problema? Ellos están tratando de matarte en este momento, ¿no es así? Quieres vivir si esa es una opción, ¿no? Entonces iré y—”

“La gente que persigue a Nyaki...”, interrumpió ella, “¡Son la Espada del Valor!”

“... Ah.”

“¡Son realmente un grupo de gente poderosa! Nyaki incluso ha oído que querían desafiar al Hombre Más Fuerte del Mundo del Imperio Bakoss, ¡así de fuertes son!” Nyaki agitó sus patas salvajemente, en un gesto que parecía que estaba tratando desesperadamente de añadir algo a su declaración. Había algo que no le había quedado claro.

Aunque el Hombre Más Fuerte del Mundo ya está muerto. Espera— ¿eso significa que aún no se han enterado de la muerte de Civit?

La Espada del Valor... El Hombre Más Fuerte del Mundo... ¿Cree ella que no sé quiénes son estas personas?

“Y... erm, bueno, también”, Nyaki parecía nerviosa, esforzándose por añadir más detalles. “La gente de la Espada del Valor es famosa por su fuerza.”

Nyaki entrecerró los ojos, como si las siguientes palabras fueran demasiado dolorosas para pronunciarlas. “Incluso fueron lo bastante fuertes como para destruir el Clan Speed, ¡así de poderosos son!”

“¿Q-qué acabas de decir?”

“¡E-Eso es correcto! ¡Ni siquiera el Clan Speed pudo vencerlos! Por aquel entonces, los de la Espada del Valor solo eran unos niños, además.”

Nyaki probablemente piensa que al mencionar al Clan Speed por fin me ha hecho entender lo fuerte que es esta gente. Pero ahora todo tiene sentido. Eve dijo: “Eran sólo niños, apenas alcanzaban la mayoría de edad...”

“Ya veo. Cierto. Deben ser ellos.”

Seras había estado mirándome el rostro desde el momento en que escuchó el nombre de Speed. Ella también entendía cada palabra, y sabía exactamente lo que significaba todo esto.

“Los que atacan a la señorita Nyaki, entonces...”, inició ella.

“Sí.”

Deben ser los que mataron al Clan Speed — los que mataron a los padres de Eve.

Es lógico que Nyaki piense que no tiene a dónde huir.

Pero hoy es el día en que la Espada del Valor morirá.

Las presencias que sentía acercarse aún estaban a cierta distancia.

Todavía tenemos tiempo antes de que lleguen aquí.

“Nyaki.”

“¿M-miau?” Había miedo en su voz, tal vez debido al repentino cambio en mi comportamiento.

Tch... ¿En qué estoy pensando, asustando así a Nyaki?

Contuve mi ira, controlando el tono de mi voz. “Nyaki... escucha. Tengo algunas preguntas que hacerte. Pero si te resulta difícil responder a alguna de ellas, no te fuerces, ¿okay?”

Nyaki se sentó con las piernas cuidadosamente dobladas bajo ella.

“E-está bien... Ny-Nyaki se encuentra bien.” Había determinación y comprensión brillando en sus ojos.

Escuché atentamente la débil presencia en el bosque. Teníamos tiempo — pero no mucho. Centré mis preguntas en una serie de aspectos específicos. Lo primero que quería comprobar era cuántos miembros había en la Espada del Valor, y la clasificación aproximada de su fuerza. Pero había algo más que tenía que saber...

“Ya veo. Así que todos participaron en la masacre del Clan Speed. Y ni uno solo de ellos se arrepiente, ni siquiera un poco.”

Realmente no lo entiendo, pero aparentemente recuerdan la masacre como algo glorioso. Fue una especie de punto de inflexión para la Espada del Valor como grupo. Nyaki dice que a menudo se refieren a ella cuando hablan de los buenos viejos tiempos mientras viajan. Por eso se le quedó grabado en la mente — ella debe de haber oído hablar mucho de ello.

“Cuando Lewin recuerda el pasado, suele decir: 'Ahí es donde empezó todo', miau.”

Al parecer, luego miraría al cielo, y los demás se pondrían soñadores y mirarían también hacia arriba.

... Qué asco.

“¡P-pero... Nyaki piensa que es demasiado peligroso! La Espada del Valor es muy amiga de la Diosa de Alión. ¡La gente dice que son sus soldados secretos más fuertes!”

“Mmm.” Ya veo... Así que están afiliados a la Diosa. Supongo que la razón por la que no hay mucha información sobre ellos, es porque son su unidad encubierta.

“La cereza del pastel”, dije. “Con más razón debo aplastarlos aquí y ahora.”

“¡¿Miiau?!”

Desde la perspectiva de Nyaki, debo estar diciendo exactamente lo contrario de todo lo que ella espera que diga.

El número de miembros de la Espada del Valor restantes — menos uno, quedan nueve, dos de los cuales son mucho más fuertes que todos los demás. Uno es “Zanjin” Satsuki, y el otro es el mismísimo Espada del Valor, Lewin Seale. ¿Este tipo Lewin ha decidido dar a su grupo el mismo título que ha tomado para sí mismo? Eso es confuso.

En cualquier caso, en vista de esos cadáveres de monstruos que vimos en nuestro camino hacia aquí, debían de ser obra suya.

Una pregunta me vino a la mente — despertó mi interés.

Los Espada del Valor son lo suficientemente fuertes como para que incluso los de tipo humanoide intenten huir de ellos, pero no parece que participaran en la reciente lucha contra los ejércitos del Rey Demonio. Ni siquiera saben aún que Civit ha muerto. Es posible que hayan estado evitando el contacto humano mientras viajaban. Dado que son una unidad encubierta, puede ser que ni siquiera sepan que el Imperio Demoníaco ha comenzado a invadir, ¿verdad?

Pero entonces, ¿qué es lo que esa Diosa asquerosa les tiene haciendo aquí?

Si son tan fuertes como para acabar con los tipos humanoide, deberían estar en primera línea. Ella los tiene aquí, haciendo algo completamente diferente. ¿Qué es más importante para ella que detener la invasión del Rey Demonio?

Ulza y Mira están cerca.

También está...

“El País del Fin del Mundo.”

Una tierra mágica de fantasía, donde se rumorea que viven los supervivientes del Clan de las Palabras Prohibidas. Son los únicos que tienen la llave para desbloquear la magia prohibida.

Esa es toda la confirmación que necesito.

Cada movimiento que hace en secreto irónicamente me da más pruebas de lo que está haciendo. La idea de que esta magia prohibida es una verdadera amenaza para la mismísima Diosa.

Esta magia, este clan... ella lo quiere muerto, incluso si eso significa quitar fuerzas del combate contra el Rey Demonio.

“Entonces... Nyaki, ¿eres una Bestia Divina?”

“E-eso es lo que ellos le dijeron a Nyaki. Necesitaban a Nyaki para abrir la puerta al País del Fin del Mundo.”

Nyaki enderezó la espalda, puso las manos en su regazo y cerró los ojos con fuerza mientras se le llenaban de lágrimas. Sus manos se empuñaron con fuerza.

“Nyaki iba... ¡Nyaki iba a dar lo mejor de sí misma! Mama-san y Nee-nya siempre cuidaron de ella. Nyaki pensaba que este era su trabajo, ¡la gran cosa que tenía que hacer! Ella ama a Nee-nya. Pensó que, si hacía este trabajo, podría recompensarla. ¡Devolverle a Nee-nya todo lo que ha hecho! Pero... pero...”

Nyaki tropezó con sus palabras durante un minuto. Explicó que la habían dejado inconsciente y que, justo cuando se estaba despertando, oyó que planeaban matarla y decidió huir.

“¡Cuando su trabajo estaba hecho, los miembros de la Espada del Valor dijeron que iban a matar a Nyaki! ¡Nyaki soportará mucho! ¡Incluso cuando esté triste, seguirá intentándolo porque hay cosas divertidas en el futuro! ¡Nyaki quiere esforzarse todo lo que pueda! Pero, pero... ¡Pero si ella muere, nunca volverá a ver a Nee-nya! Por eso Nyaki...”

Cuando Nyaki volvió a levantar la cabeza, los ojos se le llenaron de lágrimas y grandes gotas cayeron en cascada al suelo. Sin embargo, forzó una sonrisa — una sonrisa desesperada a través de las lágrimas.

“Nyaki sabe que no es humana. Por eso los humanos siempre la llaman basura. Ella siempre se interpone en su camino. Pero... al menos quiere ver a Nee-nya y Mai-nya una vez más.”

Nyaki comenzó a sollozar, dejando escapar aullidos entrecortados intermitentes.

Seras fue a sentarse a su lado y suavemente puso una mano en su espalda.

“No sé qué te habrán dicho los miembros de la Espada del Valor, pero puedo decirte que, desde luego, no estorbas a nadie. Eso no es cierto en absoluto. Pensar que una niña como tú... Que ellos...”

Seras fue incapaz de contener la ira en su voz.

Aunque es un poco extraño que sus perseguidores estén tan lejos de ella. Por lo que parece, Nyaki está debilitada y cansada, así que no me imagino que corriera más rápido que quienquiera que la esté persiguiendo. Por no mencionar que su pelaje destaca en el bosque. Ella sería fácil de detectar.

Nyaki es una Bestia Divina, la llave para entrar en el País del Fin del Mundo. ¿Cómo estos tipos de la Espada del Valor tardaron tanto en darse cuenta que ella había desaparecido? Pero entonces, Nyaki dijo que cuando despertó toda la zona a su alrededor estaba cubierta de sangre, ¿no es así?

Bueno, ya no importa, ¿no? Todos van a morir antes que la atrapen — eso no cambia.

Las presencias de los perseguidores por fin se acercaban. Seras sostuvo la cabeza de Nyaki suavemente contra su pecho.

“No creo que podamos perdonar a la Espada del Valor por lo que han hecho.” Su expresión ardía con justa indignación. “Yo—”

“No, quédate aquí y protege a Nyaki”, la interrumpí, y luego dejé escapar un largo y profundo suspiro. “Solo tuvimos poco tiempo para hablar y necesito algo de tiempo para relajarme y procesar toda esta información. No puedo dejarme llevar por mis emociones. Es que... ahora mismo me cuesta mantener la calma.”

Esto no es sólo sobre el Clan Speed. Esos moretones que veo en los brazos y piernas de Nyaki... ella está tratando de disimularlo, pero no puede ocultar lo agotada que está. ¿A quién me recuerda ella...?

Lo recordé, rebuscando en mi mente. Volviendo a ese entonces, la vez que estuve a punto de ser destruido, mental y físicamente.

Incluso ahora — Nyaki no parece odiar a los miembros de la Espada del Valor. Simplemente no quiere morir. Ella quiere vivir. Ver a su Nee-nya — sólo una última vez.

¿Y qué pasa después? ¿Está bien si la matan después de eso? Ella no es un ser humano, ¿así que ella sólo está en medio del camino de todos? ...Tienes que estar bromeando. Los que realmente se interponen en el camino — los que van a morir... son ellos. La Espada del Valor.

“Cuida de Nyaki por mí”, le dije a Seras.

“Sí.” La expresión en su rostro me dijo que podía sentir lo furioso que estaba.

Ella me conoce desde hace mucho tiempo. Allá en Monroy, cuando perdí la cabeza en aquella taberna con la dueña de Lis. Ella entiende perfectamente que no puedo ignorar situaciones como esta.

“En el peor de los casos, ustedes dos toman a Slei y se marchan de aquí. El resto lo dejo en tus manos.”

“Puede contar conmigo, Sir Too-ka”, fue la respuesta de Seras.

Me puse mi máscara del Lord Mosca y les di la espalda. Atravesé el bosque dando pisotones, haciendo crujir las ramas bajo mis pies, con la intención de que los perseguidores de Nyaki confundieran el sonido con el suyo. Mi ira daba a mis pies un peso extra. Tenía los ojos muy abiertos, mirando fijamente a las presencias que se acercaban. Apreté los dientes mientras avanzaban hacia mí.

No quería arriesgarme a asustar a Nyaki dejándome llevar antes por mi temperamento. Pero eso ya no importa.

“Es hora que paguen.”

Las presencias se hicieron más cercanas.

Dos de estos imbéciles serán más duros que los demás, no secuaces comunes. Querré enlazarme con Piggymaru para poder atacar primero, pero ¿quiénes son esos dos? Como mínimo, hay siete más de ellos.

Enfoqué mis ojos y observé a los dos hombres que se me acercaban desde lejos. Obtuve de Nyaki una descripción aproximada de la apariencia de los miembros del grupo, así que sabía con quién podría estar tratando.

Nop— ninguno de ellos es Lewin ni Satsuki. Esos dos son... Toado y Birdwitcher, ¿creo?

Debería mantener mi habilidad de enlace con Piggymaru en reserva por ahora.

Me quité la máscara del Lord Mosca y comencé a caminar hacia ellos.

“¡Tú de ahí!”

“¡Muéstrate!”

Me revelé, y suspiré dramáticamente al verlos. “¡Ah, muchacho, me alegro de encontrarte! Me enviaron aquí como mensajero de la diosa Vicius.” Añadí con una sonrisa irónica. “Fue algo difícil encontrarte.”

“¡Espera! ¡Ni un paso más!”, gritó uno de los hombres para detenerme.

Ya veo. Un movimiento razonable, dado que aún no pueden confirmar quién soy realmente. Hacen bien en evitar acercarse.

“Hay algo raro en ti. ¿De verdad eres un mensajero de la Diosa?”

“¡Por supuesto! Usted, a la izquierda, es el señor Birdwitcher, y a su lado está el señor Toado. Puede que no lo recuerdes, pero los he visto a ambos muchas veces en el pasado. En verdad, los miembros de la Espada del Valor son mis Héroes. Y por eso, aunque seguramente no soy merecedor de tal honor, no puedo ofrecer más que una pobre imitación de sus grandes hazañas a través de mi servicio a la Diosa Vicius.”

No hay nadie a quien no le guste que le digan que es un Héroe.

Los dos hombres se miraron entre sí, y sus posturas se relajaron un poco.

“... ¿Has visto una Bestia Divina por aquí, por casualidad?”, preguntó Toado.

“Pelaje color melocotón, imposible no verla, ¿no?”, añadió Birdwitcher.

Me quedé con la boca abierta y me puse pálido. “I-imposible... ¡¿Q-quieres decir que la Bestia Divina ha escapado?!”

“No te preocupes, la atraparemos enseguida. Dejó un montón de huellas para que las siguiéramos, sabemos exactamente hacia dónde se dirige. La atraparemos.”

De camino aquí, cubrí esas huellas con las mías.

“Ya hemos debilitado a esa basura sub-humana”, añadió Toado. “Ah, aunque no hay necesidad de informar de todos esos detalles a la Diosa, ¿me oyes~? No te preocupes, la misión va según lo planeado.”

Finalmente, los dos hombres parecieron empezar a relajarse. Caminaron hacia mí, con rostros relajados y despreocupados.

Vienen a mí por su propia voluntad — esa es la belleza de esto. La historia que les conté es que los conozco a ambos, pero ellos aún no me conocen a mí. Si fuera a acercarme a ellos, los haría desconfiar sin importar qué.

“Entonces, ¿qué quieres de nosotros?”

“¿Has oído que la invasión del Imperio Demonio ha comenzado?” Pregunté.

“Finalmente llegó aquí, huh.”

“Pero mi mensaje no tiene que ver con eso ahora. Tengo noticias importantes que conciernen a su misión actual...” Les tendí la mano hacia ellos y levanté tres dedos. “La Diosa desea transmitir tres puntos.”

“¿Tres?” Birdwitcher giró la cabeza hacia un lado.

Ambos están dentro de mi alcance.

“Sólo ve al grano de una vez. ¿Cuáles son los tres puntos?”

Mis tres dedos levantados se habían extendido en una palma abierta.

“En primer lugar, Paralizar.”

“Qu-u...”

“¿Yo... n-no puedo m...?”

Saqué mi espada corta de la vaina en mi cintura.

“Ahora que lo pienso, no recuerdo los otros dos puntos.”

“Qu-qué... e-eres t—”

Me acerqué hacia los dos hombres.

“¡¿Gha...?!”

Los tiré al suelo de una patada, uno por uno. No pudieron hacer nada para resistirse y rodaron por el suelo. Me agaché junto a Toado y clavé mi espada profundamente en la pantorrilla de su pierna derecha.

“¡Ahh...!”

Giré la hoja mientras le atravesaba la pierna, y luego hice lo mismo rápidamente con la izquierda, antes de levantarme de nuevo y retirar la espada. Seguidamente, me dirigí hacia Birdwitcher.

“¡¿...?!”

Intentó moverse, pero no pudo.

“No recomiendo resistirse.”

Si sólo quisiera matarlos, podría lanzarBerserkahora y terminar con esto. Eso si sólo los quisiera muertos, por supuesto.

Le hice lo mismo a las piernas de Birdwitcher que con las de Toado.

“¡Agh!”

Ahora ninguno de ellos puede caminar. Muy bien, entonces.

Disipé el efecto de Paralizador solo en la cabeza de Toado.

“Ahora, ¿qué tal si me cuentas todo?”

“¡¿Tú lib—?! ¿Puedo h-hablar?”

“Aunque, no puedes mover tu cuerpo.”

“¡¿Qu-quién demonios eres tú?! ¡Eres jodidamente malvado, haciéndonos esto! ¡No te saldrás con la tuya!”

“¿Malvado, dices?” Miré a Toado, con una mirada fría como el hielo. “Comparado con las cosas que le hiciste al Clan Speed y a Nyaki, no creo que las cosas que estoy haciendo sean tan malvadas del todo.”

“¡¿Qu-quuué?! ¿Qué demonios estás diciendo? ¡Encontraste a Nyaki, verdad! Date prisa y entrégamela si sabes lo que te conviene... No tienes ni la jodida idea de con quién estás tratando— ¡Te estoy haciendo un favor, dándote una advertencia!”

Suspiré de forma irritada.

“También podría preguntar. ¿Fue tu grupo el que atacó la aldea del Clan Speed?”

Los ojos negros de Toado se entrecerraron. “¿Estás enfadado por la destrucción del Clan Speed o algo así?”

“...”

“Espera. Tú... eres un humano, ¿sí?”

“La última vez que me fijé, sí.”

Toado frunció la nariz y desvió la mirada hacia el suelo. Ya había visto esa cara antes — era como si no pudiera comprender mis acciones. Sin embargo, al poco tiempo, una oleada de comprensión se extendió en su rostro. Parecía que lo había comprendido. Toado me miró fijamente a los ojos, con expresión sincera.

“Lo entiendo. Mira, lo siento. Fue culpa nuestra. Déjame disculparme al menos.”

“...”

“Querías ser el que los matara a todos, ¿huh? Siento habernos adelantado; no teníamos ni idea. ¡De verdad!”

“¿Es una broma?”

“¿Eh? ¿Huh? ¿En-entonces qué? ¡¿Por qué otra razón harías esto si no fuera eso?!” Toado volvió a hundirse en su pantano de confusión.

“Realmente no lo entiendes, ¿verdad?”

“¡Entonces dime por qué, de una vez!”

“Es porque ella es una de mis compañeras.”

“¡¿Quién es ella?!”

“Una superviviente del Clan Speed.”

“¡¿Eh?!” La expresión de Toado se endureció.

“¡Pero tú... eres humano! ¿Uno de esos sub-humanos son tus...? ¿Cómo?” No fue una actuación —la expresión de Toado era sincera mientras continuaba hablando, aunque parte de su rostro delataba otra emoción: miedo. No miedo a la muerte, sino miedo de otro tipo. “¡P-pero si son basura sub-humana! ¡¿Estás loco?! ¡¿E-estás completamente loco?! Pueden parecer similares, sí, ¡pero todas esas malditas razas semi-humanas son basura! No son personas de verdad, ¿sabes~? ¡¿Tienes uno como compañera?!”

“¿Hay algo malo en eso?”, pregunté.

“¡P-por supuesto que lo hay! ¡¿Eres estúpido, o qué?!”

Esto no es una negociación por su parte — es todo lo que realmente piensa. Así son ellos. Tiene sentido. Ahora entiendo cómo fueron capaces de hacerle todo eso a una esfera de pura y buena intención como Nyaki, sin siquiera pensárselo dos veces.

Toado continuó con su ferviente protesta. “Esos sub-humanos serán una amenaza para nosotros los humanos algún día, ¡no hay duda! Incluso si es lentamente. Tenemos que destruirlos, ¡tenemos que intentarlo! 'Especialmente este País del Fin del Mundo'. ¡En serio no podemos dejarlo así! Erm—”

Parecía que se había dejado llevar y había dicho demasiado.

“¿Así que ese es tu deseo? ¿Eliminar al País del Fin del Mundo y a todos los semi-humanos y monstruos que viven allí?”, le pregunté.

“¡Uf... es-eso correcto! Tú también tienes que despertar, ¡abre los ojos! Tenemos que unir nuestras manos y destruirlos, a todos esos sub-humanos. La gente piensa que no son peligrosos sólo porque sus ojos no son dorados. ¡Pero todos son semillas del mal de la misma manera!”

Toado se ponía más y más nervioso con cada palabra. “¡Así que! ¡Así que, así que, así que! Entonces, ¡salvaremos el mundo! Lo haremos, ¡juntos!”

“... ¿Qué piensas, Piggymaru?”

“Sq-u. Squ-qu-quee!”

Los chillidos de Piggymaru sonaban diferentes hoy, temblando con ira que normalmente no mostraba.

“¡¿Un monstruo?! ¡N-no es posible...! ¿Eres uno de esos herejes que tienen monstruos como mascotas? ¡Ahora todo tiene sentido!”

“Sí, así es. Soy un marginado. Un hereje”, dije.

“¡N-no! ¡Ya te has vuelto loco, ¿no es así?!”

“Puede que sí. Tú tienes tus propias reglas sobre lo que está bien y lo que está mal. Yo tengo las mías. Pero sabes...”

Pisé fuerte la herida provocada por la puñalada en la pierna de Toado, clavándole el talón.

“¡¿Ghaaah?!”

“Supongo que tendremos que acordar que no estamos de acuerdo.”

No pretendo hacerles cambiar de opinión, sólo matarlos. Aniquilarlos. Exterminarlos tan a fondo que nunca más se levanten.

Si fuera Sogou la que estuviera en mi lugar, intentaría convencerles de que están equivocados. Sería paciente y sincera con ellos, les explicaría durante horas si fuera necesario. Después de incapacitarlos, incluso ella podría tratar de llegar a un acuerdo.

Pero, yo no.

“No puedo dejar que tipos como tú se salgan con la suya. Lo que le hiciste a Nyaki fue enfermizo. Y por si fuera poco, ¿ustedes también son los que masacraron al Clan Speed? Y te oigo incluso hablar de matarlos como si aquellos fueran los buenos tiempos, ¿huh?”

“¡N-no lo entiendo! Esos fueron nuestros mejores días, ¡no me cabe la menor duda! ¡No sabes cómo era realmente el Clan Speed! ¡No sabes ni una mierda! ¡No finjas que lo sabes!”

“Picaré el anzuelo. ¿Qué tienes que decirme sobre ellos?”

“¡Escucha esto! Todos los demás monstruos y sub-humanos viven escondidos, ¿sí? Pero el Clan Speed se puso a pensar en grandes ideas, ¡tratando de encontrar una salida! ¡Estaban jodidamente locos!”

“¿Grandes ideas? ¿Qué quieres decir?”

“Todo el clan soltaba tonterías diabólicas, sobre que, 'si todos nos tomáramos nuestro tiempo y habláramos entre nosotros, ¡todas las especies del mundo podrían ser amigas!' ¡Estaban locos!”

“...”

“Si no lo hubiéramos hecho... ¡¿Qué habría pasado si no los hubiéramos matado?! Me dan escalofríos sólo de pensarlo. ¿Comprensión? ¿Los humanos y esa basura sub-humana? ¡Se me revuelve el estómago sólo de recordar las cosas que solían decir!”

Toado sonrió.

“Pero escucha... Lewin siempre nos decía — no se puede matar a nadie solamente con odio. Sería duro, ya sabes, ser dominado por el odio todo el tiempo. Por eso lo dijo Lewin, cuando estábamos cazando al Clan Speed. ¡Dijo que disfrutáramos el presente mientras durara! ¡Después de eso, empezamos a divertirnos! Ya no era sólo matar... ¡lo hicimos como si fuera un juego! Se suponía que iba a ser una lucha para exterminarlos a todos, cuando éramos prisioneros de nuestro propio odio. ¡Pero Lewin lo hizo divertido para todos nosotros! ¡Él realmente lo hizo!”

Birdwitcher empezó a llorar al oír las palabras de Toado.

Supongo que los conductos lacrimales no se ven afectados porParalizar.

“¡Estuvo cerca! ¡Ese extraño pensamiento estaba realmente a punto de extenderse por todo el mundo! ¡Hicimos lo correcto, en serio! ¡Lo entiendes, ¿verdad?! ¡Ahí fue donde realmente comenzó la Espada del Valor!”

Los ojos de Toado brillaron por un momento, pero luego de repente cayó abatido.

“Pero entonces algunos tontos empezaron a tomarlos como esclavos, exhibiéndolos. Como si no entendieran lo peligrosas que son esas cosas. ¡Incluso los elfos! Llevando piel humana para parecerse a nosotros. Si tan solo Vicius no hubiera intentado usarlos también. Si tan solo hubiéramos ido primero a acabarlos.”

Sin pensarlo, pisoteé con fuerza la herida de la parte posterior de la pierna de Toado.

“¡¿Eeeeeh?!”

“Bien, creo que ya he oído suficiente.” Le propiné una patada en la cabeza.

“¡Unf!”

“Tu amigo puede contarme el resto.”

Miré en la dirección por la que habían venido. No había señales que el volumen con el que hablábamos fuera a atraer a nadie más.

¿Están los otros aún más lejos? Si les importa la vida de sus amigos, podría usar a estos dos como cebo para atraerlos.

“...”

Pero, ¿a quién le importa?

No tiene sentido. Ya no tengo ganas de hablar con estos tipos. No puedo soportarlo. Voy a acabar con ellos ahora mismo.

Miré hacia el otro miembro de la Espada del Valor, Birdwitcher, que seguía paralizado por completo. Estaba llorando, todo el tiempo su rostro expresaba que simpatizaba con cada palabra que había dicho Toado.

¿Será que Birdwitcher está conmovido por su valentía o algo así? No cambia en nada el hecho de que ambos estén de acuerdo en esas terribles y malditas ideas que Toado estaba soltando.

“¡Gah! ¡Mi voz sonará fuerte, y llegará a mis preciados camaradas allá fuera en el bosque—!”

Toado trató de gritar, y le di otra patada en lleno en la cara, haciéndolo rodar.

“Te dije que te callaras.” Chasqueé la lengua y me alejé de él. “Me da igual cómo justifiquéis sus actos. Sólo hay una cosa que sé con certeza.” Los miré fijamente a ambos, con los ojos llenos de odio. “Seras, Piggymaru, Slei, Eve, Lis, Erika, Nyaki, el Clan Speed... Nunca podría llegar a odiarlos.”

Toado y Birdwitcher parecían sorprendidos — como si hubieran conocido a alguien a quien eran completamente incapaces de comprender.

Sin embargo, me da igual si tengo razón o no. Sólo estoy imponiendo mis propias normas de lo que es correcto para los demás. No trato de convencerlos — sólo los obligo a hacer lo que yo quiero.

“Dijiste que el Clan Speed te revolvía el estómago, ¿no? Tú me haces sentir lo mismo”, dije. “Así que voy a destruir esta Espada del Valor tuya, comenzando contigo. Supongo que no tienes quejas, ¿verdad?”

Miré a un árbol a mi espalda. “Piggymaru. Después de que useBerserk, súbeme rápidamente a ese árbol de ahí de atrás.”

“Squee.”

Extendí la mano hacia delante. Birdwitcher estaba en mi punto de mira.

Un solo objetivo. Ya he deshabilitado sus dos piernas por si acaso — nunca serán capaces de correr. Incluso si de alguna manera logran ponerse de pie, me encargaré de ellos.

Primero disipéParalizaren ambos. Luego...

Berserk.”

En cuanto activé la habilidad, sentí que me tiraban hacia atrás y una sensación de flotar mientras me elevaba en el aire. Piggymaru se había transformado en su forma de cuerda y tiraba de mí hacia los árboles.

“¡Ghaaah!” Birdwitcher soltó un grito estridente y se lanzó contra Toado.

“¡O-oye! ¡¿Qué estás haciendo, Bird?! ¡¿Oye?! ¡Soy yo! Soy Toado.”

Birwitcher trató de morder a Toado, agachándose encima como si tratara de sentarse a horcajadas sobre él.

“¡Cálmate! ¡Oye!” Mientras Toado se resistía desesperadamente, Birdwitcher desenvainó la espada que colgaba de su costado.

“¡¿Qu-qué te pasa?! ¡Oye!” Toado también desenvainó su espada y rechazó el golpe, pero los furiosos ataques de Birdwitcher no se detuvieron. Él me fulminó con la mirada mientras yo lo observaba, sentado en la rama de un árbol.

“¡¿Qué le hiciste a Bird?!”

“Amigo tuyo, ¿verdad? ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Tirarte al suelo y dejar que te mate? ¿O matar a tu propio amigo para sobrevivir? Vamos, haz tu elección.”

Birdwitcher se dio la vuelta para mirarme un momento después de escuchar mi voz. Tenía los ojos en blanco y goteaba baba de su boca a lo largo de la mandíbula. Rápidamente volvió a centrar su atención en Toado.

Los que son objetivo de Berserk tienden a ir a por el que tienen más cerca, pero si entras en su campo de visión o haces un ruido lo suficientemente fuerte, puede que empiecen a prestarte atención. Menos mal que Piggymaru me sacó de la zona de peligro.

“¡Tienes que estar bromeando!” Toado se enfureció. “¡¿Le hiciste algo, verdad?! ¡Jugaste con él! ¡Detente! ¡¿Cómo puedes ser tan condenadamente cruel?!”

Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

“Somos iguales, ya sabes”, le dije.

“¡¿Huh?! ¡¿De qué estás hablando?!”

“Soy escoria, igual que tú.”

“¡¿Me estás llamando escoria?! ¡¿E-estás jodidamente loco?!”

“No tanto como tú.”

“¡Gah! ¡Hereje! ¡Hereje, hereje, hereje—!”

¡Ja! Viniendo de ti, eso suena como un cumplido. Ten cuidado ahora... tienes que seguir luchando o ese preciado amigo tuyo te asesinará.”

“Ghh... ¡t-trata de controlarte, Bird! ¡Sé que todavía estás ahí en alguna parte! ¡¿Puedes oírme, verdad?! ¡Despierta ya! No te rindas. ¡No dejes que esa extraña magia de ese tipo te controle! Eres un miembro de la Espada del Valor, ¡¿sí?! Eres fuerte, ¡¿verdad?!”

Siento que he visto antes esta escena en un manga shonen. Sí. Como si el buen protagonista estuviera llamando a su amigo al que le han lavado el cerebro. No puedo negar que el apasionado discurso de Toado me suena un poco familiar. Pero sus palabras no llegarán a Birdwitcher.

“Sería bueno que las cosas funcionaran así. Si por algún milagro dramático tu amigo recobrara el sentido”, dije, mirando la escena desde arriba. Toado me fulminó con la mirada, convencido que él seguía siendo el chico bueno en esta escena.

Es un verdadero fanático. Este tipo me da escalofríos.

“Bueno... De todos modos, no cambiaría nada si se despertara.”

“¡¿Qu-qué?!”

“De una forma u otra, ambos morirán aquí.”

Desde lo alto de la rama por encima de ellos, todavía estaban dentro del alcance de mis habilidades de efecto de estado. Si sentía que algo andaba mal, podía lanzar mis habilidades en cualquier momento. Tenía un plan de respaldo adecuado. Toado continuó gritando mientras esquivaba las hojas que se aproximaban, con lágrimas corriendo por su rostro.

“¡Recuerda, Bird! ¡Recuerda todos esos días que pasamos juntos! ¡Vuelve en ti! ¡Acabemos juntos con esa escoria de ahí arriba!”

“¡Gaghhaaah!”

“¡Bird!”

Birdwitcher sólo echó espuma y atacó con una fiereza renovada.

“¡Cruel! ¡Esto es demasiado cruel! ¿Qué tan jodido tienes que estar para hacer cosas como estas? ¡¿Eres la pura maldad pura encarnada o qué?!”

“¿Hm? ¿Quieres que me siente aquí y lo niegue?”

“¡Púdrete!” Toado gimió al cielo. “¡No puedo hacerlo! ¡Simplemente no puedo! ¡No puedo matar a mi amigo!”

“Me lo imagino. ¿Por qué no intentas llamar a los otros, entonces?”

“¿Lewin y los demás...?”

“Adelante, corre y trae al resto de la pandilla. Los atraparé a todos de un solo golpe.”

“¡...!”

Dicho esto... Este será mi primer ataque de emboscada a gran distancia usando mi forma enlazada con Piggymaru para matar a alguien de forma directa. Ese es el único patrón de ataque real que estoy considerando por ahora — no es una gran trampa. Pero de momento, sólo quiero romperle la cabeza a este tipo.

“Vamos, ¿por qué no los llamas? Adelante, grita y pide ayuda.”

“N-No voy a poner a Lewin y a los demás en peligro sólo por mi causa. ¡Ah! Es inútil... ¡eres muy malvado! ¡Estás hecho un desastre! Si al menos pudiera avisarles...”

Resoplé con fastidio.

“Tu amor por tus amigos es conmovedor.”

Pero Nyaki no era una de tus amigas. Viajabas con ella, pero nunca pensaste en ella de esa manera — ni siquiera un poco. Ni siquiera pudiste hacer eso por ella. Sólo porque ella no resultó ser humana.

“...”

Miré fijamente hacia el bosque. Como esperaba, no parecía que los otros miembros de la Espada del Valor fueran a venir corriendo. Sentí la vaga presencia de algunos seres vivos ahí fuera, pero no eran humanos.

Los monstruos de esta zona probablemente hayan visto todas las matanzas recientes de su especie, y aún son cautelosos. Es posible que Lewin y Satsuki estén más lejos de lo que pensé en un principio. Si estuvieran al alcance del oído, Toado estaría gritando con mayor desesperación pidiendo ayuda. Debe saber que es imposible que le oigan a esta distancia.

“En cualquier caso, Nyaki logró alejarse bastante de ustedes, incluso estando exhausta.” Miré a Toado y a Birdwitcher mientras forcejeaban abajo. “ ¿Dejaron escapar la llave para entrar en el País del Fin del Mundo? ¿En qué estaban pensando, idiotas?”

Nah, no tiene sentido pensar en todo eso— tratar de medir sus acciones con mis propios estándares de razonamiento. Sería una pérdida de tiempo sin sentido. Ellos no pueden entenderme, y yo no puedo entenderlos.

“¡¿Hyah?!” Toado, distraído por mirarme entre los árboles, dejó entrever una abertura a su amigo.

Birdwitcher clavó su espada en su hombro.

“¡¿B-Bird?! ¡M-me cortaste! ¡Te atreves a cortarme! ¡P-púdrete!” Toado se abalanzó sobre Birdwitcher con su propia espada, dibujando una limpia línea de sangre en la garganta de su amigo.

“¿Graah...?”

Cielos, por fin.

“Uh, ¿Bird? ¡Bird! ¡Es culpa mía! ¡Yo sólo...!” Toado se acercó a Birdwitcher mientras éste se desplomaba y caía hacia delante, estrechando el cuerpo de su amigo entre sus brazos. “¡N-No, no! ¡Lo siento! ¡Lo siento, Bird!”

“Te ha llevado bastante tiempo”, dije, bajando del árbol de un salto.

“T-tú... ¡Voy a matarte! ¡Te aplastaré!”

“¿Lo entiendes ahora?”

“¡¿Huh?! ¡¿Entender qué?!”

“Cómo se siente ser asesinado por alguien que se está divirtiendo.”

“¿Huh?”

“Estoy haciendo un juego de esto. Ya sabes, como hiciste con el Clan Speed.”

“¡¿Estás loco?!”

“...”

“¡Ya te lo dije!” Toado volteó hacia mí, sentado en el suelo y abrazando el cadáver de Birdwitcher cada vez más fuerte contra su pecho mientras empezaba a sollozar. Su aullido era espeluznante a través de las lágrimas. “¡Te lo dije, no nos metas en el mismo saco que esa basura sub-humana! ¡Despierta de una maldita vez!”

“Realmente tengo que agradecerte.” Una risa malvada escapó de mis labios. “Gracias por ser una basura irredimible, hasta el final.”

Recogí la espada que Birdwitcher había dejado caer al desplomarse.

Toado está dando un buen espectáculo, pero ya ha perdido mucha sangre — no será difícil matarlo.

“Sería nada más que problemas para mí si de repente tuvieras algún cambio en tu corazón.”

El rostro de Toado me lo dijo todo — sabía que se le había acabado el tiempo.

“¡Ah, detente—!” Se puso pálido y buscó la espada que se le había caído, pero le corté antes que tuviera la oportunidad. Soltó un grito breve y asfixiante, y murió. La sangre corrió por el brazo extendido de Toado, a través de sus dedos y hacia la tierra.

“Se necesita escoria para luchar contra la escoria.”

Involucrar a buenas personas como Nyaki y el Clan Speed, aprovecharse de ellos, no me sienta bien. Sin embargo, ¿aplastar a otra escoria? Eso funciona para mí.

Miré a los dos cadáveres apilados en el suelo ante mí. “Cuando se trata de tipos como ustedes, nunca podré elegir el mismo camino que Sogou. Nunca podré elegir el bien.”

Cuando regresé, Seras vino corriendo hacia mí tan pronto me vio.

“Me alegro de verte sa—” Se detuvo de repente, y luego aceleró hacia mí incluso más rápido que antes. “¡¿Estás herido?!”

Slei también se acercó. Nyaki parecía pálida.

“No te preocupes. Esta no es mi sangre.”

Seras se detuvo de nuevo, y respiró aliviada. “Entonces, ¿es la sangre de la Espada del Valor?”, preguntó una vez recuperada la compostura.

“Sí.”

“¿Los derrotaste?”

“Sólo a los dos que perseguían a Nyaki. El resto no estaban en la persecución.”

Por el rabillo del ojo, vi a Nyaki dar un respingo de sorpresa.

“L-Lewin-san y Satsuki-san son los más fuertes, p-pero todos los miembros de la Espada del Valor son fuertes... ¿Q-quién eres tú?”, preguntó ella.

“Ahora que lo pienso, aún no me he presentado.”

No tuvimos tiempo suficiente antes con Toado y Birdwitcher acercándose. Seras y yo ni siquiera le hemos dicho nuestros nombres todavía.

“Discúlpeme, pero... Mientras esperábamos su regreso, tomé la decisión de revelar mi verdadera identidad a la señorita Nyaki”, dijo Seras, como si se preparara para una reprimenda. “Pensé que, si queríamos ganarnos su confianza, debíamos ser sinceros con ella desde el principio.” Seras miró a Nyaki y luego pareció encogerse. “La señorita Nyaki es tan pura e inocente que me resultaba demasiado difícil para mí darle información falsa. Lo siento mucho.”

Deduje que Seras apenas le dio detalles sobre mí — tiene un don para este tipo de cosas.

“Después de tu lucha contra los ejércitos del Rey Demonio y la manera en que te revelaste, el gato ya está fuera de la bolsa[1]. No debería haber ningún problema con que Nyaki lo descubriera. Y bueno...” Miré a Nyaki, “Para ser honesto, sé cómo te sientes.”

Y así, me presenté a Nyaki, usando mi verdadero nombre.

“¿Prefieres que Nyaki te llame señor Too-ka?”, preguntó Nyaki.

“Lo que te resulte más fácil, está bien. Ah, y también deberías conocer a este pequeñín.” Abrí un poco la manga y Piggymaru se asomó. “Preséntate”, dije.

“¡Squeee!” Piggymaru salió de mi túnica y cayó al suelo. Nyaki lo miró con los ojos muy abiertos.

“¡Es un pequeño slime! ¡Miau!”

“Este es Piggymaru.”

“¿Squee?” Piggymaru me miró en busca de confirmación, como preguntándome si la niña era una amiga. Asentí en respuesta, y Piggymaru estiró un tentáculo en dirección a Nyaki. “Squee.”

“Piggymaru sólo quiere un apretón de manos.”

Nyaki agarró el tentáculo, un poco abrumada. “M-me llamo Nyaki... “

Todavía se veía rígida, pero los nervios de Nyaki parecían haberse calmado un poco.

“Ah, y esta es Slei.”

“¡Pumpee!”

“¡¿Miiau?!”

Slei frotó su mejilla contra la de Nyaki, intentando animarla.

“¡Nyaki está e-encantada de conocerte!”

“¡Pumpee!”

Rápidamente, Nyaki se sentó, se arrodilló e inclinó la cabeza hacia el suelo.

“Muchas gracias por salvarme la vida. ¡Too-ka-san, Seras-san, señor Piggymaru, señorita Slei! Nyaki nunca olvidará lo que hicieron por ella. Ella siente mucho haberles causado tantos problemas. ¡Nyaki se disculpa de verdad, lo siente mucho!”

Nyaki levantó la cabeza.

“Por favor, todos ustedes apresúrense y dejen este lugar. Nyaki se quedará aquí y descansará un tiempo, ¡luego irá hacia el este como dijo!” Señaló hacia las partes más profundas de la Tierra de los Monstruos de Ojos Dorados.

Ni por un segundo ha pensado que podríamos seguir protegiéndola.

“Nyaki.”

“¡¿M-Miau?!”

“¿Aún sigues hablando de eso? Mira, esto es sólo si quieres, pero...” Le tendí una mano. “¿Por qué no vienes con nosotros?”

“¡¿E-En serio?!”

“Puedes quedarte con nosotros hasta que podamos llevarte a un lugar seguro. De hecho, esa es la razón por la que te acabo de presentar a todos hace un momento.”

Nyaki pareció aturdida durante unos instantes, como si no pudiera seguir el ritmo de lo que estaba diciendo. Finalmente, ella pareció comprender.

“¡N-no puedes! Nyaki sólo causará problemas a todo el mundo si los acompaña, ¡Nyaki lo sabe! Es una Bestia Divina, ¡por eso la Espada del Valor necesita a Nyaki durante un tiempo más! ¡Definitivamente vendrán a por ella! Y cuando descubran que sus amigos han muerto, las cosas que harán...”

Nyaki comenzó a sollozar, aunque sonreía. “Sólo fue por un corto tiempo, pero Nyaki puede decir que todos ustedes son muy buenas personas. Ella nunca podría... No quiere que todos salgan lastimados. Aunque Nyaki no pueda volver a ver a Nee-nya y Mai-nya, está muy feliz de haber conocido a gente t-tan buena al final.”

O la Espada del Valor la atrapa y la mata, o lo hacen los monstruos. De cualquier forma, Nyaki está preparada para morir en este bosque.

“Muchas gracias a todos”, dijo Nyaki, sonriendo a través de las lágrimas. “Nyaki se siente cálida por dentro, por primera vez en mucho tiempo.”

Suspiré.

“Nyaki, creo que me estás malinterpretando.”

“¿Mii-auu...?”

“Dijiste algo sobre que los dos miembros más fuertes de la Espada del Valor podrían desafiar al Hombre Más Fuerte del Mundo por su título, ¿verdad?”

“S-sí.”

“El Hombre Más Fuerte del Mundo está muerto. Yo fui quien lo mató.”

“¡¿—?!”

“Está diciendo la verdad, señorita Nyaki”, añadió Seras. “De hecho, estaba a punto de ser asesinada por el mismísimo Civit Gartland, cuando llegó Sir Too-ka y me salvó.”

Nyaki me miró asombrada, con lágrimas aun cayendo por su rostro.

“T-Too-ka-san... ¡¿Derrotaste a Civit Gartland?!”

“Sí, lo hice.”

No en una pelea justa. Pero eso no cambia el hecho que lo derroté.

“Así que no hay necesidad que huyas”, le dije.

Nyaki bajó la cabeza, como si hubiera demasiadas emociones corriendo a través de ella para poder procesarlas todas a la vez.

Puedo imaginarme lo que está pensando — ahora que hemos llegado a esto, ella empieza a compadecerse de la Espada del Valor. Ahora que sabe que soy más fuerte que ellos y que es casi seguro que los mate, ya ha empezado a compadecerse. La visión que Nyaki tiene del mundo es que, si hay un camino a seguir en el que nadie tenga que morir, ese es el mejor camino a elegir. Ahora mismo probablemente esté pensando en huir.

Sin ella como llave, la Espada del Valor no podrá entrar en el País del Fin del Mundo. No podrán matar a los monstruos y semi-humanos que viven allí. Si huimos con Nyaki ahora, nadie más tiene que morir. Eso es probablemente lo que ella quiere.

Pero la Espada del Valor son una unidad encubierta de esa Diosa. No puedo permitir que se interpongan en mi camino en el futuro. Estamos obligados a chocar de nuevo en algún momento, así que es mejor acabar con ellos ahora. Además, no puedo pasar por alto las cosas que le hicieron a Nyaki y al Clan Speed.

“Lo siento, Nyaki”, dije, girándome en dirección a los miembros restantes de la Espada del Valor. “No soy el tipo de persona que puede dejarlos sueltos. No puedo ser tan indulgente como tú.”

Ella levantó la cabeza.

“Too-ka-san...” La voz de Nyaki sonaba débil — estaba exhausta.

Por lo que me contó, no hay forma de salvar a ninguna de esas personas. Ninguno de ellos fue amable con ella, ninguno. Pero Nyaki puede encontrar bondad en su corazón para ellos, a pesar de que le causaron tanta miseria. Nyaki rebosa bondad — pero aun así la hirieron.

“Sólo quiero que te aferres a esa bondad tuya — que la atesores. Hay personas a las que tu bondad puede salvar, de eso estoy seguro.”

Llamé a Piggymaru con un movimiento rápido de mis dedos, y el pequeño slime se zambulló de nuevo entre mis ropas. Esta vez también llevaré a Slei conmigo.

“Seras, cuento contigo para proteger a Nyaki otra vez. Nos enfrentamos a siete de ellos — es posible que se hayan dividido para buscar a través del bosque.”

“¿De verdad lo crees?”, preguntó Seras.

“Sí. Si eso llega a ocurrir, tu espada se interpondrá entre ellos y Nyaki. La guerrera de deportes sangrientos más fuerte del mundo dijo que tu manejo de la espada tiene un potencial increíble, ¿no? Eso es la que la va a proteger.”

“Déjamelo a mí. Haré todo lo que esté en mi alcance para ayudarte.”

“Bien. Vamos, Slei.” Así, me alejé y Slei me siguió.

Miré al cielo, la oscuridad del atardecer se había posado sobre nosotros.

La noche — este es mi momento.

Estoy seguro de que, si intentara enfrentarme a ellos directamente en una batalla, tendrían las de ganar. Civit nunca mencionó a la Espada del Valor como un grupo con el que quisiera luchar, pero tal vez nunca supo de ellos. No son como Civit, conocidos en todo el continente. Una cosa que si sé, es que son tan fuertes que los de tipo humanoide retroceden y huyen de ellos. Eso no se puede negar. Yo, por otro lado, nunca podría ganar en una lucha justa contra un tipo humanoide. No son un enemigo que pueda permitirme subestimar.

Pero incluso así... no creo que vaya a conformarme con sólo “matarlos”.

El Clan Speed... los padres de Eve... Oí de Eve sus recuerdos de los días que pasaron juntos. Eran buenas personas. Realmente buena gente. En especial los padres de Eve. Cuanto más oía, más me recordaban a mis padres adoptivos.

“Y esos imbéciles disfrutaron matándolos.”

Seguí caminando, sacando la máscara del Lord Mosca de mi bolso y me la puse.

“Es hora de hacerles pagar con creces.”

Algunas personas podrían pensar que soy cruel — criticarme como si fuera un monstruo. Pero a partir de ahora... sin piedad.



Referencias

  1. Nota de RKB7: Es una expresión que significa: ‘revelar un secreto’ o ‘decir la verdad’.



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