Hazure Waku Capítulo 363

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 Hazure Waku capítulo 363 en español

 Inicio de la Guerra

Notas del Autor

Mis disculpas, ha pasado mucho tiempo desde que actualicé... 

La razón principal del intervalo entre actualizaciones es que... mientras me esforzaba por escribir la continuación de la actualización anterior, he estado más ocupado con mis otras tareas de escritura, dejándome totalmente ocupado. Por cierto, mi estado físico no ha sido un problema esta vez (aunque puede decirse que mi estado físico se ha visto afectado en el sentido de que mis otras tareas se retrasaron debido a que caí enfermo este verano). 

He tenido otros problemas y las cosas han estado inestables, pero la situación se ha ido calmando poco a poco, así que espero reanudar las actualizaciones (como mínimo, está previsto que el próximo capítulo se actualice a finales del mes que viene. Lo ideal sería publicarlo en la primera quincena de diciembre). 

Como sugiere el título de este capítulo, la guerra finalmente ha comenzado.

Sin embargo, dan la impresión de ser bastante rápidos con los pies. 

“......” 

El Ejército Blanco serpenteante ya se podía ver a la distancia.

Lo que los hace particularmente llamativos son... 

“Algunos de ellos sí que son grandes.” 

Hay algunos Sacramentos de gran tamaño entre ellos.

Al pie de la colina —en formación detrás de nosotros–- estaban los soldados del ejército Mira, esperando órdenes. 

En las primeras filas están los escuderos.

Detrás de ellos están los arqueros.

Más atrás de ellos, están los usuarios de técnicas de ataque.

Una vez que estas dos unidades hayan desatado una oleada de ataques, las caballerías se lanzarán a la carga—

Y finalmente, la infantería sería la última en marchar.

Se dice que es una forma directa de luchar. 

El ejército mixto liderado por Cattleya espera a cierta distancia de aquí.

Por el momento, todavía son considerados como una fuerza de reserva.

Se desplazarán cuando se hayan establecido los movimientos del enemigo.

Ese es el acuerdo.

En este momento, el Ejército de Sacramento parece estar moviéndose hacia nosotros en línea recta.

No hay nada inusual en su formación y movimientos.

Están cargando seriamente contra nosotros— o así es como parecen estar.

Por lo que puedo confirmar, no parece haber señales de tropas emboscadas.

Además, no puedo ver a Vysis ni a nadie que parezca ser un Sirviente Divino.

Una nueva información que tenemos es que hay humanos en el Ejército de Sacramentos

Varios individuos están rodeando a alguien que parecía ser un comandante, formando un círculo protector a su alrededor.

Hemos confirmado varias agrupaciones de este tipo de menos de 10 personas. 

Según la información obtenida de Loqierra y el Grupo la Espada Borracha...

Los encargados de dar instrucciones a los Sacramentos son...

En primer lugar, los nobles que se congraciaron con Vysis.

Y luego, están los cultistas que realmente tenían fe en esa Diosa de mierda. 

"A grandes rasgos, Vysis debería ser la que maneje las cosas. Sin embargo, cuanto mayor sea la distancia de su dispositivo de control, menos información detallada ella puede darles. El hecho de que los humanos hayan sido incorporados al ejército... podría significar paradójicamente que Vysis no hubiera venido aquí." 

Loqierra dijo que cuando Vysis operaba algún tipo de dispositivo de control, las habilidades de los Sacramentos también mejoraban.

Viéndolo de otra manera...

Si podemos quitar el estado en el que ella los opera, podemos reducir sus habilidades, huh. 

“Loqierra.” 

Actualmente tengo a Loqierra nuevamente en mi hombro.

“Por lo que acabo de oír de los informes, parece que Vysis ha armado a los Sacramentos con armas y armaduras.”

“Eso parece ser así. Si lo piensas, que los Sacramentos puedan equipar armaduras es algo natural.” 

"Parece que el número de Sacramentos armados es considerablemente mayor que los presentes durante el asalto a la Capital Imperial por parte del Emperador Exiliado." 

Esa fue la impresión expresada por el Emperador Loco. 

“El Emperador Exiliado era sólo un Sirviente Divino que recibió una parte del poder de Vysis, después de todo. Debe ser que su habilidad para crear Sacramentos era inferior a la de la Vysis original.”  Diciendo esto, Loqierra continuó. 

“Además, si uno quiere fortalecer a su Sirviente Divino, le llevará bastante tiempo hacerlo. Ese Emperador Exiliado parece ser un humano de hace como mucho 100 o 200 años, así que desde la perspectiva de nosotros, las Deidades, podría ser considerado como alguien 'reciente'. Por eso, aunque técnicamente se le considere un Sirviente Divino, ¿no sería ese Emperador Exiliado probablemente menos capaz que los otros Sirvientes Divinos?” 

Así que eso significa— 

“Esos tres Sirvientes Divinos son casi seguro mejores que el Emperador Exiliado, huh.”

“Por lo menos... Es mejor considerar a Wormungandr como un oponente problemático. Incluso en el pasado, siempre había sido alguien que no teníamos ni idea de lo que tenía en mente. Es un tipo distante que nunca se había enfadado abiertamente con nadie, pero cuando lo hace, lo hace con bastante dureza— Es ese tipo de persona.”

“¿Qué hay de los otros dos?”

“Tampoco sé mucho de ellos... Es sólo que ambos tenían ese ambiente cuya naturaleza no se puede comprender. Santo cielo, Vysis ha creado unos enemigos bastante problemáticos para nosotros...” 

El Ejército Blanco continuó acercándose a nosotros desde la distancia. 

“Esta batalla justo frente a nosotros... ¿Cómo lo ves?” 

Lolierra reflexionó.

... En realidad no importa.

Pero quizás, debido a su apariencia actual, sus gestos son realmente de una mascota. 

“Tendremos que ver la batalla para averiguarlo. Mi suposición es que los Sirvientes Divinos podrían aparecer, pero no creo que Vysis esté entre ellos...” 

Sí.

Si los Sirvientes Divinos están o no entre ellos...

Si Vysis saldría o no a la primera línea...

Por el momento, se desconocen ambas cosas.

Tal vez, Erika no se encuentre en un estado en el que pueda desplazar a sus familiares.

Mientras tanto...

Los contactos de los espías de Mira que permanecieron en la Capital Real de Alion han sido cortados. 

En el momento de la fuga de Nyantan y su grupo...

No todos los espías de Mira abandonaron la Capital Real, Enoh, han estado con ellos.

Algunos se quedaron atrás para seguir informando sobre la situación en Enoh.

El Emperador Loco analizó la situación de esta manera. 

"El contacto desde Enoh ha cesado por completo. Debido al incidente en el que escapó esa ex discípula de Vysis, los espías de la Capital Real quedaron al descubierto... así que puede que ya se hayan ocupado de ellos." 

Si ese es el caso...

No tenemos forma de saber los movimientos más recientes en Enoh.

En otras palabras, no sabemos si Vysis o los Sirvientes Divinos han abandonado Enoh. 

“Cualquiera que sea el caso— se han hecho preparativos en caso de que los Sirvientes Divinos o Vysis vinieran aquí.”

“Eres muy minucioso en cuanto a la preparación, huh.” 

Loqierra pinchó con su dedo el área de la mejilla de mi máscara de Rey Mosca. 

“Cuento contigo, Rey Mosca-kun ♪.” 

En ese momento... 

“Touka-dono.” 

Seras, que había estado esperando al lado, habló.

“Ha comenzado.” 

Detrás de mí, a poca distancia.

Allí, además de Seras, están Munin y Slei, en su tercera forma.

Además— también están los Caballeros Sagrados de Neia.

Aunque no todos.

La Comandante, Machia Renaufia, y algunos de ellos están junto a la Reina.

Los otros, sin embargo, siguieron a Seras por instrucciones de Cattleya.

A nuestro Escuadrón Rey Mosca se le permitió operar libremente.

Parece que desplegaron aquí a las élites de su Orden de Caballeros.

Cattleya también tuvo que movilizar a todo el antiguo ejército mixto.

En ese caso, sería insoportable dejar ir a las élites finamente entrenadas sin una tarea específica—

Por esta razón, ella había decidido dejar a la mayoría de los caballeros a Seras.

Bueno, es justo en términos de escala de fuerzas que podemos movilizar también. 

“Estén preparados. Nos mantendremos atentos a la situación antes de movernos también.”

“Sí.”

“¡Pigii!”

“¡¿Whoa?! Eso me sorprendió.” 

El repentino grito de Pigimaru desde mi pecho hizo que Loqierra diera un saltito.

Aunque ya le debí haber explicado la existencia de Pigimaru. 

“Piggiii...”

“No, no, lo siento, sólo estaba un poco sorprendida... ¡E-Está bien! ¡Está bien, Pigimaru-chan!” 

Por cierto...

Loqierra también creó un bolsillo en mi pecho, donde podía esconderse.

Supongo que se podría decir que se han convertido en amigos íntimos.

En cualquier caso —nosotros— el Escuadrón Rey Mosca, y los Héroes también tomaremos parte en esta batalla.

Sin embargo... 

“Si ustedes los Héroes derrotan a los Ojos Dorados, también se beneficiarán de las bendiciones mejoradas a través de la Absorción de Almas.” 

Respecto a la declaración de Loqierra... 

“¿… Y qué pasa cuando derrotemos a esas cosas?”

“¿Hmm?”

“Vysis sabe que nos haremos más fuertes a medida que subamos de nivel. Y aun así, ella ha enviado una enorme cantidad de esos en su ejército... De hecho, derrotar Monstruos de Ojos Dorados podría resultar que subamos de nivel y nos hagamos más fuertes. Sin embargo—” 

A pesar de que parece ser ajena a lo que sucede a su alrededor, esa diosa de mal carácter parece sobresalir innecesariamente en astucia. 

“No me sorprendería que ella los 'mejorara' para que no nos permitieran subir de nivel.”

“Mhmm, no puedo decir que eso no sea posible... —Espera, Touka, no te has encontrado con Vysis ni una sola vez desde aquella vez que fuiste invocado aquí, ¿verdad?”

“Sí.”

“Y aun así... ¿Cómo puedes entender tan bien la naturaleza de Vysis...”

“Tal vez cuando odias algo, simplemente aprendes sobre ellos más que nadie.” 

Mientras teníamos esa conversación, la primera línea del ejército Mira— 

Entraron en la distancia justo antes del comienzo de la batalla. 

◇◆◇

Con un pequeño estruendo — la ola blanca se acercó.

Frente a esta ola se encuentra el ejército de Mira, vestido de blanco, alineado de forma ordenada y hermosa. 

Al mando de la primera línea está Chester Ord.

Es el próximo jefe de la Familia Ord, una de las Tres Casas Imperiales Elegidas.

También fue el comandante en jefe del ejército Mira durante el ataque a Urza.

Durante esa batalla, fue arrestado por Sogou Ayaka y hecho prisionero.

Ahora ha sido restituido— y está al mando de la primera línea del ejército Mira. 

“¡Arqueros, listos!” 

La orden de Chester resonó.

A continuación, los arqueros sacaron sus flechas y apuntaron en diagonal hacia arriba.

Mientras Chester comprobaba la oportunidad perfecta... 

“¡FUEEEEEEEEEEGOOOOOOOO——!” 

Las flechas, poderosamente retenidas, al igual que incontables pájaros en vuelo, fueron lanzadas al cielo.

El sonido del viento era como una serie de pequeñas balas rasgando el aire.

La multitud de flechas que se elevaban por el cielo hacían ese sonido.

Sin embargo, los Sacramentos con escudos en sus manos no redujeron la velocidad, levantando su escudo diagonalmente hacia arriba.

Mientras la feroz oleada de flechas como ventiscas trazaba arcos en el cielo— 

Llovió como lluvia sobre la multitud de Sacramentos. 

Los cuerpos atravesados por las flechas derramaban sangre blanca.

Si la información que obtuvimos era correcta, al igual que los humanos, deberían desangrarse hasta morir si perdían demasiada sangre.

Para confirmar su muerte— 

* ¡Basha! *

Los Sacramentos, que habían sido profundamente alcanzados por las flechas, se inclinaron ligeramente hacia atrás y "alas" brotaron de las cuencas de sus ojos.

Se podría decir que habían brotado.

Alas blancas, quiero decir.

Sí, cuando un Sacramento muere, le brotan alas de los ojos.

Esa es la señal de su muerte.

También, por alguna razón, un Sacramento a punto de morir tiende la mano a otros Sacramentos. 

"Tal vez quiere volverse uno." 

Esta fue la conjetura de Takao Hijiri, que pronunció esto cuando escuchó esta información.

Los Sacramentos que recibieron las flechas rodaron, y los siguientes tropezaron con ellos. 

“Segundo escuadrón — ¡FUEEEEEEEGO!” 

La segunda línea se preparó detrás del primer grupo de arqueros.

Con el mismo movimiento, soltaron sus flechas.

Una lluvia continua de flechas golpeó a los Sacramentos y atravesó sus blancos cuerpos.

El movimiento de la vanguardia de la oleada se vio ligeramente entorpecido, disminuyendo su impulso. 

Sin embargo, no logró frenar el ímpetu de toda la oleada. 

Los siguientes Sacramentos, menos armados, comenzaron a despojar de sus armas a los caídos y se equiparon.

Acto seguido, pisoteando a los Sacramentos caídos— siguieron avanzando hacia delante.

Sí, que algo así suceda no los detiene.

La manada de blancos siguió adelante, sin desviarse de su objetivo y arrancando flechas clavadas en el suelo como ramitas. 

“………” 

Sin embargo— los Sacramentos tampoco son soldados inmortales.

Es fácil confirmar si están vivos o muertos.

Por supuesto, también hay que suponer que tenderían trampas haciéndose pasar por muertos, pero...

En cualquier caso.

No son seres que "no se puede combatir" por soldados de este mundo. 

“¡Unidades de técnicas de ataque, disparen a la vez!” 

Siguiendo a las flechas, las técnicas de ataque se alzaban ahora hacia el cielo.

Sus duelas con puntas de cristal apuntan diagonalmente hacia arriba con movimientos coordinados.

En la punta de sus duelas se forman afilados trozos de hielo.

El hielo, ahora del tamaño de la punta de una lanza, se libera con los mismos movimientos que las flechas. 

Las flechas de hielo se convirtieron en granizo, golpeando a los Sacramentos desde arriba. 

Los carámbanos de hielo perforaron a los Sacramentos.

Mientras tanto...

La línea que fue golpeada por la técnica de hielo— y los Sacramentos delante de ella...

Son los Sacramentos que han atravesado la lluvia de flechas inicial de los arqueros.

Con el mismo ímpetu que antes, chocaron con los escuderos.

El capitán de los escuderos alzó la voz.

Entonces, con un ruido sordo de carne contra metal duro... 

“¡DETÉNGANLOS—!”

Los escuderos bajaron profundamente sus caderas, interceptando los Sacramentos.

Entonces, los escuderos empezaron a atravesar los Sacramentos a través de los espacios en sus escudos con las espadas que sostenían en sus manos. 

* ¡Slash! Slash— ¡Slash! *

Los soldados ensartaron en silencio los sacramentos, como si estuvieran haciendo apresuradamente una tarea sencilla que tuviera un límite de tiempo.

La sangre blanca salpicó sus escudos.

El sonido de las alas brotando aquí y allá se eleva continuamente.

Los Sacramentos poco a poco se quedaron sin fuerzas.

Mientras tanto, los arqueros y los usuarios de técnicas de ataque comenzaron a retirarse. 

“¡Escuderos, retirada!” Ordenó Chester.

Al oír esto, los escuderos se dividieron a izquierda y derecha, retirándose.

Así, continuaron retrocediendo en diagonal.

Moviéndose como si quisieran despejar el camino hacia algo...

En ese momento, Chester montado a caballo desenvainó su espada y apuntó a los Sacramentos. 

“¡PISOTEANLOS!” 

Los caballos acorazados rugieron en respuesta al rugido de sus jinetes.

Mientras el estratega permanecía donde estaba, Chester tomó la delantera.

Las herraduras pisaron con fuerza el duro suelo.

El caballo de Chester esprintó.

Tras él iba la caballería, ganando impulso a medida que avanzaba a la carga.

El sonido de los cascos de la caballería se convirtieron en furiosos temblores de tierra.

Sus cascos golpeaban la tierra como tambores de guerra.

Y entonces, con la retirada de los escuderos, al final de su campo de visión abierto— había un grupo de Sacramentos. 

La caballería se estrelló contra ellos como una avalancha. 

Los soldados de caballería acuchillaron a los Sacramentos desde sus caballos con sus espadas, antes de atravesarlos con sus lanzas.

Mientras tanto, los Sacramentos, que no conocen el miedo, también se enfrentaron audazmente a los soldados a caballo.

Sin embargo, un enfrentamiento entre caballería e infantería daría ventaja a la primera.

Uno tras otro, los Sacramentos caían, brotando alas de sus ojos.

En ese momento... 

“... Eso es...” 

La segunda oleada de enemigos se alineó y se lanzó a la carga.

Esta vez, el otro lado también— junto con el estruendo de cascos, se lanzaron a la carga.

A medida que estos Sacramentos avanzaban, lanzaban sus lanzas. 

“¡Levanten escudos! Si pueden derribarlo con tu espada, ¡derríbenlo!”

En retrospectiva, cuando Nyantan y los otros escaparon de la Capital Real de Alion el otro día...

Fueron perseguidos por Sacramentos con la mitad inferior de su cuerpo en forma de caballo—

Al parecer se llamaban Sacramentos Mitad Caballo.

Cómo debería decir esto...

Podrían ser Sacramentos que a Qir y a los otros Centauros no les gustaría ver.

Las lanzas enemigas volaron.

Algunos de los soldados se defendieron de ellas, mientras que aquellos con altos niveles de habilidad las derribaron, pero— 

“¡Kuahh!” 

Algunos de los soldados Mira fueron atravesados por las lanzas y cayeron de sus caballos.

Entre los atravesados por las lanzas de los Sacramentos, estaban también sus compañeros Sacramentos.

Por lo que observé— Parece que no les importa golpear a sus propios aliados.

En el caso de los humanos, normalmente nace esta conciencia en la que uno evita golpear a sus aliados con sus ataques.

Sin embargo, parece haber una falta de esa conciencia entre los Sacramentos. 

“Entre los Sacramentos Mitad Caballo, hay algunos grandes entre ellos.” 

Ante mis palabras, Loqierra, sobre mi hombro, habló. 

“Sin embargo, la caballería de Mira lo está haciendo bien.” 

En efecto, la caballería de Mira se mantiene firme.

Sin embargo…

“Está llegando— La segunda oleada.” 

La segunda oleada de la infantería enemiga.

Están alcanzando la línea del frente donde ambos bandos se enfrentaron.

En nuestro lado también, ahora es el turno de la infantería para desempeñar su papel aquí.

Uno de los generales Mira dio una orden. 

“¡Nosotros también! ¡Al ataque!” 

Las unidades de infantería, ahora en formación, corrían al unísono.

En ese momento, como si tejieran entre las infanterías— 

Sombras negras pasaron como balas. 

La infantería pareció momentáneamente sobresaltada por ellas.

Sin embargo, las sombras negras se deslizaron más allá de la infantería sin chocar con ellos.

Su velocidad era visiblemente superior a la de la infantería.

No—

La decena de personas que van al frente podría ser incluso más rápida que la caballería. 

Las sombras negras se movían rápidamente a través de las filas de la desconcertada infantería, avanzando con una postura baja— 

—eran los guerreros Leopardkin negros del País Lejano. 

Bajo el liderazgo de Gio Shadowblade, el Ejército de la Luz Leopardo salió a la batalla.