Failure Frame Vol. 11.5 Prólogo
"Leer Failure Frame Volumen 11.5 prólogo en español."
Failure Frame volumen 11.5 Prólogo en español
![]() |
Failure Frame: I Became the Strongest and Annihilated Everything with Low-Level Spells |
Prólogo
HYLINGS — UNA NACIÓN sellada por el Gran Hechizo. Ningún ejército podía atravesarla, sin importar su número. Nadie podía entrar en la nación de Hylings sin el permiso del Gran Espíritu, que aún supervisaba su protección. Ni siquiera los seres divinos eran capaces de atravesar la barrera.
Los habitantes de Hylings eran de edad y de orejas largas. Eran los Elfos — específicamente, Altos Elfos. Elion era la Capital de Hylings. Orio Ashrain —el Rey de Hylings— paseaba por sus aposentos personales en el Palacio de Quinrail, impaciente por que llegara el momento. Miraba por la gran ventana que daba a la exuberante ciudad verde que había debajo.
“...”
No importa cuántas veces Orio experimentara esto, sabía que nunca se acostumbraría.
Puedo acostumbrarme a casi cualquier otra cosa. Es realmente extraño.
Se rio de sí mismo en señal de autorreproche. Deseaba poder estar a al lado de ella, pero la tradición dictaba que el rey no podía estar en la habitación cuando ocurriera. Lo único que podía hacer era esperar.
Con las manos entrelazadas a la espalda, miró el cielo claro y nítido más allá del cristal de la ventana.
“... Gran Espíritu. Por favor, mantenla a salvo también esta vez...”
Entonces, finalmente llegó la noticia.
“Su majestad.”
Justo lo que había estado esperando.
“Ha nacido un bebé sano.”
La reina, Shireen Ashrain, yacía en la cama con una mirada de pura adoración en sus ojos. En sus delgados brazos había un bebé acunado. Shireen sonrió al rey cuando éste entró en la habitación y sus ojos se suavizaron cuando Orio dio las gracias.
“Es una niña”, dijo ella.
“Una niña.” El rey se acercó al lado de su esposa, con cuidado de no hacer ruido. Miró a su hija.
Puede sonar trillado decirlo así, pero...
... Ella es la cosa más hermosa que he visto nunca.
¿Tanto tiempo ha pasado desde que nació una niña en nuestra casa? ¿Es simplemente que se ha cumplido mi deseo lo que me hace sentir así, o es que esta niña es más especial de lo que puedo imaginar?
Orio juntó las manos y ofreció una plegaria de agradecimiento al Gran Espíritu.
“—Gracias. Gracias por velar por nosotros.”
Se volvió hacia su esposa.
“¿Su nombre…?” Orio volvió a mirar el rostro de la bebé.
“Ya elegimos un nombre para si fuera niña, ¿recuerdas?”
“Entonces está decidido.”
Los dos miraron el rostro de su hija, la niña que habían traído al mundo. El rey sonrió a la reina.
“Seras”, dijo ella, nombrándola por primera vez en su vida. “Seras Ashrain.”